18.

-¿qué... que están haciendo ahí?-

Su voz agitada y entrecortada sonó en la habitación, estaba cansada, adolorida y lo peor de todo sin fuerzas para hablar. Cosa que a los jugadores no soportaron la idea de irse de ahí antes de que reaccionara mal, aunque... suponen ellos, lo estaba siendo.

Inuyasha odiaba verla de ese estado, se notaba que ni fuerzas tenía para levantarse. Estaba seguro que los demás sentían lo mismo que él; odiaban ver a su entrenadora en esa cama.

-nosotros... ya nos ibamos-dijo, aunque le dolía decirlo tenia que hacerlo

Se había prometido que no la dejaría sola sin importar que Kagome lo echara miles de veces, empezaba a pensar que debería de darle su espacio, como jugador... tiene ese deber.

-estas débil, no queremos molestarte por eso-le comentó Bankotsu

-entrenadora, decidimos en marcharnos por su propio bien, nosotros queremos darle privacidad en su proceso de recuperación...-informaba Koga por su equipo de manera recta

Kikyo escuchaba las palabras de cada uno, entendía que Kagome no querrá tenerlos cerca y ellos lo sabían perfectamente. Al menos, les dedicaban unas palabras de aliento hacia ella para que no desfalleciera, estando distantes para no imcomodarla.

-son... unos idiotas-murmuro ella

Escucho decirlas y la miró sorprendida.

-¿escuchaste lo que dijo?-susurró Ginta a Hakaku

-si, nos dijo que somos unos idiotas-lagrimeó él

Kagome aún fruncia el seño, estaba tan molesta con ellos que no los entendía. ¿Esos muchachos son tan sentimentales como para que no la vieran fuerte? ¡Con razón Inu No Taisho les gritaba!.

-ustedes...-llamó entre dientes, esto les causó un escalofrío al equipo pensando lo que ya se esta por aproximarse-¿qué... les hace pensar... tal estupidez?-interrogó con dificultad

-Kagome, no te esfuerces en hablar-sugirio su morocha percatándose de su esfuerzo por pronunciar una palabra

Inuyasha y el resto del equipo parpadearon por la pregunta. ¡estaba claro que se encuentra muy cansada por tan solo decirles algo mínimo!. El ojidorado no quería seguir ahí, no soportaba verla de esa forma y eso le dolía cada vez.

-entrenadora nosotros...-trato de hablar Miroku pero ella lo interrumpió

-Yokai's...-respiró hondo-¿saben lo único que pensé... cuando recibí ese disparo?-

El disparo... Inuyasha frunció fuertemente el seño por haberlo mencionado, eso hacía recordar la inmensa pelea que tuvo con los responsables de sus daños.

-en mis hermanos...-confesó mirando a Kikyo quien derramó una pequeña lágrima y donde acarició la cabeza de ella-y en ustedes-les dirigió una mirada y sonrió grandemente

Esa sonrisa que a Inuyasha le ablando el corazón e hizo que se olvidara de todos los problemas que por los momentos tuvieron, esa sonrisa que no desapareció después de todo lo que ella vivió, esa sonrisa que el equipo agradeció y que a varios de ellos les hizo cristalizarles los ojos.

-tuve miedo de morir... y no poder verles las caras nuevamente-aclaró sin quitar esa sonrisa y donde sus ojos estaban a punto de cristalizarse

La sorpresa se vio en ellos, y la de Inuyasha se vio más notoria, el chico sin poder evitarlo oculto sus ojos con una mano y soltar esa pequeña agua salada de sus ojos.

-¡ENTRENADORA LA AMO!-expresó Shippo mientras se dirigía a ella con pequeñas lagrimitas

La abrazó con algo de fuerza, eso sí, sin incomodarla.

-Shippo, al ser el más pequeño del equipo... siempre muestras tu lado sentimental-halago Kagome, esta vez tratando de que sus palabras no salieran entrecortadas por el cansancio

-¡muevánse imbéciles quiero abrazarla también!-los apartó Hoyo lloriqueando y abrazo a la azabache desde el lado de Kikyo

La chica de cabellos lisos se apartó dejando que los jugadores de su hermana tuvieran la libertad de abrazarla aunque sea un poquito. Se sorprendió por la reacción de Kagome, no mostró miedo ante ellos, y recordó lo que le había dicho la psicóloga anteriormente:

"Ella me dijo: Yokai' s no tienen la culpa".

