8
Tn
Me desperté y sólo oía voces, mi vista era borrosa, no podía ver nada pero si podía escuchar lo que decían, mi vista se fue aclarando y fue cuando vi que estaba metida en una jaula grande, no muy grande pero si podía moverme, me levanté y rápido todos me voltearon a ver, un agente se acercó a un micrófono.
— probando, probando, bueno al fin pudimos atrapar a la bestia— solté un gruñido— Empezaremos con las corrientes eléctricas, si aguanta proseguiremos a hacerle más daño— de pronto sentí una corriente en mi y solté unos gruñidos de dolor, pero no iba a rendirme, fueron como seis o más corrientes y yo todavía estaba de pie — Al parecer, la bestia es fuerte, como dije proseguiremos a hacer más daño— y así siguieron haciéndome daño, no pensaba rendirme, ¿Dipper en donde estas?.
Dipper
Sin que se dieran cuenta, ya estaba adentro de lo parecía una fábrica, cada vez que pasaba veía los animales que están en mi diario, no le di importancia y seguí caminando sin que me vieran, cuando pase en una puerta oí un aullido, entre en el cuarto sigilosamente y lo que vi me dejo petrificado.
Le estaban haciendo daño a mi loba, no, tengo que salvarla, todos lo que estaban en el cuarto se fueron, apague la luz del lugar y corrí como pude a la jaula aunque no miraba nada seguí corriendo, oí un aullido, encendí mi linterna y ahí la vi, trate de abrir la puerta pero no podía empecé a buscar la llave y la encontré, abrí la puerta y mi loba se tiró encima mío.
—Mi loba, vámonos no tenemos mucho tiempo — salimos y tuve que vigilar que no hubiera nadie, caminamos por un largo pasillo y al parecer no había nadie, seguimos caminando y oímos una puerta abrirse nos escondimos y salió un científico, se fue al cuarto y cuando salió grito que no estaba la bestia, ya empezaba a molestarme que le dijieran así, sonó una alarma y todo se puso de color rojo, me subí a su lomo y ella no dudo en correr, cuando íbamos a salir la puerta de salida se cerró de golpe, dejándonos encerrados.
—Vaya vaya, con que escapando he— un señor de unos 80 años, estaba detrás de nosotros y atrás de él como unos 50 soldados.
—¡Déjanos salir!— hizo una seña de no con el dedo.
—No, a ti te dejaré ir, pero a ella no — Mi loba soltó un gruñido
—¡¿Por que tanto te interesa?!—
—Por que ella es mi sobrina—
¿Q-Que?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top