capitulo 64
Después de recibir abrazos de toda mi familia, por más de tres horas, hasta el punto de ser un poco asfixiantes por todas esa emociones apoderándose de mí, porqué sigue siendo tan irreal que mis padres y abuelos esten vivos.
Verlos fue como navegar en una nube de algodón, tan relajate. Ese gran peso y desesperación que hundía mi pecho fue despejado como un día asoleado en verano.
Ellos estaban vivos, no estaban muertos como en la primera línea, está vez si podré vivir con ellos por mucho tiempo y podré despedirme cuando les toque partí. Algo que ni siquiera puede hacer en la primera línea.
En esta vida todo esas desgracias cambiaron completamente, a un costó que todavía no. Todo esto es posible por el pequeño que descansa en mi regazo, Jackson lo dió todo para poder recibir una pizca de amor de sus padres. Sobre todo para preguntar: ¿Me quieren? ¿Soy un hijo deseado?
Aunque no estaba en nuestros planes y no fue planeado, lo queremos, amamos, le amo desde el momento que ví esos ojos amarillos asustadizos. Aún si no fuera nuestro hijo de sangre lo seguiríamos amado.
Ya no pienso permitir que me sigan quitando más cosas, u lastimado a mis seres queridos. Amar y que un alfa me ame no es algo imperdonable.
Tengo que encontrar al culpable de está maldita maldición, hacerle pagar con creces todo lo que tuvo que pasar y lo miserables que fueron mi amada familia todo por la maldita culpa de alguien más, y para eso tengo que hablar con mis padres.
Mis padres saben más de lo que dicen, pude ver en sus ojos un miedo por alguien en específico. Sobre todo la ridícula cantidad de seguridad protegido este hospital, nadie puede entrar o salir sin ser inspeccionado sin exenciones.
Eso significa que allá afuera se encuentra una persona o ser depreciable que, puede poner nerviosa a toda la intocable familia Castillo.
Mis padres y mis abuelos suelen venir en la mañana, pero se van antes del almuerzo, primero porque se están haciendo cargó de la empresa, no pueden estar todo el día aquí conmigo, pero se que también me están ocultado algo.
Nick me comentó que alguien trató acceder a mi habitación, era una persona vestida de enfermero, sin embargo no pudieron sacarle información porque como si esto se tratará de alguna película, se suicidó.
Ya quiero salir de este hospital y poner un orden, castigas a es alguien que le está apuntado nuevamente a mi familia, ¿solo que ese alguien es un humano? O, ¿Será otro agente del destino?
¿Que pasaría con Michael? ¿Su alma sería castigada por ese ser al que servía? Su castigo por desobedecer sus órdenes y ayudar a Jackson, fue borrar toda existencia de él y sobre todo de las memorias de la persona, más lo amo, Óliver.
¿Qué sucedería entre Oliver y Harry? Se volvería a ver luego de ese día, ¿acaso seguirán ese lazo llamado destino?
La verdad es que tengo un poco de miedo de todo esto, no por mí, si no qué por mi pequeño pez. Jackson ya sufrió lo suficiente por la culpa de nuestros actos y de esa maldición que para empezar no tendría que ser nuestro problema, él solo es un niño que merece solo vivir feliz sin preocupaciones de nada.
¿Por qué tenemos o debemos pagar los pecados de nuestros antepasados? Eso es demasiada injusticia, si el culpable sigue allá afuera, ¿Por qué no se ensañan con él o ella? Y nosotros que nos dejen en paz.
Aún me duele el corazón al recodar el aspecto de Jackson, en esa primera línea, sus ojos amarillos eran tan vacíos sin emociones algunas. Caminaba peor que un cadáver viviente, a temprana edad le tocó tomar control de la empresa.
Cómo si eso no fuera poco para volver a ver a sus padres, les toco sacrificar algo para poder retroceder el tiempo. ¿Que sacrificaría nuestro pequeño pez?
Después de todo él quería saber si era amado, y sin importar que su decisión no fuera del todo acertada ya que podía tener un panorama más diferente y más terrible que el anterior aún así, Jackson sacrifico lo que era más importante para él.
—¿Se durmió?—Preguntó Nick, en sus manos traía una pijama de oso negra.
