62- Una decisión
La chica caminaba por las calles de Dressrosa algo desorientada por los sucesos que habían tenido lugar en el palacio de Doflamingo, lugar en el que él atentó contra su vida por no acceder a unirse a su tripulación.
Los guardias tan sólo se molestaron en acompañarla hasta las afueras del palacio, asegurándose de que no se perdiera o empezase a curiosear por el lugar y al no recibir más ordenes no la acompañaron a la posada donde se hospedaba esa noche.
La chica se sentía tan fatigada por la falta de aire y el dolor de cabeza que no pudo evitar sentarse en un banco de madera que había frente a un parque infantil.
Se pasó la mano por la frente secándose el frio sudor que bañaba la mayor parte de su cuerpo. Sentir la falta de aire durante tanto tiempo le hizo encontrarse débil en esos momentos. Se llevó la mano hacia su cuello y cerró los ojos al encontrar esa zona tan delicada y dolorosa.
Dio varias respiraciones profundas intentando volver a llenar sus pulmones de aire limpio, y así poder regresar a la posada sin seguir dando tumbos por las calles a causa del mareo.
Cuando creyó que todo estaba bien se levantó y caminó lentamente hacia una de las ventanas de una casa que tenia todas ellas corridas con persianas, al acercarse pudo ver su reflejo iluminado por la tenue luz de las farolas de aquel lugar, pero era suficiente para poder ver las manchas rojas y moradas que adornaban su cuello.
Suspiró pensando en que les podría decir a Ace y los chicos sobre su herida sin que estos se encaminaran hacia el palacio con intenciones de ver a Doflamingo.
No quería que hubiese más problemas y menos con ese tipo.
Se miró sus muñecas y se mordió el labio al ver los cortes provocados por las esposas cuando Doflamingo la levantó sujetando la cadena que unía ambas.
Una voz apenas audible para la chica sonó a sus espaldas varias veces repitiendo su nombre intentando sacar a la muchacha de sus pensamientos.
Viserion- ¡¡(Tn)!!
La chica se sobresaltó y se giró hacia el pequeño dragón que volaba mirando la con gesto enfadado.
(Tn)- Viserion...
Viserion- Ya volví. -hizo una mueca. - Ni me extrañaste.
(Tn)- ¿Por qué dices eso? -lo miró preocupada.
Viserion- Ni me escuchabas... ¿Qué es eso del cuello?
(Tn) se cubrió un poco. - Bueno...
Viserion- No te han hecho heridas así ni en el coliseo, tus manos también están heridas, ¿que ha ocurrido?
(Tn) suspiró resignada, ocultarle cosas Viserion era tan absurdo como intentar hacer retroceder el agua que cae de una cascada, pues él tarde o temprano terminaría son sacándole la información o bien, él se podría adentrar en su mente y descubrir el motivo por el cual la chica tenia el cuello amoratado y cortes en sus muñecas.
(Tn)- Me encontré con Ace, Marco, Haruta y Vista, estuve hablando con Ace cuando aparecieron dos guardias, me obligaron a ir a palacio, me esposaron y Doflamingo quiso que me uniese a el y al negarme me extranguló.
Viserion - ¿Ese es el tipo de las gafas de sol de Marine Ford?
(Tn) asintió. - El mismo.
Viserion- ¿Y quiere que te unas a él? -asintio nuevamente. - Que extraño, por como se veía aquella vez parecía que te odiaba.
(Tn)- Pensé lo mismo... Oye Viserion, ¿Podrías curarme las marcas del cuello y las de las manos? No quiero que los chicos se preocupen por mi.
Viserion -Claro.
El Dragón se acercó a su cuello, abrió la boca dejando ver su larga y afilada ristra de dientes, un aire cálido salió de las entrañas del animal chocando con su cuello, el cual envolvió su cuello como si de una cálida bufanda se tratase.
Tras unos breves segundos Viserion se apartó dando por finalizado su trabajo, bajó hacia sus amos e hizo lo mismo, segundos más tarde se alejó un poco. La chica se volvió a girar hacia su reflejo en la ventana. No pudo evitar sonreír cuando vio que esas marcas habían desaparecido, tocó su cuello y suspiró aliviada al no notar dolor, todo lucia como si nada de aquello hubiese nunca.
(Tn)- Gracias. -se giró sin borrar la sonrisa y tomó al Dragón entre sus manos. - Regresemos a la posada.
Viserion- ¿Ace y los demás están allí?
(Tn)- Sí. -comenzó a caminar. - Estuve hablando con Ace... le dije toda la verdad a pesar de que el la sabia.
Viserion - ¿Qué verdad?
(Tn) miró al frente sintiendo los ojos curiosos de Viserion mirándola mientras lo sostenía entre sus manos.
(Tn)- Le fui infiel...
Viserion la miró sin entenderla.
(Tn)- Le fui infiel con Marco... el primer día en el que volví de aquel mundo hecho por el antiguo portador de la luz.
Viserion- (Tn), Tú no le fuiste infiel. -habló con calma.
(Tn)- Sí lo fui, no intentes negar lo obvio.
Viserion- Infidelidad es cuando ambas personas están conscientes y con todos sus sentidos activos en ese momento, pero tú mente aun se sentía confusa por el poder de la luz.
(Tn)- No, no intentes justifi...
Viserion- (Tn), mataste al portador de la luz instantes antes y sin darte cuenta de ello.
(Tn)- Pero...
Viserion- Lo hiciste con él porque él te tentó y manipuló para que lo hicieras, al igual que el portador te enfureció y provocó cuando intentó matar al recuerdo de Ace.
(Tn) lo miró sin decir nada.
Viserion- Los poderes de la luz, como ya te dije, son muy poderosos, los efectos pueden durar hasta varios días después de haber tenido el último contacto con ellos.
