One-shot



— ⸙ Bienvenidos rositas y pececitos

Contenido yaoi, si no te gusta por favor retirarse 

y evitar los malos comentarios 

[Ship principal: Cid x Hypnos] 

Au moderno y medieval 


Bueno iniciemos con la historia 

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Contemplo su bello rostro plasmado en aquella pared, cada detalle sumido en sus ojos reflejaba anhelo por poseerlo. Algo que no es tuyo, algo nuevo que te llena de vibrante energía. Paso sus yemas por aquel marco pulido que lo de separaba de su tacto. Su aliento entrecortado disimulaba su desesperación, la gente a su alrededor parecía ser excluida de sus pensamientos y vista, no le importaba nada solo aquel sujeto artístico.

Delineando sus labios carnosos con tonalidades rosadas, aquellos ojos dorados como el mismo metal iluminando su piel blanca que parecía que la nieve se plasmaba en su cuerpo con cada trazo de mirada. Bajo hasta a aquel cuello cubierto de su ropaje de la realeza. Era de la época antigua por todas las gemas que portaban su muñecas y nudillos, muy probablemente estaba disgustado por la leve mueca de su mejilla levantada, pero entendible quien quisiera estar 1 hora sentado en esa posición solo por una pintura.

Los pasos ajenos se hicieron escuchar rápidamente causando que despertara de su sueño volteando a ver a los de seguridad ya delante suyo.

-No puedes estar aquí-hablaron con rudeza cosa que solo atino a asistir caminando a la salida del museo mirando por ultima vez aquella pintura que lo cautivaba

Los guardias lo guiaron hasta ella asegurando que se fuera de la sala donde aún no podían exhibirla-¿Cuántas veces ya van?-le pregunto a su compañero quien solo atino por alzar sus hombros

Camino entre la multitud quien solo eran sombras entre sus ojos y la realidad, no tenia importancia para su vida, espero en la parada de buses a que llegara su vehículo para ir a su casa. Pasaban los minutos y la gente subía y bajaba hasta que un bus vacío le llamo la atención. Se adentro pagando su boleto para proceder a sentarse, capto su atención aquel joven quien corría por alcanzarlo-¿Alucinación?-pensó confundido por escuchar su nombre

Un joven con capucha se poso a unos 7 asientos delante con la mitad del rostro cubierto por una mascarilla, quiso hacer escandalo así que se sumieron en el silencio.

Se detuvieron a escasos metros por un semáforo en rojo por lo que su pierna mostraba su impaciencia y parecía que incomodaba al sujeto de adelante-¿Puedes dejar de hacer ruido?-una melodiosa voz surgió captando sus ojos

Los abrió a no dar más puesto que eran bellos. No eran totalmente divinos ante cualquiera que los viera, aquellas pestañas delgadas y delicadas lo demostraban como una bella flor. Estaba seguro de que era varón, pero estaba dudando por aquellos rasgos que fueron despejados por su altura y su entrecejo molesto.

-Perdona-respondió luego de varios minutos sin quitar su mirada de la espalda algo encorvada para ocultarse del sol que entraba por la ventana.

El sonido estruendoso del claxon logrando despertarlo más cuando su cuerpo salió disparado hacia adelante contra su voluntad, cerro con fuerza agarrándose de la baranda del asiento. Todo era negro además del humo del carro rodeando totalmente el pasillo, abrió con confusión sus parpados sintiendo la sangre caer en gotas por su frente.

Llevo su mano a la cabeza para mantenerse consiente y buscando a aquel sujeto que estaba delante, no demoro puesto que estaba a unos centímetros. Arrastrándose hasta donde estaba tocando su fría mano causando un choque eléctrico-Hm-soltó un gruñido por su dolor aun inconsciente con calma le retiro la capucha dejando ver un largo cabello dorado que se desparramo sobre el suelo-Demasiado largo-pensó sorprendido

Radiante ante sus acciones cuidadosamente levanto su cuerpo para salir del lugar rápidamente movió su cabeza buscando la puerta que fue golpeada fuertemente con varios vehículos-No saldré por ahí-hablo para observar la ventana recargando el cuerpo ajeno en el suelo sin que tuviera algún daño comenzó a patear la ventana.

Los cristales comenzaron a agrietarse hasta que cayeron quitándose la chaqueta larga que poseía, alejo los pedazos para no dañarse. Salió con cuidado escuchando las sirenas de la ambulancia alejado del murmulló de la gente, logro recostarse sobre el suelo con aquel sujeto que parecía dormir.

-Ya no doy más-sentencio para caer al suelo con la mirada perdida y observando las sombras acercándose con agitación. No escuchaba eran ecos que ya no tenían sentido solo quería dormir y eso haría.

Un sonido de las campanas lo comenzaron a despertar como era posible que ni descansar podía, realizo una mueca disgustado para abrir los ojos.

-¡¿Donde?!

Alarmado se sentó sobre la cama observando su panorama. Las paredes desgastadas por la madera, el aroma a campo además del sonido de los galopes chocando contra las piedras, sin desperdiciar algún momento se levanto de la cama tambaleando.

Sujetando sé de la cómoda se estabilizo alzando la mirada a la puerta que era abierta-Maestro que hace despierto-un chillo de voz corrió con sus piernas cortas a donde se encontraba

La queda mirando confundido por aquella acción, ¿maestro?, ¿Quién era? ¡¿Alto acaso se refería a él?!. Negó con la cabeza por su acercamiento notando como la pequeña lo miraba con pena.

-Maestro tiene que descansar, no puede estar trabajando todo el día-recalco mientras le sujetaba de la mano sentándolo de nuevo en la cama

Mordió su lengua internamente causando algo de dolor, pensando en su sueño-Yo no soy tu maestro-hablo seriamente-No se quien eres en realidad, no se ni en donde me encuentro

La pequeña jovencita no supe que decir su rostro mostraba confusión, desilusión y desesperación por las palabras dirigidas. Sin tiempo a que digiera más, salió corriendo de la habitación, estiro su mano tratando de formular alguna palabra que no logro ni decir ya que la garganta comenzó a arder.

-Diablos-contuvo las ganas de maldecir alzando su mirada en el espejo central llevando su mano al rostro como si estuviera loco-No hay nada raro en mi-susurro así mismo bajando la mirada en la pequeña cómoda buscando información-¿Como es posible?-abrió los ojos sorprendido por aquel hallazgo.

Pergaminos conservados donde las pinturas y las cartas retrataban sus recuerdos, ahí estaba él con la jovencita a su costado, estaba sonriendo como si la conociera de toda la vida. Ahora si estaba loco. Suspiro hondo para dirigirse a la manija de la puerta caminando por los pasillos no tan estrechos del camino bajo las escaleras despacio precaviendo no caerse.

Observo a la jovencita llorando en la silla con la espalada encorvada cosa que dolía en le pecho-Espera...desde cuando se preocupaba de alguien y como es que no era una sombra en sus ojos-recalco lo ultimo para sentarse en la otra silla-Lamento lo sucedido-comenzó con cautela esperando que parada de llorar sin duda iba ser largo su día

Lejos de los campos donde los bosques custodian su camino estaba aquel castillo lleno de brillante color, adentrando nuestras miradas en sus paredes y pasadizos se escuchaban los gritos del gobernante.

