La chica miró hacía todos lados sintiendo su corazón en un puño buscando alguna salida, buscando alguna zona por la que salir de aquel lugar, el cual cada vez se sentía más asfixiante. Viserion la miró preocupado por su nerviosismo, hecho que provocó que la chica volviera en si, se parara, suspirara profundamente y pensara con la mente fría analizando la situación en la que se encontraban. Cerró los ojos mientras inhalaba profundamente pensando que hacer, tan solo se oía el sonido del agua caer por las paredes de aquella cueva y sus propias respiraciones.

(Tn)- Está bien. - susurró abriendo los ojos mirando hacia el frente. - La salida ya no está, el lugar por el que veníamos ha desaparecido, pero debe haber alguna salida.

Miró hacía el lugar al que se dirigían, el cual estaba intacto, tan solo desapareció la salida, como si la propia cueva impidiese que salieran de allí y siguiesen caminando hacía el interior de la cueva.

Viserion- Lo único que nos queda es avanzar.

(Tn) asintió levemente, hizo que la luz que emanaba de su mano se hiciese más luminosa y se adentró en aquel lugar adoptando ya un tono más serio, esperando que ocurriese allí cualquier cosa.

Tras varios minutos caminando se dio cuenta que el agua que caía de las paredes rocosas se iba acumulando en el suelo hasta formar pequeños charcos de agua cristalina.

(Tn)- A medida que nos vamos introduciendo más en este lugar hay más cantidad de agua.

Viserion- Y parece no tener fin.

(Tn) se detuvo mirando a su alrededor,  se acercó a una de las paredes y puso su mano abierta en esta sientiendo como el agua que caía por esta se deslizaba ahora por su mano.

Viserion- No estarás pensando en derribar la, ¿verdad?

(Tn)- Si, llevamos varios minutos caminando por esta cueva y no hay nada, tampoco podemos volver sobre nuestros pasos, no se me ocurre otra solución que abrir nuestra propia salida.

Viserion- ¿Podrás usar la magia aquí dentro?

(Tn)- ¿A que te refieres?

Viserion- Este lugar no es una cueva normal y corriente como otra cualquiera que te puedes encontrar en una isla. Esta cueva tiene algo especial, tú misma pudiste ver como la única salida desapareció cuando vimos esas marcas en la pared, que por cierto, no me tranquilizaron, son unas marcas muy recientes.

(Tn)- Ya me fijé, pero no creo que ese sea motivo para no poder usar la magia aquí dentro.

Viserion- Creo que sabrás que unos tipos de magia contrarrestan a otras, puede que este tipo de magia dificulte a la tuya.

La chica pareció dudar unos segundos. -No lo sabremos hasta que no lo intentemos.

Nuevamente volvió a cerrar los ojos mientras se concentraba en la pared que tenía ante ella, murmuró unas palabras y abrió los ojos pronunciando otras con más fuerza. El suelo y la pared que tenían frente a ellos comenzó a sacudirse violentamente, varios pedruscos cayeron del techo hacia el suelo, muy cerca de la chica, la cual no se inmutó cuando todo comenzó a temblar, al contrario, adoptó un tono enfadado mirando aquella pared, la cual no obedecía a las palabras de la chica.

Pasaron unos minutos hasta que la chica desistió, apartó la mano y el temblor se detuvo, suspiró pesadamente llevándose las manos a su rostro.

(Tn)- Hay una magia muy fuerte aquí, no se cual es su fuente pero mantiene toda esta cueva bajo su mando. - miró a su alrededor frustrada. - No queda mas opción que seguir hacía delante.

Viserion- Esto no me gusta nada...

(Tn)- No debe ser tan grande este lugar, es solo una cueva en una isla no muy grande.

Viserion- Pero es una cueva bajo los poderes de la magia, ¿Quien te garantiza que no estamos dando vueltas?

(Tn) no había pensado en ese detalle, puede ser que llevasen minutos dando vueltas en aquel lugar mientras creían que iban en la dirección acertada pero de ser así, ¿qué podían hacer?.

(Tn)- Está aquí, ¿verdad?

Viserion- Es posible, si no está aquí ha estado no hace mucho tiempo.

(Tn)- Viserión. -la miró curioso.- ¿Por qué hay un dragón en el nuevo mundo si no tiene un portador?

Viserion- Ya sabes que existen tres dragones portadores de tres katanas legendarias, desde entonces esos tres dragones pueden ir y venir cuando les plazca.

(Tn)- ¿Y si alguien los ve?

Viserion- Zaldrizes y yo matábamos a todo aquel que nos tocase, él más que yo, pero no se nada sobre este dragón pero por el hecho de que va solo no apunta a que sea muy amigable.

(Tn)- Entonces si le provoco no saldré muy bien parada, ¿cierto?

Viserion- No lo dudes.

La chica sonrió, hecho que notó Viserion llevando lo a preocuparse. Volvió a caminar hacia el pasadizo que tenían ante ellos sin decir palabra, tan solo oyendo el sonido del agua, un sonido que cada vez era más y más fuerte.

Tras varios minutos ese pasadizo se fue extendiendo hacía los lados cada vez más y más hasta que finalmente se tuvo que detener ante una extensa laguna que cortaba el paso. (Tn) creó otra espera de luz, la cual lanzó al interior del agua con el fin de ver algo mas de claridad en aquella masa oscura pero esa esfera fue absorbida por aquella cantidad de agua.

Viserion- No es suficiente, es demasiado grande y profunda.

(Tn)- No se como iluminar este lugar entonces, es como si se tragase la luz.

(Tn) volvió a crear nuevas esferas de luz y las lanzó hacia diferentes sitios de aquella laguna con la intención de ir iluminando poco a poco aquel lugar ten tenebroso, lugar que poco a poco fue ganando luz en diferentes partes. La chica sonrió al notar como el lugar se iba iluminando a medida que iba creando más luz.

La chica estaba tan concentrada en crear las esferas y lanzar las a la laguna que no se percató de las llamadas del dragón que descansaba sobre su hombro.

Viserion- (Tn). -volvió a llamar ya un poco más nervioso que las otras veces anteriores.

La chica se detuvo y lo miró algo extrañada por el tono de voz que había empleado.

(Tn)- ¿Qué ocurre?

Viserion- Abre los ojos...

Sin entender a que se refería volvió a mirar la laguna, esta vez desde un poco más lejos con la intención de tener una mejor vista.

No hizo falta mucho esfuerzo y tiempo para darse cuenta de lo que se refería Viserion, y no le extrañaba el tono empleado, aquello que albergaba las profundidades, ya iluminadas, de aquella laguna sobrepasaba todas sus expectativas y temores.

Quiso retroceder, quiso echar a correr pero una voz resonó en su cabeza, la voz de Zaldrizes llamando la cobarde. Tomó aire adoptando una mirada sería y decidida, fijó sus pies al suelo negándose a huir, su mirada chocó con otra mucho más penetrante y fuerte que la miraban con los ojos muy abiertos, amenazantes, fríos y llenos de desquiciada locura.

Sin saber porque, sin encontrar una explicación razonable del por qué había hecho aquello, sonrió de lado sin apartar la vista de aquel animal y usando una voz firme y al mismo tiempo aliviada dijo, captando la atención de Viserion, dos palabras, tan solo dos palabras bastaron para enfurecer al animal que acto seguido comenzó a hacer vibrar el agua y a elevarse frente a ellos con una mirada amenazante puesta en la chica, la cual no se dejó intimidar ante él.