Capítulo 31

Minato veía a ambos con la mirada afilada -debieron esperar al matrimonio -los dos tragaron pesado -¿dónde quedó su responsabilidad?, creí que ambos ya eran mayores, les di mi confianza y resulta… -Kushina veía a los chicos con nervios, el Hokage cada vez subía más el tono y su mirada era más afilada, la voz de su marido se hizo lejana, bajó su mirada, sus ojos se abrieron bastante, agua corría por sus piernas, un fuerte dolor que iba desde su estómago hasta la parte baja de la columna en el área lumbar comenzó a sentir, sin poder contenerse gritó con fuerza -aaaaaahhhh cállateeeeee ttebaneeeee -los tres abrieron sus ojos con miedo ante el fuerte grito -ya vieneeeeeee -Minato asintió, recordó las amenazas del primer parto, se acercó con velocidad a su esposa, la cargó con cuidado -va… vamos kushi -la pelirroja apretó el ceño -nada de kushi bastardo, duele un maldito carajooooo, muéveteeeeee -ambos desaparecieron al hospital -me dejaron ttebayo, vámonos Itaaaaa -el pequeño salió corriendo con velocidad. Itachi sonrió al verlo emocionado -kushina-san da algo de terror -Naruto tragó pesado -no has visto su transformación habanero sangriento, reza por nunca verla ttebayo -el Uchiha lo vio con duda, corrieron con velocidad entrando al hospital, vieron al Hokage entrar con su esposa en una sala, corrieron a su encuentro, una enfermera los paró -deben esperar aquí, atenderemos a kushina-sama, el Hokage pidió que enviara a un sapo por los sannin -el pequeño asintió, con velocidad invocó a un pequeño sapo mensajero -Gama-chan, es una emergencia, dile a Ero-jiji que traiga a la abuela, mamá está por aliviarse -el sapo asintió, desapareció.

Naruto se veía angustiado, quería entrar, mordió sus labios con ansiedad, una mano tomó suavemente su quijada, con su pulgar separó sus labios -te lastimarás los labios mi hada, tranquilo, Kushina-san es bastante fuerte -el rubio sonrió quedito dejándose abrazar por el mayor quién besó su frente -yo quería estar adentro Ita -Itachi sonrió divertido -es mejor así, de esta forma puedo abrazarte y tranquilizarte -

Naruto sonrió quedito, se levantó en puntitas, besó los labios de su prometido -¿Qué demonios significa esto renacuajo? -Naruto tragó pesado, Itachi levantó una ceja con sorpresa -ero… Ero-jiji, Itachi es mi prometido ttebayo -el sannin afiló su mirada -Jiraiya, no molestes al niño, mocoso después me cuentas, ahora entraré -el pequeño asintió, el sannin cruzó sus brazos observando con filo que seguían abrazados -¿desde cuándo Minato permite novios?, ¿prometido?, no tengo reporte de ello, mientras Minato no me aclare, te quiero de este lado renacuajo -el pequeño levantó un puchero viendo el dedo apuntar de su casi abuelo a su lado, Itachi tenía una gota en la nuca -Ero-jiji, Itachi es mi prometidooooo -el mayor afiló la mirada hacia el Uchiha, el heredero realizó una reverencia con calma -Itachi Uchiha, mucho gusto Jiraiya-sama -el sannin lo vio con cuidado, había escuchado del Daimyo que le agradaba en un futuro como quinto Hokage, había hablado de sus virtudes hace tiempo -¿Cómo es eso de que eres el prometido de mi renacuajo? -el Uchiha tomó su cabello con vergüenza -hace unos meses el Daimyo y el consejo del fuego metieron a Naruto al programa de reconstrucción de clanes por proceso de selección -Jiraiya se puso rojo, apretó sus puños con coraje, giró su mirada al pequeño que veía con adoración a su pareja, se calmó -anteriormente mi primo el comandante anbu sería su prometido, pero… -se puso rojo, Naruto rio quedito -¿pero qué? -el rubio levantó un puchero al ver a su abuelo presionar -pero me robó ttebayo, papá le dio permiso -Jiraiya abrió sus ojos con sorpresa -pero ibas a ser monja renacuajito -Naruto rio en una carcajada -definitivamente el hábito nunca fue lo mío Ero-jiji -Itachi sonrió quedito viendo con cariño a su pareja, el sannin se calmó al ver la misma mirada de su renacuajo en el chico -aún tengo duda, así que ven aquí -el sannin jaló del cuello de la blusita a su pequeño y lo abrazó con cariño, una gota cayó en la nuca de Itachi -te extrañé mi pequeño renacuajo, ni siquiera me has saludado -Naruto rio quedito dejándose hacer -si llegaste peleando, ¿cómo te iba a saludar Ero-jiji? -el sannin soltó una carcajada -debes entender que yo aún te veo como un renacuajito, casi me desmayo -Itachi sonrió al ver el amor que se tenían ambos, estaba un poco envidioso, él quería eso para su familia, pero eran bastante secos, sonrió al recordar que en un futuro él podía ser así, el celoso y cariñoso, se imaginó a él mismo con sus hijos y nietos, veía con un brillo especial a su pareja, esto no pasó desapercibido para el sannin agradándole lo que veía.

Un fuerte grito de la pelirroja y Minato se escuchó, el sannin negó con diversión -tu madre ya le rompió la mano a Minato nuevamente -una gota cayó por la nuca de la pareja, un fuerte llanto de bebé escucharon, los tres sonrieron con emoción, pasaron algunos minutos, las puertas se abrieron -ya pueden entrar mocoso -Naruto abrazó a la Senju con emoción -gracias abuela -la rubia acarició su cabello -nada de eso mocoso, para mí es una alegría esto -el pequeño sonrió con emoción -Tsunade-sama -el rubio Hokage era sanado por Shizune, giró su mirada filosa -¿Puede decirme si Naruto está embarazado? -Itachi y Naruto tragaron pesado, la rubia y el sannin apretaron el ceño -papaaaaa -Kushina apretó el ceño -Mina, no tienes remedio ttebane -el Hokage levantó un puchero, la sannin sonrió con diversión al revisar al pequeño Namikaze -no digas tonterías Minato, no está embarazado, su matriz está terminando de formarse, recuerda que tenía retraso hormonal -

Itachi y Naruto sonrieron algo forzados, se habían hecho una novela con ese embarazo. Minato afiló su mirada -ya está Mina, ahora atiéndenos ttebane -Naruto corrió con emoción a lado de su madre. Minato sonrió, se acercó; el rubio menor vio a su pequeño hermano, besó su frente con cariño -es igualito a ti ma -Kushina sonrió con diversión -esta vez gané Mina -el Hokage sonrió con emoción -son hermosos cariño -el mayor abrazó a su Naruto, besó su frente, se agachó y besó a su esposa y la frente de su pequeño hijo. Itachi observaba con cuidado, sintió la mano del sannin en su hombro -cuando tengan sus hijos podrás llenarlos de mimos y ellos a ti como lo hace Minato -el azabache sonrió quedito con emoción -eso es lo que quiero -el sannin y la Senju habían aprobado al chico sin dudar al ver la mirada de amor e ilusión sobre su nieto, no pasó para nadie desapercibida la decepción de los prometidos al ver que no había embarazo.

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