-¡COMO ES POSIBLE QUE SALIERAS!

-Ya no soy un niño hermano-hablo un joven de cabellera dorada siendo cubierto su rostro por un velo blanco-Tengo derecho a salir cuando tenga tiempo o ganas

La rabia lo carcomía entre sus adentros mientras se acercaba a donde estaba-¿Eso crees?-hablo sarcástico sujetando su mandíbula aun siendo cubierta por aquel velo-No dejaras de nuevo este palacio y nunca lo harás ve a tu habitación-hablo presionando su agarre

Quería gritar de dolor, pero solo se lo guardaba una vez libre suspiro en busca de aliviarse y sin que le diera tiempo de decir más dos guaridas ya estaba a su costado esperando su caminar-Como quieras hermano-hablo con calma saliendo del comedor

Todo el trayecto era silencio, aunque las armaduras rechinaban cosa que no le importaba, abrió las puertas de su cuarto cerrándolas en su espalada, miro la cama con disgusto, pero no tenia mucho que hacer sentándose sobre la orilla mientras que la campanilla era agitada para llamar al mayordomo. Ahí estaba uno de sus compañeros del castillo del lugar donde lo aprisionaban con una sonrisa que ocultaba lo recibió.

-Me llamo mi señor Hypnos-inclino su cuerpo en señal de respeto mientras se acercaba a su compañía

El joven solo se alegraba de verlo-No solo...-se avergonzó sintiendo sus mejillas arder unos minutos-¿Puedes quedarte conmigo un poco?

El mayordomo solo rio bajo por su pedido, pero acepto mientras se posicionaba a su costado, la ventana que daba hacia el balcón fueron abiertas dejando entrar las corrientes frescas de aire.

-Quisiera ser como las mariposas-hablo sin pensar dejando en duda a su acompañante-No tienen limite o restricción dentro de estas paredes que me rodean-una pequeña lagrima parecía caer en su regazo

La mirada de tristeza adorno al mayordomo quien se mantuvo en silencio. Como negar lo cierto dentro de las paredes guardaban muchos secretos y más en estos pasillos. Las reglas eran sumamente estrictas, pero no podía hacer mucho solo apoyar a ambos príncipes que tenían un destino complicado.

Un accidente, una muerte que se llevó las almas de sus padres dejando a dos hermanos a disposición de que uno herede el trono. Unos bellos gemelos que nacieron bajo el manto oscuro disponiendo solo de la bella luna que entraba por su ventana, cada uno era distinto en sus sentimientos que guardaban sus corazones con forme crecían cada uno desarrollo una personalidad distinta al igual que su belleza.

Eran conocidos como los jóvenes príncipes del sol y la luna. Cabello platinado como sus ojos mostrando vacío que resplandecía bajo la luz del fuego mientras que él otro de cabello dorado reflejaba el metal más preciado del reino con unos ojos que cautivan a cualquiera que los viera. Sin duda eran hermosos, pero con forme crecieron el joven príncipe de cabellera dorada demostraba su belleza en todo esplendor tanto que causaba revuelto en los reinos vecinos que anhelaban apoderarse de su cuerpo.

Uno de los tantos días que los dos jóvenes salieron del palacio a escondidas ocurrió su tragedia que marco de por vida al de caballera dorada, una espada, muchos gritos, sangre por todos los alrededores y un llanto desconsolador, los reyes al enterarse del secuestro de su preciado hijo movieron cielo y tierra por encontrarlo.

Cuando lo hallaron su larga cabellera estaba cortada hasta llegar a los hombros y sus ojos parecían mostrar vacío que nunca se imaginaron aquellos golpes que marcaron su piel hasta sangrar, era un horror completo, mataron a todos que se encontraban en aquel sitio. La furia del rey se hizo presente dentro de sus ojos.

Como era conocida aquella fecha para todo su pueblo "la sangre del bosque" rescatando a su joven príncipe y volviendo a su hogar, pero aun las cicatrices de su mente no se borraban desde ese momento un velo blanco fue puesto en su rostro tapando cada rastro de su belleza. Culpándose por no protegerlo entreno día y noche con tal de que no sucediera de nuevo.

Aquello los distancio tanto que uno veía las cosas distintas a lo del otro, tras la muerte de sus padres durante un viaje, Thanatos asumió el trono con liderazgo y fuerza mientras que su hermano Hypnos solo se mantenía al margen para no ser visto por los demás nobles. Que complicada su situación se mencionaba como pan recién vendido por la mañana entre la gente del pueblo. Desde ese preciso instante aquel hermano se escondió entre las sombras siendo conocido como aquella gema del rey, tan preciada que nadie podía observar al igual que su presencia debían ocultar.

Cerro fuertemente sus ojos pensando en distraer su mente de aquellos pensamientos leyendo libro tras libro, su mente era una biblioteca abierta de conocimiento. Su única distracción y su propia libertad.

Azoto el viento contra la ventana indicando el cambio de clima repentino, alzo la cabeza notando oscuras nubes acercarse por lo que suspiro con calma para asegurar todo el lugar para que no hubiera fugaz. Observo como aquella jovencita de nombre Emma corría con mantas de un lado a otro parecía una ardilla desde su perspectiva, rio bajo para luego acercarse a donde estaba la tetera y calentarla.

Después de su larga charla ya se encontraba calmada, aunque pensaba que seguía atrapado en un sueño que sin duda parecía no despertar, lo más probable es que su cuerpo estuviera en un hospital siendo atendido o que quedo en coma-Tal vez lo último era más seguro- y eso lo estresada entre sus pensamientos se quedó mirando aquella llamarada de fuego para luego escuchar el llamado de la puerta.

-¿Quién puede ser a esta hora?-suspiro caminando hasta llegar a donde estaba, dio un brinco sobre su sitio al sentir un metal frio en su garganta-No te muevas-un rayo parecía a ver tocado el suelo por como la silueta se ilumino rápidamente con su cuerpo metálico. Un caballero estaba posado en su puerta y parecía estar enojado por como sus ojos mostraban la furia-¿Que desea?-pregunte con cautele después de todo si moría no iba hacer un problema y volvía a su cuerpo original cierto?

Aquel caballero se adentro a su pequeña cabaña con desconfianza mientras que el mayor solo lo miraba intrigado-Tu nombre-hablo con voz gruesa y imponente-Me llamo Cid-respondió sin titubear mostrando su relajo mientras caminaba a su cocina-Hice algo caliente, gusta?

