+18 capitulo 66
Cafe tirando al negro y un amarillo como el interior de la piña, son los colores en el interior de esa calurosa habitación. Con eso los dos alfas se embriagan, dueños de dichas feromonas.
Besándose tan apasionadamente que si los vieras terminarías sonrojado o con los latidos de tu corazón exaltados, por la envidia que podrían provocar con su derroche de amor.
Se había extrañado tanto por eso querían compensar ese tiempo perdido, queriendo comerse por completo, ahogar sus deseos. Volverse uno, una y otra vez hasta que sus cuerpos dejen de sentir, terminado con sus cuerpos adormecidos por el placer.
-No perdamos el tiempo en preparación y solo tomarme así sin más.-Está muy impaciente y deseo de sentir esa torre caliente embistiendo su ser.
Tanto su alma y corazón de Alan sentía que no había visto en una década al alfa ojos turquesas, en esos recuerdos lo había extrañado tanto. Fueron días infernales por los cuáles no quiere volver a pasar y es por eso que se siente tan ansioso, impaciente por ser abrazado de todas las maneras que existan.
-No quiero lastimarte.-Expresó con su mirada en esos bellos ojos amarillos.-Lo haré rápido.-Besa la frente de Alan.-No me llevará mucho tiempo aflojar, acariciar tu interior con mis dedos.-Sonrió pícaro, lamiendo sus labios.
-Estaré bien.
Sin pudor abrió sus piernas dejando expuesto ese lugar, logrado que el alfa mayor tragara grueso y, en el proceso limpiado la saliva que estuvo apunto de salir de su boca.
-Solo hazme tuyo una y otra hasta que recuperemos el tiempo perdido.-En su voz se nota una gran seriedad aunque su rostro está teñido de escarlata por la timidez.-Solo abrázame, cariño.-Eso último si lo hizo sonrojar.
-Mi sol.-Sonrió ampliamente, le encantaba ser llamado de esa forma y en un futuro será llamado esposo.
-Ya dejá de hablar con tu boca y habla con tu cuerpo mejor.
Frota la virilidad del alfa mayor, sintiendo como Nick se estremece por la fricción provocada por esas majestuosas manos de su amado.
-Sostenerme y nunca me dejes caer.-Besa los labios del contrario.
Alan solo quería sentir de todas las maneras posibles a su amado, decirle y que le diga cuando lo ama con el toque de sus manos, piel, aferrarse fuerte de esa torre cuando ya este dentro de él.
--Haré lo que me pidas mi brillante sol.
En su gruesa y larga torre dejo caer la mitad del lubricante por lo menos eso debería de estar cubierto, deslizarse por ese agujero no sería tan incómodo o doloroso para su amado Alan.
-Si duele no dudes en pisamer, ¿sí?
Alan solo asintió al mismo instante en que sus manos cayendo en el cuello de Nick, frotado suavemente la nuca del nombrado el cual siento gratos escalofríos por el movimiento circulas de los dedos de Alan, en su nuca.
-Te amo mi sol, te amo tanto.
-Y yo te amo a ti, Nicky-Sus labios se volvieron a unir dulcemente devorado los suaves gemidos del alfa cabello azul.
Alan se contrajo al sentir la intromisión de la virilidad caliente y dura frotándose con los suaves pliegues de su deseoso interior, interior que se iba expandiendo generosamente todo para tomar con la mayor comprensión posible ese duro miembro.
El cuerpo de Alan había extrañado demasiado las caricias de su amado y bastó solo sentir esa dureza, caliente, para abrirle paso y en el proceso disfrutar en vez de sentir algún tipo de incomodidad o dolor.
Nick suspiró aliviado al entrar por esas puertas sin dañar a su amado Alan, volviéndose loco al sentir nuevamente esa presión en su miembro. Alan lo estaba apretado demasiado y eso lo hacía sentir bien sin importar que su virilidad podría ser cortada por la presión, era eso lo que excitaba al alfa ojos turquesas, ojos que están completamente dilatados.
-¡Aahh!
Mi boca empezó a soltar gemidos por los movimientos circulares en mí interior, segundos después una poderosa estocada que lograba tantas sensaciones desde en corvar mis dedos hasta volver mi espalda un arco.
Es demasiado bueno el poder disfrutar de las expresiones eufóricas de mi hombre, al mismo tiempo que sus caderas se vuelven locas embistiendo tan maravillosamente mi interior, lo extrañe. Extrañe a mi alfa, en la forma que su cuerpo destroza el mío de la manera más deliciosa.
-Alan...
Solto lascivamente el nombre de su prometido y pronto futuro esposo, chupado, mordió esas duras fresas en el pecho de Alan.
-Nick...
Gimio el nombre de su alfa, en ese mismo instante en que fue levantado y sentado en la dura torre del alfa ojos turquesa.
