🔮 Capítulo Catorce 🔮
Contaré mas de las criaturas en un libro aparte que llamaré ......(? jaja aun estoy pensando el nombre, pero para no rellenar caps con información de criaturas decidí hacer un book lleno de ellas y quizás haga algunos dibujos.
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Comencé a ver el árborl genealógico de las sirenas y hubo un nombre en particular que me llamó la atención, Mérida, decía que era la actual hija del rey del océano, debajo de su nombre había una foto de ella y sentía que la conocía, que la había visto en algún lugar. Aunque me parecía imposible ya que no recuerdo conocer a alguna sirena.... aunque quizás en ese año que borraron de mi memoria ... quizás ese año la conocí.
Seguí pasando las paginas había: Hadas, Pixis, elfos, unicornios, ángeles, demonios, dioses, dragones leviatanes, y muchas criaturas más. Aquel libro parecía interminable.
Tardé un otro día mas, pero esta vez solo para acabar aquel libro lleno de información super importante de las especies.
Tomé el siguiente tomo, el seis, y la habitación comenzó a dar vueltas, parecía que mi cabeza iba a estallar. Mis ojos se cerraron y aquél sueño que estaba evitando me atrapó.
—Reina Alicia —me llamaban
Se me hizo extraño que me llamaran Alicia y yo voltease ya que no es mi nombre.
—¿Qué sucede? —respondí con formalidad.
—Este muchacho intentó robar un caballo de los establos.
Al voltearme vi a Sebastián.
—Oh ama —se acercó a mi sonriente
—¡Guardias! —llamó asustada la mucama al ver la proximidad del muchacho.
—No —alcé la mano deteniendo la orden.
Aquel chico besó mi mano y se arrodilló.
—La condena por robar es la decapitación.—advertí.
—Su majestad, por favor perdone mi vida y le pagaré con mis servicios eternamente, mi ama.
— Lo pensaré por ahora aten sus manos y déjenlo en los calabozos.
—No, mi señora, por favor, no me gusta estar solo —colocó ojos de cachorro.
—Lo hubiese pensado antes de robar, que no este decapitado ahora es un milagro, debería ser mas agradecido —grité molesta.
—¡Guardias! —gritó la mucama.
Tomaron a ese chico con el rostro de Sebastian y golpearon su rostro contra el suelo.
—¡Esperen! —Al ver que lo trataban así mi corazón se estremeció adolorido —Quite su rodilla de su espalda.
El guardia obedeció.
Me agaché a su lado y vi como su cráneo sangraba dejando un camino de sangre de su frente a su mejilla.
—Ma-Majestad —tartamudeó la mucama —Ya mismo lo limpio.
—Lo sentimos majestad.
—Como se les ocurre hacer sangrar a alguien frente a la Reina.
Al parecer le tenia fobia a la sangre, mis manos comenzaron a temblar y la taquicardia se hizo presente.
— Limpiarle la cara y enviarlo a mis aposentos
—¡Pero mi señora! tiene que pagar por sus pecado.
—¿Quién es la reina aquí? —logré formular mientras me hipereventilaba al recordar la sangre.
—Usted —se pararon firmes.
—Entonces no cuestionen, solo hagan.
Mi mucama me tomo del brazo y me ayudó a llegar a mis aposentos. Me brindó un vaso de agua y me senté en mi gran cama.
—Señora, esta segura que quiere hablar en su cuarto con ese bandido ¡Puede lastimarla!
—Estoy segura, Alixa, se que no me hará daño.
Tocaron la puerta y se anunciaron.
— Pasen, déjenlo aquí y retirence.
Esperé a que cerrasen las puertas para incorporarme.
GRACIAS POR LEER JEJE LOS ESPERO EN EL PRÓXIMO CAPITULO!!
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