Sus pasos metálicos llegaron a su oído mientras que la silla era arrastrada contra la madera para luego sentarse en ella, sirvió dos tasas de te puesto que era lo único que tenía además hacia frio-Como quisiera un café-pensó con la cabeza en las nubes si no fuera por la presencia del caballero que tenia en frente que no quitaba su mirada de su rostro

Cid sonrió bajo mientras tomaba un sorbo de su te-¿Y dime que se te ofrece en mi casa?-pregunto dejando la tasa entre sus manos sintiendo aquel calor que deseaba por la baja temperatura

Gruño para verlo-Quiero que repares mi espada-fue directo al punto pensó Cid mientras lo miraba detalladamente

-No puedo-comento serio mientras analizaba la situación, ese no era su trabajo, ni tenía idea de cómo realizar aquel preciado material o objeto. Su trabajo era solo sentarse frente una computadora ordenando números como se supone que haría tal hazaña

Pudo sentir la mirada molesta del caballero sobre su nuca deberás que podía morir en cualquier momento, pero ahora mismo no sentía miedo-Eres el mejor herrero de todo el pueblo puedes hacerlo ahora si quieres-comento con molestia en sus palabras mientras lo observaba

Cid no sabia que decir, ¿el mejor herrero? sin duda la gente de este lugar estaba loco por considerarlo de esa manera por lo que suspiro-Lo pensare puedes quedarte esta noche por la noche-respondió mientras se levantaba de la mesa y dejaba al caballero en la cocina aun con la palabra en su boca

-Si es un sueño quiere despertar-entrecerró sus ojos con fuerza para recostarse sobre la cama y taparse con la manta-Tengo que ver la manera de salir de aquí-suspiro con designación

Su mente parecía jugar una mala pasada puesto que ni podía conciliar el sueño se levanto de golpe con sudor corriendo por todo su frente agitado llevo la mano a su pecho para calmar su agitada respiración-Son mis memorias...-hablo bajo sin despertar a nadie recordando con perfección las cosas que pasaban en su mente

Podía sentir como si todo hubiera sido real cada recuerdo de su cabeza lo atormentaba como olas agitadas en las tormentas, mientras más tiempo pasaba más claro se volvía. Recordaba todo lo vivido dentro de este cuerpo su nombre, familia, amigos y su relación con cada uno de ellos. Por lo tanto, decidió caminar entra la casa en puntillas se dirigió a su establo donde observo al corcel que se acerco a presencia.

Cid: Quieres dar un paseo mi pequeño amigo-murmuro con cariño mientras aquel corcel movía sus orejas sujetando su silla de montar se adentro aun con la tierra húmeda por la lluvia sin origen predestinado solo quería correr por todos sitios

Sonreía con alegría alguna mientras lo hacia noto como se había adentrado demasiado en el bosque por lo que miro al frente buscando una salida-Creo que nos perdimos-hablo con una mueca por su mala memoria en este momento por lo que cabalgo un poco para ubicarse. Mientras lo hacía una figura algo lejana se volvía más clara con forme avanzaba era un sujeto con capucha negra con curiosidad se acercó.

-No es muy tarde como para que estés por estos lares-hablo captando su atención una vez volteo pudo notar aquel velo que lo cubría-¿Te encuentras bien?

Hypnos se mantuvo callado observando a través de su velo al sujeto que estaba en aquel caballo por unos instantes sin responder asistió con la cabeza-Si gracias por la preocupación-hablo con calma mientras apartaba su mirada

Cid se quedó mirándolo fijamente sintió una punzada en su pecho como si ya hubiera escuchado aquella melodiosa voz dentro de su alma-¿Deseas que te lleve?-pregunte con una leve sonrisa de amabilidad

Sus ojos se abrieron por completo como era posible que aquel sujeto no lo reconociera en todo caso lo estaba tratando normal, una persona normal como todos los demás con algo de desconfianza se acerco al corcel que lo olfateaba y una diminuta sonrisa se posó en su rostro, aceptando su mano subió con cautela al corcel-Gracias-le susurro

Negó con la cabeza suavemente mientras comenzaba a andar con su corcel era un ambiente tranquilo no había necesidad de que se sujetara podía sentir el aire correr por sus dedos cosa que nunca había sentido y era maravilloso. Analizo su alrededor con una sonrisa genuina que poco a poco se posaba en su rostro observo a su acompañante que estaba con la mirada fija hacia adelante por lo que con cuidado alzo su velo para poder sentir los aromas del bosque ya secándose por el calor que surgía.

-Te diviertes cierto-comento dando un pequeño susto a su acompañante que bajo su velo rápidamente-No te preocupes no mirare tu rostro si ese es tu deseo-hablo mirándolo de reojo

Hypnos lo miró fijamente como hipnótico esos ojos que portaba eran tan conocidos para los suyos y tenia la necesidad de llorar por sus brazos. ¿Quién ere este sujeto? Pensó con di vagancia, tembló sus manos por el frio por lo que sujeto sus mangas cubriéndolas. Cid lo miro por lo que su mano paso por detrás de su espalda logrando sujetar su mano-Tranquilo, no te hará daño-murmuro bajo sin alzar su voz que sonaba relajante para sus oídos del príncipe

Pasaron sus minutos guiando a Cid hasta su lugar de destino cuando llegaron Hypnos solo bajo del caballo despidiéndose con la mano de aquel chico, pero antes de que se pierda de vista grito-¡Espera no se tu nombre!-espero que le responda, pero el sonido de sus palabras fueron interrumpidas por los sonidos metálicos de los guaridas antes de que hablara corrió entre los muros para llegar a uno donde estaba movido por lo que empujo adentrándose al palacio. Cid quien solo observo como corrió sonrió con diversión-Ni tiempo tuve de decirte mi nombre-murmuro con cautela para irse corriendo en su corcel antes de ser atrapado por algún guardia de su hogar.

Ese chico era un completo misterio uno donde le llamaba tanto la atención y era un conocido en su alma.

Sus pasos se volvieron ligeros y rápidos para llegar a su habitación podía sentir como la respiración iba subiendo al máximo tanto que le costaba respirar cómodamente. Esquivando a los guardias se adentró a su habitación dejándose caer sobre la cama quitando su velo.

Las mejillas portaban un color rojizo y su corazón latía a mil por horas no sabia lo que sucedida nunca había sentido todo ese mar de emociones o reacciones de su cuerpo. Con cuidado llevo su mano a su pecho por unos instantes observo la ventana de su balcón y se dirigió a ella-Es interesante-hablo con una sonrisa que fue borrada de su rostro ante la interrupción abrumadora de las puertas abriéndose

-Se puede saber qué diablos hacías-hablo con molestia cerrando las puertas mientras observaba a su hermano

Hypnos sintió su cuerpo encorvarse por temor a verlo de esa manera más como se acercaba a su ubicación retrocedió con lentitud-No sé qué hablas hermano-comento dándose cuenta de su velo con desesperación se lo bajo dando la espalda

Thanatos observo sus movimientos para sujetarlo del brazo fuertemente-No creas que soy imbécil-susurro con amargura mientras lo empujaba contra la pared-Soy tu hermano y rey olvidas que se cada movimiento tuyo-rio secamente mientras sus ojos mostraban molestia-¡Saliste del reino sin mi permiso de nuevo!-chasqueo los dedos dejando ver al mayordomo siendo arrastrado sobre el suelo

-¡SUELTALO!-soltó un grito mientras trataba de ayudarlo, pero Thanatos seguía sujetándolo del brazo causando que se cayera al suelo-No le hagas daño hermano, por favor-las lagrimas comenzaron a salir a flote mientras rogaba por la vida de su único amigo

Thanatos lo miro con desprecio y vació-Prefieres que te lastime por este simple mayordomo? -hablo mientras lo miraba alzando una de sus cejas

No dudo en un momento asistiendo con la cabeza mientras observaba su hermano gemelo, se sentía humillado, destrozado, estar rogando por la vida de alguien frente su hermano quien juraba proteger a la gente. Dolía su pecho por contener sus gritos, pero observo como su hermano ablando su mirada dejando la habitación, corriendo a su encuentro lo sujeto en su regazo-No...no-suplico por ver las heridas en su rostro y cuerpo-Es mi culpa-abrazo fuertemente a su fiel amigo e compañero para llorar en silencio

Los sollozos se escuchaban desde afuera las mucamas rápidamente entraron para atender al mayordomo ya de mayor edad, Hypnos no se separo de su lado manteniéndose despierto durante todas las noches en vela que fueran necesarias para traerlo de nuevo a la vida.

