capitulo 69
Nota🤍
Si encuentran errores de ortografía, dejármelo saber en los comentarios porque creo que hay unos cuantos, cuándo escribe el capítulo estaba empezando a temblar por la fiebre 🤒 así que me disculpo de ante mano por si algún dialogo o algo por el estilo está mal. Me lo señalan en los comentarios para corregir después.
Feliz día. 🌞 Manténgase saludables.
Att; Yessi.A
"Tic, tac, tic, tac" como las manecillas de un reloj, es el ruido que creaban las inquietas uñas de esos grandes dedos.
Su evidente y muy molesta mirada pasa del reloj en su muñeca, a la puerta principal del restaurante, irritado por lo que el creía una irrespetuosidad por la poca impuntualidad.
No es como si él fuera el más puntual, cuándo llegó un minuto antes de la hora acordada. Llevándose la sorpresa de que si cita no había llegado, por lo que le a tocado esperar por su llegada. Solo que, ya lleva diez minutos y todavía no han señales de su tan esperada cita.
—Maldición.—Quebró la copa que en su momento estuvo en su mano.
—¡Señor!—Corre con un pañuelo en sus manos.
—Deja de preocuparte por cosas inútiles.—Mira su mano.
La sangre se mezcló con la del vino, pero solo fue por unos segundos ya que, en dos minutos su mano ya no tenía ninguna herida como si nunca se corto con los vidrios de la copa.
—Sigue siendo imperfecto.—Destruye otra copa con sus manos desnudas, en esta ocasión tuvo que esperar unos diez minutos para sanar.—Entre más daño me hago más tarda en sanar, esa caricatura estúpida llamado "agente del destino" que atrapé, no tiene suficiente energía para convertirme en inmortal.—Chasqueo su dedo.
Me costó mucho el lograr drenar lo que ellos llaman "divinidad" pero lo logré, logré ponerlos en su lugar, doblegarlos. ¿Quienes se creen para venir y tratar de obligarme hacer algo que no quiero? No son nadies y por lo tanto hay que tratarlos como tal, unos insectos. Justamente como ellos nos ven a nosotros los humanos.
No estoy haciendo nada malo, solo les estoy dando una cucharada de su propia medicina, no tienen porque quedarse. Al igual que esa maldita que vino a mí con todas las intenciones de matarme, pero al final logré engañarla. Era demasiado curiosa e ingenua por lo que fue fácil hacerle ver lo que quería ver.
No sabía lo que era hasta un día que se hirió sin darse cuenta, para mí solo basto un segundo para ver cómo esa herida sano en menos de un segundo. Fue apartir de ahí que empecé a investigar su identidad, todo para descubrir algo verdaderamente magnífico.
No me puse a pensar el porque tenía tal habilidades, yo solo quería descubrir si también podía tener un poder como ese. De por sí ya estaba investigando como eliminar la suciedad inmunda de los Omegas, esas peste no debía de existir y mucho menos reproducirse.
—Falta poco para que pueda volverse una entidad sin precedente.—Comentó el que parecía su guardaespaldas.—Con está cita podrá obtener acceso a la mansión Davies.
—Tienes razón.—Vuelve a sonreír.——Presiento que ese sujeto, Nick Davies, es una persona especial.
También me recuerda mucho a alguien que conocí en pasado, de solo recordar a ese perro arrogante me entras ganas destituir todo esté lugar.
Ese maldito es el único que ha llegado a humillar, traté tantas veces obtener su sangre porque, él podía usar las feromonas como su fueran partes de sus extremidades. También quería encerrarlo en mi sótano y verlo todo doblegado, pero no pude.
Es por culpa de ese maldito que tuve que desaparecer por un tiempo, luchado con el me dejo una gran secuela que estuvo por enviarme a conocer a mi maldito creador. Sin embargo, para mí suerte la investigación con el conejito [agente del destino] que había atrapado antes, me ayudó a sanar. Solo que me llevó varios años el poder tomar por completo su escasa divinidad.
