Capitulo 1: Trevor
Aquí el primer capítulo, espero que lo disfruten :D
Al costado la foto con los personajes principales!
_____________________________
- Pero que bellezas. - comentó Trevor mirando las piernas al descubierto que llevaban la mayor parte de las chicas en el local.
En esta época los hombres nos deleitábamos con la poca ropa que llevaban las chicas y era que... ¿Cómo no amar el verano, no?
Observe a mi hermano mayor, quien seguía con los ojos puestos en todas las mujeres y ahí caí en la cuenta que no iba a resultar nada bien si se descentralizaba del plan.
- Trevor, concéntrate. No vas a joderla otra vez. - le susurré agarrándolo de la chaqueta de cuero, a lo que este enfoco sus ojos negros en mí y con un manotazo me quito las manos de encima de él.
- Relájate bro, estas muy tenso. Disfruta el paisaje - este abrió las manos a los lados. sonriendo lascivamente. - ¿Cuándo vas a tener otra oportunidad de ingresar a una fiesta de pijos? - este me dio unas palmadas en la espalda y yo me mantuve con la boca cerrada.
Trevor iba a seguir insistiéndome en que me relajara si seguía llamándole la atención. Y no quería enfurecerlo, mi hermano mayor realmente podía hacer una escena.
Y hoy no podíamos permitirnos eso, le debíamos una gran cantidad de dinero a Marcel.
- ¿Quieres examinar el lugar o comenzamos de inmediato? - le pregunté al ya estar sentados en la barra.
Por supuesto Trevor ni me miro, este comenzó a coquetear con unas mujeres a unas sillas a la derecha.
Estas no dudaron en hacerle caso, y era que Trevor tenía un encanto con las mujeres, quizás era por su físico, estaba en forma, pero yo igual lo estaba.
Aunque según su novia, Effy, Trevor tiene los ojos más atractivos que nunca había visto antes y bueno, por mi parte, era solo un pedazo de imbécil e igual de maricon que esos que aparecen en las telenovelas del canal 8.
En conclusión ya me estaba hartando de él, cada vez se tomaba más libertades y estaba seguro que si seguía así lo más probable era que nos pillaran.
Y no iba a ir volver al reformatorio.
Ni de coña.
Así que como no respondió me encamine hacia la pista de baile, si él iba a coquetear, pues yo igual iba hacerlo.
Estaba atestado de gente que se movía de un lado a otro, pude notar que las chicas me miraban con curiosidad, al parecer nunca habían visto a un chico de sudadera blanca y pantalones de tercera clase.
Pero una de ellas se me quedo mirando.
Rubia, cejas grandes, labios rojos, un vestido negro ajustado que le quedaba de maravilla y por supuesto, se había colado con identificación falsa al lugar, porque de seguro debía ser una adolescente de instituto.
Esta se acercó hacia mi intrigada, y yo me quede ahí parado, cruzándome de brazos y mirándola de pies a cabeza.
- ¿Te gusta lo que ves? - me preguntó al llegar junto a mí, quedando a unos pocos centímetros.
- No está mal. - dije acortando la distancia, pensando que iba a echarse atrás, pero no fue así. Sonreí acercándome a su oreja. - Oliver, un placer. - le susurré roncamente, depositando un beso en su mejilla.
Iba a alejarme, pero esta me tomo del cuello con una de sus manos, podía oler el alcohol que desprendía a kilómetros, pero por supuesto eso solo puso las cosas mejor aún. Esta se acercó ahora hacia mi oreja, mientras que acariciaba con su mano mi cuello.
Sentí una corriente recorriéndome de pies a cabeza, a lo que sin pensarlo coloque mis manos en su cintura.
- Valeria, pero para ti Vale. - esta comenzó a bailar pegando su cuerpo junto al mío y yo por mi parte no podía creer lo que estaba sucediendo.
¡Oliver Rodríguez te estás a punto de tirar a una pija rica!
Mis amigos no iban a creérselo.
No dude ni un segundo en comenzar a moverme al ritmo de la música y por supuesto deleitándome con mis manos frotando su cintura y al mismo tiempo bajándola lentamente para depositarla en su trasero.
El cual está sin ninguna objeción no hizo nada para impedírmelo.
Perfecto.
- ¿Cuántos años tienes?
Sabía que la pija era menor que yo, así que dije la verdad.
- Dieciocho. ¿Tu?
- Dieciséis. - pude notar que sus ojos brillaron observándome, al parecer le había agradado demasiado que fuera años mayor que ella.
- ¿No eres de por aquí, no? - me pregunto cuando la canción se terminó y comenzó otra.
- Soy nuevo, en realidad, trabajo aquí. - mentí, si llegaba a saber que era de la zona baja de la ciudad seguramente iba a salir corriendo ahí mismo.
Y no podía perder la oportunidad de tirarme a esta chica.