Pasaron semanas en aquel cautiverio uno que no se atrevía a desobedecer por temor a su hermano, sus pensamientos eran un completo revoltijo la sonrisa gentil de su hermano había desaparecido y ahora un hombre frívolo ocupaba su sitio. Cada encuentro que tenían era solo palabras cortas o pocas aquellas que se dedicaban donde no faltaba una amenaza a su persona por querer abandonar el castillo.

La ceremonia de nobles daba a lugar en pocos días aquel rey de majestuoso tesoro abría las puertas de su castillo para aquellos nobles que visitaron su reino, era una tradición que se mantuvo durante todas las generaciones y Hypnos agradecía que al menos eso seguía vivo en su familia. Caminaba por los pasillos siendo escoltado por cuatro guardias todos tenían sus miradas fijadas en su persona, en sus pasos, acciones casi ya si podía tener privacidad. Miro por la ventanilla a la gente llegar con sus lujos carruajes, vestidos y joyas soltó un suspiro desganado dirigiéndose a la sala del rey, sintió miles de escalofríos de solo entrar por primera vez en su vida-No quiero hacerlo-susurro a sus adentros hasta que el llamado de su nombre se escuchó.

Se coloco rectamente, levantando su cabeza para abrir las puertas de la sala encontrándose con miles de personas que solo observaron como caminaba hasta llegar a donde su hermano quien estaba sentado en su trono. Lo miro cabizbajo para luego realizar una reverencia en su honor antes de que hiciera algo más una mano extendida lo sorprendió dudo en corresponder, pero al ver su mirada solo la acepto.

Thanatos sonrió orgulloso mientras entrelazaba la mano de su hermano con la suya colocándolo a su costado-Es un gran honor tener a todos aquí presentes-hablo alto mientras se levantaba- Aquí también tenemos a nuestra joya, mi joya-murmuro lo último siendo escuchado por su hermano

La gente aplaudió ante su corto discurso dispersándose a sus posiciones mientras que la música empezaba a sonar, Hypnos miraba todo con aburrimiento y un sentimiento de negatividad inundaba su corazón, se sentía incomodo tanto por las miradas o susurros a sus espaladas quería irse de aquel salón.

Thanatos: Bailamos mi querido hermano-comento mientras lo miraba de reojo esperando su aceptación

Tenía las palabras en la boca por su comentario, pero acepto bailar. Los nobles se alejaron dando espacio a sus majestades un pequeño acercamiento de sus manos y cuerpo dio inicio al baile.

Movimientos lentos al sonido de los violines captaron la atención de todos, aquel velo que portaba su rostro se desplazaba con cuidado para no ser descubierto, mientras que sus pies danzaban con tranquilidad. Por un momento ambos hermanos se miraron aún con aquel velo, sintieron sus ojos conectar, aunque sea por un segundo Hypnos pudo ver aquella sonrisa gentil de su hermano que no veía haciendo que sus labios se arrugaran. Thanatos continúo notando como su hermano parecía estar en otro lugar por lo que apego más sus cuerpos dando vueltas a su alrededor antes de que acabara la música se acercó a su oído-Me perdonas-hablo cerca de su oído haciendo que se vuelvan a ver

Su corazón se detuvo al escuchar esas palabras que tanto deseaba, aunque sabía de la trampa de su hermano no negó en cualquier momento, por lo que asistió con la cabeza-Si lo hago-menciono sonriendo debajo de su máscara.

Sabia de las mentiras de su vida, pero solo por una vez quería creerlas.

Al momento que se detuvo la música ambos hermanos realizaron una reverencia, no hubo que decir que los aplausos se volvieron ovaciones para ambos, después de todo eran sus majestades se volvieron a sentar en sus sitios para luego observar a la multitud danzar.

Corría tanto que le dieran sus piernas encadenadas, podía observar como si la muerte lo estuviera siguiendo, esperando encontrar la luz que lo guiara, aun así, las ramas siendo aplastadas por un cuerpo pesado, llegaron a sus oídos, agitado, miro a su alrededor pensando como salir de aquel lio que se había metido.

Unas horas atrás sus ojos fueron vendados, su boca tapada por una prenda áspera con olor a oxidación y su cuerpo encadenado. Trato de hablar o salvarse de aquellos que lo aprisionaban, pero aun así no podía, las fuerzas iban cayendo hasta que dar dormido sobre la tierra húmeda.

Se despertó por aquel olor a roble, lo distinguía lo suficiente bien sintió el primer golpe contra su pecho haciendo que se encoja por un gemido de dolor.

-Vaya despertó el bastardo-la voz gruesa y cantarina del sujeto indicaba que estaba divirtiéndose

Había siete personas a su alrededor, trato de mover sus manos notando el sonido de la cadena en el suelo, sin duda sería difícil de salir de aquel lugar donde quisiera que estuviera.

-Creíste que podías esconderte luego de lo que nos hiciste?-se movió en su lugar observándolo con furia-patético- hablo para quitarle la mordaza de la boca

Sintió el aire circular por su garganta para luego observarlo-¿No se dime tu? -hablo con diversión de verdad que necesitaba ayuda después de todo sus memorias de aquel tiempo no estaban completas. ¿Qué había hecho para que lo secuestraran? Pensó con una mueca mientras analizaba como salir de aquel enrollo.

Las golpizas no se detuvieron hasta que en un momento obtuvo la fuerza necesaria para levantarse sin pensarlo le golpeo al sujeto en sus piernas mientras se defendía después de todo solo eran dos personas quienes estaban en su cautiverio. Observo su desastre rebuscando entre los bolsillos ajenos la llave que sería su salvación-Aquí esta-sonrió al ver el manojo de llaves en su poder rápidamente desato la cadena inferior, pero antes de sacar la de arriba el grito de uno de ellos lo alerto-Tsk-chasqueo la lengua para empezar a correr con dirección al bosque.

Ahí estaba en aquella situación donde sus pasos se volvían más cercanos antes de que pudiera hacer más, el peso ajeno se sintió en su espalda cayendo al suelo, forcejeo inclinando su cuerpo para poder atacarlo, sintiendo la sangre de su opresor caer en sus manos.

Con la navaja en su mano clavo sobre su pecho hasta que no hubiera vida miro el cadáver que yacía a sus pies para luego retroceder-De esta no me libro-mordió su lengua bajando su mirada hasta sus manos notando como todo se teñía de rojo en su vista

Uno pensaba positivo por cómo le sonreía la vida. mientras que otro seguía atado a sus cadenas que lo obligaban a vivir a escondidas.

