2.

Milo entraba al edificio en el cual se reunía el grupo de Sicarios al que pertenecía, tenia que darse prisa, hoy era un día especial y si no volvía pronto a su casa Kardia se volvería loca sola. Ècarlate cumplía nueve años ese día, tenia la intención de volver lo antes posible o por lo menos eso quería.

Supo que se tardaría mas de lo previsto cuando vio a uno de sus compañeros, le agradaba, pero por un corto tiempo, ya que le gustaba molestarlo.

- Hey Milo supe que se murió tu cuñado, supongo que Kardia esta disponible ¿no?- se le acerco hasta tomarlo de los hombros, pero lo aparto de inmediato.

- Ni te atrevas a acercarte a mi hermana, Aiacos. Sino que quieres una de mis agujas en el culo. Ahora correte copia barata de mi, tengo poco tiempo.

- Técnicamente, "Antares" tú eres mi copia, soy mayor que tú por dos años.

-Si lo que digas.

Lo dejo hablando solo para por fin llegar con su jefe, que le daria los detalle de quien y como matar a su nueva victima, según lo pedido por el cliente. Su roxima victima seria un joven de no mas de 24 años, llamado Shura Delacrúz era dueño de una empresa que impedía el crecimiento de otra, y que mejor manera de deshacerse de un estorbo que matándolo.

- Tres días, maximo- su jefe le clavaba la mirada, sumado a sus cabellos oscuros le daba una imagen intimidante, así era Hades un hombre de temer.

- De acuerdo.

Sin mas se fue, se había tardado más de lo previsto, reviso su celular ¡veinte mensajes de Kardia! Tragando saliva se fue cuanto antes.

Milo subió a su auto sin darse cuenta de que alguien lo vigilaba desde hace dias, desde su ultimo trabajo. Viendo cada una de las cosas que hacia, las personas que conocía y las que mas apreciaba, planeando el golpe que le darían como una especie de venganza. También arranco el auto para perseguir a su "presa"

En menos de diez minutos que llevaba siguiendolo, llegaron a la casa del griego, una bastante grande pero no lujosa para no llamar demasiado la atención. Desde lejos vio como una mujer bastante parecida a Milo se le acercaba y la daba un zape en la cabeza, no era su pareja eso era obvio, tal vez su hermana eso si, seria una posible victima, pero se notaba aun a la distancia que la peliazul no se dejaría "utilizar" para sus planes. Pasados unos minutos apareció en escena un niño, sonrió con un toque de malicia, había encontrado a la persona perfecta. Con su trabajo realizado dejo el lugar para ir con sus superiores.

Milo vio pasar por su costado un auto blanco, pero no le dio importancia. Ahora lo único que le interesaba era pasar el día con su sobrino.

- ¡Ya quiero ir al zoologico y conocer a tus animales, tío!- el niño se abrazaba a sus piernas por la felicidad.

- Ècarlate, no podremos ir a donde trabajo, falte diciéndoles que estaba enfermo, si me ven me despiden- una mentira, piadosa pero mentira a fin de cuentas.

- Bueno... Mamá, mañana los de mi clase iremos al hospital a ver al profesor Deuteros, dicen que quedo taraplejico y sin un brazo.

- Parapléjico, cariño.

- Y ¿Que es eso?

- Que no va a caminar de nuevo.- de cierta forma esa noticia alegro un poco, casi nada, a Kardia.- bueno ya, vamonos.

El dia se lo dedicaron enteramente a Écarlate, no tuvo fiesta por que el niño no tenia muchos amigos, el único niño con el que se juntaba llamado Mystoria, había vuelto a Francia junto con su familia.

Pasaron el día entre comidas, compra de juguetes, ropa, y por ultimo la visita al zoológico que tanto esperaba. Quedo fascinado con los tigres, los leones y en especial con las panteras, tanto que incluso le dijo a Kardia si se podía llevar una para su casa, como la respuesta era obviamente que no podían, a Milo se le ocurrió una mejor idea; comprarle una mini pantera, osea un gato negro.

Cuando llegaron a su casa nuevamente, el niño corrio feliz con el pequeño animalito en sus brazos.

- ¡Tengo una mini pantera, bueno pantero!-  dijo mientras lo subía a su cabeza.

- ¿Y que nombre le vas a poner a tu "pantero"- Milo imitó a Kardia, los dos literalmente se echaron en el sillón.

