capitulo 68

Mateo no encontraba la manera de hablar sin quebrarse en el proceso, era muy duró hablar sobre ese horrible pasado que ha querido olvidar siempre.

Le costó mucho tiempo el poder dormir sin tener que sufrir hasta en sus sueños, hasta dormido seguía siendo torturado en ese frío y lúgubre sótano atado sin comer por una semana mientras su sangre era drenada.

Todavía se pregunta; ¿Cómo sobreviví por tanto tiempo? ¿Por qué no me volví loco? Mateo no tenía una respuesta para eso, o quizás sí pero prefiere quedarse así.

—Soy hijo de Damasón Reyes.—Confesó.—Ese hombre por desgracia es mi progenitor.

La pareja de alfas apretaron sus dientes al descubrir el nombre del culpable de ese atroz crímen, causante de desencadenar el odio que se les fue obligado a ellos dos, pagar por algo que Damasón causó.

A Alan le tocó llevar la cruz de alguien más que en la primera vida, ni siquiera fue mencionado o regresado a este país. Por lo que Alan dedujo que, ese Dios que tanto lo odia y se niega a permitir que sea feliz, movió su influencia para volverlo a meter en sus vidas para seguír haciéndolos sufrir.

—Él desde siempre a tenido esa obsesión de que existe la "vida eterna," que nunca envejecera si lograra obtener la divinidad que tienen unos tales "agentes del destinos."

Ambos alfas se tensa, apretado con fuerzas sus manos entrelazadas. Eso no les agrado para nada que alguien como Damasón, supiera algo como eso. Era demasiado peligroso.

—No sé que es eso, tampoco quise preguntar—Sonríe a sentir la calidez de su esposo, Alejandro.— En ese entonces lo catalogue cómo un enfermo psicópata, no tenía fuerza para prestarle atención, cuando me estaba muriendo.

Alan estaba poniendo en duda su autocontrol, ver así de lamentable a su madre, es simplemente inaudito. Desea tener enfrente a Damasón para darle su merecido.

—Me gritaba de porque no era como mi madre, del porque tenía una sangre especial pero a la vez inútil. Que por ser hijo de mi madre debería tener divinidad.—Ya sentía el nudo en mi garganta.—No entendía que estaba pasando y con mi voz rota le pregunté; ¿qué es eso? Mi sangre solo es sangre. "¡Si que eres un maldito omega estúpido!" Fueron sus palabras.

Nick tuvo que abrazar a su Alan para que el nombrado no dejará salir su feromonas, sería catastrófico si lo hiciera porque podrías vomitar con solo olerlas.

—Y como si no estuviera satisfecho con lo que hacía, solía cortarme para averiguar si podía sanar por arte de magia, pero eso era imposible. No soy Dios.

Al ver que no sanaba en vez de tenerse siguió experimentado conmigo, fuí su conejito de indias des que tengo memoria. No puedo considerar eso como mi infancia.

Sin embargo, un día algo cambio en él. Me permitió salir luego de sacarme un litro de sangre, también me permitió ir al colegio. Quizás porque estaba feliz de que seria padre otra vez, o al fin había encontrado algo en mi sangre, no lo sé hasta el día de ahora.

Estando afuera todo se sentía diferente y no podía acostumbrarme a la luz, me quemaba rapido porqué mi piel era muy sensible por estar tanto tiempo encerrado. Pero me fuí acostumbrando poco a poco. Pero nada mejoraba cómo hubiese querido.

Seguía sufriendo maltrato a pesar de ya no estar encerrado. A mis hermanos no les caía bien porque decían que era el favorito de Damasón. ¿Favorito? Qué chiste.

Ellos solo sufrieron una vez el pichón de una agua, al verificar que su sangre era inservible los descartaba porque no iba a perder su tiempo en Omegas inútiles, es lo que siempre decía.

Ese era otro problema que lo hacía enojar, por más hijos que tuvo o nietos de mis hermanos mayores, menores, [sí, los puso procrear muy temprano] ninguno le salía alfa, no hay alfas en su familia a excepción de él, por supuesto.

De alguna manera llegué a pensar qué alguien como él, fue maldecido a tener solo omegas por sus actos imperdonables. Fue entonces que me di cuenta porque me sacaba sangre, él quería volver a cada uno de sus hijos en alfas, esa es su segunda obsesión.