Las alarmas de la ciudad se dieron a tocar, mientras que los caballeros corrían a toda velocidad a las calles del reino, mientras que en su castillo aquel rey que portaba una mirada furiosa gritaba a toda la servidumbre. Objetos tirados por doquier indicaban su rabia, mientras que la servidumbre solo observa a su majestad con la mirada baja y una espada apuntando a su cabeza.

-No dirán nada-pregunto una vez más mientras que los sirvientes se mantenían callados uno a uno empezó a caer al suelo mientras que su ropaje se teñía de sangre a paso apresurado abrió la habitación de su hermano encontrándose con aquel mayordomo que debía quitarle la vida de hace mucho tiempo-¡¿Dónde está?!-hablo mientras lo sujetaba del cuello

Una sutil sonrisa se posó en su rostro-La joya que más ansiaba proteger ya no se encuentra en su poder-una cachetada fue lo que recibió mientras caía al suelo nuevamente las manos frías del rey estaban en su garganta-Matarme de una vez mi rey, yo ya serví a mi joven príncipe cumpliendo mi promesa que una vez le realice a su padre-hablo agitado mientras aquella opresión se volvía más fuerte-No...lo encontrara...-fue lo ultimo que dijo para caer sin vida a manos de su rey

Thanatos grito ordenando matar a todos lo que se opusieran a su orden de encontrar a su hermano, era solo suyo y de nadie más era su preciada gema y no se iba a detener hasta obtenerla de nuevo en su poder.

Su cabello se movía con rapidez con su corcel en marcha alejándose de la ciudad lo más que podía dejando descubierta un poco su rostro sin importar que lo vieran, podía escuchar las trompetas a lo lejos por lo que miro hacia atrás-Adiós hermano-fue lo ultimo que dijo para acelerar el galope

En su pradera estaba tranquilo luego de una larga charla con Emma sobre su desaparición llegaron a la conclusión de no alejar de su cabaña después de todo no quería más problema y su vida comenzaba a gradarle sino fuera que siempre pensaba en aquel sujeto de ropaje encapuchado negó su cabeza por aquellos pensamientos después de todo solo tenía un presentimiento.

-¡Ahhh!

Soltó la canasta que portaban sus manos para correr en dirección al grito de Emma una vez llego observo un caballo asustado además de herido parecía estar desorientado-Tranquila no pasa nada-le hablo a Emma en voz baja calmando la situación

Miro a su alrededor pensando de quien pertenecía aquel corcel cuando un ruido seco se escuchó en su establo con cuidado se acercó cuando una fruta fue lanzado a su rostro-Auch-se quejó mientras se sobaba su frente-Que tiene la gente de este pueblo con atacar a la gente-murmuro mientras miraba al intruso

-Aléjate solo necesito tu caballo-comento mientras seguía oculto en las sombras del establo

Cid lo miro inquisitivo pensando que hacer mientras se adentraba a la figura que estaba en su territorio sin mucho que pensar sujeto su muñeca sacándolo a la luz del sol que iluminaba indicando su mañana. Sintió que su respiración se cortaba dejando ver el rostro de aquel sujeto cautivado por su belleza llevo su mano a su mejilla delineando con la yema de sus dedos cada facción. Por inercia su mano fue azotada volviéndose a ver con terror sobre sus ojos cosa que preocupo a Cid colocando un semblante serio para retroceder unos pasos-Yo...-trato de hablar si no fuera por el sonido de los corceles acercándose a su cabaña por lo que giro su cabeza confundido

Comenzaron a temblar sus manos volviendo a cubrir su rostro con aquel velo que portaba mientras lo hacía se adentraba más a la sombra del establo con esperanza de no ser visto aquello fue notado por Cid por lo que simplemente coloco su dedo en señal que mantuviera silencio.

Alejándose del establo procuró cerrar con llave para que nadie entrara, topándose con varios soldados a la entrada de su casa una mirada molesta y seria se acercó a ellos observando como gritaban como animales desperados, rodo los ojos con desprecio para notar como uno de ellos mostraba un cartel preguntando si lo había visto.

Sus ojos se sorprendieron un poco, pero frunció el ceño para negar con la cabeza además de cruzar sus brazos esperando que se largaran de su propiedad aun con la negación ellos no se rindieron en buscar por cada rincón de su hogar. Grito por que se fuera-Si no oculta nada está bien que revisemos-hablo uno de los caballeros quien portaba una mirada arrogante con una mueca acepto a que siguieran con su trabajo, pero sus nervios internos aumentaron cuando uno de ellos trataba de abrir la cerradura de su establo.

-Ahí solo está mi caballo descansando-se apresuró a decir con una mirada de incomodidad mientras lo sujetaba de la mano-¿Se pueden largar de una vez?-comento molesto

El caballero solo permaneció quieto mirando la mirada molesta de Cid quien presionaba con más fuerza su mano-De acuerdo-comento soltando la cerradura mientras se daba la vuelta para irse con los demás

Un suspiro salió de sus labios esperando que su alma volvía a su cuerpo por realizar aquellas acciones sabiendo bien que cualquier duda que mostrara demostraría que mentía u ocultaba algo cosa que rogaba a los dioses por que se fueran a fastidiar a otro.

Observo como se iban apoyado en su marco de la puerta espero varios minutos confirmando su ida del lugar una vez se aseguró acelero su paso abriendo la cerradura del establo para entrar.

-Ya se fueron no te preocupes-menciono despacio mientras se acomodaba el cabello con su mano ante la mirada de su intruso-Creo que nos volvemos a ver

Hypnos simplemente bajo su cabeza-Si y gracias-respondió con un poco de timidez para acercarse a donde estaba Cid

Ambos se quedaron viendo unos segundos para luego que Cid se acercara-Mi nombre es Cid-comento con una leve sonrisa que pocas veces daba a la gente del pueblo sin duda muchos que se toparon con su presencia decían que era un arrogante o alguien que no le gustaba hablar por eso lo evitaban

Soltó una pequeña risita para levantar la vista-El mío es Hypnos-inclino su cabeza en señal de saludo

Cid: Vamos ya va a oscurecer y mi imagino que tendrás hambre

Hypnos: Bueno no tengo tanta hambre-comento con un ligero rubor en sus mejillas, pero se pusieron aún más coloradas por el pequeño rugido de su estómago-perdón

Lo miro con ternura para estirar su mano en su dirección-No te preocupes-contesto para caminar de regreso a su cabaña en su compañía

Todo le llamaba la atención aquellos roces de la madera, los artefactos de metal, el sonido de la tetera calentándose y la melodía de los pájaros pasando por la ventana observaba cada detalle con asombro ante su guía se sentó en la pequeña silla para luego perderse en su mente, si no fuera que lo llamaron de nuevo al presente.

Cid: Listo

Miro la comida servida en su tazón tenía un aspecto excelente además del aroma que transmita por lo que con cuidado provo un bocado sintiendo miles de sabores deliciosos sonriendo bajo su velo comenzó a comer con gusto.

Cid lo miraba atento por cada acción que hacía, pero le consumía la curiosidad por su velo cosa que se apoyó en su mano mientras captaba su atención ofreciéndole un vaso con agua-¿Porque no te retiras el velo?