—Y pronto se volverá su yerno, podrá obtener su sangre.
—Sí... Permíteme.—Busca su celular que no deja de sonar.—¿Hola?—Respondió con un tono comprensivo, aunque su negra expresión decía todo lo contrario.
—¿Ya está en el restaurante?—Preguntó a penada.
—Sí.
¿Cuánto más me hará esperar está estúpida mujer, lo único rescatable es su belleza, me sirve para divertirme un rato. Quitarme el aburrimiento.
—¿Todavía no vine?—Esto es tan molesto.—¿Está feo el tráfico?
—No podré ir.—Expresó todo apenada.—En verdad lo siento, estaba apunto de salir pero hubo un importante motivo de por medio por lo que terminé por quedarme en casa.
—Lo entiendo.—La vena en su frente se tensa.—Espero y no se una excusa para no verme.—Su voz se volvió lamentable.—¿Tal vez no soy su tipo?
—Le aseguró que no es una excusa.—Respondió.—¿Si le parece podemos posponer la cita?
En nigún momento le confirmo ni negó la última pregunta que le hizo Damasón, ella prefiero no responderla y evitarla sutilmente.
—Seguro que sí.—Tuvo que contener sus ganas de matar.—Le parece mañana a la misma hora que acordamos ahora.—Tenia que hablar con ella para poder acercarse a su familia, principalmente ganarse a los hijos de la señora Davies.
—Sí, me parece bien. Nuevamente una disculpa por no llegar, nos vemos mañana.—Finalizo la llamada.
En ese mismo instante Damasón explotó de coraje, maldiciendo a los cuatro vientos, que cuando tenga comido de la mano a la señora Davies, le hará pagar el haberlo dejado plantado.
—Mamá, no debiste hacer eso.—Expresó Harry.—Tenias tiempo de llegar a ese restaurante.
—Ya no importa.—Abraza a sus dos hijos.—Nada es más importante que ustedes, así me dejen a fuera.—Reclama.—Son lo único que me queda tras la muerte de su padre, le prometí que los iba a proteger siempre.
— ¿Entonces por qué querías casar a Nick con alguien que no quería?—Preguntó Tommy.—Siempre eres y serás la mejor madre cuándo se trata de tus hijos, pero, ¿por qué te empeñabas a casarlo con esa loca?
—Era precisamente para protegerlo.
¿Cómo explicarles que desde que Nick nació su destinó ya era sombrio? Creí que si lo casaba y él llegase a sentir algo por ella, el destino no podría meter mano porque Nick no dejaría que algo como eso perturbe su amor incondicional hacía esa persona.
—Perdóname, mamá. Pero, eso es absurdo.—Comentan ambos hermanos.
—No podrían entenderlo así se los explique...
Los tres llevaron su mirada hacia la puerta, solo para observar a un Nick con una expresión demasiado oscura. Esa aura a su alrededor era demasiado sofocante y eso que ni siquiera había llegado junto a ellos.
—¿Hijo?
—¿Nick?
Ellos tres hablaron con cautela, tenía miedo de hacerlo irritar todavía más y terminé explotando. Los hermanos lo primero en lo que pesaron fue; "¿Le sucedió algo al cuñado o nuestro sobrino?" Era en lo único que podían pensar, ¿por qué que más podría poner en ese estado a Nick?
—¿Te sucede algo?—Fue hacía él.—¿Por que traes esa expresión?—Ella frota la frente de Nick, para que ese ceño frunciendo se esfume.
—Mamá.—La mira fijamente.—Tengo algo que confesarte y pueda que te enoje muchísimo.—Deja caer su frente sobre el hombro de ella.—Solo esperó que me entiendas, por favor, entenderme.—Suplicó.
—Me estás asustando.— Últimamente a estado bastante distraído, cuando quise preguntarle simplemente se fue y no volvió a casa por unos cuantos día.
