Capítulo 5: Revelaciones

La atmósfera en la sala se tornó tensa, cada miembro de la familia Brief intercambiaba miradas nerviosas mientras Zarbon sostenía el collar en sus manos. Aquel gesto desató una oleada de preguntas no solo sobre la procedencia del objeto, sino también sobre el posible mensaje que encerraba.

- ¿Por qué alguien enviaría esto?- musitó Tights, su voz quebrándose por la inquietud.

Zarbon, sintiendo la urgencia de tranquilizar a la familia, se giró hacia ellos.

- Lo primero que debemos hacer es tratar de obtener pistas sobre de dónde proviene- dio un paso atrás, manteniendo el collar en su vista.

El Dr. Brief, colaborando con la calma que intentaba mantener, se acercó.

- ¿Podríamos rastrear el envío? Phillips, haz una llamada a la empresa de mensajería- sugirió su padre, evidente en sus esfuerzos por gestionar la situación y por mantener a todos enfocados.

Phillips, guiado por la práctica, asintió y se retiró rápidamente hacia la cocina, lugar donde tendría más cobertura para hacer su llamada.

A medida que la espera se alargaba, Bulma sintió que un pánico creciente comenzaba a apoderarse de ella. Sin embargo, la presencia protectora de Zarbon la mantenía anclada en el momento presente.

- Zarbon... ¿qué crees que significa todo esto?- preguntó, sus ojos fijos en el collar que parecía brillar como una advertencia de cosas por venir.

- No puedo decirlo con certeza. Pero lo que sabemos es que este collar es importante para alguien, y podría ser una pista de lo que está sucediendo- explicó Zarbon, tratando de mantener la lógica frente a la tensión.

El collar, con su belleza opulenta, parecía fuera de lugar en la lujosa mansión Brief. Ese objeto, que en condiciones normales podría ser un regalo o un símbolo de afecto, ahora emitía un extraño aire de amenaza.

De regreso en el salón, el Dr. Brief se unió a Zarbon y Bulma, mientras la ansiedad empezaba a hacer mella en el flujo de la conversación.

- Si este collar es un mensaje, ¿qué intentan comunicarnos quienes lo han enviado?- incorporó el Dr. Brief, haciendo una evaluación crítica de las implicancias.

- Podría ser tanto una advertencia como una invitación, cualquier cosa está en juego hasta que obtengamos más información- afirmó Zarbon, decidido a abordar la situación con el rigor que requería.

Justo en ese momento, Phillips regresó con un semblante serio, un indicativo de que lo que había escuchado no era bueno.

- La empresa de mensajería no tiene registros de este paquete. No hay ningún rastro del remitente en su sistema- informó.

El aire denso se llenó de incertidumbre. Bulma sintió cómo su estómago se revolvía, preguntándose cuántas sorpresas más la esperaban.

Zarbon, en su mente, ordenó todos los posibles escenarios. No habría lugar para errores. Había un riesgo real, y la familia de Bulma estaba en el centro de ello.

- Voy a contactar a un par de personas en la seguridad privada, tienen herramientas que podemos usar para rastrear el origen del paquetería-  Zarbon decidió, tomando su teléfono y saliendo de la sala para hacer la llamada, consciente de que el tiempo era un factor crucial.

Mientras él se alejaba, Bulma miró a su padre y su hermana, quién podía notar la mezcla de preocupación y determinación en sus rostros.

- ¿Qué vamos a hacer si esto es una amenaza real?- preguntó Bulma, su voz se tornaba sólida, reflejando la fortaleza que había emergido a partir del instinto de lucha.

- Vamos a protegerte, Bulma. No permitiré que te pase nada- dijo el Dr. Brief, aferrando con firmeza la mano de su hija.

Tights intervino rápidamente, añadiendo:

- Podríamos hacer una lista de personas que podrían estar detrás de esto. Las rivalidades no faltan en este mundo.

- Exacto. Tracemos una línea entre quienes podrían tener interés en causarte daño y aquellos que podrían querer hacerte algún regalo- El Dr. Brief se giró hacia Tights, cada vez más interesado en asegurar que se abordara la situación cabalmente.

Poco después de eso, Zarbon regresó al salón, su expresión mostraba que había tomado una decisión firme.

- He contactado a un experto en seguridad. Debemos actuar rápido. Este collar podría ser una pista que nos coloque un paso por delante de cualquier peligro. Incluso podríamos usarlo para atraer a quien lo envió- dijo con resolución.

La mente de Bulma comenzó a procesar lo que eso significaba. No solo sería protegida por Zarbon, ahora estaba cometiendo un acto de defensa activa. Pero, ¿era eso lo que realmente quería? Una sensación de inquietud le invadía, recordándole el delicado equilibrio entre su vida anterior y la nueva que se desplegaba ante ella.

