68- Inquietud

Haruta- ¡Tierra!

La chica se acercó a la borda y vio aquella isla a varios kilómetros al norte, era una isla muy grande y estaba llena de vegetación, la chica pensó que seria una isla salvaje sin habitantes humanos, tan solo animales y plantas viviendo en libertad y en plena armonía.

Marco- Iremos a tomar provisiones, acercaros para repartir los encargos.

Minutos más tarde todos tenían una obligación pendiente cuando llegasen a aquella isla, a la chica le tocó ir con Ace y su división a tomar agua, misión que quería acabar rápido para así tener tiempo y explorar aquel lugar.

Viserion- Iré contigo, no quiero dejarte sola cuando siento que él está cerca.

(Tn)- Gracias por preocuparte tanto. -sonrió un poco tomando un barril que debía llenar.

Ace se acercó a ella y le sonrió mientras le pasaba una mano por su espalda. - Puedo llevar la yo si quieres.

(Tn)- No te preocupes por mi, puedo yo sola. -dijo haciendo el gesto con el brazo intentando sacar músculo.

Ace río y pellizco su brazo. - Ya veo. -dijo burlón.

(Tn)- ¿Te ries de mi?- dijo frunciendo el ceño mientras inflaba una mejilla provocando un gesto que enterneció a Ace.

Ace- Solo un poco, pequeña.

(Tn)- Ya veremos quien consigue traer más agua al barco.

Ace- Esa no es una competición justa, tú puedes hacer magia, yo no.

(Tn)- Pero tienes una fruta del diablo, yo no.

Ace- Si, pero de fuego y no creo que me sea de gran ayuda para transportar agua.

Viserion- Solo sirves para hacer hogueras y barbacoas, llamitas. -dijo en tono divertido.

La chica no pudo evitar estallar en una carcajada mientras que Ace empujaba con cuidado y usando su dedo indice al dragón que descansaba en el hombro de la chica.

Ace- Mi poder sirve para algo más que eso. -dijo sacando pecho.

(Tn)- ¿Ah si?- sonrió divertida con la intención de picar un poco más a Ace a pesar de saber que era realmente poderosa la mera mera no mi.

Ace- Lo has visto en innumerables ocasiones cuando nos atacó la marina, y además...- hizo brotar unas llamas desde su palma de la mano mientras la miraba seductoramente. - Puedo ayudarte en las frias noches del invierno.

Viserion- Pero en verano le eres inútil.

La chica volvió a reir al notar como el ambiente romántico que pretendió provocar Ace se rompía en pedazos.

Ace- Hoy alguien se ha despertado refunfuñón. -dijo mirando al dragón y cruzando los brazos delante de su pecho.

Viserion- Me encanta chafarte los planes. 

Ace- Serás...

Marco- ¡Adelante chicos! -gritó desde la otra punta del barco. - ¡Os quiero aquí dentro de dos horas!.

La chica vio como el barco se detenía cerca de la orilla de aquella isla, sus nakamas bajaron la pasarela para poder desembarcar y poco a poco fueron bajando con el material que necesitaban para cumplir sus tareas. La chica tomó su barril y esperó la señal de Ace dando orden de bajar a la isla. 

Ace- Vamos chicos, ya sabéis que debemos hacer.

Todos los miembros de la segunda división dieron un grito a modo de respuesta levantando el puño menos una persona.

Ace- ¿(Tn)? - sonrió ladinamente mirando la. -¿Sabes lo que hay que hacer?

(Tn)- Si.

Ace- ¿Si que?

(Tn)- Ace.

Ace movió su dedo de lado a lado.- No.

(Tn) resopló adoptando una mueca aburrida. - Si comandante.

Ace- ¡MI! comandante.

Viserion- ¿Nos podemos ir ya fogata?

(Tn) sonrió mirando a Ace, el cual suspiró poniendose el sombrero que llevaba colgando de su cuello.

Ace- Claro.- miró a su división y les hizo la señal para que bajaran a la isla.

(Tn) bajó observando aquel lugar fascinada, había tanta naturaleza que parecía ser una isla sacada de un libro de fantasía.

Ace- (Tn).

La chica lo miró confundida.

Ace- ¿Estás bien?

(Tn)- De maravilla. -sonrió, algo que no tranquilizó al chico. - Nos vemos en un rato. -dijo comenzando a caminar hacia el interior del bosque.

Ace la tomó del brazo mirándola preocupado. - Iré contigo.

(Tn)- Estaré bien. -sonrió.

Ace- Pero...

(Tn)- Nos vemos al anochecer y tú tienes que guiar a tu división.

Ace- Pero tú estás bajo mi mando.

(Tn)- Yo no pertenezco a ninguna división. -le acarició la mejilla al ver su rostro. - No te preocupes por mi.

Ace suspiró un poco y asintió. - Ve con cuidado.

Viserion- Yo la cuido llamitas.

Ace- De acuerdo...

La chica sonrió comenzando a caminar mientras sujetaba su barril, dejando al chico atrás mirándola con un sentimiento extraño e incómodo.

Las hojas caídas de los altos árboles que reinaban aquel bosque crujian a cada paso que daba la chica, la cual iba introduciéndose más y más en la espesura de aquel lugar, un lugar perfecto para huir tan sólo por unos minutos de todas esas obligaciones de su vida diaria, la preocupación por el dragón misterioso al que debía enfrentar la tenían consumida, pero no por resultar herida, si no de no volver a causar dolor a sus nakamas y a Ace.

Intentó apartar todos esos pensamientos de su vida diaria, todas esas obligaciones y responsabilidades tan sólo por unos momento, tan solo por esos momentos en los que estaría allí, rodeada de naturaleza, de la luz del sol que se filtraba por las hojas de los árboles sobre su cabeza, de esos animalillos que corrían en libertad y que la miraban con ojos curiosos cada vez que la veían pasar entre los árboles.

Cerró los ojos percibiendo como las hojas se movían danzando con la brisa formando un juego de luces danzantes que bailaban a su alrededor. Sin darse cuenta de que estaba sonriendo continuo su camino.

Tras varios minutos caminando oyó el sonido del agua correr, caminó hacia donde venia ese sonido, llegando a un riachuelo que había en las profundidades del bosque. Sonrió y se arrodilló en la orilla mientras abría el barril. Viserion bajó de su hombro y comenzó a beber.

(Tn)- Ya está, ha sido más rápido de lo que imaginaba.

Viserion- Este bosque es muy frondoso y verde, debe haber más fuentes de agua así.

(Tn)- Es precioso este lugar. -dejó el barril sobre la hierva y se sentó a su lado. - Lastima que no se vean islas tan bonitas todos los días.

Viserion- Un lugar bonito es pero tiene algo que no me gusta.

La chica lo miró confusa. - ¿A que te refieres?

Viserion observo a su alrededor buscando el origen de su inquietud.

(Tn)- ¿No estarás tan alerta que crees sentir cosas que no están?

Viserion abrió la boca para responder pero algo le detuvo.

Se oyó un chasquido de unas ramas al romperse ante una pisada, ambos se giraron hacia el lugar del que venía ese sonido mientras la chica tomaba su katana.

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