Capítulo 20.


—Ya era hora, estában tardando en llegar—Karin nos esperaba a las afueras de la guarida. Justo en la entrada.

Junto a ella se encontraba Suigetsu, como fiel estandarte a su lado.

Así como yo acompañaba a ___.

El viaje se nos había tornado complicado, y tardamos más de lo que debíamos, sin embargo ya estabamos aquí.

—Hola a los dos, ___, tanto tiempo— ella sonrió en respuesta. Habíamos tenido que aumentar el paso bastante en las últimas horas.

Una fina capa de sudor corría por su frente y estaba pálida, jadeando.

—Oye chica, ¿te encuentras bie-...?— ni bien nuestra acompañante pudo formular la pregunta, cuando ___ se tambaleó.

Me apresuré a sujetarla, antes de que cayera al suelo.

—Oh vaya, el viaje le agitó mucho— miré con preocuoación su rostro.

—Karin, rápido prepara una habitación— manejé mi chakra para completar mi brazo, y la cargué. —¡Rápido!.

—Oye Sasuke cálmate, seguro está cansada por el viaje— negué.

—¿No lo entiendes?, ¡está embarazada!— la sorpresa invadió el rostro de Suigetsu, y el de Karin por igual. Aunque sus caras eran todo una poesía cómica de la cuál me quería reír, pero no era el momento. — ¿Qué esperan?.

Los acontecimientos siguientes procedieron con rápidez. Llevamos a ___ a una habitación, la acostamos en una camilla y Karin se dedicó a revisarla en profundidad.

Me mantuve junto a mi pareja todo el tiempo. Tomando su mano, y en ciertas ocasiones acariciaba su vientre.

—Todo en ellas está bien. Simplemente ___ quedó muy agotada con el viaje— asentí, mientras acariciaba la mejilla de mi castaña.

—Esperá... ¿Qué?, ¿dijiste ellas?— cuestioné incrédulo.

—Pues sí, sospecho que es una niña— mantuve mis emociones mientras asentía, como si le restara importancia a la maravillosa, gloriosa y gran noticia de que iba a tener una niña.

¡Una niña!.

—Bueno, me retiro. Déja que ___ descanse, Sasuke— ni siquiera le dediqué una mirada de despedida. Solo esperé a que se marchara.

—¿Escuchaste mi amor?— murmuré sobre la frente de ___. —¡tendremos una niña!— deslicé mi mano hasta su vientre y lo acaricié. —Será tan hermosa como lo eres tú, inteligente y fuerte... Pero, por sobre todas las cosas, nuestra— deposité un beso en la nariz de la madre de mi hija.

Fuí a tomar una ducha, y llevé hasta la camilla una cubeta con agua tibia, y un paño. Con cuidado lo pasé por el cuerpo de ___, tratando de asearle mientras permanecía inconsciente.

En cuanto llegué a su barriga, no pude evitar emocionarme y sonreir.

Cuando todo el trabajo estuvo hecho, me dediqué a esperar que ___ despertara. No me importó en lo más mínimo pasar casi toda la noche en vela.

Nadie me quitaría esta alegría.

En cuanto los rayos del sol me iluminaron, partí a darme otro baño y colocarme una ropa más cómoda. Pasaríamos unos días en esa guarida.

—Buenos dias, Sasuke— Suigetsu se encontraba masticando un trozo de pan.

—Hmph.

—¿Ya despertó?— Karin me aproximó una bandeja, con la suficiente comida para ambos.

—Aún no— nuevamente manejé mi chakra, para tomar la bandeja con las dos manos.

—Enhorabuena, por cierto— miré en dirección de mi viejo amigo. —Por el bebé.

Asentí como agradecimiento.

Para cuando regresé, con rebanadas de pan fresco con mermelada y jugo para desayunar, la dueña de mi corazón daba signos de despertar.

—Ugh...— dejé la bandeja en una mesa que se encontraba cerca y me acerqué hasta ___.

—Buenoa días— me senté en la camilla, y hablé con voz suave. —¿Cómo te sientes?— cuestioné.

—Exhausta...— murmuró, mientras pasaba las manos por su cabello. Luego de ello, levantó su rostro y su mirada buscó mis labios.

Me acerqué y deposité un beso en los suyos.

—Debiste pedirme que parara, si te encontrabas tan indispuesta. Recuerda que ahora llevas nuestra bebé dentro— levanté su blusa y acaricié su vientre con cuidado.

—¿Nuestra?, ¿es una niña?. Pero pensé que no lo sabríamos hasta que estuviera de 6 meses aproximadamente— me encogí de hombros, mientras apreciaba su piel desnuda, siendo acariciaba por mi mano.

—Karin dijo que es solo una sospecha, pero ya me lo he tomado a pecho— levanté la vista y deposité un beso en su mejilla. —Aquí tengo el desayuno. Vamos a comer.

Pasamos más tiempo del normal desayunando, puesto que hablabamos más de lo que comíamos.

Mencionamos posibles nombres para la bebé... Oh bueno, en el caso de que de verdad fuera niña.

Luego la ayudé a tomar un baño y vestirse.

Antes de que toda nuestra paz, se fuera completamente a la mierda.

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