En realidad no la tenían, esos muchachos admiran tanto a su hermana que estuvieron aconoañando en el hospital desde que la internaron, y por otra parte, exigieron su busquedad al estar desaparecida; en pocas palabras... no se olvidaron de ella ni en un momento, y eso que solo se trataba de alguien que su único objetivo era entrenarlos y colocarlos como los proximos campeones de Japón.

Sonrió de alegría quitándose los rastros de lágrimas con su muñeca, seguidamente miró a cada uno de ellos; a la mayoría estaban a los lados de ella entablandole una leve conversación, desde su ausencia hasta ahora.

Miroku, Koga, Shippo, Bankotsu, Hoyo, Ginta y Hakaku son los autores de aquella charla con la felicidad entera en sus rostros, motivandola más que todo que pronto deberia de salir de esa cama, no solo para que estuviera presente en el juego, al contrario, la quieren tanto como para tener pasatiempos divertidos con ella.

Dirigió su vista a Sesshomaru, el peliplateado al ser alguien frío y de no expresarse tanto estaba sonriendo, pensó que al igual que los demás... estaba contento de que su entrenadora estuviera bien, cansada pero estaba en recuperación. Siguio hacia su novio, también tenía el mismo semblante que el mayor de los Taisho pero a diferencia se estaba riendo por las locuras que le decían a su entrenadora mientras la ayudaban a sentarse en la cama.., entre esas pequeñas locuras, nombraron a Inuyasha.

Es cierto, ¡Inuyasha!.

El chico aún seguía con los ojos ocultos, parpadeo y se acercó a él sin quitar la sonrisa, le palmero el hombro donde la sintió y la miró; sus ojos estaban cristalizados, sabía que era por Kagome, por su cuenta vio que ella está bien y que no mostró ninguna inseguridad ante la presencia de los jugadores, y sabía que esas pequeñas lágrimas eran de felicidad.

-¿ves que saldrá de esta?-habló

Inuyasha no dudo y asintiendo la abrazó, Kikyo le correspondió ese cálido abrazo y a la vez de temor por la posible pérdida de ella. No había que preocuparse, Kagome está estable.

Giro su vista encontrándose con la de Naraku quien arqueo interrogativamente una ceja, ella le sonrió y le hizo una seña de guardar un poco de silencio al mismo tiempo que guiña el ojo.

-venga, acércate a ella-animó

---*---

-¿¡de verdad!?-expresó alegremente Sota al escuchar la noticia que Sango le había dado

-si, Kikyo nos llamó hace rato así que mañana podemos ir a visitarla-sonrió

-¡si! ¡Kagome está bien!-saltó de felicidad en el sofá-ire a decirles a las muchachas-bajo del inmueble y se dispuso en ir a la cocina

-que alivio... me alegra de que esté bien a pesar que tenga esos golpes y arañazos-suspiró Ayame frente de la castaña

-si, también pienso lo mismo, después de todo Kagome es un tipo de persona que aguanta hasta un bala-dice la castaña-es fácil de admirar...-

-por cierto, ¿las demás saben?-preguntó su amiga, Sango asintió

-si, nos encontraremos mañana en el hospital-aclaró tomando una taza de café-¿te comunicate con Rin?-

Ayame pensó y dudó en decírselo, claro que se había comunicado con la pelicaoba y su reacción al enterarse de lo sucedido, supone ella, no fue buena, le había trancado el teléfono sin decir nada.

-pues... si pero, no me ha dicho nada respecto al tema-afirmó y Sango dudó, mínimo sabia que rumbo estaban yendo

Esperaba que Kikyo no las matara por haber avisado a Rin lo que sucedió con Kagome.

---*---

Soten caminaba por el pasillo de aquel edificio donde esta su departamento, iba tan distraída buscando las llaves en su bolso que no se dio cuenta que Yura salía del Pent-House de Hiten, provocando así su encuentro cara a cara.