Esta por su parte soltó una risa.
- Mi padre es dueño del local, y estoy segura que no contrata a chicos de dieciocho años. - iba a protestar, pero esta puso su dedo índice en mis labios. - No me mientas, ¿vale? Créeme que me importa una jodida mierda si no eres un hijito de papa como todos los de aquí. - esta volcó los ojos, soltando un suspiro y su mirada se posó en un chico que estaba a unos metros besándose con una morocha.
Y de inmediato capte lo que estaba sucediendo.
- ¿Tu novio?
- Ex novio queras decir.
Vale siguió con la mirada hacia él, donde note que su ceño se entristeció. Y sin pensarlo dos veces lleve una mano a su mentón, subiéndolo a la altura de que sus ojos se encontraran con los míos.
- Entonces hagámosle ver lo que se pierde. - fue lo último que le dije antes de chocar sus labios con los míos, a lo que noté que en un comienzo se quedó estática, para luego seguirme el juego y comenzando a devolverme el beso.
De inmediato sus manos viajaron a mi cabello, jugueteando con él, y de esa forma comenzando a subir en tono, adentrando su lengua en mi boca.
Entre beso y beso la fui llevando cada vez más cerca de su ex novio, del cual pude notar que nos miraba atentamente. Y en ese momento fui dándole un repaso con mis manos a Vale por su cuerpo. Y esta sin protesta alguna intensifico el beso aún más y yo por mi parte disfrute lo más que pude.
- ¿Vale? - pensé que era su novio, pero claramente la única forma de que se tratara de él era si hablaba como una chica y gritaba como una. - ¡Valeria Rochester!
No quería terminar, pero por supuesto Vale se echó atrás de golpe, asustada.
A lo que yo por mi parte le eche un vistazo a la chica que nos había interrumpido. Era pequeña, muy delgada, pelo castaño debajo de los hombros y ojos verdes.
Y su rostro parecía que iba a matarnos en cualquier momento.
Vale iba a decir algo, pero la chica se adelantó.
- ¡No puedo creerlo! ¿Es que te volviste loca? - esta se acercó a Vale y la tomo de la muñeca, alejándola de mí.
- Nickki no es lo que piensas.
Esa tal "Nikki" soltó una risa.
- Créeme que sí.
Me quede ahí observando como las dos se susurraban la una a la otra, Vale me miraba de vez en cuando, a lo que la tal "Nikki" por su parte volcaba los ojos.
Por supuesto la castaña era un estereotipo de pija rica, de esas que ni se acercarían ni aunque fuera un mendigo pidiendo limosna.
En eso, pude escuchar un poco de su conversación.
- ¿Sabes que podría pegarte una infección? Quizás ni sabe Dios qué cosas ha comido ni besado. - apreté los puños, pero no me moví. - ¡Nos vamos ya! Fue una mala idea traerte luego de que Will rompiera contigo.
- Déjame, ni sabes lo que dices. Quiero divertirme y eso voy hacer. - Vale intento zafarse de su agarre, a lo que Nikki la miro pasmada.
- ¿Realmente te vas a ir a follar con ese? No voy a permitírtelo, voy a ir a buscar a Austin y nos vamos ahora mismo de aquí.
- No eres mis padres, si quiero quedarme voy hacerlo te guste o no.
- ¡Soy tu mejor amiga! No puedo dejarte con él, quizás incluso intente vio... - no escuché lo que seguía, ya me había hartado.
Me di la vuelta y me puse a caminar hacia donde mi hermano, quería terminar con esto ya e irme de aquí.
No toleraba a esta gente.
___________
Luego de minutos en los que Trevor al fin se despegó de una morena pudimos comenzar con el plan.
- ¿Listo? - me dijo mientras caminábamos por la disco, a lo que yo asentí. - ¿Quieres hacerlo tú o lo hago yo?
- Creo que por haberte tomado más de dos cervezas y un mojito, te toca esperarme en el coche.
- Entendido jefe. - bromeó caminando hacia la salida y yo rogué a que llegara ahí y todo funcionara bien.
Ahora, plan en marcha.
Y no podía creer lo fácil que estaba resultando, ya que me había colado sin ningún problema al guardarropía de la disco.
Había sido fácil, solo me bastó con escuchar la conversación de la encargada con el jefe, quien se llamaba Phin. Espere unos quince minutos luego de que el jefe desapareciera para acercarme a ella y decirle que Phin me había mandado para cambio de turno.
Esta solo se bastó a sonreír y encaminarse a la pista de baile.
Y yo por mi parte no dude en ir a rebuscar dentro de las carteras y chaquetas todo el dinero posible que estas tuvieran.
Cuando ya no me cabía nada más dentro de la mochila, escuche un carraspeo y una voz femenina desde fuera.
