Capítulo 28
La luna.
Sí que se la habían lucído.
Quise realizar el viaje de inmediato. Necesitaba llenar el vacío que había dejado la partida de ___. Pero de alguna forma Kakashi y Naruto lograron convencerme de esperar un día más.
Aquella noche, cuando por fin acepté el futón que Kakashi me había ofrecido, además de la estadía en su apartamento, no pude dormir demasiado. El lado del futón que pertenecía a mi esposa estaba desierto y frío.
Posé mi mano en aquel vacío y cerré los ojos, tratando de recordar la suavidad de su piel contra mis dedos. Su voz somnolienta cuestionandome si no podía dormir, su vientre abultado, con nuestro pequeño retoño de amor.
Apreté con fuerza las sábanas, y mis labios formaron una línea. En pocas ocasiones me había sentido tan vulnerable con ese momento.
Amor, Sarada... Resistan un poco más, ya falta poco para que nos reunamos nuevamente. Papá, mamá, Itachi, cuídenlas mientras yo no puedo.
En silenció rogué porque el sello que implanté en su cuerpo complementara al inicial, para que no pudieran herirlas.
Al menos no con gravedad.
—Las encontraremos Sasuke, tranquilo— en medio de la noche abrí los ojos, al escuchar su voz.
—Hmph— eso esperaba... Y rogaba.
—¿Entonces ya saben lo que es el bebé?— se sentó en el sofá, justo frente a mi futón.
—Sí, es una niña... Su nombre es Sarada— sentí cierto amor paternal al pronunciar el nombre de la pequeña Uchiha que venía en camino.
Y de la cual yo esperaba ansioso su llegada.
—Vaya, hasta el nombre le tienen y todo... Me sorprende la madurez que están mostrando, para tener ambos únicamente 19 años— sonreí de lado.
¿Con quién se creía Kakashi que estaba tratando?. ___ de Uchiha y yo no somos dos jóvenes fáciles.
Mi mirada no se apartaba de la luna, es como si me sonriera burlona, conociendo la situación por la que estoy pasando.
—Nunca pensé verte tan preocupado por alguien... Siempre pensé que te quedarías junto a Sakura— me senté en el futón, y acaricié disimuladamente el anillo que llevaba, en nombre del conpromiso con mi esposa.
—Siendo honesto, pensé lo mismo— estaba exhausto, y por muy orgulloso, frío y serio que fuera, sentí la necesidad de abrirme con alguien mayor, que me guiara. — Pensé que me quedaría toda la vida con Sakura, estaba resignado a eso... Y luego apareció ___. Fue la primera mujer, a parte de mi madre, que se preocupó por mi más allá de mi físico— sonreí levemente al recordar como nos conocimos, y mis primeras "visitas casuales" al que sería mi futuro hogar... Mi futura esposa y la madre de la futura luz del clan Uchiha.
—La vida puede llegar a ser difícil Sasuke, tienes que ser fuerte. Tanto por ti, como por tu esposa y esa bebé que ella ostenta llevar en su vientre. Ya no son más ustedes dos, ahora tienen una gran responsabilidad en sus manos, una vida que depende en los primeros años, al 100% de ustedes— miré a Kakashi.
—Estamos plenamente consciente de ello, y ambos haremos lo imposible por nuestra hija— volví a mirar la luna, y esta vez pareció sonreirme con calidez. Pude sentir como si la calmada aura de mi esposa me rodeara en un gran abrazo. —Yo puedo estar aquí, buscando la forma de encontrarlas, pero estoy completamente seguro de que, independientemente, sea donde sea que ambas estén, Sarada está bien protegida en el vientre de su madre. ___ hará hasta lo imposible porque sea así.
Y yo mismo también.
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