6- ¿Nuevo miembro de la marina?
Narra (tn)
Llevaba varios días en el pequeño barco, comprobé el mapa y el Log Pose, llegaría al Archipiélago Sabaody en unas cuantas horas. Durante estos días no me encontré con ningún marino y eso me ponía algo inquieta.
Al cabo de unas horas divisé la isla, conduje el barco a una zona oculta de la isla para que cualquier pirata o Marín no lo viese. Antes de bajar me puse una capa junto a la capucha que llevaba para ocultar mi rostro, tomé la mochila que llevaba la carta para Jimbe junto con un poco de comida.
El lugar era muy extraño, había un bosque con los árboles enormes y enumerados y burbujas flotando por encima de las cabezas. Tras un tiempo caminando llegué a un pueblo, la gente se movía de acá para allá muy animada. Empecé a buscar con la mirada a Jimbe intentando pasar desapercibida entre la multitud, de repente todos se callaron y se pusieron a ambos lados de la calle, hice lo mismo y miré a que dejaban paso, todos estaban con las cabezas agachadas, por en medio de la calle pasó un hombre bajo, obeso y con cara de suficiencia mirando a los que habíamos allí, iba sentado en lo que parecía ser una silla con ruedas tirada por una persona que iba a gatas. El hombre dándole fuertes latigazos riendo para que caminara. Miré pensando por que la gente de aquel sitio permitía esa salvajada, el hombre hacia muecas de dolor. En el mometo en el que iba a intervenir sentí una mano agarrandome el brazo y tirando hacia atrás, antes de que pudiera decir algo otra mano me tapó la boca y me alejó de allí.
Una vez de nuevo en el bosque las manos me liberaron y miré hacia mi raptor para enfrentarlo.
-¿Qué se supone que... - abrí los ojos y lo miré sorprendida y alegre- ¡¡Jimbe!! Pensé que me costaría encontrarte, esta isla es grande.
Jimbe- Menos mal que estuve por allí, (tn)-san, te vi con intenciones de golpear a ese hombre.
-Lo que estaba haciendo es algo imperdonable... ¿Qué tipo de gente hay aquí?
Jimbe- Es una isla un tanto diferente, si no llego a impedir que golpearas a ese hombre ahora estarían vendiendote como esclava.
Me quedé callada por unos momentos mirando al suelo -Lo siento, no pude evitar quedarme quieta.
Jimbe- Tienes buen corazón, es normal que quieras ayudar.
-Supongo - dije abriendo la mochila y dándole la carta.
Jimbe- Gracias (Tn)-san -dijo guardando la carta.
- ¿Le digo algo de tu parte a Shirohige?
Jimbe- No, no es necesario
-Está bien, en ese caso me iré ya...
Marín- No iras a ningún sitio (tn).
Me giré y vi a más de una decena de marines apuntandome con sus armas y en medio al que parecía ser su capitán.
Jimbe- Kuzan... ¿Qué demonios haces aquí? -dijo irritado.
Kuzan- Supuse que (tn) vendría aquí a buscarte, es un alivio haber llegado a tiempo y poder conocer a la nueva y única hija de barbablanca.
Me quedé callada mirando a Kuzan y al resto de la marina que me seguía apuntado con sus armas.
Kuzan- ¿No crees que desperdicias tus capacidades siendo pirata? Pudiendo te unir a la Marina, tendrías futuro aquí.
Oí que te unites a la tripulación de barbablanca por que salió una recompensa tuya en el periódico por sólo ayudar a un amigo tuyo, ¿Es cierto? ¿Te uniste por que no te quedaba otra salida?
Me quedé en silencio y lo miré fijamente a los ojos, sentí a Jimbe observando me.
Jimbe- (Tn)-san... ¿Es eso cierto?
-Si -dije tras unos segundos- nunca estuvo entre mis planes ser pirata.
Jimbe- (tn)-san...
Kuzan- Siempre puedes renunciar, si lo haces y te unes a la Marina tendrás un gran futuro.
-¿Qué es lo que pretendes? -dije fría
-Únete a mi, piensa que lado te conviene más, ¡Chicos, bajen armas!- al momento los marines dejaron de apuntarme- No he venido a luchar, (tn), solo he venido a proponerte un trato, tú eliges, o sigues siendo una pirata perseguida por la Marina o te unes a mi, tendrás un gran futuro, (tn).
Dicho esto se fueron hacia la ciudad dejándome con Jimbe a solas. Miré a Jimbe que me miraba serio, supongo que no se esperaba que me hubiese convertido en pirata sin querer serlo.
-Jimbe, he de irme, cuídate. -dije caminando hacia donde había dejado mi barco.
Jimbe- ¡¡(Tn)-san, ni se te ocurra dejar a barbablanca o te las verás conmigo!!
Le sonreí y me dirigí hacia mi barco.
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