capitulo 59
Ya pasaron nueve meses desde que llegué aquí, al principio fue escalofriante. Todo me causaba inquietud, más cuando me enteré sobre los diferentes géneros, los cuáles no existe en mi mundo. El adaptarse a eso fue lo más complicado, oler las emociones através de las feromonas me hacía sentir nauseabundo.
No sabía cómo es que algo tan extraño le había sucedido a Un adolescente de tan solo 14 años se volvió un adolescente sofisticado de 17 años. Pero con una mentalidad madura, eso es lo que me trasmitía este cuerpo. No me acostumbra a verme en el espejo y ver un hermoso rostro que no conocía. Era aterrador pero a la vez estaba feliz.
Por fin dejaría de ser golpeado, ya no tendría que ir a pedir dinero como un mendigo por las calles para llevarlo al orfanato. Ya no sería golpeado o pasaria hambre. Descansaría de todo ese sufrimiento.
Me costó adaptarme a este cuerpo, más cuando no tenía recuerdos de lo que había sucedido antes de llegar aquí. Toda mi mente está hablando, no hay ni el más mínimo recuerdo, como si esa persona jamás existió en este lugar.
Tuve que fingir tener amnesia después de que la asistente, Tamara. Me encontró en un estado algo comprometedor ya que no tenía ropa puesta. Ella me llevo rapidamente a un hospital privado, en ese momento me entregó un gran miedo que descubrirán que no soy la persona que conoce, es por eso que dije lo que se me ocurrió en ese momento y al final no fuimos.
Pero a la mañana siguente llegó un tipo con el mismo color de cabello y ojos. Diciendo ser mi primo, Oliver. Junto a él venía un hermoso adolescente, su mirada me hizo sentir incómodo.
Yo me puse a la defensiva, mi cuerpo reaccionó por si sólo, los traumas de vida anterior también me siguieron a este lugar. No podía ni quería que nadie me tocará, pero de ves en cuando salía porque quería explorar este mundo, vivir una vida más libre de la que había vivido.
Ya no tenía porque obedecerle a nadie nunca más, los grilletes de mis pies habían sido liberados y jamás volvería a ese lugar. Me aferrare de está nueva vida, no pienso soltarla. Tanto sufrimiento por fin fue recompensado.
Solo que hay momentos en los que siento un enorme vacío en mi pecho, por más que coma comida cara y deliciosa o compre ropa cara, no llena ese vicio. Sigue ahí, es por eso que tomo para olvidarme de que en mi pecho se encuentra un vacío inyenable. ¿Que dolores ocultaba esa persona? Pero de igual manera no tengo ni el más mínimo remordimiento de ocupar su lugar.
—¿De dónde vienes?—Oliver observa a Alan, desde la puerta de su habitación—¿Vienes ebrio, otra vez?
Hasta aquí se llega el olor alcohol, desde que tiene amanecía todo al su alrededor se volvió diferente. Odia que lo toquen o le muestren un poco de afecto.
Después de que alguien más ocupará el cuerpo de Alan, todos olvidaron la relación que una vez tuvieron con la familia Davies. Oliver olvidó por completo ese tiempo dónde espantaba a Nick, lejos de su primo Alan.
Fue como si la relación de Nick y Alan jamás existió. Nadie podía decirles a lo dos que, una vez se amaron con todo el alma. Nick vive sin saber que el cuerpo de su amado fue usurpado por un niño con muchos traumas.
—Deja de molestar, vete a dormir—Cerro la puerta.
Quiero que vuelva el mismo Alan, el que me regañaba y me golpeaba cada vez que lo molestaba con algo. Ese primo de ojos brillantes y una gran sonrisa. ¿Que demonios paso? Aveces mi cabeza duele cuando intento comprender este comportamiento.
—Oliver—Le llama Michael—¿Ya regresó?
—Si—Apoya su cabeza en el hombro de Michel, su Omega—Extraño a mis tíos, abuelos. Ellos sabrían que hacer en esta situación....quiero a mi primo devuelta, a esa persona la desconozco.
Algo en mi me dice que esa persona es alguien diferente, lo siento en mi pecho. Están frustrate el no poder hacer nada al respecto.
—Lo lamentó—Abraza a Oliver.
Era algo inevitable, tarde o temprano volverían hacer de las suyas. Pronto vendrán por mí, por no ver cumplido con lo dicho. Franck renunció a su divinidad desde el momento en que sintió que el alma de Alan fue llevada a otro lugar. Sacrificó su vida eterna por ir detrás de su amigo.
