────── ANGHALHAD JAMÁS PENSÓ ENAMORARSE A PRIMERA vista, sin embargo, en cuanto se chocó con aquel hombre, lo supo desde un instante...

¡Era su alma gemela!. Era perfecto para ella, era inevitable que no se haya enamorado a primera vista.

Y ahora dirán, ¿Como alguien se puede enamorar a primera vista de alguien que no conoce? Pues en su defensa ella diria que le encanto su apariencia, su amabilidad que tuvo con ella y sobre todo esa actitud tan serio y rudo que mostró.

Se le fue imposible no caer ante la tentación de ese hombre. Pero, nunca imagino quien era esa persona, a pesar de eso, nunca se arrepentiria.

¿O si..?

──────(✿)────── Lo que tenía en mente era claro, mi plan era evitar a toda costa a el caballero de la muerte y su pelotón ¿Por que? Si me los encontraba estoy segura que seria un completo escándalo, por lo único que vine era para comunicar el mensaje que me dio mi madre a la Reina Elizabeth.

Por ese mismo motivo insiste a mi hermano sixtus para que también se transformará, al igual que yo, lo bueno es que gracias a que somos hadas tenemos la habilidad de cambia formas. Gracias a mi entrenamiento rudo que tuve todo este tiempo pude utilizarlo, al fin y al cabo la raza de las hadas esta en mi sangre.

(...)

Ahora mismo estábamos rumbo al castillo, nos encontrabamos en el pueblo con Sixtus y Myrtus, lamentablemente myrtus no podía cambiar su apariencia, pero nada que un sombrero y una capa resuelva.

Nos distraímos viendo algunos puestos de comercios, que ha decir verdad nos intereso y debido a eso nos detuvimos a observar algunas cosas.

Todo iba muy bien a mi parecer hasta ese entonces.... , pero todo eso se desvaneció en un instante cuando una chica y yo tropezamos, por instinto la agarré debajo de sus codos para que no resbalara y cayera.

Cuando levante la vista para poder verla, quede paralizará al reconocerla....

“Esa cabellera azul marina, esos ojos azules, si, definitivamente era Anghalhad. Pero si ella esta aquí, eso significa que los otros también están acá” pensé, pero rápidamente salí de mis pensamientos cuando Anne me hablo.

(...)

── ¡Ay, lo siento! -. Dijo la peliceleste arrepentida y avergonzada, aún en el agarré del hada.

── Ah.. Si no pasa nada señorita -. Entrcerro sus ojos manteniendo contacto visual con la chica quien  puso sus pómulos de color carmín.

“Oh no, que suerte tengo, porque tuve que encontrarme con ella, bueno, por lo menos no fue con-” -. Pensó cuando se interrumpió a si mismo al ver a la persona menos deseada que quiso encontrarse.

── ¡Anne! Con aqui estabas , ¡Donny y yo te estuvimos buscando! -. Hablo un peliverde que venía corriendo a dirección de ellos, el pelinegro se sobresalto ante la sorpresa y soltó por accidente a la peliceleste.

── ¡Ay! -. Se quejo la chica de melena celeste, rápidamente el pelinegro de puntas amarillas se agachó a darle la mano para levantarse.

── Lo siento señorita, no fue mi intención hacerle caer -. Anne solamente se le quedó viendo unos segundos para después ofrecerle una sonrisa mientras negaba con su cabeza.

── Mhn, no pasa nada, fue culpa mía al no hacerlo incomodar debido a mi torpeza -. Sus pómulos se sonrojaron, todavía mantenia una leve sonrisa, hasta que apareció su compañero peliverde.

── ¿¡Anne, estás bien!? Ví como de repente te caíste de trasero -. La mencionada le apareció una venita de furia en su rostro, y ahora con una sonrisa incómoda giro su cabeza para verlo.

── Hola Percival, que sorpresa -. Comentó entre dientes con sarcasmo, a lo que el peliverde ni captó.

──¿Si verdad? Donny y yo te estábamos buscando porque de repente te desapareciste -. Giro su cabeza a un lado cerrando sus párpados mientras que se rascaba la nuca.

── Si, si, Ajá -. rodó su ojos con desinterés.

── ¿Y quién es el? -. Habló con interés al ver a aquel chico pelinegro «desconocido».

── Oh bueno, sinceramente no lo sé -. Dirigió su mirada al pelinegro quien fue espectador de su pequeña discusión, mantenía una mirada incómoda cuando lo metieron en su conversación.

── Vaya, mucho gusto mi nombre es...-. Se quedó unos segundos callado, ahora en estos momentos deseaba tanto que alguien viniera para interrumpir.

── ¡Hey, Chicos! -.Esa voz hizo que Percival y Anne voltearon su cabeza para ver a aquel hombre cabello escarlata quien se les estaba acercándo-. Acá están, por las deidades, ya decía que estaba perdido, y que nunca los llegaría a encontrar.

── ¡Ah, Donny! -. Saludo alegre el de ojos morados. Mientras que la chica a su costado se cruzaba de brazos.

Mientras eso pasaba, el chico o bueno, Nasiens se escabullo para huir de aquel lugar lo más antes posible antes de que lo atraparan.

El pelotón de Percival luego de estar deambulando por el Reyno regresó al castillo, mientras Percival y Donny conversaban, Anghanhald solo podía pensar en una cosa.

En ese chico pelinegro de puntas amarillas, con hermosos ojos color miel ámbar que la hipnotizaron al segundo, y aquellos pequeños momentos de tacto que tuvieron, esa sonrisa que le dedico, esa seriedad, ese cuerpo. Oh Dios mío, cuanto deseba encontranserlo otra vez, para esta vez hablarle correctamente y presentarse.