(Tn)- Pero...
Viserion- El único culpable es Marco, el incluso vino a preguntarme sobre tú estado esa noche, y supongo que fue antes de tomarte.
La chica lo miró sorprendida. - ¿Fue a verte?
Viserion- Sí, asique no le des más vueltas, no te culpes por ello, no estabas en tus capacidades.
La chica no dijo nada aún sin sentirse del todo segura de lo que Viserion decía.
Llegaron a la posada, subió las escaleras que llevaban a la habitación que compartía con Sabo y tocó en la puerta. Sólo fue cuestión de segundos que la puerta se abriese, al otro lado se encontraba Sabo sonriendo aliviado.
Sabo- Menos mal que estás bien, Ace me dijo que te habían llevado a palacio.
(Tn) sonrió a modo se respuesta y miró el interior de la habitación. -¿Y los chicos?
Sabo- Han ido a ocupar otra habitación.
(Tn) - ¿Has hablado con Ace? -entró a la habitación dejando a Viserion sobre la cama que le correspondía a ella.
Sabo- Sí, ha sido agradable volver a ver a mi hermano. -sonrió cerrando la puerta. - Aunque no ha cambiado nada.
(Tn) sonrió tomando asiento. - Ojalá estuviésemos los cuatro juntos.
Sabo- Luffy. -dijo con un tono de melancolía en su voz. - Lo echo tanto de menos.
(Tn)- Yo tengo que volver a su barco para darle el sombrero. -sonrió un poco. - Quería asegurarse de que volvía.
Sabo- (Tn) -se sentó en su cama y la miró. - ¿Qué vas a hacer?
(Tn)- ¿A que te refieres?
Sabo- ¿Vendrás conmigo o te iras con Ace?
La chica miró sus manos sin saber que decir, sabia que con él estaría bien pero echaría de menos a Ace, no podía quitar de su mente su rostro preocupado y triste que tenía cuando ella le habló hace unas horas.
Tras varios minutos hizo contacto visual con duda ojos, los cuales la miraban atento y preocupado.
(Tn)- Creo que será mejor regresar con Barbablanca...
Sabo asintió levemente con la cabeza. - Sí crees que es lo mejor para ti lo aceptaré.
(Tn)- Creo que si. -sonrió un poco.
Sabo esbozó una sonrisa tan fingida que no pasó desapercibida por la chica. - (Tn)... -se acercó a ella arrodilladose en el suelo quedando a su misma altura, la miró a los ojos adoptando un gesto más serio. - (Tn), escúchame bien, si necesitas algo, si estás en peligro o simplemente necesitas verme, llámame. - le dio un Den den mushi personalizado. - No importa donde estés ni lo que yo esté haciendo, estaré allí para ti.
(Tn)- Sabo...
Sabo- Promete me que me llamarás si ocurre algo, o simplemente porque me echas de menos.
(Tn)- Lo haré. -sonrió mirándolo. - Lo miso digo de ti, si necesitas algo llamé y estaré allí.
Sabo asintió forzando una sonrisa, llevó una mano hacia su nuca y se acercó a su rostro dejando sus labios unos segundos la frente de la chica, los acercó hacia su oído y susurró. - Sí cambias de opinión y quieres venir conmigo házmelo saber, me harías muy feliz, (Tn).
Se alejó y caminó hacia su cama.
Sabo- Es hora de dormir, mañana hay que madrugar.
(Tn) asintio levemente y se tumbó en la cama pensando en todo lo que acababa de suceder esa noche.
A la mañana siguiente, frente al puerto se encontraban Koala, Sabo y Hack despidiendo a los chicos.
Sabo- (Tn), recuerda lo que te dije anoche.
(Tn) asintió sintiendo las lágrimas es sus ojos por tener que despedirse de él.
Marco- Gracias por cuidarla, y un placer conocerte.
Haruta- ¡Padre se pondrá muy feliz!
Vista- Y nosotros seguiremos con nuestras cabezas sobre los hombros.
Ace- Gracias, Sabo. -sonrió.
Sabo- No hay de qué, protegerla y cuidadla por que... -adoptó un rostro serio y enfadado. - Cómo (Tn) me llame llorando por culpa de alguno de vosotros iré y me la llevaré conmigo.
Marco- Descuida.
La chica corrió hacia Sabo, el cual la recibió con una sonrisa en volviéndola con sus brazos.
(Tn)- Te quiero mucho Sabo. -dijo sintiendo las lagrimas caer. -Me alegro tanto de que estés bien...
Sabo- Yo también te quiero, pequeña.
Se separaron y el chico besó su frente secando sus lágrimas.
Sabo- Prometo volver a vernos pronto.
La chica asintió y le dio una vivre card. - Guárdala.
Sabo la tomó y la puso en el bolsillo interior de su chaqueta. - Cómo un tesoro.
Se despidieron de ellos y se alejaron de allí hacia un pequeño barco.
(Tn)- ¿Y ese barco? -dijo terminando de secarse las lágrimas.
Viserion- No lo había visto antes.
Vista- Necesitábamos uno para llegar sin hacer notar que eramos piratas.
(Tn)- ¿Lo habéis robado?
Haruta- Requisar, hemos requisado el barco.
La chica río un poco llamando la atención de Ace. - Cómo digáis.
Haruta- ¡Esta noche habrá banquete!
Marco- Subid al barco, llegaremos al atardecer.
Todos asintieron y subieron al barco zarpando rumbo a el barco de Shirigohige.
Pasaron las horas, Vista estaba limpiado su espada, Haruta dormia, Marco manejaba el barco y la chica miraba el mar sin percatarse de la mirada triste del pecoso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top