°19°

-¿Hola, Caro?

-Hola, Karol. ¿Cómo éstas? -Le preguntó a mi mejor amiga. Luego de que Claudia se haya ido, Bella, Eithan y Agustín no dejan de reírse por todas las "aventuras" que Kendall les cuenta. Decidí subir a la habitación pero nadie pareció prestarme atención.

Decir que estoy furiosa es poco, necesito el apoyo de mi mejor amiga.

-Muy bien, estoy con Mía viendo una pelicula, ¿sucede algo? -Me saca de mis pensamientos homicidas hacia la invitada de mi casa. -Escucho la risa de Mía.

-No, no... Pero me gustaría mucho hablar contigo, ¿crees poder venir? Puedes traerte a Mía, Bella y Eithan están aquí. Luego iríamos a comer. -Me siento en la cama y espero su respuesta.

-Por supuesto, en veinte minutos estoy allí. ¿Va todo bien, verdad? -Sé que se preocupa y en verdad necesito hablar con ella.

-Pues algo, acá te cuento ¿vale? Nos vemos. -Cuelgo y dejo mi celular en la mesita de noche. Me pongo de pie y vuelvo a bajar.

La escena que deje sigue igual y yo solo me limito a rodar los ojos.
Tengo antojo de comer una taza de chocolate caliente con pan, así que me dirijo al refrigerador y saco una botella de leche.
Kendall deja de reírse y se acerca a mí.

-¿Necesitas ayuda? -¿Quién carajos necesita ayuda para hacerse chocolate? Nadie. La miro un segundo y trato de morderme la lengua para no decirle las cosas que estoy reteniendo. Es por los niños. Suspiro y la vuelvo a mirar.

-No. Gracias. -Sonrío falsamente y enciendo la mecha de la estufa para hacer mi chocolate.

-Me gustaría prepararles la comida, Carolina. ¿Qué les gustaría? -Pregunta con un tono raro, pero seguro ya estoy loca.

-No lo sé, no voy a comer aquí. Voy a salir. -Le doy la espalda y apago la mecha donde coloque el vaso de aluminio donde esta el chocolate y comienzo a tomarlo.

-¿Y a dónde vas? -Agustín aparece como por arte de magia.- Hoy no voy a ir a la oficina.

Bien, tal vez me quede. No quiero dejarlo con Kindill.

-Con Karol, ya la he llamado y viene para acá con Mía. -Él se pone del lado de Kendall.

-Pues podríamos ir a comer a algún lado para los niños, ¿No, Kendall? -El pan que estaba apenas digiriendo se atora en mi garganta y comienzo a toser. Agustín se acerca rápidamente a mí y me da leves golpes en la espalda.

¿Piensa salir con Kendall? ¿Con mis hijos y ahijada? ¿Como si fueran pareja? ¿De verdad?

Dejo de toser y Kendall me ofrece el vaso muy "asustada", se lo arrebato y bebo de él. Esto me da mareos.
Escucho la puerta abrirse y oigo la pequeña y dulce voz de Mía. Gracias Dios.

-¡Ya estoy aquí! -Grita Karol.

-¡Tía Karol! -Gritan los mellizos y corren hacia ella. Mientras que Agustín, Kendall y yo miramos la escena.

-Hey, mis pequeños. -Los saluda a cada uno. Agustín me tiene sujetada de la cintura y me alejo de ellos para ir al baño y darme una pasada y luego recoger mi bolso para salir de aquí. Pero primero saludo a Mía y a Karol.

-Voy por mi bolso, ya vuelvo. -Subo y llego a la habitación.

La presión en el pecho no se me quita y tengo ganas de hecharme a llorar, pero no lo haré. No le daré el gusto a ninguno de verme caer una vez mas.
Suspiro y echo mi celular en mi pequeña cartera y luego salgo.

Karol. La risa de Karol.

Me asomo a la cocina y ella está riendo con Kendall. Como todos los demás. Que genial es mi vida ¿no?

-¡Dios, Caro! No me dijiste que esta chica estaba aquí, es súper simpática. -Pues yo no le encuentro lo simpática. Pienso en decirle, pero me retengo

-Nos vamos ¿ya? -Levantó una ceja y ella se despide de Kendall, como no.

-¿Carolina? -Agustín me toma de la muñeca, no sé como llego tan rápido a mí.- ¿Qué te sucede, mi amor?

-¿A mí? Nada, por mi tu y ella pueden salir a divertirse juntos como una pareja. Suerte. -Frunce el ceño y me safó de si agarre.

Salgo mas que frustrada y me trepo a la camioneta de Karol. Ella entra riéndose aún.

