Konoha.

Amor, me encuentro bien, no es necesario que te preocupes por mi. Actualmente me encuentro en Konoha, pero descuida, estoy a pocos días de mi partida para verte. Hay millones de cosas de las que quiero hablarte, pero antes de todo necesito que me digas si te encuentras bien. Espero tu respuesta.

Sasuke Uchiha.

Miré la pequeña nota una vez más, con todo mi ser dudando si enviarla. Claro que ella merecía saber donde me encontraba, y que pronto partiría a verle... Sin embargo sentía que era una nota muy melosa...

¿Y si después no la responde porque no cree que es mía?...

Sacudí mi cabeza y aparté todas las dudas de mi ser. Nuestra conexión iba más allá que un simple te amo, y un noviazgo. Estoy seguro de que ella sabría bien que era mi corazón sediento de su ser que le escribía, más que mi propia persona.

Si me tuviera que dirigir a alguien más, definitivamente escribiera menos de 5 palabras.

Invoqué a Garuda, y le entregué la pequeña nota.

—No la apresures, permítele escribir sin presionarle, permanece a su lado hasta que termine, luego ven de inmediato...— Observé como emprendía vuelo desde la ventana de mi apartamento, y cerre los ojos, para desear que llegara lo más rápido posible, y pudiera leer la nota de mi princesa.

[...]

Podrían caerme de lo más bien, pero me cansaba de las constantes visitas de mis compañeros de equipo a mi apartamento. Este día incluso había venido mi antiguo maestro, Kakashi.

—Entonces terminamos todos juntos comiendo ramen— mi rubio amigo rascó su mejilla mientras sonreía.

Yo mantenía mi cabeza apoyada en mi mano, aparentemente escuchando la historia que narraba Naruto. Pero la realidad era completamente distinta. Mi mente divagaba en la nota que le había enviado hace dos días a ___. ¿Será que no le interesaba responderme?.

Estaba tan inmerso en mis pensamientos, que no me dí cuenta en qué momento aquellas garras se clavaron en el marco de la ventana.

—Uhmm... Sasuke-kun, tu halcón...— me levanté de inmediato, casi cayendo de la cama y me apresuré a la ventana.

Garuda depositó en mis manos una hoja de papel perfectamente doblada. Mi corazón se aceleró al abrirla y encontrar que estaba repleta por la letra de mi amor. Y más aún, que estaba perfumada.

Kirigakure

Cariño, gracias por la nota anterior, ya me estaba preocupando al ver que no llegabas. Me enteré de que la guerra por fin ha acabado, y tu nombre no sale de los labios de la gente en la aldea. Eres un héroe, Sasuke. Si te preguntas, hemos estado bien tanto Aoda, desde que le enviaste, como yo. Me encuentro ansiosa por tu regreso, ya quiero escuchar todas las historias que tengas para contarme. Cuídate mucho mientras apartado de mí te encuentres mi amor, alimentate bien, y no te mantengas entrenando si no es estrictamente necesario. A veces se necesitan los descansos, ¿sabes?. Y mencionando los descansos, espero que estés durmiendo bien, y no te andes desvelando hasta bien tarde en la noche haciendo quien sabe que. Me he ido por las ramas un rato, pero en resumidas cuentas, solo te pido eso, y que me digas la fecha de tu partida, para poder estar al pendiente de tu llegada.

Con amor, ___.

—Ahora mismo, si pudiera— me dije para mi mismo, mientras sonreía al leer la carta, notando lo ansiosa que estaba mi novia por verme, así como lo estaba yo por verla a ella.

Era ya mucho tiempo el que habíamos pasado separados, y era justo y necesario que nos encontraramos nuevamente, para poder vivir tranquilos una buena temporada.

—¿Cariño?— casi pego un salto al ver que tenía dos individuos tras de mi, mirando con curiosidad la letra en la carta. —¿Quién la envía?— cuestionó el rubio.

—No llego a leer— agregó Kakashi, antes de que yo pudiera cerrar el papel.

—No son cosas que le interesen— me encaminé hasta mi cama y me acosté en esta, ocultando disimuladamente, bajo mi espalda, la nota.

—Hmm— ambos chicos se miraron, para luego mirar a mi compañera de equipo.

—¿Qué me miran?— preguntó malhumorada, y yo solo suspiré.

Sakura podría resultar ser una molestía con su forma de ser, tan brusca y violenta. Pero al fin y al cabo, era mi conpañera de equipo y debía tratar de lidiar con su caracter pesado.

Me imagino el día que conozca a ___... Siempre estuve al tanto de que ella sentía algo por mí, más como una obsesión que otra cosa, y en varias ocasiones cuando era más jóven, pensé que me tocaría quedarme a su lado por el resto de mis días, ya que no tendría a nadie más con quien conformar una familia.

Y luego llegó mi futura esposa...

Un escalofrío placentero me recorrió al pensar en ___. Ya ambos somos mayores de edad... Me gustaría llegar a casa y...

—Sasuke-kun te estás sonrojando— me sorprendí al escuchar ese comentario, y de inmediato cubrí mi rostro con mi única mano.

—Me parece que estabas pensando en cochinadas, dime Sasuke, ¿esa nota venía de alguna chica que se te insinuó?— pude escuchar un gruñido por parte de Sakura, pero no le tomé importancia.

—Hmph— fue mi corta respuesta.

La verdad es que nunca había acosado a ___ con el tema de hacer el amor, aún cuando estuvimos por hacerlo en muchas ocasiones, pero era un tópico que se que tanto ella como yo valorabamos en silencio.

La sola idea de delinear su cuerpo con mi mano... Oh por Kaguya.

—Sasuke-kun no piensa cochinadas, no es como ustedes dos— Kakashi soltó una pequeña risa, antes de mirar a Sakura.

—Sasuke es un hombre como nosotros, hecho y derecho. Y él también tiene sus deseos oscuros hacia alguna chica— levantó la mirada hasta mi dirección, como insitandome a que hablara de mi novia.

¿A ustedes?, jamás. ___ es mía, solo mía y ninguno de ellos necesitaba saber de ella.

Podría resultar ser un poco obsesivo, pero ya siendo un adulto y pensar en ese momento... Simplemente no estaba preparado para hablar abiertamente de la chica que me gustaba.