-¿Yura?-

-hola Soten-

---*---

Kagome se esforzaba en no reír lo más fuerte que podía por que causaría un insoportable dolor de cabeza y eso podría volverla más loca de lo que estaba por los golpes y rasguños que recibió, aparte del dolor en su entrepierna que le ardía desde hace un buen tiempo pero gracias a los tratamientos el dolor estaba disminuyendo, lo mismo iba con la herida en su abdomen, poco a poco iba cerrándose.

Suspiro divertida, de a poco se estaba colocando un poco mejor refiriéndose a la voz entrecortada y agitada, en si, estaba recuperando fuerzas y es algo que agradecía.

-no me maten a la pobre por favor-suplicó su hermana entre risas

-¿Inuyasha hizo eso?-interrogo la chica observando al hombre de quien se enamoró y que estaba recostado a su lado sin problemas

Este simplemente se vio con un fuerte sonrojo en sus mejillas y mirando hacia otro lado. ¡esos idiotas no tenían otra cosa que contar!.

-sip, lo hubieras visto entrenadora-agregó Ginta comicamente

-el muy Hulk se metió al otro lado de la habitación y los golpeó a cada uno e incluso los pateo-dicía sonriente Miroku

-estaba tan pero tan furioso que el diablo que tenía dentro se presentó en esa sala-estallaron a carcajadas ante lo dicho de Koga-¡y lo mejor de todo es que se trataba de ti!-

-ah ¿sí?-miró con picardía a Inuyasha

-esperen un momento, ¿tienen que decírselo todo?-interrogó furioso

-claro por que tú la quieres-dijeron al unísimo a excepción de Seshomaru

El jugador se sonrojo a más no poder.

-¡pero tampoco contárselo así!-

Las risas no se hicieron esperar, la historia que sus jugadores les contaba era divertida, pero a la vez peligrosa y... heroica. Le dio un ojo a Inuyasha que discutía con sus amigos y compañeros, un chico que haría todo por ella e incluso por verla sana, salva y feliz es lo que toda chica quisiera en su vida amorosa.

Si llegase a salir pronto de aquel hospital, daría por dicha su relación con él. Claro, si él llegase a estar de acuerdo.

-ya...-palmeó en el pecho del ojidorado para tranquilizarlo-agradezco mucho eso-dicho esto le dio un beso en la mejilla donde él parpadeo sin entender

-oh, dominó a la bestia-burló Koga

-¡cállate lobo!-

Y siguieron.

5 minutos más tarde...

-asi que... tres semanas-suspiró la azabache después de presenciar los cinco largos minutos de la pelea InuKoga

-exactamente, Myoga ha anunciado que por problemas personales no podrás asistir mañana al juego, dará un chance de tres semanas-explicaba Naraku

-asi podrás descansar... y estoy segura que de aquí hasta allá estarás bien-simpatizó su morocha

Kagome parpadeo, tres semanas para poder recuperarse. Por un lado estaba bien, así mandaría a entrenar a los muchachos para que no pierdan físico y disciplina pero, por otra parte... no lo sabia, ese detalle la tenía preocupada y sabia que si lo soltaba... podrían armar un escandalo, sobre todo Inuyasha.

-¿vendras con nosotros verdad?-le preguntó Inuyasha quien siguió recostado junto a ella

Asintió insegura.

-¿qué dice el señor Taisho?-preguntó interesada

-Myoga me dijo que padre estará un poco más de tiempo en el exterior, entendió la situación y lo permitió-informó Sesshomaru con los brazos cruzados-no habrá problemas con eso así que puedes estar relajada-

La entrenadora entrecerró los ojos, ¿cómo pudo pasarle esto...?.

-lamento si... les he causado tantos problemas-dijo ella dejando confuso a los muchachos mientras que Kikyo mordía su labio inferior-juraría que si no me hubiera pasado este tipo de cosas... ahora mismo estarían en el estadio entrenando-

-¿pero que disparates dices?-arqueó una ceja su chico y se acomodó un poco sin separarse de ella-a nosotros no nos molesta en absoluto Kagome, si te paso todo esto por algo tuvo que pasar... a nosotros nos alegra de que estés bien, nos alegra de estés viva y nos alegra de que estés aún activa-

Sus palabras le llenaron el corazón ansiando cada vez más en levantarse de esa cama e ir al estadio y entrenarlos como siempre lo hacía desde que entró a la organización.