-No me dijiste nada sobre ella, ¿de eso íbamos a hablar? -Enciende la camioneta y da marcha hacia un restaurante.

-Si. -Le respondo cortante y miro por la ventana.

-¿Qué te sucede? Tienes un humor de perros desde que llegue a tu casa. -Me mira un instante y luego vuelve a fijar su vista en las calles.

-A mi no me agrada. -Ella suelta una risa.

-¿Ya la coneces? Agus dijo que llego esta mañana. -Mi celular comienza a vibrar. El nombre de Agustín y una foto de nosotros aparece en la pantalla. Apago el celular.

-No, y no necesito conocerla. Me cae pésimo y se acabó. -Vuelve a reírse.

-¿Estás celosa, no? -Ruedo los ojos.- Me he dado cuenta lo divertida que es y como tus hijos y Agustín se ríen con ella.

-¿Tu también me lo vas a hechar en cara? -La miro.- Te he pedido salir para olvidarme de ello y que me apoyes, pero resulta que te pones de su lado, gracias mejor amiga.

-No seas ridícula, Carolina. Kendall es agradable y por como va a estar tres semana ahí, quiere llevarse bien con todos. Incluyéndote.

-Pues no me interesa, no me agrada y no me va a agradar, prefiero evadirla. -Karol se detiene en el estacionamiento de un restaurante buenisimo.- Agustín dijo que iba a llevarla a ella y a los niños a comer a algún lugar. Y ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que nosotros salimos como familia.

Karol se desabrocha el cinturón y me mira.

-Vale, ya entendí. Tienes miedo de que se fije en Kendall ¿no? -Me pregunta seria y con cuidado de mi reacción.
Mi mirada se centra en un punto equis de la camioneta.

-La verdad, sí. Karol, ella es preciosa en todos los sentidos, tiene una actitud increíble y los hace reír mucho. Yo jamás sería como ella y tengo tanto miedo de que se repita lo de Carla con ella. -Llevo mis manos a mi cara, el nudo en mi garganta hace que duela aún más.
Karol toma mis manos.

-Eso no va a pasar, tienes que dejar de dudar del amor de Agustín. Él solo te quiere a ti y a pesar de que Kendall es todo eso, él ni así te dejaría yo estoy segura. -Me abraza y yo le devuelvo el abrazo.- Debiste haberte quedado, demuestrale que solo tu puedes ser la reina de la casa y ella no puede venir a querer hacerte sentir mal en tu territorio.

Asiento.

-Esta bien. -Me alejo de ella y bajamos al restaurante. Nos sentamos en una mesa para dos y ordenamos una comida equis.

-Ya, ¿Cómo estas con lo de Carla? -La miro fijamente.

-Sigo dólida y la presencia de Kendall me esta poniendo peor. Pero pienso seguir con Agustín, solo necesito un poco de tiempo, es todo. -Ella asiente.- Sabes que lo amo infinitamente y no quiero que mi próximo bebe no tenga a su padre durante el embarazo.

Ella sonríe ampliamente.

-No sabes cuán feliz me pone que estés embarazada y contenta con ello. -Sonrío.- Espero rápido yo también poderle dar un hermano a Mía.

Reímos.

-Si, supongo que estaría muy bien.

El celular de Karol suena y ella frunce el ceño, lo toma.

-¿Agus? ¿Qué pasa? -Mi corazón comienza a palpitar rápidamente.- Dios, me asustaste. Si, ella está aquí. -Aleja su celular y me lo tiende.- Tu marido ya te echa de menos.

Río y tomó el celular.

-¿Qué pasó, Agustín? -Murmuró.

-¿Por qué carajos apagaste tu celular? ¿Acaso éstas enojada conmigo? -Está cabreado.

-Porque quise y si. -El mesero aparece con nuestra comida y nos la deja junto a un papelito. Lo volteo a ver y me guiña un ojo. Miró a Karol con los ojos abiertos y ella también a mí pero con una sonrisa. Bufo.

-¿Pero que te hice? No te entiendo, necesitamos hablar. Te estás enojando por una ridiculez. -Claro que iba a decir eso. Checo el papelito y es el numero de el guapo mesero. Río para mis adentros. Iluso, estoy casada, con dos hijos y embaraza.

-Salí para dejarte con tu nueva amiga. Dejame comer a gusto, Agustín, hablamos luego. -Cuelgo, se lo regreso a Karol e inmediatamente comienza a sonar. Karol me mira confundida.- No lo cojas, apagalo. Ella asiente y continuamos comiendo y hablando sobre mi embarazo, ya necesitaba esto.

Estoy redactando mucho, en serio. Nos leemos pronto. Baaaaaaaai💛

   - A.A.M. -💟🔥

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