Los planes comenzaron a tomar forma. Ante la amenaza, la familia y Zarbon se unieron en un objetivo común. Se asistirían mutuamente, el riesgo no los desgastaría, sino que los fortalecería.

- Lo más importante es que te sientas segura, Bulma- reafirmó Zarbon, su mirada transmitía un aire de confianza que ella encontró reconfortante.

Mientras la noche se cerraba y la mansión Brief volvía a sumirse en el silencio, un nuevo entendimiento iluminaba el refugio de Bulma. La vida a partir de ese momento no sería la misma, y aunque la amenaza acechaba, había fuerza y valor en su familia y en el impasible guardaespalda que ahora formaba parte de su historia.

La misión de proteger a Bulma había tomado un rumbo inesperado, y con eso, nuevas verdades y revelaciones estaban por descubrirse.

De forma inesperada, el collar se convirtió en el símbolo de su lucha, la chispa que encendería un viaje que cambiaría todo. Y mientras la noche se vestía con sus sombras, Bulma supo que estaba lista para enfrentar lo que vendría.

Bulma estaba sumida en un sueño profundo, completamente ajena a la tensión y el peligro que había invadido su hogar. A su lado, Zarbon permanecía alerta, vigilante mientras la mente de la joven procesaba el tumulto de emociones y pensamientos que había surgido tras las revelaciones del día.

La habitación estaba casi en completo silencio, solo interrumpida por el suave murmullo del viento que pasaba a través de las ventanas. Pero ese sosiego se rompió repentinamente con el sonido agudo del teléfono de Zarbon, que sonó estridente en la penumbra.

Zarbon, sobresaltado, se movió con rapidez, casi instintivamente, alcanzando su teléfono móvil en la mesa de noche. Al ver el nombre en la pantalla, su expresión cambió rápidamente de sorpresa a tensión. Era su hermana gemela, Sandra.

- ¡Sandra!- respondió, llevándose el dedo a los labios en un gesto automático de silencio, recordando que Bulma estaba durmiendo a su lado.

- Zarbon, necesito que escuches con atención- comenzó Sandra, su voz llena de urgencia- He estado investigando por mi cuenta y he encontrado algo que puede estar relacionado con el collar.

Zarbon se incorporó un poco, incapaz de ignorar la adrenalina que comenzaba a fluir en su sistema.

- ¿Qué has descubierto?- preguntó, tratando de contener la inquietud en su voz.

- Parece que ese collar pertenece a un grupo clandestino conocido como "Los Detractores". Tienen conexiones con individuos de alta influencia y están involucrados en actividades ilegales. Suelen enviar mensajes a sus oponentes mediante objetos simbólicos. Creo que el collar es una advertencia para Bulma- explicó Sandra, y Zarbon podía escuchar el temblor de la preocupación en su voz.

- Dame un momento, necesito que me cuentes más- respondió Zarbon, sintiendo cómo la responsabilidad pesaba sobre sus hombros. Miró hacia Bulma, que aún dormía plácidamente, y sintió una mezcla de determinación y protegerla a toda costa.

- Lo que es más alarmante es que este grupo tiene un historial de acciones peligrosas. Si están tras Bulma, debemos prepararnos para lo peor- continuó su hermana, su voz resonando con la gravedad de la situación.

Zarbon apreció la información, y mientras hablaban, fraguaban un plan en sus mentes.

- Voy a organizar una reunión con el Dr. Brief y el resto de la familia. Necesitamos estar listos y alertas - dijo, ahora en un tono más firme.

- Hazlo. No subestimes el alcance de "Los Detractores". Tienen muchos ojos en el lugar. Prométeme que la protegerás- insistió Sandra, una súplica que resonaba en su corazón como una amenaza.

- Te lo prometo. Haré todo lo necesario- respondió Zarbon, sintiendo cómo su lealtad hacia Bulma se intensifica.

Después de desearse buena suerte, Zarbon colgó la llamada y se giró hacia Bulma, que continuaba durmiendo tranquilamente. La luz tenue de la lámpara le daba un aire casi etéreo, y por un breve momento, su preocupación se disipó, recordándole lo que estaba en juego.

Sin embargo, esa calma no duró. La realidad de la situación se desató en su mente. No podía permitir que nada malo le sucediera.

Con sigilo, Zarbon se levantó y se preparó para informar a la familia. El collar había dejado de ser un mero objeto; ahora era un símbolo de un peligro que acechaba, y él estaba decidido a convertirse en el muro de defensa contra cualquier amenaza que llegara.