Aunque no se veían a menudo, Franck es quien más hablaba con Alan, por videollamada y quién le ayudo a buscar a Nick. Al ver que no cumplía lo dicho, nuestro señor manipuló todo para alejar a Nick de nuestro radar.
Cuándo Franck encontró a Nick, se llevo la sorpresa de que este, había tenido un grave accidente que lo llevó a tener pérdida de memoria sin la posibilidad de volver a recordar. Eso tan fue obra del nuestro señor.
Para ese entonces, Alan se distanció de todo mundo, ya no respondía llamadas de nadie, se enfocó solo en su trabajo. Franck viajaría a este lugar para encontrarse con Alan, pero nuestro señor lo impidió. Nos ato de manos.
—Prometo que volverá hacer el mismo—Solo que, no sé cuánto tiempo nos lleve. Pronto también tendré que decirte adiós, mi amor.
Desde el principio nunca debimos estar juntos, Oliver mi amor, tu destino ya está en esta ciudad. Solo es cuestión de tiempo para que te lo encuentres...¿Eh?
—Cariño.
—¿Sí?—Oliver levanta su mirada—¿Pasa algo?
—No, nada—Ya está aquí, al final terminó muriendo. Tener un hijo de dos alfas tan dominates cómo lo son Alan y Nick, desde un principio fue imposible sobrevivir.
—Puedes ir atraerme un vaso de jugó, por favor.
—Si, claro.—Salio de la habitación.
Al estar en el segundo piso, la ventana no quedaba tan alta. Michael salto desde esa altura. Con cautela se dirige a al puerton de la villa Castillo. Evade la seguridad e impide que alguien más lo vea levantar esa hermosa canasta. En ella venía un hermoso bebé de grandes ojos amarillos, al sentir inquietud sus ojos se tornaron turquesa.
—Es mejor que solo tengas los de tu padre Alan—Michael tocó la frente del pequeño—Tienes que ser fuerte, la persona que está ocupado el cuerpo de tu padre, Puede que te rechacé.....no lo odies—Tus padres ni siquiera saben que existes y quizás nunca lo hagan.
Pero por lo menos voy a borrar tu existencia y destinó de la mirada de nuestro señor. Tal vez un día eres tú, quién pueda ayudar a romper este ciclo maldito hacia tu familia.
Michael dejo en la puerta principal al recién nacido, tocó el timbre para que el mayordomo, Dilan. Abriera la puerta y se encontrará con tal sorpresa. Michael volvío a subir a la habitación antes de que Oliver, llegará y no lo viera ahí.
—¡Oh, mi dios!—Dilan se sorprendió mucho al ver un mine Alan recién nacido—¿Quién eres tú?—Busca por todos lados.—¡Seguridad, seguridad!—Exclama.
—¡Sí!
—¿Quién dejó este bebé aquí?—Lo levanta en sus brazos, se agacha un poco para levantar un sobre que decía: Para mí amado Alan....perdón por dejarte está responsabilidad.
—No ha entrado nadie.—Responde consternados.
—Busquen por todas partes, debemos de encontrarlo o ella.
—Si—Se dispersan.
Mi maestro no está en condiciones de cuidar a una persona, muchas menos un bebé. ¿Es de él? Cómo no va hacerlo si está la viva imagen de él. ¿Cuando lo engendro? Fue en ese momento donde perdió todo recuerdo. ¿Quién es la madre?
—¿Que estas sosteniendo?—Alan ve fijamente a Dilan.
—A un bebé.
—¿Eres padre? No, lo las importante porque lo trajiste aquí—Su expresión se volvió negra, recuerdos horribles se viene a la mente.
Cómo por ejemplo; esa ves en el orfanato la directora, sacá a un pequeño de un año a fuera en el frío clima, solo porque lloraba y no podía callarlo. Él presenció cómo ese niño se quejaba de dolor por el frío.
—Al parecer es suyo.
—¡Mío!—Se sobresalto al mismo tiempo que tomaba distancia de ellos dos—¿Tengo pareja? ¿Por qué no me lo habían dicho?
—No la tiene, pero esto venía con el pequeño...
—No pienso hacerme cargo de ese niño—Tira el sobre a la basura—Mantenerlo lejos de mí—Sube a la habitación.
No pienso cuidar de nadie más, ese niño no es nada mío. No tengo porque hacerme responsable. No voy a desperdiciar mi vida cuidado de alguien más, otra vez.
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