Hypnos permaneció callado unos largo segundos tanto que parecía ser minutos o incluso horas en la mente de Cid-No puedo quitármelo-murmuro atreviéndose a pregunta su motivo de nuevo-Yo lo tengo prohibido nadie puede ver mi rostro-hablo observando la sopa

-Pero yo ya vi tu rostro-respondí con sinceridad mientras me acercaba más a su silla tocando su velo-Y debo decir que es muy bonito igual a una pintura

Aquel comentario sorprendió a Hypnos quien se mantuvo callado sintiendo las manos ajenas levantar su velo sintió de nuevo aquel viento pasar por su mejilla, pero ahora era más cálido con cuidado levanto su mano para sujetar la mano contraria quedándose con solo su contacto corporal. Nunca había hecho aquello tocar la piel de otra persona que no fuera la de su hermano por lo que era una sensación encantadora.

-Nosotros nos hemos visto-hablo sin pensar Cid haciendo que su ambiente se sintiera algo extraño Hypnos simplemente se alejó un poco rompiendo aquel contacto para bajar la mirada negando su pregunta contrajo su mano un poco para separarse-Entiendo-hablo sentándose de nuevo en la silla contraria

Pasaron su tarde en silencio cómodo mientras se lanzaban miradas de reojo para luego ofrecerle alojamiento a Hypnos quien acepto con temor y preocupación de que le pasara algo a Cid por ocultarlo, pero Cid simplemente alzo los hombros de modo despreocupado ofreciendo su hogar y protección.

Cuando llego la noche Cid no podía dormir observaba la ventana de su habitación que era iluminada por una leve vela que poco a poco se consumía por su fuego, pensando varias cosas entre ellas Hypnos. Recordó su rostro con mucho detalle soltando suspiros como si estuviera en un cuarto helado apoyando su cabeza en su almohada cerro con fuerza sus ojos, por un momento pudo escuchar la voz de alguien más a su alrededor haciendo que se levantara.

-¡Lo perdemos!

Llevo su mano a la cabeza oprimiendo su dolor para luego sentir como su corazón se detenía cayendo a un costado de la cama, la visión comenzó a fallar observando como la habitación parecía cambiar de ambiente negando con toda la fuerza posible pudo ver una silueta además de unos brazos acogedores rodeando su cuerpo. No supo en qué momento se levantó de nuevo en su cama siendo custodiado por Hypnos quien parecía dormir incomodo en la silla del costado.

Un pequeño gracias salió de sus labios para proceder a cargarlo entre sus brazos para recostarlo en su cama.

Hay veces que su alma reacciona a la suya solo necesita tiempo, tiempo para sobrevivir a su terrible destino.

Cada día que pasaban juntos se volvían más cercanos, cada vez era más sencillo hablar en sus compañías o a la hora de comer mientras se ocultaban de los caballeros con determinación se alejaron de su antigua cabaña abandonando todo en lo que creían conocido partieron a lo profundo del bosque. Emma simplemente se despidió de ambos deseando lo mejor y seguridad, su travesía era larga, pero con forme avanzaban se sentían feliz.

En el reino Thanatos se sentía frustrado ya habían pasado 2 años desde la desaparición de su hermano y ninguna noticia de su paradero para él todos sus guardias eran inútiles por lo que salió a paso firme a donde guardaban los caballos tomando uno salió de su palacio, la gente se asombró a ver a su majestad paseando por las calles de la ciudad por lo que todos bajaban su cabeza por respeto. Thanatos ignoraba cada mirada o saludo analizaba cada rostro con detenimiento hasta que uno le llamo la atención era una jovencita que portaba una mirada algo enojada, pero no se atrevió a mirarlo por lo que se bajó de su caballo acercando a donde estaba.

-Tu nombre-hablo serio mientras esperaba la respuesta de la señorita quien se mantenía callada

-Emma-menciono bajo-Mi nombre es Emma su majestad-comento mientras alzaba la mirada encontrándose con una mirada totalmente vacía causando un escalofrío por su presencia

Thanatos solo rodo los brazos para cruzarse de brazos mientras se alejaba de su presencia para volver a su caballo y buscar a más allá del reino cuando volvió de su palacio se acercó a uno de los guardias-Quiero toda la información de una chica se llama Emma-comento para adentrarse a su sala donde se sentó en su trono esperando que las puertas fueran abiertas ya que esperaba un invitado especial

Su majestad miro con atención aquel sujeto con ropa ensangrentada además de portar una pequeña mascara negra-Su majestad tengo noticas emocionantes-hablo con una voz alegre mientras se arrodillaba. Thanatos sonrió para darle una seña que continuara hablando-Por fin encontré a su joya

Esas palabras parecían dar una buena emoción a su vida por lo que rio fuertemente-Perfecto traerme y te daré lo que prometí-comento con diversión

Aquel sujeto simplemente asistió mientras se retiraba de la sala dejando solo a su majestad en su trono su mirada paso por uno de los cuadros con cuidado se acercó observando a sus padres en aquella pintura por lo que suspiro-Es por su bien-murmuro con amargura saliendo del lugar

Era una sensación de escalofríos recorrió el cuerpo de Cid quien estaba observando el panorama con preocupación por unos momentos observo a lo lejos a Hypnos quien sonreía con tranquilidad a los niños que venían de vez en cuando para jugar con ellos, se quedó callado acercándose mientras sus miradas conectaron logrando que sonriera.

-Vamos el almuerzo ya está servido-hablo con división al ver aquel rostro de los pequeños tristes por retirarse

Hypnos solo suspiro para acariciar uno de los caballos de los pequeños-Nos veremos mañana-susurro con gentileza para retirarse con Cid

Su camino era tranquilo dejando ver aquel rostro que tanto anhelaba mostrar, no se ocultaba más bien demostraba sus facciones con cuidado de Cid quien lo protegía enseñándole todo lo de un mundo común, costo un poco adaptarse ante las nuevas situaciones, pero era feliz.

Una felicidad que pronto acabaría.

Una donde las prisiones volverían a su vida.

La sangre y los gritos eran escuchados a la distancia inclusive si corrían por sus vidas eran alcanzados terminando con ella rápidamente, aquella ciudad que una vez reinaba en paz ahora estaba sumida en llamas que consumían todo lo que tocara. Hypnos podía jurar que su alma se iba de su cuerpo aun si estuviera presente observando como Cid blandía su espada para poder alejar a los soldados que se aproximaban a su hogar. Su cuerpo no reaccionaba y solo alcanzo a gritar desesperado al ver las heridas de su cuerpo.

Cid se encontraba agotado por tantos ataques que venían de distintas direcciones, pero su único motivo era proteger a Hypnos y haría lo que fuera por hacerlo aun con las energías que le quedaban eliminaba a todos que trataban de pasar por el camino ya manchaba de sangre.

-Eres torpe-se escuchó una voz a su espalda causando que volteara rápidamente a ver aquella mirada rojadiza lo estremeció colocándose en posición de ataque-Entregarme a ese chico-menciono mientras se acercaba-Esta batalla será emocionante

El choque de espadas se realizaba con perfección aun con la respiración agitada de ambos ninguna daba su brazo a torcer Hypnos corría entre los escombros buscando con la mirada a Cid preocupado siguió corriendo hasta que el sonido desagarrado lo alerto, su mente seguía repitiéndose que todo estaba bajo control, pero al ver a aquellos niños siendo arrastrados contra su voluntad lo enfureció.

