¿Qué demonios fue eso?
Toqué la puerta de la casa de Aaron y esperé nerviosa a que alguien me abriera. Me siento tan apenada por lo que le hizo Jace al pobre Aaron que sentí la necesidad de venir a disculparme. Espero que no esté molesto conmigo... aunque lo más probable es que lo esté ya que lo que le pasó fue por mi culpa. Yo tenía el presentimiento de que algo ocurriría y aún así decidí aceptar la invitación del idiota de Jace...
Volví a tocar la puerta al ver que no había recibido respuesta alguna de nadie...
La linda abuela de Aaron me abrió la puerta sonriente— Oh, hola, querida...— me saludó con amabilidad
La saludé de la misma manera— Hola, señora... disculpe la molestia. ¿Se encuentra su nieto?— pregunté
Espero que Aaron no le haya contado nada a su abuela; moriría de vergüenza si ella se entera de que el estúpido de mi ex le hizo daño a su nieto por estar cerca de mí.
—No, él no se encuentra... pero ya debe estar por llegar, ¿te gustaría entrar a esperarlo?— hizo un ademán con sus manos, mostrándome la misma hospitalidad que la otra vez
Asentí— Claro... gracias.— entré a la acogedora y cálida casa
—Me alegra tanto que estés aquí de nuevo... ¿se te ofrece algo de comer o tomar?
—Es muy amable, pero no. Me encuentro bien, gracias.— respondí
Me miró con simpatía— Para que no te aburras mientras Aaron llega... Vamos a su habitación... quiero mostrarte sus fotos de cuando era pequeño.— dijo
Aww, ¿no es lo más adorable del mundo?
Acepté y la señora me dirijo a la habitación de Aaron, la cual, al igual que la casa, era algo pequeña y sencilla pero muy acogedora y lucía cómoda.
La señora me indicó que me sentara en la cama, mientras ella buscaba los álbumes de fotos en la biblioteca de Aaron— Aquí está.— se dirijo hacia mí con dos álbumes. Se sentó a mí lado y abrió uno de ellos.
En la primera foto, se lograba ver a un pequeño niño de ojos azules muy sonriente.
—Aquí tenía 4 años...— la abuela sonrió
Miré la foto con ternura— Qué lindo lucía... es adorable.
—¿Verdad que si?... siempre he dicho que era el niño más lindo de todos los tiempos... cuando estaba pequeño, no dejaba de pellizcarle esas mejillas... bueno, aún lo sigo haciendo.— dijo haciéndome soltar una risa. Le dio vuelta a la página, dejando ver a un Aaron como de la misma edad, en medio de una señora y un señor. Los 3 lucían felices... incluso Aaron estaba sonriendo más que en la antigua foto.
Supongo que son los padres de Aaron... me hace sentir tan mal pensar que no los tiene con él. No sé cómo es que puede ser tan fuerte como para soportarlo... juro que yo no podría hacerlo.
—Son sus padres...— la miré. Eso que acaba de decir no lo dijo en el mismo tono feliz con el que hablaba hace unos segundos; lo dijo en un tono realmente triste— cada vez que veo esta foto me dan ganas de llorar...
—Lucían tan felices... Jamás he visto a Aaron tan feliz como luce en esta foto.
Jamás lo he visto sonreír de tal manera, y es un poco triste.
—Si... me gustaría regresar a esa época. A la época en la que mi niño siempre estaba feliz porque tenía a sus dos padres con él. Siempre que veo estas fotos suelo ponerme muy sentimental.— bajó la mirada con tristeza
Coloqué mi mano en su hombro, mostrando un poco de empatía de mi parte— Está bien... no me las siga mostrando si le hace daño. No hay problema.
Asintió. Cerró el álbum— Disculpa a esta vieja tan sentimental...
Reí— Está bien...
Se levantó y colocó los álbumes en su lugar— Iré por unas galletas, ¿bien?— dijo
—Ok.— dije antes de que saliera de la habitación
Es inevitable no sentir lástima por estas personas al saber por todo lo que han tenido que pasar... y aún así, con todo por lo que han pasado, son unas personas súper simpáticas con los que los rodean.
Todo esto me hace sentir aún peor. Aaron pasa por muchas cosas, y además, ahora se siente intimidado por el estúpido de Jace.
Me levanté de la cama y me dirige hacia su escritorio, donde yacía un pequeño diario. Lo tomé.
No seas chismosa, Scar...
Lo pensé por unos segundos y la curiosidad terminó ganándome.
"Ella es tan bella... tan bella como una flor, incluso hasta más. Cada vez que la veo me asombra más y más con su belleza y su perfección. Su dulce voz, su rostro, su cabello, su sonrisa... todo en ella es perfecto; todo en ella me encanta y cada vez me siento más enamorado de ella y de su manera de ser.
La necesito ya mismo a ella y a su corazón."
Eso estaba escrito en la primera página del diario...
Wow, Aaron... y eso que decías que no estabas interesado en nadie. Pues entonces, ¿quién es "ella"?
No debí haber leído esto, ahora me dio más curiosidad y tengo que seguir viendo qué más tiene este diario.
Al pasar la página, quedé en shock... un retrato de mí era lo que estaba en la otra página.
Miré el diario confusa— ¿Pero que...?— fruncí el ceño y pasé la página, encontrándome con nada más y nada menos que con otro retrato mío— oh por Dios...
Continúe pasando las hojas rápidamente, dándome cuenta de que todas estaban repletas de retratos míos...
No lo puedo creer... Jace tenía razón; yo soy ella...
Fuck.
Terminé de pasar todas las hojas, logrando ver que absolutamente todas las páginas tenían dibujadas un retrato de mí. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
Dejé el diario en su escritorio y procedí a mirar su laptop, y al encenderla, de fondo de pantalla, había una foto mía.
No queda duda de que "ella" soy yo... Fuck.
Abrí la galería de fotos, y como ya me lo esperaba, no había nada más que fotos mías... y no sólo fotografías normales... también muchas fotos distraída.
Otro escalofrío volvió a recorrerme y todos los cabellos de mi cuerpo se erizaron.
La puerta de la habitación se abrió, haciendo que cerrara la laptop del tiro.
Aaron me observó nervioso desde la puerta— Ho..Hola, Scar... la abuela me dijo que estabas aquí... tú... ¿acaso viste algo...?
—Pues claro que si, Aaron. Lo vi todo.— señalé la computadora
Bufó— No entiendo por qué la abuela te dejó entrar...— caminó hacia mí— Yo puedo explicártelo todo...
—¿Qué me explicarás?, ¿que estás obsesionado conmigo, Aaron?— alcé una ceja
—No estoy obsesionado, yo sólo...
—Claro que lo estás...— tomé el diario— esto... esto es enfermo, Aaron. No está bien.
—Pero no estoy enfermo; estoy enamorado... muy enamorado de ti.— tomó mi mano y me miró con una sonrisa psicópata, causándome algo de miedo a decir verdad
Me alejé de él— Debo irme... esto no está bien, Aaron.— salí rápidamente de la habitación y luego de la casa
¿Qué demonios fue eso?
¡Fuck!
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