Le preguntaba a su hermanos y ellos no me decían nada, quise averiguar que pasaba, pero tenía miedo a que se enojara por estarlo investigando. Por eso cuando vivió a casa y se quedaba dormido en la habitación, iba y le limpiaba las lágrimas.
No sabía con que estaba soñando, pero estoy segura que era algo verdaderamente triste. Creí que soñaba con mi esposo porque su aniversario de muerto se está acercando. Nick siempre se pone mal para ese tiempo.
—Vamos, hablemos en el despacho.—Mira a sus hermanos menos, ellos solo asintieron deseándole buena suerte.
Estaban de acuerdo que era tiempo de sue Nick, hable con su madre. Ella necesitaba saber lo que está sucediendo en la vida de sus tres hijos.
—Bien.—Sigue a Nick de cerca, nerviosa de lo que sea que estén apunto de hablar.
Al llegar al despacho, Nick sentó a su madre en el sofá y el se sentó en sus talones sobre el suelo mientras sostenía las manos de su madre.
—¿Qué es este misterio?
—Mamá, he amado a mi sol desde que soy un niño y lo seguiré amando por toda la eternidad.
—¿Sol?—Ese apodó le parecía conocido, como si ya lo había escuchado antes y equivocada no estaba.
"Mi sol" era el apodo que Nick murmuraba aun cuando estaba en coma, la primera vez que dijo algo como eso los doctores creyeron que estaba despertando, pero no. Solo lo murmuraba de sus labios, era un suceso muy extraño para ellos.
—Por cosas del destino ambos fuimos obligados a separarnos, e inclusive olvidarnos del uno y el otro.
Ella frunció el ceño al escuchar "destino" es algo que no quiere escuchar, le molesta tanto que su estómago arde por el coraje.
—Lo que diré acontinuación es algo muy importante, no te alteres y escucha hasta el final así.
—Bien.
—Me enamoré de un alfa, un alfa con el destino en su contra.
El rostro de ella se asustó y fue e inevitable que no pensara en sus dos grandes amigos, esas dos personas que tanto quiso y al final tuvieron esa trágica muerte todo por enamorarse.
Quiera decirle algo a Nick pero dejó que su hijo terminará de hablar, el alfa no le soltó nada relacionado con esos agentes del destino, edo se lo daría después. Sin embargo, cuando ella escucho el nombre de "Alan castillo" fue la gota que derramó el vaso.
—¡¿Por qué tenía que ser de un alfa?! Aunque ese no es el problema, ¡Porqué un castillo!—Exclamó molesta.—¿Por qué alguien como él?—Sostiene el rostro de Nick.
—Él es mi sol, no podría estar con nadie que no fuera él.—Expresó.—Desde el momento en que lo ví tanto mi corazón como yo, lo escogimos cómo el único dueño de nuestra vida.
—¿Sabés lo que hiciste?—Solloza.—Te enviaste a la horca tanto a ti como a él.—Muerde su labio.
Nick confirmo sus sospechas de que su madre, era consiente de lo que significaba el tan a clamado, "destino" y las consecuencias que puedes obtener si lo desafias.
—Ellos vendrás por ustedes dos, justamente como lo hicieron con tus padres.—Confesó.
—¿Qué?—Eso si tomó por sorpresa a Nick.
—Ya es momento de contarte esto aunque no quería, pero tienes que saber la gravedad del asunto en el que te has metido y ese chico.
No sé si me vas a creer, pero, hay unos seres llamados; "agentes del destino." Ellos poseen algo llamado divinidad que es la décima parte de la divina de un dios...tú papá, él era un agente del destino primario, el mas cercano a un Dios.
Esos seres son creados al igual que quimera, sin emociones algunas. Con el único objetivo de guiar el hilo rojo que es el destino, con la persona que están conectados.
