Capítulo 33
Naruto sentía un enorme dolor de cabeza, abrió lentamente sus azules parpadeando con duda tratando de adaptar sus ojos, sintió un pinchazo, giró su mirada con miedo recordando lo que había sucedido, no podía moverse -¿Quién? ¿quiénes son ustedes? -el chico peliblanco a su lado acomodó sus lentes con calma -veo que ya despertaste, ¿ya tienen los resultados? -una joven asintió, entregó el reporte, Kabuto leía atentamente, sonrió con maldad -esto le encantará a Danzo-sama, el doncel está preñado con sangre Uchiha -Naruto abrió sus ojos bastante con sorpresa, tenía miedo, ¿estaba embarazado?, ¿dónde estaba Itachi?, ¿su papá?, giró su mirada con duda -¿para que me tienen aquí?¿qué pretenden?, no se atrevan a tocar a mi hijo -Kabuto negó con fastidio -guarda silencio, tu voz me pone de mal humor, si estás aquí lamento decirte que puedes olvidarte de tu libertad y de la de tu hijo, serás la próxima arma de Danzo-sama y su máquina de crías -Naruto abrió sus gemas con terror, sus ojos se aguadaron con miedo, giró su mirada viendo que se encontraban bajo tierra, podía sentir una barrera de chakra y una de fuerza, era una maldita fortaleza, lágrimas cayeron de sus ojos, ni siquiera podía moverse -Itachi -susurró con miedo -sálvanos-
Naruto abrió sus ojos con terror al ver que Kabuto abrió sus piernas, metió unas pinzas por su entrada, estás se abrieron creando un espacio para manipular en su interior -aaaaaahhhh -dolía un infierno, lloraba con dolor -suéltame, deja a mi hijo -Kabuto sonrió con diversión -sólo debo abrir un poco -sacó una jeringa y con un microscopio se guío para llegar al óvulo fecundado, lo inyectó -el Namikaze negaba con terror -te mataré, te juro que te mataré -susurraba en medio de sus lágrimas, ¿qué le hacían a su bebé? -Kabuto reía con burla, le gustaba hacer sufrir a sus experimentos.
…..
El Uzumaki se sentía mareado, todo se veía con movimiento, era como si volara, el olor le daba asco, escuchaba las gotas de agua caer como si fueran enormes golpes en un tambor, todos los ruidos habían aumentado bastante sus decibeles, escuchaba la pluma del Kabuto rayar como si rascara la madera, las teclas del computador golpear con fuerza, sintió bastante asco, una arcada vino a él, una chica pelirroja a la cual veía borrosa le acercó un recipiente, lo giraron un poco con cuidado, el vómito salió, no podía parar, no podía controlarse -esto es magnífico, uno de los bebés ya aceptó las células de Hashirama Senju -Naruto abrió sus ojos levemente, ¿qué demonios?, ¿cuánto llevaba en ese lugar?, Una nueva arqueada de vómito llegó, se sentía demasiado mal, lágrimas salían de sus ojos.
-Veo que te diviertes Kabuto -el científico sonrió -tengo buenas noticias Danzo-sama, uno de los bebés aceptó en su ADN la células de Hashirama Senju, hay una alta probabilidad que el Mokuton despierte -Danzo sonrió con maldad -el segundo bebé fue sencillo, aumenté su capacidad visual en su Sharingan, sumando sus reservas Uzumaki, ambos pequeños sin lugar a dudas serán los shinobis más poderosos del mundo ninja, esta mezcla de sangre fue perfecta -el consejero sonrió satisfecho -perfecto, todo sale de acuerdo a mis planes, en cuanto nazcan los niños prepara a mi arma para operación, colocarás el chip de control mental en él y comenzaremos a adiestrarlo -Kabuto asintió, Naruto escuchaba confundido y aterrorizado.
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Itachi corría por los bosques con su sharingan activo tratando de sentir el chakra de su rubio, paró sobre un árbol viendo la luna recordando aquel día en los jardines del palacio del Daimyo, bajó su mirada con frustración -¿dónde estás mi hada? -susurró sintiéndose impotente de hacer algo por su amor, no se rendiría, debía recuperarlo, tragó pesado, cada minuto era un minuto que su pareja sufría, comenzó a correr con desesperación tratando de sentir cualquier rastro del chakra de su amor -muévete Shisui, no pararemos hoy -el comandante asintió -entiendo, tranquilo hermano, lo encontraremos, estaré a tu lado, no te dejaré solo. Naruto debe aparecer, es fuerte, no se rendirá -Itachi asintió sintiéndose más tranquilo con el apoyo de su primo.
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