5¤Una Familia

Jadeos, gemidos y el chocar de las pieles.

Eso es lo que se oía en aquella habitación, donde después de nueve años el par de hermanos se entregaba el uno al otro, de nuevo.

El pelinegro mordía y besaba el cuello de su hermano mientras daba embestidas fuertes y certeras, provocando que el menor se retorciera de placer.

-ah Fred~-

El castaño gemia sin pudor alguno, provocando que el de cabello azabache sonriera con satisfacción.

Las embestidas eran cada vez más erráticas,  el de ojos celestes se aferraba a la espalda del contrario, arañando la en el proceso.

El de mirada vacía se corrió en el interior de su hermano, por consecuencia este también se corrió.

Ambos se acostaron en la cama, exhaustos, con la respiración agitada y las mejillas rojas.

Aun tratando de regular su respiración, Fred acostó a su hermano en su pecho, este se abrazo a su torso, mientras el mayor le acariciaba la cabeza.

Después de un rato el castaño parecía distraído,  despejado de este mundo.

-¿que tienes?-

El azabache noto lo distante que estaba su pareja.

-no es nada,  solo pensaba-

Cruzaron miradas.

-y ¿que piensas?-

El menor agachó la mirada sonrojado, dudando si hablar sobre ello.

-n-no es nada-

Murmuró.

-hey vamos, dime-

El oji-negro tomo el rostro del castaño y lo obligó a alzar la mirada.

-yo...-

Suspiro antes de hablar.

-Fred me gustaría tener niños-

Soltó con algo de nerviosismo.

-y se que es biológicamente imposible pero siempre podemos adoptar es solo que yo no quiero obl...-

Fue callado por un beso lleno de ternura.

-eso seria grandioso osito-

-¿hablas en serio?-

-claro que si-

Le sonrió de forma cálida mientras el otro se lanzaba encima de el.

-gracias Fred, formaremos una familia-

-por supuesto osito-

Ambos se besaron, ese beso representaba tanto para ambos.

Después de un rato la pareja se encontraba en la cocina, ambos preparando la comida, estaban muy felices, dándose mimos y casi devorando se en la mesa de la cocina, después de todo si tenien niños ya no podrían hacer eso.

Escucharon la puerta abrirse provocando que se separan del último beso que se dieron.

Se oyeron pasos directos a las escaleras y subir por estas, mientras otros paso más débiles se acercaban a la cocina, entrando de la nada a esta habitación.

Roxy se había sentado en la isla de la cocina, donde Freddy se encontraba cortando unos vegetales.

-señor Freddy-

La dulce voz de la pequeña llamo su atención.

-te he dicho que puedes decirme tío, ¿que pasa pequeña?-

La niña asintió con la cabeza a lo primero que había dicho.

-el señor que vino hace rato ¿es mi padre?-

El corazón de Freddy dio un vuelco, ya sabía por donde iba la conversación y eso no le gustaba.
-s-si pequeña-

Titubeo en su respuesta, inseguro de si continuar la conversación o no.

-¿el me quiere?-

-¿pero que dices?-

Se escuchó una tercera voz, Fred se metió en la conversación.

-claro que tu padre te quiere Roxy-

-entonces ¿porque nunca estuvo conmigo?-

Ahí es donde Freddy volvería a tomar cartas en el asunto.

-Es porque tu mami nunca le dijo que estabas aquí, no porque el no quisiera-

-Y ¿quien es el señor que venía con el? Mamá parece no quererlo mucho-

-El...-

El castaño se sentía inseguro no sabía como explicárselo.

-el es la pareja de tu padre, como tu tío y yo-

Hablo el oji-negro abrazando a su pareja por la espalda.

-Entiendo-

La pequeña parecía pensar en todo lo que le acababan de decir.

-peque-

Fred llamó su atención.

-no importa lo que te diga tu mami, recuerda que tu padre siempre te va a querer ¿si?-

La niña asintió con una radiante sonrisa.

Mientras tanto, en la mansión del oso y el zorro, el primero se encontraba llorando el los brazos de su amado.

-Ya amor tranquilo-

El mayor se encontraba secando las lágrimas de su novio.

- pero no es justo Fox-

-sé que no es justo, pero podemos solucionar esto-

-¿Como?-

-le quitaremos a la niña-

Los ojos del rubio se abrieron como platos, pero después una sonrisa un tanto traviesa se formó en sus labios.

-Claro yo seré el...-

-NO-

Esa negación extraño al de ojos grises.

Si se preguntan lo que Golden diría, permítanme explicarles, Golden es famoso pero aún así tiene otro trabajo, y ese trabajo es de abogado.

Así es, en un pasado el rubio estudio para ser abogado, por eso le extrañó la negación de su pareja.

-p-pero-

-escucha, confío en que contigo ganaríamos el caso de inmediato, pero esta vez te necesito conmigo a mi lado pofavor-

Suplico el pelirrojo.

-Esta bien zorrito-

Se besaron.

-Acabo de reaccionar-

Hablo el famoso, confundiendo a su pareja.

-Fox tendremos una hija-

Dijo con emoción, causándole una risita al mayor.

-Así es Golden-

Beso sus mejillas.

-Seremos una familia-

Los ojos del menor tenian un brillo encantador lleno de emoción, que no hacía más que volver a enamorar a su novio.

Su pequeña celebración se vio interrumpida por el timbre de la casa.

Ambos fueron a recibir a quien sea que hubiera tocado.

Abrieron la puerta encontrando una muy curiosa mirada amatista.

Atrás vieron al par de hermanos.
-Fred, Freddy ¿que hacen aqui?-

El rubio los invito a pasar con un ademán.

-Creo que te faltó conocer más a alguien-

Freddy dirigió sus palabras a Foxy mientras señalaba a la niña con la vista.

-Gracias-

Agradeció el pelirrojo, mientras el contrario negaba con una sonrisa.

Se encontraban en la sala de la mansión, Fox jugando con la pequeña y los otros tres hablando.

-vamos a necesitar su ayuda-

El rubio informaba a la pareja.

-¿ayuda? ¿para que?-

El castaño se encontraba confundido.

-planeamos quitarle la niña a Chika-

El pelirrojo se unió a la conversación.

-quieren que declaramos-

Concluyó el peli-negro.

-Por favor-

Suplico el famoso.

-No tienen que pedirlo, claro que lo haremos-

Aseguró el de ojos celestes.

-y hablando de ayuda-

El mayor, de casi todos, comenzó otro tema.

-nosotros también necesitamos la suya-

Tomo la mano de su pareja quien sonrió con confianza.

-¿en que?-

El par de hermanos se miró mutuamente y después a sus contrarios.

-Queremos adoptar-

Hablaron al unísono.

-¿enserio?-

Rubio y pelirrojo estaban sorprendidos.

Los gemelos asintieron a su pregunta.

-pues felicidades-

El rubio estaba emocionado.

-Claro que los ayudaremos-

El de ojos ámbar hablo con cierto orgullo.

-Por cierto, ¿quien sera el abogado en su caso?-

Preguntó el azabache.

-Si, ¿quien amor?-

El rubio se moría de la duda.

-ohhh tranquilos eso dejénmelo a mi, ya haré una llamada...-

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Esto se pone interesante o eso creo yo.

Y lo inevitable paso, Lemmon~

Ahora no tengo mucho que decir, así que vamos directo a la pregunta:

¿A quien creen que llamé Foxy?

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