Al igual que esos seres, tu papá, él fue enviado para guiar el destino de tu padre. Sin embargo, tu papá no esperaba encontrarse con alguien más frío que él, un joven que tampoco entendía las emociones humanas porque desde pequeño, lo educaron y lo criaron cómo un robot si emociones.
Tus difuntos abuelos era una pareja chapados a la antigua, por lo que tenía costumbres verdaderamente horribles. Ni sé cómo me hice amiga de tu padre, pero nos llevamos bien. A lo que quiero llegar es que, alguien como él no podría sentir algo por su destino más allá de la atracción por las feromonas.
Por lo que el agente del destino, [tu papá] Tomo la forma de un humano común y corriente, creía que si le ayudaba a tu padre hacer un poco más humano, su trabajo sería más fácil y dos personas destinas terminarían juntas y muy enamoradas.
El plan que el creyó perfecto desde siempre había sido imperfecto, sin darse cuenta ambos aprendieron hacer más humanos juntos, lo que los llevó a estar enamorado mucho antes de darse cuenta. Tuve que ser yo, quién les dijera que lo que estaban sintiendo era a lo que las personas llamaban; amor.
Fue entonces que tú papá, [agente del destino] entró en pánico, porque sabía que le iba a pasar a la persona de la cual se enamoró, algo que no podía permitir.
Fue así como luego de un tiempo nos confesó que era, que tenía que irse antes de que su señor se diera cuenta de lo que había pasado. Sin embargo, tu padre le pregunto que si había otro meto que no incluya el tener que irse.
Y sí, si lo había y eso era corta el hilo que te ligaba a la otra persona, pero no quería implementar ese meto porque la otra persona podría nunca conocer su destino.
Para suerte o mala suerte para ellos dos, el destino de tu padre estaba viviendo felizmente con alguien más. Su pareja era una persona excepcional, se podría decir que era su alma gemela. Fue así como tú padre terminó rompiendo ese destino.
Ellos creerían que serían feliz para toda la vida, se casaron en el extranjero y allí mismo también me apunto para ser la mujer que llevaría sus hijos, estaba feliz por ellos dos.
Lastimosamente tu papá fue llevado por la fuerza luego de atravesar su pecho con tres flechas de oro, [muerte asegurada] fue una órden dada por el señor todo poderoso que manda a los agentes del destino, él ni siquiera te llegó a conocer, antes de ser llevado borró todo recuerdo de lo que había vivido para que nadie pudiera ver los recuerdos dejados en su mente.
Tu padre nunca se quedó de brazos cruzados y mucho menos iba a permitir que se lo llevarán sin luchar, sin embargo tu papá era consiste de lo que le esperaba o lo que estaba por pasar, sacó una flecha de su pecho y se la entrego a su humano favorito, con un beso en su labios se despidió de tu padre, creyendo que había olvidado toda existencia relacionada con él.
Fue así, pero eso solo duró por un tiempo ya tanto tu padre como yo, volvimos a recordar todo el mismo día que naciste. Fue como sí tú nos estuvieras diciendo no olviden a mi papá, no lo...lo olviden.
—¿Entonces es por eso que la enfermedad de padre nunca tuvo cura? ¿Era si de extraña por qué era como una maldición el tener que sufrir?
El color turquesa se tiño tan negro, tuvo que incrustar sus uñas en los brazos para controlar su dolor, irá, era demasiado lo que estaba sintiendo sobre todo al enterarse que su otro papá, también fue liquidado duramente.
Su odio y rencor por esos seres e incluso dios, a incrementado a un nivel que podría ser verdaderamente letal.
—Sí.—Solloza.—¡Puedes entender ahora lo que significa enamorarse de un alfa! Nick, olvídate de...
—Lo he dejado solo en dos ocasiones, me olvide de él tanto en mi primera vida como en esta...¡no me pidas que me aleje de él, cuando Alan murió solo esperando por mí!—Vociferó.
—¡¿Qué?!—Eso la dejo pálida.—¿C-Como que murió?