-entrenadora-la llamo Shippo-¿nos permite estar contigo hasta su recuperación?-

Con una sonrisa en sus labios bastaba con que estuviera libre de inseguridades, les dirigió una mirada a su equipo; ¿lo hacían solo por que necesitaban de ella para jugar? o ¿de verdad querían estar con ella como si fuera alguien especial?, bajo la mirada hacia sus manos que reposaban en su regazo..

-¿de verdad... se quedarán conmigo?-preguntó en susurro

Ellos iban a responder pero el peliplateado interrumpió.

-yo me iré a casa a descansar y mañana vuelvo-dijo sin más, a los muchachos le salieron una gota en su cien por el tono frío que utilizo el capitán del equipo

-bueeeno, admitamos que todos necesitamos lo mismo-miró de reojo Hakaku a sus compañeros quienes dubitativos asintieron

Kagome no tuvo ninguna dificultad con eso, los entendía perfectamente. Ellos estaban cansados por su causa.

-aun así nos quedaremos con ella mañana-dió en saber Bankotsu

A la final, Yokai's se había retirado junto a Kikyo, e Inuyasha se quedó con ella, dispuesto a protegerla.

-te extrañé, no sabes el susto que me diste-murmuro con su cabeza recostada en las piernas de ella, parecía un niño mientras ella le acariciaba su coronilla

-disculpame...-comentó, si no fuera por Yura no estaría ahí en esos momentos

Lo recordaba, recordaba que ella fue quien llamó para auxiliarla y era algo que calló, si llegase a contarle a Kikyo, seguro sospecharía e iría a por ella, tal vez... a buscar pelea y eso era lo que no quería.

Sintió a Inuyasha levantarse y enderezarse para después mirarla intensamente con aquella sonrisa que tanto adoraba.

-estoy felíz... de que estés convida y estes conmigo nuevamente-aclaró-dime ¿qué haría sin ti?-

-pues... nada, no puedes vivir sin mi y yo sin ti ¿verdad jugador número 10?-sonrió traviesa, él rió con ganas

-¡ven acá!-se acercó coqueto y la besó

Un beso lleno de una felicidad que nunca antes habían sentido, uno que lo habían ansiado antes de separarse por unos días lo cual, se produjo el hecho, y uno que necesitaban transmitir aquellos sentimientos que días antes... se habían declarado. Un beso lleno de amor que hizo que la azabache llorara y él la consolora, estaban juntos... e Inuyasha no permitiría que lo separasen de ella nuevamente.

Basta con todo lo que había vivido, no soportaría su ausencia. Ese hecho hizo amarla y necesitarla cada vez más... no tenía dudas, sus sentimientos estaban muy claros y sabía que los de ella también.

---*---

Era casi de medianoche y aún estaba ahí, por lo menos no tenía que ir a su hogar y estar desahogandose con todas sus cosas por lo que estaba pasando y no lo aguantaba más, estaba por ir a las autoridades pero tenía miedo, ese miedo que le impide hacer lo que quisiera.

Parecía un pájaro enjaulado siendo privada de su libertad.

-es la primera vez que te veo en este lugar Yura-le comento la ojicarmin a su amiga y excompañera

La chica no dijo nada, aún pensaba en la discusión que tuvo con Hiten y eso la atemorizaba cada vez más. No debió de meterse con ese hombre, si hubiera sabido no estaría en esas circunstancias. Miro a Soten preparando una taza de té, ¿podría decírselo sin que ella la odie? ¿Podría confiar en ella? Después todo son amigas desde pequeñas.

-si te lo digo... tal vez me odies por ello-soltó, la chica la miro confundida

-te escucho Yura, sabes que podemos contarnos con confianza-sonrió ella

La chica dudó por unos segundos hasta que soltó lo que era el peso en sus hombros cada día.

-estuve involucrada en el secuestro de Kagome-

***

Woooww Yura eres valiente.

Mis niñas, adivinen la sorpresa de navidad para ustedes!! En el próximo cap estaré anunciandolo así que mueranse de la curiosidad por que eso es de lo que me alimentooo WUAJAJAJAJAJAJ *risa malvada*.

Jajaja en fin, no olviden sus comentarios y estrellitas, nos leemos en la proxima semana👀💖

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