Hypnos: ¡Dejarlos en paz! -grito con enojo para dañarlo en la espalda con una espada que encontró pudo ver como la sangre le salpico su ropaje por lo que rápidamente se colocó delante de los niños-¡No dejare que los lastimen!-apretó con fuerza el mango de la espada mientras miraba como los soldados se acercaban

-No lo lastimen-hablo mientras se colocaba a un costado-Ese chico es quien quiere nuestro señor no podemos dañarlo-comento con amargura mientras lo miraba

Hypnos: No iré con ustedes-hablo firme mientras retrocedía protegiendo a los pequeños

Sus manos ya estaban manchas de sangre tantas que sentía que vomitaría en cualquier momento por aquel asqueroso olor que lo rodeaba, observo como los cadáveres de esos dos guerreros estaban en el suelo con la mirada borrosa seguía peleando para proteger a los que quería. No quería ser una carga, no más y daría lo que fuera por ayudar a los demás.

Un paso en falso lo llevo a sentir un dolor inimaginable sobre su brazo eso fue lo último que presencio sus ojos después de caer inconsciente sobre el suelo siendo cargado por unos de los caballeros que se encontraban cerca. Cid miraba el desastre en sus ojos más cuando observo la cabellera dorada acercarse temblaron sus manos con rabia.

-Quien diría-sonrió con diversión observando la desesperación del contrario-Tardaron par de idiotas-hablo molesto retrocediendo mientras observaba al chico-Tanto escándalo por este príncipe-pensó hasta que observo su rostro quedando sorprendido-Vaya si que el rey tiene buen gusto-relamió su labio con tentación sino fuera que una flecha fue en su dirección que logro esquivar-Perdona casi me olvido de tu presencia-recalco observándolo por el rabino de su ojo

Cid lo miro molesto sujetando fuertemente el mango de su espada-Suéltalo-ordeno con furia mientras se lanzaba al ataque pudo sentir como su espada desprendía un brillo fuerte por aquel golpe, pero la patada que le fue dirigida a su costilla causó un dolor infernal

-Duerme-susurro aquel encapuchado mientras se golpeaba su rostro una vez cayo inconsciente solo trono su cuello-hay que largarnos-camino con camino a su caballo-Y traigan a ese-señalando a Cid

Los caballeros asistieron mientras se alejaban del lugar, la sangre y los gritos no cesaron hasta caer la noche un total desastre se ocasiono dejando a miles de heridos. Todo por la avaricia de obtener algo que no le correspondía.

Era su pecado

Era su avaricia

Y ese sería su muerte

Las cadenas resonaban por su cuerpo siendo arrastradas por el suelo con tal de levantase y salir de aquel lugar donde se sentía apresado.

Su sangre manchaba el suelo mientras que su largo cabello se caía poco a poco por la fuerza ejercía, jadeo con lentitud mientras se dejaba caer al frio espacio, aquellos ojos color dorado perdieron brillo una vez fueron abiertos. Aquella habitación que congelaba sus huesos estaba destinaba para su alma y solo suya, con los gritos que salía de esas cuatro paredes nadie podía escucharlas y eso lo carcomía.

¡Hermano déjame salir!

Esas palabras siempre se repetían, pero nunca salía su presencia no fue hasta que cesaron cosa que las puertas fueran abierta dejando ver a un joven con la corona.

-Lamento la demora hermano-concluyo acercándose-mirarte estas todo deplorable-tocando su rostro mientras lo limpiaba con su pulgar

Aparto su rostro para no dejarse tocar por su hermano mientras lo miraba-Déjame...salir-pronuncio con dificulta por su dolor de garganta

Thanatos simplemente suspiro mientras lo sujetaba de la mandíbula-No lo hare ya escapaste varias veces-susurro para acercarse a su oreja-Pero sabes que me molesta más-su tonalidad de voz sonó más seria-es que te hayas mostrado ante ese simple muchacho

La tormenta comenzaba a fastidiar incluso el sonido del ambiente se tensó completamente causando temor en todo su cuerpo, miro a su hermano de reojo sintiendo como sus pupilas se encogían de pronto un beso gélido se posó en sus labios con resistencia se movió-No...no-las mejillas estaban siendo empapadas por lagrimas mientras las manos contrarias tocaban su rostro

Asqueado, asqueado se sentía por estar en aquella posición por lo que simplemente miro a su hermano.

-Te lo suplico déjame salir

-No lo hare y antes de irme tengo un regalo para que no vuelvas a escapar-de su bolsillo saco un pequeño presente para luego lanzárselo

Un grito desgarrador resonó como eco hasta los pasillos, la mandíbula tembló acelerando su corazón por completo dejando que las lágrimas cayeran por completo. Tantos lamentos sonaron dejando a Hypnos solo en aquel lugar encarcelado observando la sangre del brazo de aquella persona que lo protegió durante meses.

Los caballeros llegaron dejando un plato de comida sobre el suelo cuidadosamente se retiraron y las sirvientas entraron con un rostro de preocupación ayudaron a que pudiera comer, pero solo lo rechazaba sentía nauseas de todo lo sucedido solo quería descansar en su soledad.

Aquel sujeto de encapuchado observaba a su prisionero era débil al ver como la sangre recorría su cuerpo hasta tocar el suelo después de todo no viviría demasiado después de aquel corte. Se acerco sutilmente para ver la herida colocando una sutil venda sobre ella precaviendo que se detuviera el sangrado -¿Porque no le dijiste lo que quería escuchar el rey?-pregunto bajo observando como sus orbes cobraban vida.

Rio secamente dejando ver su mueca de disgusto-Él no...-suspiro buscando aliento-es de su pertenencia-hablo enojado mientras trataba de mantenerse consiente

-Increíble-chasqueo la lengua mientras lo soltaba- ¿Que hare contigo? -exclamo mirando a su prisionero-Dime algo Cid, ¿cierto? ¿Por qué debería dejarte vivir?

Estaba tratando de controlar su actitud después de todo estaba a manos de su enemigo alzo su mirada mostrando su determinación dejando en claro que no moriría a sus manos, observo aquella herida siendo cubierta por la fina tela para después bajar la mirada a su tobillo que estaba atada a la cadena. Por unos pequeños momentos sintió una ola de tristeza proveniente de afuera, no tuvo que pensar de quien era pues su pecho dolía a monto "Hypnos" casi susurraba su nombre en su boca.

-Aunque muera te buscare-pensó cansado mientras una ligera risa salió de sus labios miro a su alrededor rápidamente estirando su mano-déjame verlo- suplico arrastrándose hasta llegar a sus pies, la mirada de aquel sujeto se endureció bajando hasta su altura cosa que Cid aprovecho-¡Caíste!-sonrió ampliamente mientras clavaba un pedazo de vidrio sobre su garganta. Los chorros de sangre salieron disparados causando que el herido se sujetara la garganta evitando caer inconsciente mientras que Cid con todas sus fuerzas le arrebata las llaves que lo aprisionaban una vez libre salió del lugar rápidamente antes de que la alarma sonara.

