°16°

En todo el camino nadie dijo nada, era un silencio tan incómodo por así decirlo. Me ayudó a subir al carro, nada fuera de lo común, pero tuve que contenerme a comerlo a besos. Si, me sentía mal al verlo tan triste y desganado. Hace tanto que no lo veía así y mi alma dolía con cada segundo.

No sabía como lo tomarían Bella y Eithan, no podía ocultarles esto, pero por lo menos lo pensare unos días más, tampoco pienso tomar una decisión pro mi impulso y enojo. Ambos mellizos adoran a su padre, y como no, si hasta yo lo adoro.

El auto de Agustín se detuvo y él rápidamente bajo del coche para ayudarme. Estaba exagerando, fue un desmayo. Un tráiler no pasó sobre mí de dejándome paralítica. Estoy bien, solo cansada y dolida.

Agustín abrió la puerta de la casa y los mellizos corrieron hacia nosotros.

-¡Mami! ¡Papi! -Gritaron Bella y Eithan mientras ambos nos abrazaban. Sonreí tristemente.

-Hola mis amores. ¿Qué estaban haciendo? -Les pregunte suavemente.

-Estábamos dibujando con la abuela. -Levanté la mirada y, efectivamente, Claudia venía saliendo de la cocina.- Te extrañamos mucho, Mami. -Inquirió Eithan.

Me incliné a su altura y abracé a ambos, algunas lágrimas rebeldes resbalaron por los mejillas, temía perder a mi familia y temía tanto la reacción de ambos mellizos.

-Los amo muchos, ¿lo saben, verdad? -Susurré alejándome de ellos. Acaricié sus mejillas.

-No llores, mami... -Dijo Eithan limpiando mis mejillas húmedas.- Te ves mas bonita sonriendo.

Reí levemente.

-También te amamos, mami. -Dijo Bella y volvieron a abrazarme.

-¿Cómo te sientes, Caro? -La voz de Claudia llegó a mis oídos. Me separé de los mellizos y me levanté.

-Solo estoy algo cansada, es todo. -Ella asintió triste. Supongo que sabe a lo que me refería, pues el desmayo no tenía nada que ver en esto.- Voy a recostarme. Agustín. -Lo llamé y él inmediatamente me miró. Esos ojos ya no brillaban de alegría, sino de tristeza y decepción.- ¿Puedes pedirle a Mildret que me prepare un té de manzanilla?

-Claro. -Susurró.

Asentí y me dispuse a subir las escaleras.

-Mami... -Oí la voz de mi hija.- ¿Ya no quieres a papi?

A veces odiaba tanto el hecho de que Bella fuera tan inteligente al conocer la relación de Agustín y mía, me dolía que ella supiera que las cosas estaban comenzando mal. Tomé un profundo respiro, las miradas de las cuatro personas que estaban en el recibidor me ponían de nervios. Los ojos de Agustín brillaban de esperanza.

-Deja que tu madre vaya a descansar, Bella. -Habló Claudia un poco triste. Bella miró al suelo y asintió lentamente.

-Si, Bella. Aún lo amo. -Todo esto lo,dije con la mirada en Agustín, que también me miraba. Él se acercó a Bella y la cargó le dio un beso, mientras ambos sonreían mas que alegres. Eithan se unió a ellos y yo solo contuve mis lágrimas y decidí subir. Encerrándome en la habitación de Agustín y mía.... Derrumbándome en la puerta como una adolescente que acaba de tener su primer mal de amores por un chico tonto y egoísta. Pero que aún se ama más que a nada.

(***)

Después de una larga llorada, decidí darme un baño. Me coloque un vestido sencillo y no me maquille, pues aunque mis ojos se veían hinchados y con algunas ojeras, me sentía fatal y sin ganas de nada. Planteé la idea de dormir un poco, así que me acosté y pronto quede dormida. Me desperté y no se cuanto tiempo pase dormida, pero ya estaba oscuro allá afuera.

Salí de la habitación y me sorprendí al no escuchar nada y no ver a alguien. Llegué a la cocina y ahí estaba mi nana.
Ella estaba sentaba en el comedor y pronto levantó su vista, ella se acerco rápidamente a mi y me dio un fuerte abrazo.

- Hola mi pequeña. ¿Cómo te sientes? -Solté un suspiro.

-Físicamente, bien. Sentimentalmente, de la patada. -Ella se alejó de mi para verme. Le sonreí tristemente y ella me sonrió comprensiva.

