Dipper

Todavía estábamos en el laboratorio, mi tío caminaba de un lado para otro, no obtuvimos respuesta, subí al living por que estaban tocando la puerta, cuando la abrí, estaban los mismos agentes paranormales que había visto cuando tenía 12 años.

—¿Se les ofrece algo?—

—Si, de hecho, buscamos a un niño llamado Dipper pines —

—Soy yo, cuanto tiempo sin verlos chicos, pasen pasen— los deje pasar y ellos se sentaron en el sofá, me senté enfrente de ellos— ¿Y que es lo que hacen aqui?—

—Venimos a pedirte ayuda, ¿Tu sabes todos los misterios de Gravity Falls verdad? —

—Si, me lo se todos gracias al diario— se los mostré

—Bueno quería preguntarte si a esta criatura, ¿la has visto alguna vez? — me enseñaron una foto, no puede ser, esa es la loba que me salvo, mi loba, ¿pero por que la buscarán?.

— No, nunca había visto esa criatura—mentí —¿por que la están buscando?—

—Llevamos días, hasta meses tratando de atraparla, pero siempre se escapa, la queremos por que ese animal no es un animal común y corriente como los demás, ese animal tiene algo que los demás lobos no tienen y nosotros queremos atraparla por esa razón —

—Haremos inventos con ella y sabremos si hay más como ella, que dices ¿Nos ayudarás?—

y entregarles a mi loba, no gracias.

Obvio que no le respondí eso, ellos seguían esperando mi respuesta pero no sabia que decir, tenía un nudo en la garganta, le harán inventos a ella para saber que es, no lo creo, ella me protegió de esos lobos ahora es mi turno de protegerla de los humanos, me negué a ayudarlos, ellos se sorprendieron después de rogarme se fueron no sin antes darme la foto.

Frustrado me tiré en el sillón, no voy a dejar que le hagan daño, tocaron la puerta y perezosamente fui a abrir, vaya sorpresa la que me tome, Tn con su pelo hecho en un chongo desordenado, sus ojos azules me quitan el aliento, creo que me estoy enamorando de ella, ¿pero que digo? acabo de conocerla.

— ¿Me vas a dejar pasar o te vas a quedar viéndome toda la noche? — me ruborice y ella sonrió, la hice pasar y vi que cogeaba de dolor cada vez que caminaba, pero ella trataba de esconderlo

—¿Estas bien?—Ella asintió

—¿Puedo preguntarte algo?—

—Claro— vi que se puso sería

—¿Que hacían esos tipos aquí?—

—Vinieron a pedirme que los ayudará —

—¿A que ?—no le conteste — Dipper ¿a que? —

—A atrapar a ella— le enseñe la foto, ella me lo arrebató y tenso la mandíbula.

—Dime que no los ayudarás — No le respondí, me sacudió — ¡Dipper, dime que no los ayudarás!—

—¡No no los voy a ayudar, por que ella es mi loba!—Ella me soltó y yo me tape la boca, no se por que le había dicho eso, ella se sorprendió pero luego sonrió mostrando su dentadura perfecta.

—Tu loba ¿he?— me ruborice, ella soltó una carcajada

—¿Q-Que es tan gracioso?—

—Dipper, Dipper, Dipper🎵, eres demasiado gracioso, ¿como ese animal puede ser tuyo?, se ve que es peligrosa—

—No, claro que no ella me defendió de unos lobos y yo ahora la defenderé de esos agentes — dije orgulloso

— Vaya, se ve que si quieres demasiado a esa loba— sus mejillas se tornan rojas. Le observó confuso

—Si, me he encariñado mucho con ella— Tn me abrazó de repente, me sorprendí pero le correspondi a su abrazo, nos quedamos así un largo rato, ella me dio un beso en la mejilla y de no ser porque ella me está abrazando hubiera visto mi cara roja. Me separe de ella y nuestros rostros se iban acercando, su frente toco la mía, nuestros labios se iban juntando..

—¡Llegamos!—gritaron atrás de nosotros— ¿Y ustedes que iban a hacer?—nos separamos y Mabel nos miraba de una manera extraña, sentí mi cara arder.

—Creo que debo irme — dijo caminando a la puerta

—Tn quedate, sólo por hoy—

—No lo se Mabel, no quiero ser una molestia—

—No eres una molestia pequeña — dijo Stan

—Esta bien, me quedaré —

—¡Si!, vamos te presentaré a pato—

—¿A quien? — frunce el ceño confundida

—Es mi cerdito, se llama pato— Tn me dio una mirada de "Que diablos " me encogi de hombros, Mabel se la llevo arrastrando al cuarto y me quedé con Stan en el living

—Creo que iré a dormir — empecé a caminar pero unos brazos me detuvieron

—Espera niño, tenemos que hablar — suspiró