capitulo 77

Aquellos ojos codiciosos brillaron intensamente al ver esos ojos amarillos tan despiadados o mas que los de un león orgulloso y arrogante mientras miraba con despreció a todo ser inferior a él.

Damasón bajo un poco su rostro para ocultar su sonrisa de loco, frotar sus brazos por los penetrantes escalofríos ttas haber hecho contacto visual con Alan.

‹Al mirarlo por un segundo creí estar de pie frente a esa arrogante mujer, con esa mirada que te gritaba; soy superior a ti te guste o no seguirás estando debajo de mí. Esa aura tan malditamente moleta y nauseabunda que solo recordar me hierve la sangre.

Es nieto después de todo de esa maldita que a pesar de todo lo que le hice, seguía mirándome como si fuera una simple cosa demasiado insignificante.› Damasón apretó sus dientes y puños.

Aun con el ardor en su nariz y la presión en su pecho Damasón Reyes, no cayó al suelo de rodillas ante tal sofocación infundada por Alan, se resistía así le tocará lastimarse asimismo para mantenerse de pie. Sin embargo no fue del todo posible, sus piernas perdieron un poco de fuerza tanto que tuvo que sostenerse de la mesa.

Era como si toda la presión de esas violetas feromonas fueran dirigida únicamente en su dirección, Damasón podía sentir a la perfección como una mano invisible apretaba su corazón con toda la intención de aplastarlo sin dejar rastro.

‹¡Existían unas feromonas tan sofocantes y de tan alto calibre! Ni las de su padre eran tan fuertes y eso que era hijo directo de su madre, debí de haber tenido unas feromonas así de poderosas como una bomba nuclear.

Mi nieto está usado sus feromonas como si fuera un arma que se mueve en base a sus deseos, o como si fuera telequinesis guiándo esa presión a un solo lugar. Creí que yo era fuerte cuando se trataba de usar las feromonas, pero mi nieto es mucho más, no puedo negarlo.

Presiento que en cualquier segundo voy a vomitar sangre, no puedo permitir que eso suceda, tengo que mantener la calma. Está oportunidad es única, él mismo vino por su cuenta a este lugar, si logró obtener aunque sea una pizca de su sangre todo esta sofocación no será en vano... Pero, ¿que quiso decir con que no tocará su hombre...?

Decía eso pero sus piernas están por dejar de funcionar, aunque lo oculte bien eso no quita que le estén temblando como gelatina.

-Eddy, lleva a mi suegra a casa. Yo me encargaré de Nick.-En su voz no había ni una pizca de calidez, era demasiado fría.

Quiero despedazar a es viejo, pinchar sus ojos para que dejé de verme de tal manera tan espeluznante, ¿será está la oportunidad para acabar con él? No debemos permitir que se vaya de este lugar como si nada, está noche será el momento en que saldemos cuentas.

-Bien, regresaré cuando ella este sano y salvo.-Se fue porque ya sabía sobre el personal de Alan, cubriendo cada salida de ese restaurante.

-¡Alan!-Exclamó Albie, sorprendido de verlo ahí.

Solo hasta que se puso dos supresores al mismo tiempo logró estár un poco mas lúcido, solo hasta entonces se dió cuenta que frente a él estaba nada menos que Alan, a esa persona que a estado deseando poder conocer.

‹¡Es él!› Sus ojos brillan. ‹Se supone que Nick es mi tan aclamado destino, sin embargo me caliento cuando veo eso ojos amarillos. ¿Acaso quiero estar con los dos? Nick no está feo, es muy guapo, ¿puedo tener a los dos?

-Yo soy...

-¿Te encuentras bien?-Marco por completo el cuerpo de Nick, con sus feromonas.

Alan había pasado de largo a Albie, no le interesaba hablar con él, su única preocupación es el alfa de ojos turquesas, jadeante frente a él.

-Mis inquietudes se hicieron realidad.-Sostiene en sus manos el rostro de Nick, esos ojos turquesa brillaron intensamente al ver cómo su amado lo veía tan dulcemente y preocupado.

-Mi Sol.-Esconde su rostro en el cuello de Alan.-Sí, no hay nada mas fragante que tus feromonas.-Solo entonces al entrepierna de Nick, se emocionó a tal grado que la dureza empezó a doler.

Sí, solo Alan puede hacer que mi corazón se aceleré y que mi dopamina se disparé, lo que sentí al ver a ese tipo no era real nunca lo será, solo sirvió para darme cuenta que no siempre el destino está en lo correcto que ni mucho menos sus falsos sentimientos podrá sustituir y mucho menos remplazar mis verdaderos sentimientos y loco amor Alan.

Espero que ya con esto el creador y agentes del destino se den por vencidos, que dejen de querer castigarnos por sus propios pecados y las decisiones escogidas por nuestros padres, abuelos, ancestros. Que entiendan que las siguientes generaciones no tienen porque cargar con la culpa que no les corresponden.

-Y, ¿tú quién eres para hablarle tan casual?-Fulmino a quien se supone que es su destino.-Deja de estar mirando con tu repugnante mirada a alguien que no te pertenece y mucho menos deberías de ver. -Bufo molesto.

-Tú eres quien no debería de estar mirando dulcemente a otra persona que no sea yo.-Aprieta sus dientes-¡Soy tú destino!