Al parecer alguien quería dejar algo nuevo dentro de las guardarropías.
Por lo que sin pensarlo dos veces me encamine hacia ahí a atender a quien quiera que fuese.
Y no era nada menos que esa pija insoportable de hace unos minutos, quien al verme enarco una ceja.
Pero yo por mi parte me quedé observando un momento el dije de forma de serpiente que colgaba en su cuello, a lo que mi atención fue interrumpida por un carraspeo de su parte.
Pensé que iba a insultarme o decirme algo sobre su amiga de la que ya ni recordaba el nombre, pero en cambio se bastó a mirar su celular y poner su mano arriba de la mesilla.
- 596 y que sea rápido, no tengo toda la noche. - así fue como asentí con la cabeza, caminando hacia dentro del guardarropía, donde al buscar el numero pude ver que por supuesto ya le había dejado vacía la billetera, y que si llegaba a darse cuenta iban a pillarme.
Así que sacando unos cuantos billetes de la mochila, los deposite dentro. No iba a dejar que me pillaran.
Me encamine hacia ella, donde le sonreí hipócritamente, y sin decirle nada se la entregué.
La castaña la reviso de inmediato, y por mi parte me quede estático ya sabiendo lo que venía.
No iba a ir a la cárcel, no iba a volver a estar bajo arresto. - me repetía en mi cabeza.
En eso está me miro interrogante por un momento, y cuando iba a hablar su amiga con la que me había besuqueado apareció en la instancia.
- ¿El guapo sexy semental de Austin ya está en el coche? - le preguntó y al ver hacia donde iba la mirada de su amiga abrió un poco los ojos, para luego sonreír como una niña pequeña hacia mi dirección. - Realmente trabajas aquí...
Bien, ahora sí que iban a pillarme. Iba a ponerme a correr cuando me di cuenta que más bien se había creído realmente que trabajaba aquí.
- Sí. - le respondí mirándola de arriba abajo para luego sonreírle, intentando mostrarme tranquilo, cosa que al parecer me resulto mejor de lo que esperaba.
Así fue como la castaña cerro su billetera y volvió a meterla en su cartera, tomo a su amiga del brazo, alejándola de mí.
- Lo deje en los asientos de atrás, ni sabes lo borracho que se encuentra.
- No me digas. - pude notar el tono sarcástico de su voz. - ¡Adiós Oli! - me gritó cuando ya estaba desapareciendo entre la multitud, y yo solo le sonreí.
Al parecer ese tal "Austin" tenía una fama de ser algo pasado de copas.
Sin pensarlo dos veces me encamine hacia la puerta de emergencia que había a un lado, desapareciendo.
Así fue que al ya estar fuera busqué a mi hermano, quien por supuesto no estaba en el coche que habíamos dejado unas calles más atrás.
¿Ahora donde mierda se había metido?
En eso el móvil me comenzó a sonar.
- ¿Trevor donde mierda te metiste? - por la otra línea se escuchó una carcajada.
- ¿Ves ese Jeep Wrangler?
- Si, ¿Por? - mire a esa dirección, donde se podía ver esa delicia de coche, a lo que las luces parpadearon.
- Pues sube ya, que me lo he robado.
- No jodas. - respondí con el corazón a mil, pero por supuesto Trevor ya había cortado la llamada y yo me quedé ahí intacto mirando el coche.
Iban a pillarnos, de eso estaba seguro.
En eso escuche unas sirenas, a lo que mira hacia la disco unas calles más atrás, donde dos coches de policías se estacionaban en esta.
Y no dude ni un segundo más en correr hacia él.
___
- ¡¿Es que te volviste loco?! - le grite al ya estar dentro y ya bastante lejos de la disco. - Van a pillarnos y ahora sí que estamos muertos.
Trevor por su parte no decía nada, se mantenía con la mirada fija en el volante.
- Seguramente tiene algún dispositivo GPS y el dueño ya debe haber avisado a la policía, deben estar buscándonos. ¿Entiendes Trevor? Tenemos que salir ya del coche, ¡Ahora joder! - volví a insistir con los ojos abiertos de par en par.
Este soltó una carcajada, a lo que yo no podía entender qué diablos le sucedía.
- Mira atrás. - este movió su cabeza hacia los asientos que habían detrás de mi espalda, donde me quede pasmado. - Es imposible que la policía venga por nosotros, tenemos al dueño a nuestra merced Oli.
No jodas.
Ahora ni íbamos a tener que pagar una fianza de puta madre, ¡Íbamos a pudrirnos en la cárcel de por vida!
En los asientos de atrás iba un chico seguramente de mi edad con los ojos vendados con la chaqueta de Trevor, las manos atadas con unos cables de auriculares y llevaba en la boca una cinta adhesiva. Este estaba consiente, por lo que intentaba soltarse, pero le era imposible.