Quiere que en todo el mundo solo existan alfas, que las otras dos castas no debería de existir. Mientras hubieran mujeres [alfas] podrán seguir reproduciéndose y también no había problema si más de un alfa se deja manosear.

Entre todos esos alfas él sería quien esté en la cima, mirando a todos hacia abajo mientras lo veneran cómo su Dios. Porque para poder vivir para siempre tendría que lamerle el culo [literalmente] hasta que esté satisfecho para darles la oportunidad de ser eternos.

Sin embargo su sueño ridículo y desagradable se vio frustrado cuando mi sangre no servía para eso, con ello volviendo los experimentos una vez más.

Para ese tiempo ya conocía y me gustaba tu padre, mi ahora esposo. Ya no estaba solo en esa oscuridad y por Alejandro me mantuve serenó por más dolorosa que fuera la tortura. Tenía que evitar enojarlo para no ser encerrado y poder ir a ver a Alejandro.

No obstante, un día tuve la “magnífica idea” de preguntar por mi madre, ya qué siempre me hizo saber cuánto me amaba, en eso no me mintió. También expreso con odió que mi mamá lo engaño, apuñaló su corazón y con ello se llevó su confianza.

Mi madre lo engaño cuando le dijo que lo terminaría convirtiendo en un Dios, sin embargo mi madre solo quería destruirlo todo el organismo de ese señor, desde adentro. Lamentable no lo logró y fue ahí cuando le hizo pagar por querer matarlo. Luego de contarme eso me dio una paliza que me hizo creer que moriría.

No logré moverme y mucho menos luchar cuando sus empleados me fueron a tirar en un río. Con resignación le extendí los brazos a la muerte, pero Alejandro llegó a tiempo y me rescató. El regalo que me había regalado a la vez era un rastreador, gracias eso no morí y cambie totalmente mi aparecía para jamás caer en las manos de ese señor.

Alejandro iba a tomar venganza pero en ese momento nos enteramos que en mi vientre crecía una pequeña vida, no podíamos arriesgarnos a perder nuestro hermoso tesoro. También porque seguía teniendo miedo, aun lo hago. Cuándo lo volví a ver en la televisión fue como volver a ese sótano...

—Nada de lo que haya sucedió es tu culpa.—Se arrodilla en el suelo.—Nada.—Abrazo la cintura de Mateo.—Es lógico que sigas teniendo miedo.—Su mirada escondida en el estómago de mateo, brillan con sed de sangre.—Toda tú vida fue un infierno hasta que conociste una luz, mi padre.

Ese viejo Damasón lo convertiré en lo que mas aborrece, ¿será venerado? Tal vez sí, pero no de la manera que él añora.

—Lo prometo.—Mira a sus padres.—Eliminare tu espantoso pasado.—¿Con la muerte de Damasón? No, con el sufrimiento que le haré pasar, él también se volverá un conejillo.—No quiero que me de tengas.

—No lo haremos.—Frotan el cabello de Alan.—Haz lo que quieras hacer, sabemos que Nick también estará allí, junto a ti. Qué los dos se protegeran mutuamente.

—Sí.—Se arrodilla para poder abrazar a su Alan.—Siempre estaré con él, es nuestro turno de contraatacar y eliminar para siempre a las fuerzas enemigas.—Declaró, mientras besaba el cabello de Alan.

Mas no sabía que Damasón ya empezó a moverse, su pieza a usar es la señora Davies, su madre. La cual está a poco de encontrarse con su enemigo,

Su pálido cuello fue impregnado con una rica fragancia floral, quería que su cuerpo curvilíneo y sensual robe mirada. Qué Solo al ver o pasar a las de las personas puedan oler su costosa y muy olorosa pasión.

Ella se encuentra muy emocionada por tener una cita después de tantos años, sobre todo cuando es persona que la invitó, [Damasón Reyes] es tan prestigioso.

Había sido una gran sorpresa recibir una llamada de él y no de su asistente, era inevitable el no sentirse feliz por ser deseada o llamar la atención de alguien.

—Sí, este vestido es revelador pero no al punto de verme como una desesperada.—Comentó en voz alta.