Ya no quedaba viva en su cuerpo y el único pensamiento que tenía lo carcomía, observo a su alrededor unos segundos notando como la puerta era abierta dejando ver a su hermano.

Thanatos paso con lentitud dejando ver su inquietud en su rostro llegando a su altura acomodo sus cabellos que lo molestaban la mirada, pero solo recibió un gruñido de amargura de su parte-Te portas de una manera vulgar-susurró dejando un beso en la mejilla contraria-Todo esto lo hago para protegerte, ¿y así me agradeces? -hablo dolido colocando su mano en su cabeza para luego alejarse un poco de su presencia-Esta muerto aquel muchacho Hypnos deberías dejar de comportarte como un niño

Presiono sus uñas contra su palma causando que se lastimara-Protegerme-comento abiertamente-Todo lo que has hecho-bajo la cabeza-Es solo un mero capricho tuyo-agito las cadenas con fuerza-¡No soy un objeto! ¡No soy tu premio!

La molestia se noto en su voz tanto así que los caballeros que protegían la entrada pasaron por su escándalo, pero Thanatos simplemente los detuvo una mirada simplemente basto para que se empezaran a retirar. Antes de que se fueran Hypnos miro fijamente a uno de ellos y sonrió ampliamente "Mata a tu rey "movió sus labios para trasmitir su orden dejando en claro su deseo. Como si fuera su orden aquel caballero desenfundo su espada para atacar a Thanatos quien lo esquivo rápidamente.

Thanatos miro a su hermano con el entrecejo molesto-Jugando sucio mi bella gema-rio con gracia-¡Aunque muera, tu y yo siempre volveremos a vernos no importa en que vida!

Un escalofrió recorrió su cuerpo por esas palabras como si un pacto se hubiera escrito durante su veredicto trato de controlarse no fue hasta que vio como el soldado cayo al suelo sin vida, paso salivo con nerviosismo para mirar a su hermano quien empuñaba la espada en su delante.

-Aun si pasa aquello-menciono con coraje-Me asegure de eliminarte-cerro con fuerza los ojos mientras esperaban a que su hermano hiciera su movimiento

No sentía frio, ni calor simplemente pudo observar como la espada atravesaba su pecho para después ser retirada con fuerza aquello parecía eterno de como la mirada de su hermano recorría cada centímetro de su cuerpo buscando que le pidiera perdón o suplicara por su salvación. Eso nunca sucedería. Jamás se rebajaría a ese nivel.

Con su vista ya nublada observo como su hermano también caía sobre el suelo o más bien su cuerpo degollado pensó que ya estaba alucinando, pero al sentir esa calidez rodearlo supo que alguien estaba su lado.

-¡No te vayas!

Eran las palabras que lograba escuchar aun distorsionadas como un eco constante cerca de su odio.

-Gracias

Fue lo único que logro murmurar a su salvador que lo mantenía en sus brazos dejando caer su mano ya liberada al suelo. Un grito desgarrador provino de su garganta hasta las afuera del palacio dejando caer lagrimas como un rio intenso. Aquel momento la luna se poso en lo más alto tapando al sol formando un eclipse todo fue sumido en oscuridad eterna y un murmullo ajeno a su odio se presentó.

-Despierta

Quería hacerlo, pero la oscuridad se lo impedía causando que su respiración se acelerara por completo, abrió sus ojos siendo cegados por la luz brillante de la lampara, no lograba ubicarse en donde se encontraba, sentía como su cuerpo estaba entumecido y aquel tubo que se posaba en su garganta comenzaba a asfixiarlo.

Una pequeña alarma sonó de repente causando que miles de personas llegaran a su posición, incomodo simplemente espero ser liberado cuando sintió como aquella presión se esfumaba tosió con fuerza, pero las voces comenzaban a ser lejanas volviendo a sumir en su sueño.

Despertó a los pocos días dándose cuenta de la situación en la que se encontraba miraba de reojo a las enfermeras que se habían retirado de la habitación hace unos segundos después de informales que se había quedado sumido en un coma. De repente sintió la necesidad de preguntar sobre aquella persona que había salvado, pero las palabras no bastaron solo dejando una carta. En su contenido explicaba su agradecimiento parecía ser que no sufrió muchos daños por su rápida movida al hospital cosa que le alegro, pero a la vez lo entristeció.

Los días pasaron rápidamente dentro de esa pequeña habitación siendo visitada solo por su único visitante aquel doctor que le indicaba su rendimiento y mejoramiento además de que pronto podría dejar aquel horrible lugar. Sus pensamientos siempre eran abarcados por Hypnos estaba seguro de que era él, pero las memorias que había pasado en aquellos tiempos seguían frescas. ¿Había viajado al pasado? Era una de las preguntas que rondaban luego de un tiempo le dieron el alta.

Caminaba entre la multitud de la ciudad recordando su camino a su casa, pero se detuvo en seco al ver los autos por un instante parecía ser irreconocible para su memoria hasta que los fragmentos de su actual vida fluyeron, rechino los dientes buscando otra manera de llegar. No quería volver a sufrir el mismo accidente.

Sus piernas se movieron solas como si ya supiera su camino, pero de ver de dirigirse a su casa estaba en otra dirección.

Mordió su lengua al encontrase parado enfrente del museo pensó en irse cosa que estaba siendo tentado, salvo la multitud del lugar era disminuido-No haría mal una visita-murmuro bajo entrando al local

Observo con detenimiento las pinturas que en sus ojos parecían arte caminando más adentro encontró aquella que le llamaba la atención aparatando la cortina con cuidado entro en la sala prohibida que solo estaba autorizada por el personal.

Antes de que pudiera hablar o comentar sobre la adoración de esa valiosa pieza una silueta emergió de la sombra hacia la luz.

-Hypnos-hablo captando la atención del muchacho quien lo observo con detenimiento para acercarse a donde estaba y por inercia lo abrazo rápidamente

El abrazo fue correspondido poco a poco cosa que sintió su corazón acelerarse-Te volví a ver-susurro en su oído-A pasado tanto Cid-comento entrecortado

Cid simplemente sonrió bajo-Si tienes razón-comento apartándose un poco de su abrazo-Ahora no te dejare ir

Los orbes dorados con sus iris opacos chocaron además de las respiraciones que se mezclaron para luego acercarse juntando sus labios creando miles de emociones en ambos cuando se separaron Cid lo miro acariciando su mejilla-Te amo y no te soltare de nuevo-menciono mientras su mano era entrelazada con la suya-Yo tampoco a ti-juntaron sus frentes soltando una pequeña risita

Estaban destinados a encontrarse.

Aun a lo lejos de sus tiempos sus caminos se entrelazaron.

No llego a tiempo, pero ahora sus vidas iniciaron a un nuevo capítulo.











— ⸙Hemos llegado a nuestro final, espero les haya encantado. Se que no es un ship muy común, pero quise variar ¿Por qué? Pues digamos que hacer varios roles con mi hermana ayudaron a esta nueva historia. Pronto estaré actualizando los demás no se preocupen hasta luego rositas y pececitos Arceeniki se despide— ⸙ 

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