—Sí, ya lo mato una vez los malditos agentes del destino y lo estuvieron a punto de hacer hace como un mes—Expresó con su mirada sanguinaria.—Ya lo he defraudado, ¡¡No lo volveré hacer, ya no más y el destino se puede joder!!
—Pero si está vivo.—Sentí un sudor helado al pensar en las miles de probabilidades de lo que podría estar pasando.
—Está es nuestra segunda vida.
—Ni siquiera puedo decir que es una locura luego de lo que he vivido...¿Ese chico murió como lo hizo mi esposo? ¿Fue así como murió en su primera vida?
—Fue peor lo que le hicieron mientras yo...yo lo había olvidado.
—¡¿Por qué siguen siendo tan malditamente crueles?!—Exclamó enfurecida.—¿Por qué esos seres no entienden que hay destinos que no quieren estar juntos?
—Mi hijo, tanto mío como de Alan murió retrocediendo el tiempo...
—¡Qué!—Su pecho se retorció.—¿T-Tengo un nieto?—Su voz se quebró.—¿Qué murió?...¿murió y no lo conocí?—Se volvió completamente pálida, sin poder respirar.
—Sí, me enteré hace poco...¿sabes que es lo peor de todo? Qué en esa primera vida ni Alan, ni yo, supimos de su existencia.—Su rostro se cubrió de lágrimas.
Ella limpia las lágrimas de su hijo, con un nudo en su garganta y corazón. Jamás se esperó algo como eso, era demasiado horroroso lo sucedido.
—Morimos sin conocerlo y él creció que sus padres nunca lo amaron, que su nacimiento fue algo no deseado...fue maltratado...—Sostiene su pecho.—Fui un pésimo padre, un pésimo novio...y aun así, ellos dos me están dando otra oportunidad para estar con ellos...¿Puedes entenderlo?
—Sí, no quiero hacerlo, pero lo entiendo.—Arrulla en sus brazos a Nick.
—¡Mamá!—Dejo salir todo ese dolor reprimido y dolor que aun no se esfuma.—Alan casi muere...—Sollozo más fuerte.—Él se lanzó sobre mí y nuestro hijo mientras nos cubría de uno de esos agentes.
La señora Davies vio como su corazón era escupido por su boca, saber que su hijo casi muere fue como ser aplastada por una estampida de rinocerontes.
—¿Es por eso que te vías tan demacrado?—Él solo sintió.—...¿Ya despertó? ¿Está bien?
—Sí, ya está en casa de sus papás.
—Él niño...¿Él como se llama? ¿Cómo se encuentra?
De seguro fue un gran shock ver a ese chico en ese estado, me perdí ese momento de estar con ellos dos. Estoy seguro que no le lo habían dicho porque sabían que reaccionaria enojada...me he perdido tanto de mis hijos por un rencor donde no estan involucrados.
Estoy siendo tan mala como esos seres o las personas que juzgo, pero yo soy igual. Culpo, detesto a los hijos de los castillos por culpa de un rencor que tengo con sus padres, sin embargo eso no debería de ser así, los hijos nunca van hacer sus padres y mucho menos tendrán la culpa por su pasado.
—Se llama Jackson, es un niño demasiado adorable. Tiene un apodo y es pequeño pez.—Sonríe.
Ella vio como los ojos de Nick, se iluminan cada vez que habla de Jackson y de Alan. No podía permitir que ese brillo se tiña de algo más, tenía que proteger esa felicidad a toda costa.
—¿Puedo conocerlo?
—Sí.—Sonríe ampliamente, eso ya era un avance.
—Podemos acordar un día y entonces...
—Él se encuentra esperando allá afuera, junto a mi sol.—Expresó.
—¡Qué!—Se pone de pie.—¡¿Ya están aquí?!
De un momento se puso muy nerviosa, pensado que no está vestida para la ocasión y que sus ojos parecen los de un búho.
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