-Les hice un pequeño pastelito. Tu y el próximo integrante deben estar hambrientos. Felicidades por ello, Carito. -Reí levemente y luego la sonrisa se borró, recordé a Agustín y tenía tantas ganas de abrazarlo.- Deja de pensar en eso, Caro. Ven, come algo.

Asentí y me acerque a la pequeña barra que hay en la cocina.

-¿Dónde están los mellizos? -Pregunte con mi voz algo ronca.

Martha coloco el pastel con forma circular en frente mio y un plato. Trozo un pedazo y lo coloco en el plato. Sonreí al ver el lindo pastel. “Bienvenidos”.
Era de color amarillo y sabor chocolate. Mi favorito. Comencé a comerlo.

-Claudia decidió llevarlos a su casa después de lo pasó esta tarde. Karol y Mía también fueron con ella. Ruggero quería charlar con Agustín y se fueron ambos a otro lugar. -Mi corazón se estrujó ante su nombre.- Creí que no despertarías hasta mañana.

Giré mi cabeza para ver la hora. El reloj marcaba la una de la mañana. Me volteé de nuevo hacia nana.

-¿Qué haces despierta ha esta hora, nana? -Ella se sentó en frente de mí.

-Espero a Agustín. Se fueron hace algunas horas y me preocupa. -Y entonces, comienza a crecer la preocupación en mi también. ¿Y si se fue con Carla? ¿O con otra?
Odiaba tanto el sentirme así. No me gustaba estar sintiendo la desconfianza en mi interior. Porque yo aún lo amaba.

-Tal vez fue a acostarse con mujeres. -Susurré mi pensamiento. Nana tomó mi mano y le dio un apretón.

-Sé que te duele, Caro. Pero Agustín está demasiado arrepentido para traicionarte de una peor manera. Sé que no merece tu perdón, pero sé que ambos aún se aman como el primer día. Solo dale otra oportunidad, todos merecemos una segunda oportunidad. Conoces lo impulsivo y celoso que es. Lo aceptaste así. No dejes que tu dolor hablé por todo tú. Piensa bien las cosas, me duele verlos a ambos destrozados. Y no solo por ustedes, sino por Bella, Eithan y el nuevo bebé. Ellos también están mal. Por favor piensa las cosas. ¿Si? -Iba a contestar aquello, aunque no sabia exactamente con qué. Así que solo asentí.

En eso, la luz y ruido de un automóvil entraron por la ventana que llevaba hacia la afuera en el jardín. El carro de Ruggero.

Nana y yo volteamos afuera, cuando la puerta de la casa se abre y escuchamos la voz de Ruggero murmurandole algo a Agustín, quien balbuceaba cosas sin sentido. Corrimos hacia ellos.

Agustín venía ebrio. Y estaba levemente golpeado.
Llevé mi mano a mi boca tratando de no gritar por aquello. Agustín me miró por unos cuantos segundos.

Ruggero lo llevo hacia el sofá y yo me senté a su lado.

-Ruggero, ¿qué mierda le pasó? -Agustín cerro sus ojos y se dejo caer en el respaldo del sofá. Toqué una de sus heridas y él hizo un pequeño ruido de dolor.- Nana, por favor traeme el kit de los primeros auxilios.

Nana, que tenia sus ojos cristalizado salió corriendo hacia la cocina.

-Estábamos charlando sobre lo que había pasado en un bar, empezó a beber y a llorar, le dije que dejará de beber y él me dijo que iría al baño. Pasaron 10 minutos y no regresaba. Lo fui a buscar y antes de llegar, lo ví bebiendo una botella de no sé que cosa y un tipo grande, apareció reclamándole por su botella. Y después no sé como se desataron los golpes. -Asentí con las lágrimas en mis mejillas.

Tomé el rostro de Agustín entre mis manos y él me miró. Sus ojos estaban tan vacíos, pero al verle bien, un brillo apareció. Colocó su mano sobre la mía, una corriente eléctrica apareció y luego llevo mi mano hacia sus labios donde deposito un suave beso. Sus ojos estaban rojos.
Se acercó a mi y me dio un abrazo. Yo también lo abracé y más fuerte. Llorando en su pecho.

No creo poder hacer el maratón, porque no tengo nada de inspiración. Lo siento😓 Las quiero un montón.💘
Lamento no haberme activado antes, estuve un poco ocupada y sin poder actualizar. Sorry💔
Gracias por su apoyo💛

- A.A.M. -💟🔥

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