Suspiro con pesadez ── Uhf... ── Soltó, pensó que si tal vez Percival no los hubiera interrumpido, ubieran llegado a conocerse, giro su cabeza mirando mal a el de hebras verdes.

── ¿Pasa algo Anne? Siento que me miras enojada, pero no como acostumbras, si no más enojada -. Dijo achinando sus ojos viendo fijamente a su compañera. Está sola le salian venitas en la cien cada que salía alguna palabra de Percival.

── Serás idiota, tch -. Bufo enojada, se dirigió al lado de Donny ignorando por completo al otro.

── Ya ya, chaparrin hay que dejar de irritar a Anne, porque  muy pronto le sacaremos una hernia. -. Bromeó, luego miro a la de baja estatura, le acarició sutilmente su cabeza, ella solo con una mueca y un pequeño sonrojo en sus pómulos se dejó.

── ¿Por que están tan cariñosi– -. Fue interrumpido por un golpe de puño en su cabeza.

── ¡¡Callate!! -. Gritó Anne con su cara roja, un chinchón crecia en el lugar golpeado del hombre. Donny rio nerviso rascando su mejilla también sonrojado observando a sus amigos.

── Ay... Pero tampoco sean tan malitos -. Percivalynes aparecieron curando el golpe de Percival, este solo tenia una lagrimita tocando su cabeza.

Seguian recorriendo hasta que unos caballeros los llamaron solicitando su presencia ante la Reyna Elizabeth. Ellos siguieron a los caballeros hasta que entraron a la sala donde estaba la Reyna con otros invitados que los esperaban.

── Vaya, que bueno que llegaron -. Observó a el Pelotón de Percival -. Ustedes se pueden retirar, gracias -. Los caballeros dieron una reverencia y se fueron, quedando así ocho personas en la Sala.

──  Su Majestad -. El pelotón dio una reverencia a la Reyna, luego volvieron a su posición normal, ahí se dieron cuenta de la presencia de los otros invitados.

── Me alegra que puedan estar acá, bueno, si no sería molestia, me encantaría que les hagan un recorrido a  mis invitados especiales ¿Podrian hacerlo, por favor? -. Pidió con voz suave y encantadora, entrecerrando sus ojos.

── Claro su Majestad Reyna Elizabeth -. Contesto amablemente la peliceleste. Giro su cabeza colocando un dedo en su mejilla viendo a los mencionados.

── Mhp.... -. Tres hombres altos yacían parados a un lado de la habitación, la penumbra que los rodeaba era algo incómoda, uno estaba cruzado de brazos con mirada fría hacia la nada, otro tenia su mano en el broche de su larga capa negra muy sospechosa decir verdad y por último el otro chico esta recargandose entre la pared con su vista dirigida a la gran ventana que alumbraba la habitación.

¡Ah, claro! Ese chico de ahí es con el que me encontré, ¡Que suerte!.

── Los dejo, quisiera que se presenten debidamente -. comentó la peliplateada con carisma, guiñandole el ojo al trio de amigos misteriosos.

── Como ordené su Majestad -. Respondieron con respeto inclinando su cabeza el trio a quien la Reyna les había guiñado el ojo anteriormente.

La Reyna se retiró, entonces ahí fue cuando ubo un silencio un tanto incómodo, claro, hasta que el pelirojo extrovertido rompio el silencio ante la situación.

── ¡Mi nombre es Donny, y soy miembro del pelotón de Percival; el caballero de la muerte! Nos da mucho gusto conocerlos -. Luego, la peliceleste se animó ante el entusiasmo de su compañero.

── Igualmente mucho gusto en conocerlos, mi nombre es Anghanhald, pero pueden llamarme Anne y también soy miembro del Pelotón de Percival; el caballero de la muerte. -. Colocó su manos en su cintura mostrando un leve sonrisa para causar una buena impresión.

── Yo soy Percival, el caballero de la muerte y también me da gusto en conocerlos. -. Agregó por último el peliverde con sus dos brazos detrás de su cabeza con una gran sonrisa.

Silencio.

El otro trío de chicos mantenían la mirada baja, como si no ubieran escuchado a la demás dejándolos perplejos, el de capa negra con sombrero quiso hablar primero, al notar como sus hermanos nisiquiera se dignaban a verlos, y a decir verdad los entendia.

── Mi nombre es Myrtus, y provengo del Bosque del  Rey Hada, dudo mucho que me conozcan a diferencia de ustedes. -. Se quitó el sombrero dando a descubierto su rostro.

── Soy Sixtus y al igual que mi hermano, también pertenezco al Bosque de Rey hada. -. Ubo un “puff” y reveló su verdadera identidad mostrando a un chico de mediana estatura de cabellos rosas.

── ¡Woah! ¡¿Entonces, son  hadas ustedes dos!? -. Entusiasmado, Percival chibi se acercó a ambos con estrellitas en sus ojos.

── A-ah, de echo, solo mi hermano sixtus es un hada, yo solo soy humano -. dijo afligido con la presencia del peliverde. El pelirosa asintió ante lo dicho del pelinegro.

── ¿Yyy tú? Todavía te falta decir tu nombre -. Agregó  coqueta la peliceleste quién colocó un dedo en brazo del pelinegro de puntas amarillas.

Los hermanos solo tenian una gotita en su cien ante el temor que sentiría su hermana por los nervios contenidos.

── .... -. Vió como sus antiguos amigos mantenían la mirada fija en ella, como si no la conocieran -. Yo.....

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