Ella lleva un vestido verde esmeralda con un cuello en "V" corte de sirena pero dejando ver sus hermosos tobillos y esos zapatos negros medio tacon.

—Salgamos.—Levantó su abrigo blanco y una pequeña cartera de mano negra.

Salió de la habitación, caminando elegantemente por todo el pasillo. Se veía tan sensual como si estuviera caminado en una pasarela y ella es la que resalta entre la multitud.

Tommy y Harry se desconcertaron al verla tan hermosa, sabía que su madre es un belleza, pero mirar de esta manera solo provocó inquietud en ellos.

Estába feliz que su madre saliera pero tenía que saber con quién, ese era lo que provoca inquietud en ellos dos. Ninguno sabía que su madre estába por salir con alguien, porque con su amigas no se viste de esa manera.

—¿Saldrás?—Dejaron de ver la televisión para interrogar a su mamá.

—Sí, no me esperen para almorzar e incluso para cenar.—Comunicó.

—¿Con quién te vas a reunir?—Preguntó Tommy.—¿Una amiga?—¿Debería de llamarle a Nick?

—¿Por qué tengo que decirles?—Respondió con otra pregunta.—¿Ustedes me dicen a dónde van? No. Siempre me dejan sola, no me incluyen.

No podía refutar contra eso porque era verdad, ellos dejaban de lado a su mamá. Pero, no porque lo quisieran. Solo sabía cuan enojada se podría ella si se entera que Nick, tiene una relación con Alan castillo.

—Sí, tienes razón.—Baja su mirada.—Sabes...

—Harry.—Me preocupe de que dijera algo que terminé por enfurecer a nuestra madre.

—Creo que está bien decirle.

—¿Decirme qué?—Camino en dirección a Harry.

—Conocí a mi destino.

—¡Qué!—Tiro el abrigo y cartera a un lado, sin importarle su apariencia se agachó.—¿Cómo fue? ¿Quién es?—Sus manos temblorosas sostienen el rostro de Harry.—¿Estás bien?

Creí que nunca volvería a escuchar esa cosa desagradable llamada "destino" lo empecé a ver más como una maldición luego de enterarme que por causa de eso, perdí a mi mejor amigo [esposo] morir lento y dolorosamente fue su castigo por enamorarse de Nicky, un alfa y papá de Nick Jr. [Mi hijo] no podríamos dejar morir ni olvidarnos de él, por lo que le pusimos su nombre a su hijo.

Nick no será mi verdadero hijo, [así lo haya llevado en mi vientre] pero, de igual manera lo amo por igual como amo a mis otros dos hijos.

—Mamá—Sus manos se volvieron frías.—¿Qué pasa?—No veo color en su rostro.—Estoy bien, no paso nada malo.

—¿Quién es esa persona?

—¿No te vas enojar?—No quiero que empiece a gritar.

—No lo haré.—Acaricia el rostro de Harry.—Dime.

—Hablemos mejor después, cuándo vuelvas.

Soy un mal hijo, no debí de decirle algo así cuando está apunto de salir...¡Maldición ahora estoy actuando como un hipócrita! Desdé un principio debí cerrar mi boca.

—Al diablo la salida.—Tira sus tacones a un lado, arrulla en sus brazos a su hijo más pequeño.—Soy tu madre, eso es más importante para mí.

—Mamá—Muerde su labio inferior.—Esa persona es Oliver castillo, el es mi destino al parecer.

El rostro de ella se distorsiono horriblemente, pero no gritó, ni se puso a maldecir a esa familia. Suspiró un par de veces para controlar su desagradó porque por alguna razón, esa familia siempre estaba allí para recordarle el pasado.

—¿Por qué tenía que pertenecer a esa maldita familia?

La señora Davies odia a la familia castillo, por haberla humillada como lo hicieron, [es lo que ella sintió en aquel entonces.] Se suponía que sería ella quién se casaría con Alejandro, ya se había hablado entre las dos familias, Castillo y Davies.

Sin embargo, la boda fue cancelada a dos semanas de ser concluida. Eso dejo una gran mancha y dolor en ella sobre todo el hecho de que sus padres, la considerado una chica inútil que ni para atrapar un hombre, servía.

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