Me niego aceptar que esos dos están juntos, no aceptó que mi belleza y feromonas no hayan tenido efecto en Nick que es mi destino, luego está él. Esos ojos amarillos ni siquiera se perturbaron al verme o oler mis fragantes feromonas.

Mi olor siempre ha sido elogiado y deseado, no habido nadie que no caiga loco por el. ¿Entonces como es posible que ellos dos que son alfas sigan ahí sin venir encima mío? ¡Deberían de estar queriéndome hacer de todo y no me importaría.

-Si quieres morir te lo puedo conceder.-Sugiere Alan, sonriendo fríamente.-Este hombre es solamente mío y lo seguirá haciendo siempre.-Con su brazo rodea la cintura de Nick.-No vendrá alguien que bien puede ser solo un bonito juguete de su padre (Damasón) a querer codiciar lo que ni él podrá darle.-Mira fijamente a Albie.

Este tipo a desear hermano de mi mamá, sin embargo se puede ver claramente que está tan podrido como lo está su padre. Más de alguno de sus hijos tenía que salir con la repugnante personalidad de Dámason Reyes.

-Creo que aquí hay un malentendido.-Damasón suspiro varías veces.

Mantengamos la calma, no creó que hijo le haya dicho algo sobre mí a su amado hijo, es muy probable que quiera mantenerlo alejado de todo esto para que no salga lastimado, así de blando, inútil que es. Lo peor que su esposo le hace caso, ¿cómo es posible que un alfa de su calibre se deje mandar por un omega? Alejandro es una desgracia para los alfas.

Solo que nunca me espere que Alan anduviera con Nick Davies, eso sí que fue una gran sorpresa. Dos alfas en una relación, algo inusual pero mejor a qué ande con un omega simple. Ellos dos ya viven en el futuro que quiero crear, donde solo podemos relacionarnos con alfas.

Para tener hijos lo haríamos a base de tegnologia, crear cápsulas donde se formaría el feto ya sea por medio por sangre o esperma. También supervisar que sea un alfa el que nazca, Omegas serán eliminados y es lo mismo para los betas.

-Pueden bajar sus feromonas, mi hijo ya la está pasando muy mal.-Corta la distancia entre ellos dos.-Somos personas por lo tanto deberíamos de hablar con civilización.-Sugiere.-¿No lo creen?

Si hubiera sabido que esto iba a pasar hubiera traído a todo mi personal, (ya les envío un mensaje de emergencia) de esa manera sería mas fácil el poder llevármelos a los dos y amenazar a ambas familias para que hagan lo que yo quiera.

-Tiene razón señor.-Sonreí a penado.-Fui muy rudo y mal educado irrumpir en este lugar.-Baja su mirada, ocultando su oído y disgusto por Damasón.-Me da tristeza decirlo pero no soy muy querido por mi suegra, y creí que había traído a mi pareja a una cita a ciegas...que vergüenza.

Si Nick no conociera tan bien a Alan, hasta él se hubiera creído la escena que está montando el alfa de ojos amarillos, con su expresión toda avergonzada por todo lo sucedido.

-Ya veo.-Algo no siente bien, no veo mentiras en ninguna de sus expresiones pero sigo sintiendo un mal presentimiento.

Creo que tendré que desistir en llevármelos hoy. Habrá otra oportunidad, solo tengo que esperar por ese momento. Tengo que hacerle caso a mis instintos.

-En verdad me disculpo.-Extiende su mano.-Me presento, soy Alan Castillo. ¿Usted es?

Vi muchas dudas en sus ojos, alerta por alguna razón o quizas eran sus instintos advirtiéndole cosas. Indeciso en si debía o no estrechar su mano contra la mía, pero al final lo hizo. Muy grave error.

-Damasón Reyes, me gustaría seguir hablando pero tengo que llevar a mi hijo...

-"Querido abuelo" ¿desde cuándo te preocupaban tus hijos?-Atravesado el corazón de Damasón.

-¿Qué?-Sus ojos se abrieron en grandes al darse cuenta de lo que sucedió en menos de un segundo.

-Es un verdadero disgusto el tener que verte y respirar el mismo aire.-Saco y volvió atravesar pero en esta ocasión abajo de pecho de Damasón.

-¡¿Ugh?!-¡¿Como...como es posible?!

Damasón todo incrédulo tocaba los lugares que a penas se están empezando a sanar, eso le asustó mucho porque se estaban tardado demasiado y la perdida de sangre podría volver peligrosa su situación.

-¡Papá!

Albie gritó aterrado al ver a su padre, por primera vez había visto pavor en la mirada de su padre. Y es que Dámason lo sabía, sabía que si no salía de ahí era posible no volver a su hogar.

Por lo tanto Damasón se alejó de Alan, tirando cualquier cosa para impedir que el alfa de ojos amarillos lo atrapará. En eso su guardaespaldas logró salir del dominio de las feromonas de Alan, protegiendo a su maestro Reyes.

-¿Quién te dio permiso de interponerse en el camino de mi prometido?-Nick corrió hacia ese guardaespaldas.-Ve por él, yo me encargo de esto.

-¿Seguro?

-Sí.-Se metió un puñetazo para despertarse.-Estoy bien.

Alan corrió por el pasillo sonriendo como un loco, mientras veía a Damasón Reyes luchando con los seguridad contratados por Alan, mientras allá afuera también era un completo caos. Está noche había llovidos balas y muy probablemente que Dámason Reyes cayó en la propia trampa que había orquestado para la mamá de Nick.

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