—Ven aquí...— murmuré, mientras tomaba con delicadeza su mano, y la atraía hasta mi persona.

Sus ojos pasaban de mi, hasta los dos sujetos que se encontraban a mis espaldas.

—No tengas miedo, no permitiría que te hicieran daño, nunca— mis labios rozaban contra su oreja. Ella simplemente asintió, sin dejar de mirar con cierto nerviosismo a aquel par.

—¡Hola, ___-chan!— el rubio cabeza hueca se acercó hasta ella. Demasiado para mi gusto.

—Hola— la voz melodiosa de mi prometida provocó cierta sorpresa indisimulada en mi viejo compañero, y mi maestro. —Tu debes ser Naruto, es un placer— Naruto la miró durante unos segundos, antes de mirarme a mi.

—¿De verdad ella es tu novia?— me cuestionó incrédulo.

—Mi futura esposa, Dobe— el Uzumaki se fijó en la mano que sostenía de mi dama, topándose con el anillo que le había obsequiado.

—No puedo creer que te vayas a casar, Teme. Siempre pensé que te quedarías soltero, o terminarías en brazos de Sakura-chan... Por cierto, ¿ya le hablaste de ___?— mi castaña me miró confundida.

Nunca le había hablado mucho de Sakura, porque no le veía la menor razón para ello. Hablarle de otra mujer, a MÍ mujer.

—Dos cosas Naruto. La primera es que ya llevas tocando mucho a ___, quita tus manos— inmediatamente él las soltó, yo tomé una de ella. —La segunda es que, no veo porque deberías mencionar a Sakura en todo esto.

—Oh, Sasuke, no sabíamos que ___ era celosa— ella negó.

—Por Dios no, no lo soy, si había alguien más en el corazón de Sasuke está bien, y entiendo que él no haya querido mencionarlo— su mano se afirmó a la mía.

—¿Dónde se consigue una de éstas?, es un ángel— miré con cierta incomodidad a Kakashi. —Me llamo Kakashi, y soy el viejo sensei de Sasuke... Cuando no tenía ni la mitad de tamaño que tiene ahora— ___ soltó una risita.

—Muchas gracias por cuidar de él, el tiempo que duró en la aldea. Ahora lo pueden dejar en mis manos, no se preocupen le cuidaré bien— mi castaña sonrió.

Que no le sonría tanto a esos dos, o me voy a poner celoso.

—Ya no sé si pedirte que le cuides Sasuke, o decirle a ella que te cuide a ti— me encogí de hombros.

___ y yo nos compenetramos lo suficientemente bien, como para cuidarnos el uno al otro. Así lo hemos hecho, y así seguiremos haciéndolo.

—¿Tienen fecha para la boda?, me gustaría poder asistir— mi futura esposa me miró durante largos segundos.

—No hemos hablado de ello...— murmuró.

—Manténganos informados. Bueno, es momento de irnos, solo pasamos a ver a este Uchiha y a conocerte ___, espero que sean muy felices— mis ojos dieron con los de Naruto.

—Créeme que la haré feliz.

—No tienes que decirlo, se nota que la cuidas y satisfaces de lo más bien— los colores subieron a la cara de ___, la cual de inmediato la cubrió.

Naruto y Kakashi soltaron una risita, y yo solo me limité a sonreir un poco.

Los encaminé a la salida más cercana del bosque, sin tener que separarme demasiado de mi novia.

—No deben hablarle a nadie de la existencia de ___. Se los he confiado y si alguien se entera, sabré que fue por ustedes— cada palabra que emitían mis labios, era tan seca como fría.

—No te preocupes, comprendemos lo importante que es ella para ti... Y por cierto, es muy hermosa, parece un ángel— agregó Kakashi.

—Deja de hacerle ojitos a mi futura esposa, Kakashi. Es al menos 10 años menor que tú.

Tras una breve despedida, les vi marcharse, y volví junto a ___.

—¿Qué te parecieron?— cuestioné, mientras caminabamos tomados de la mano.

—Me agradan, y Naruto tiene unos ojos hermosos— no pude evitar soltar un gruñido.

¿Los ojos de Naruto?, ¿será que tengo que mostrarle mi Sharingan para que entienda que los míos son más lindos?.

—Naruto no tiene ojos lindos, ___— solté, y ella rió.

—Los tuyos siguen siendo lindos, amor.

Dijo lindos... Pero no hermosos.

Maldito seas, Naruto.