Nick suspiraba aliviado y feliz de ver despierto al amor se su vida, Alan. Poder ver esa mirada, sonrisa, que van dirigidas hacía él.
—Sí.—Besa la frente de Jackson.—Queria espérate, sin embargo lo venció el sueño.—Ya eran más de las nueve de la noche.
—El doctor Enrique, me dijo hace un momento que, podemos regresar a casa nomás tarda mañana.—Deja un casto beso en los labios del su amado alfa.—Por fin iremos a casa mi Sol.—Vuelve a besar los labios de Alan.
Está vez no fue un leve beso con ternura, era un beso apasionado por la cálida o caliente manera en la que, Nick enrolla su lengua con la de Alan. U esa sutileza de su mano deslizándose de la nuca hasta el trasero del alfa ojos amarillos.
—Detente—Expresó con su voz ahogada y una mirada lasciva, Nick detuvo su mano la cual quería meterse en el pants de Alan.—Primero dejemos descansar cómodamente a nuestro hijo—Lo acuesta en la camilla—por poco y lo aplastamos.
—Bien.—Besa la nuca de su amado alfa.
Desde que Alan despertó, nuestro pequeño pez no a dejado los brazos de su papá, sigue aferrado a Alan. Tenía miedo de que vuelva a dormir y no desperté por un largo tiempo.
Yo también tengo terror, no puedo cerrar mis ojos y cuando lo hago despierto aterrador en busca de mi Sol. Suspiro aliviado al verlo junto a mí sintiendo su temperatura y su suave respiración.
Ya pasó una semana desde que mi Alan despertó de ese interminable coma, no obstante seguimos en el hospital. Nos iremos hasta que estemos 100% seguros de que se encuentra bien, y ahora que Enrique me dió la autorización, por fin podremos marcharnos.
Mi pecho sigue doliendo y sangrado con desesperación al saber por lo que tuvo que pasar Jackson, de como tuvo que sufrir maltrato y la persona que el creía su papá, no le ayudaba en nada.
¿Cómo debió de sentirse de decepcionado de todo? Creyendo que no era querido por su papá, cuando Alan ni siquiera estaba en su cuerpo ya que alguien más lo había usurpado.
Debió ser más que solitario para él, y como padre me siento sumamente inútil, culpable de mi poca fuerza al no recordar que tenía alguien que amaba y me amaba. Por mi poca fuerza hice sufrir mucho a mi Alan, hijo.
Para poder sacar mi furia fuí a desquitarme con ese maldito ser que intento acabar con la vida de mi Alan, ese ser llamado agente del destino. Destino mi culo.
—Mi papá, me dijo que hablaría conmigo cuando saliera del hospital.—Alan subió arriba de Nick, sentándose sobre el regazo del alfa ojos turquesa.—Mañana podremos saber a qué cosa nos vamos a enfrentar y sobre todo de quién demonios es ese tal maestro Reyes, para mi papá, Mateo.
—Por lo vistes en esos recuerdos, ¿se supone que conocí a tu abuela?—Alan asintió.—¿Qué nos ayudó a qué tú alma volviera a tu cuerpo?
Sus manos las cuales sostenía mi cintura empezaron al temblar, puedo saber del porqué su reacción. Nick siente la impotencia y se culpa por su inutilidad, de como me hizo sufrir por su espera y que cuando llegó fue demasiado tarde, ambos terminamos muertos.
—No me perdones.—Esconde su rostro en el pecho de Alan.—No lo hagas, no me perdones. No es algo que merezca alguien como yo.—Mira al pequeño dormido con una hermosa sonrisa en sus labios, al parecer Jackson se encuentra teniendo un sueño muy agradable.
Tengo que seguír respirando con ese remordimiento, dolor y culpabilidad para toda la vida, pese a eso no me perderé en ello.
—Para empezar.—Sostiene el rostro de Nick.—No tengo nada que perdonarte.—Besa los ojos llorosos de su alfa.—Te amo, vamos a envíar al infierno a los verdaderos culpables.
—Sí—Abraza con fuerza a, Alan.—Te amo.
Una vez más vuelven a juntar sus labios, perdiéndose en ese amor incondicional. Era un beso tierno, una felicidad hermosa antes de la tormenta que están por enfrentar una vez más.
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