-Sí...muerde un poco más duro.-Suplico mientras sus manos se aferran al caballo color ámbar, atrayendoló más cerca de su pecho, enloquecido por el roce de los colmillos de Nick, en sus pezones.
Sus ojos brillaron lujuriosos por la sensación transmitida en su cuerpo, en ese momento en que la punta de sus pezones es mordido y luego chupados como si algo saldría de ellos en cualquier instante.
-Mi sol...¡Uhmg!
Mis palabras fueron calladas no podia decir algo más que no fuera gemir ruidosamente, el movimiento de caderas de mi sol era una completa locura, en la manera en que sus sensuales glúteos rebotan cada cada vez que sube y baja en mi miembro.
Mis dedos se hunden en su piel cuando sostengo y masajeo sus glúteos que quiero morder, sin embargo el poder sostenerlos de está manera mientras sus suave interior me apresa ya es lo suficientemente adictivo y maravilloso.
-¡Uhg!
Ambos gimen ruidosamente acausa de las emociones apoderándose de sus cuerpos, besándose apasionadamente mientras sus miembros llegan al clímax, corriendose a fuera y dentro.
-M-Me encanta hacerte el amor.-Declaró con su voz entre cortada.
Poder escuchar su respiración jadeante y esa mirada amarilla como el sol fija en mí, es lo más placentero que puede existir porque, con solo ver esos ojos puedo saber cuánto disfruta mis caricias, toques.
-Me encanta sentirte dentro de mí, pero es mucho más emocionante verte debajo de mí, siendo embestido mientras gimes mi nombre con tus sexis labios semiabiertos.-Confesó dominante, jalado los cabellos ámbar de Nick.
-Puedes hacerme tuyo ahora, cuando quieras mi amor.-Muerde el hombro de Alan.-Solo dime en que posición quieres que me ponga y lo haré porque tus palabras son órdenes para mí.
No había un solo lugar de esa bella piel del alfa cabello azul que, no estuviera pintado de rojo, tímido por las lascivas palabras de su alfa ojos turquesas.
-Será otro día.
Mi corazón enloqueció al escuchar las declaraciones de mi alfa, con esa voz que eriza mi piel. Amo tanto a este hombre, él es mi otra mitad, medía naranja así el destino diga lo contrario.
-En este momento solo quiero ser sostenido por ti hasta el amanecer.
El destino se puede ir muy a la mierda y es justamente ahí donde lo mandaré cuando logré encontrar al que lo rige, me las pagarán de la peor manera.
-Solo házme tuyo tanto como quieras.-Muerde el lóbulo de la oreja del contrario.-Por está noche serás el único en dominar.-Sonríe lascivo.-¿Quieres hacer algo nuevo?-Levanto su pierna para dejarla caer en el hombro de Nick.
-No me negaría si quisieras jugar de diferente manera, aunque no lo necesito.-Muerde el muslo de Alan.-Me pones así de duro con solo verte respirar.-Frota su miembro en la entrada de esa cálida cueva.-Todo de ti me vuelve completamente loco.
No era metafóricamente, lo estába diciendo literalmente mas cuando su mirada turquesa se encuentra tan dilatada brillante, mientras observar la sensualidad de su alfa ojos amarillos.
-No vuelvas hacer algo tan peligroso como eso.
Embiste la cueva del contrario, sintiendo las contracciones de sus paredes dándole una vez mas una dulce bienvenida, a ese fierro caliente y palpitante.
-No vuelvas a convertirte en escudo para protegerme a mí y Jackson, podemos encontrar una solución sin que nadie salga herido.-Su mirada se torno abatida.-No...No vuelvas a dormir por tanto tiempo...
Alan siento como su corazón se estrujó al percatarse de esas gotas de agua cayendo sobre su cara, triste de ver la expresión lamentable de Nick.
-Tuve miedo.-Confesó.-Miedo de nunca volver a ver el color de tus ojos, esa brillante sonrisa...tu voz.-Sollozo.-En serio tuve miedo.-Entrelaza su mano con la de Alan.
-Lo siento.-Levanta una de sus manos y así poder sostener el rostro de su amado.-En verdad lo lamento.-Limpia esas tibias lágrimas.-Ya estoy aquí contigo, despierto.-Sonríe.-Prometo no volver hacer algo como eso, ¿sí?-Besa los ojos de Nick.-Te amo y gracias por ser tan fuerte, no dejarte vencer. Por cuidar de nuestro hijo aun cuando te sentías a morir, eres el mejor.
-Te amo.-Beso suavemente los labios de Alan.
Tan suave como era ese beso fueron los movimientos de caderas de Nick, embistiendo el suave interior de su amado Alan. Según iba incremento el movimiento de sus labios así iba moviendo sus filosas caderas.
La noche apenas estába comenzado y ellos tenían la intención de no dormir en nigún segundo, seguiría dándose amor como lo estipularon. Hasta el amanecer.
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