- Trevor... van a pillarnos. - le aseguré sin siquiera saber de dónde mierda pude sacar la voz, estaba demasiado sorprendido aún.
- Vamos, no le pongas. ¿Sabes de quien es hijo? - negué mientras miraba hacia los alrededores por si venia la policía, en eso Trevor dio un giro para doblar por una calle menos transitable. - Es Austin Hamilton, hijo de...
- ¿De Charles Robert Hamilton? ¿El dueño EPZA? - era imposible no conocerlos, eran los dueños de la mayor parte de las empresas del país, EPZA era el nombre de empresa, en el cual tenían dentro a unas cientas pequeñas que la conformaban, era una de las familias mas ricas del país.
- El mismo, ¿Te imaginas toda la pasta que podemos sacar de esto? Nos pagarían millones, incluso billones.
Me quede un momento imaginando como seria pagar la deuda a Marcel, salir del Desagüe y no tener que perseguir a mi hermano para que fuera a trabajar ni mucho menos tener que seguir robando. E incluso tendría dinero para ir a la universidad.
Pero no, debía sacar todos esos sueños de su cabeza, porque eso eran, sueños.
No iba a dejarse llevar por fantasías, tenía que ser realista, si los pillaban iban a meterlos a la cárcel de por vida.
- Vas a parar el coche aquí mismo y vamos a largarnos de aquí. Ya tenemos lo que robe de las carteras allá dentro, nos basta para pagar la renta para unos dos meses y una parte de la deuda con Marcel.
- ¿Realmente crees que Marcel se va a conformar con eso? Seguramente pedirá que seas su burro de carga. Se realista Oli, tu no sirves para vivir en el Desagüe, y con él voy a darte de una vez lo que te mereces.
- ¿Lo que me merezco? ¡Trevor van a pillarnos! ¿No lo entiendes? ¿Qué mierda tiene que ver Marcel ahora? Vamos a ir a la cárcel si no detienes el coche ahora. Robar carteras en una cosa, pero ¿Secuestrar? ¿Es que te volviste loco? No voy a permitir que le hagas daño, vas a dejarlo libre ahora Trevor o lo haré yo.
- Solo estoy pensando en los dos, en nuestro futuro.
-¿Y si nos pillan? Iríamos a la cárcel. - ahí caí en la cuenta que realmente no podía hacer esto. - Déjalo ir Trevor, no tiene nada que ver en esto. - le rogué, a lo que este solo acelero. Ahí noté que había olor a alcohol en el coche. - ¿Estas borracho?
Este guardo silencio.
- ¡VAS A BAJAR DE ESTE MALDITO COCHE AHORA MISMO! - grité perdiendo la paciencia, Trevor sin pensarlo dos veces freno en mitad de la calle.
Sonreí tranquilizándome, al fin me había hecho caso, así que de inmediato abrí la puerta del coche y salí corriendo.
Pero al no escuchar las pisadas de mi hermano detrás de mí, frené.
- Mierda. - solté al escuchar como la puerta que había estado a mi costado se cerraba para luego ver como el coche aceleraba de golpe.
No dude en correr tras él de inmediato.
Era lo único que tenía, no iba a permitir que fuera a la cárcel.
Tuve suerte, ya que un semáforo en rojo me dio la oportunidad para alcanzarlo.
- ¡SAL DEL PUTO COCHE! - comencé a golpear la ventana de atrás, en donde pude notar la silueta de ese tal Hamilton.
Y justo en ese momento pude ver que este intentaba que lo ayudara, intentaba pedir auxilio. Seguramente había escuchado toda nuestra disputa.
Por supuesto Trevor no abrió, en cambio bajó la ventana del coche.
- ¡Confía en mi hermano, todo va a salir bien! - gritó y antes de que pudiera llegar a él aceleró.
Me coloque fuera de la calle y seguí con mis ojos el trayecto del coche al cruzar el semáforo,
Y lo vi.
Un coche en sentido contrario venia por el lado y no alcanzó a frenar, golpeando el coche, haciéndolo dar vueltas por la calle.
Mis piernas flagearon, cayendo al suelo mientras mi corazón se quedaba quieto.
Mierda.
Fue ahí cuando el mundo se me fue abajo, sabía que desde ese momento nada iba a ser lo mismo, él estaría en la cárcel y yo me quedaría solo en el Desagüe.
Trevor sabía que era lo único que tenía, pero de todas formas se arriesgó y lo único que había logrado era dejarme a disposición de Marcel, quien no iba a soltarme tan fácil.
Y no estaba seguro si iba a poder perdonárselo.
_________________________________
Este cap es solo introducción a lo que la novela se trata, el próximo lo subiré más adelante, la idea de haberles dado esto es para que le den un vistazo a lo que será.
Sé que fue poco, pero ¿Les ha gustado?
Un saludo enorme.
J. Rosewell.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top