Mientras tanto, en su habitación, Bulma, sintiendo una extraña presión en el aire, se movió un poco en su sueño, pero la verdadera tormenta apenas comenzaba a gestarse en el mundo fuera de su ventana.

Mientras la conversación entre Zarbon y su hermana continuaba, Bulma entrecerró los ojos y observó de reojo. Su respiración era inconscientemente tranquila, pero su mente bullía de emociones complicadas. El peso del peligro que acechaba la envolvía, pero, a la vez, algo más estaba haciéndose en su interior; algo que provocaba un torbellino de sensaciones cada vez que dirigía su mirada hacia Zarbon.

Él estaba casi completamente ensimismado en su charla, su mandíbula tensa y su postura rígida, mostrando la determinación que resultaba ser tan cautivadora para ella. Había algo en su manera de hablar, una mezcla de firmeza y preocupación, que resonaba profundamente en Bulma. Aunque su vida había estado llena de desafíos y peligros, nada la había preparado para la creciente atracción que sentía hacia su protector.

- No puedo dejar que esto se salga del control, Sandra. Aun así, debo ser cauteloso, no solo por mí, sino por Bulma- escuchó claramente que decía Zarbon, y esas palabras, más que un recordatorio del peligro, fueron una declaración de su compromiso hacia ella.

Ella pensó en todas las veces que había visto a Zarbon luchando, enfrentando adversidades sin dudarlo. Esa determinación era una chispa en su interior, y no pudo evitar preguntarse si, bajo esa fachada seria y aprehensiva, había algo más que podría surgir entre ellos.

Zarbon continuó hablando con Sandra, su voz baja y urgente:

- No sé cuánto tiempo tenemos antes de que actúen. Necesito que me informes de cualquier movimiento extraño que veas a tu alrededor. Si "Los Detractores" están detrás de esto, no dudarán en atacar.

Bulma se esforzó por mantenerse tranquila, sintiendo cómo la corriente de tensión se palpaba en el aire. Aunque estaba fingiendo estar dormida, cada palabra que pronunciaba Zarbon la envolvía y estimulaba su creciente afecto por él.

Finalmente, Zarbon concluyó su conversación y, sintiéndose agotado pero resuelto, guardó el teléfono en su bolsillo. En ese momento, sus ojos se encontraron con los de Bulma, y aunque ella había tratado de actuar indiferente, la chispa que iluminó su mirada no pasó desapercibida por él.

- ¿Bulma?- preguntó, sorprendiendo a la joven mientras él se inclinaba un poco hacia ella, todavía con la preocupación dibujada en su rostro.

- Oh, estoy despierta... solo estaba... pensando- respondió ella rápidamente, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban. Bulma no pudo evitar sonreír brevemente, abrumada por la conexión que sentía en esos momentos.

Zarbon se acomodó más cerca, dejando a un lado su intensidad militar para concentrarse en ella. La preocupación en sus ojos se suavizó, mientras su voz se volvía más cálida.

- Lo siento si te he despertado. Solo estaba hablando con mi hermana sobre todo lo que ha estado ocurriendo.

- Lo sé. Te escuché. Estás muy preocupado por lo que pueda suceder- dijo Bulma, sintiéndose cada vez más valiente. No pudo evitar el deseo de acercarse más a él, a pesar del peligro latente que se avecinaba.

- No puedo evitarlo. Quiero protegerte, Bulma. Sabes que haría cualquier cosa por ti, ¿verdad?- Zarbon hizo una pausa, contemplando su declaración. Aunque lo llevó a un territorio desconocido, había una sinceridad que finalmente brotaba de su ser.

La joven sintió que su corazón latía más rápido. La promesa de su protección resonaba en sus entrañas. Ella, que había enfrentado innumerables desafíos, se dio cuenta de que su sentido de seguridad no solamente venía de su capacidad para luchar, sino de la conexión creciente que sentía con él.

- Sí, sé que lo harías- respondió, su voz casi un susurro.

Zarbon se quedó en silencio por un momento, observando la expresión en el rostro de Bulma. La complicidad y el apoyo mutuo estaban en el aire, y en ese instante, ambas vidas, la suya y la de ella, parecían unirse en una sola dirección: hacia un futuro incierto, pero en el que ambos estarían juntos.

Ambos comprendieron que estaban en una línea delgada entre el peligro y la conexión que se desarrollaba entre ellos. No era solo una atracción; era un entendimiento profundo de que privilegiar el uno por el otro sería la mejor manera de navegar hacia lo desconocido.

Y así, en la oscuridad de esa noche, mientras el viento soplaba suavemente a través de la ventana, Bulma y Zarbon se encontraron en un espacio de complicidad. Un espacio en el que el amor, la lealtad y el peligro se entrelazaban, prometiendo que su historia apenas comenzaba.

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