- Mh?... ¡Hades!- el peliazul trato de ahogar un risa, no le funcionó- Tío, ¿Por que se ríe?

- Nada, es solo que así le dicen a mi jefe.

Ècarlate jugaba con su mascota en el patio delantero de la casa, mientras que Kardia y Milo estaba dentro de la misma buscando algo, ninguno de los dos imagino que esos escasos momento en el que nadie estuvo con el niño, seria una desgracia total. Hades se había escapado para la calle de al frente, Ècarlate no quería perder tan pronto a su mini pantera, así que lo fue a buscar, encontrando al minino en brazos de un hombre de cabellos azules violáceos.

- ¿Este pequeño es tuyo?

- Si, gracias.- cuando iba a tomar a su mascota, el sujeto lo tomo de un abrazo asustandolo- oiga, suelteme.

- Lo siento pequeño, tú nos vas a ayudar en algo, quieras o no.

A los pocos minutos de suceder eso, Kardia salio de la casa buscando a su hijo para que se entrara, pero no lo encontró.

- Ècarlate, ¿donde estas?- miro para todos lados, y aun así nada- si te estas escondiendo sal ahora, esto ya no es gracioso.- sabia que con una amenaza de ese tipo el niño salia de inmediato de donde sea que estuviera, nada paso - ¡ Milo, ayúdame no encuentro a mi hijo!

Con la ayuda de su hermano lo buscaron por largo rato en los alrededores de su casa, hasta que desde el otro lado de la calle escucharon un maullido como de un gato pequeño. Milo lo siguió esperando encontrar a su sobrino con el gato, solo encontró al animalito amarrado de su collar  a un árbol, lo desato para poder revisar que nada malo le hubiera pasado, en el collar encontro una nota.

" Considera esto una venganza, Antares."

Nadie lo firmaba.

Antares era el nombre con el que lo conocian los enemigos de su organización y obviamente las autoridades y clientes que lo buscaban.

Ato cabos, se habian llevado a su sobrino cobrando la muerte de su ultima victima, un ex Sicario al que llamaban Cisne. Cuando se lo dijo a Kardia espero que ella lo insultara por ser el causante del secuestro de Ècarlate, al contrario de lo que esperaba ella solamente  lo abrazo.

- No te culpo de nada.

- ¿Que?

- Tú como ibas a saber que esto pasaría. Es algo imposible, Milo solo te pido que tú no te culpes, si yo no lo hago, tú menos.- el menor se separo de ella aguantando las lagrimas.

- Lo voy a encontrar, aunque me cueste la vida.- recibió un zape en la cabeza- ¡¿ Y eso por que!?

- ¡No me grites, mocoso!...- se cruzo de brazos- ni se te ocurra morirte, que no te permito eso todavía, ¿entendido?

Milo no le dijo nada y simplemente entro a la casa con el gatito aun en sus brazos, a los minutos salio y sin decir nada fue a algún lugar desconocido.

Kardia entro a la casa y fue directo a la habitación de Milo, se había llevado muchas armas de tortura y de fuego, era seguro que mataría a alguien para sacar un poco de la rabia que tenia consigo mismo, y lo haría de la forma mas dolorosa que pudiera, no llevaba sus agujas, unas finas barras de metal de 30 centimentros cada una, que utilizaba para acabar con sus victimas de una manera rápida e indolora.

- Pobre del que sea su objetivo con la rabia que se carga...- cuando se vio sola, lloro con todo el dolor que tenia por no tener a su único hijo por quien sabe hasta cuanto tiempo.

La gente corria horrorizada, desde el piso más alto de un edificio callo el cuerpo sin vida de un joven empresario, con tres balazos, uno el pecho, y dos en el cráneo, el golpe de la caía había terminado de romperle la cabeza, la escena no era para nada tolerable. Quienes lo conocian lo identificaron como Shura Delacrúz.

Desde la azotea del mismo edificio, Milo veía su obra, satisfecho de haber descargado algo de su rabia.

- Un destino peor le espera al que se lo llevo.

🔹🔹🔹

¡Hola!

Aqui el segundo capitulo.

Se comienza a explicar algunas cosas que tal vez no quedaron muy claras creo yo xD.

Y si se preguntan ¿y el cubo francés cuando aparece?, ya va a salir paciencia.

Adivina, buen adivinador... ¿que historia tendrá una segunda temporda?

Las dejo con la duda 😙

Chaito.

ScorpioNoMilo ✌

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