Tumbados en la cama, Mark dormía plácidamente rodeado de los brazos de Fran, el cual de vez en cuando abría los ojos para asegurarse de que el lobo seguía en ese lugar sin moverse, en una de esos intentos, Mark logró abrir los ojos para encontrarse con los del lobo blanco.

Mark: buenos días.

Fran: -sonrojado- b-buenos días.

Mark: has dormido bien? he sido una buena almohada para ti a la cual agarrar durante toda la noche?

Fran: -muy rojo- s-sí has sido u-una muy buena al-almohada.

Mark: jeje, parece que no somos los únicos "despiertos"

Fran soltó a Mark para girarse sobre sí mismo y agarrarse la entrepierna hasta que se le hubiera bajado la erección.

Mark: vamos Fran, no estés avergonzado, cosas así nos pasa a todos, incluso a mi también, no entiendo como no te has dado cuenta de eso, jeje.

Fran: tengo el sueño muy profundo, y... he tenido un buen sueño.

Mark: oh? un buen sueño? puede saberse qué estabas soñando? 

Fran: p-prometes que no te vas a reír?

Mark: bueno, he tenido sueños raros que si los contara te reirías, como por ejemplo hace una semana creía que estaba en la ciudad de Atlantis y había una especie de invasión de muertos vivientes. De pronto podía volar y tenía una especie de energía que acababa con ellos, y después perdí ese poder y yo pensando "yo tengo ese poder, por qué no funciona ahora?"

Fran: jajaja, eso es gracioso y sin sentido.

Mark: lo es, ahora... ese buen sueño involucra ser un ser superior en la Atlántida en medio de una invasión de muertos?

Fran: jajajaj, no en absoluto, mi sueño era más de tu y yo.

Mark: oh? eso es interesante qué mas?

Fran: puedes prometerme que nunca, nunca, pero nunca, vas a contar lo que te voy a decir?

Mark: claro, pero por qué quieres que te prometa esto?

Fran: dicen que los sueños suelen ser deseos internos de las fursonas que el subconsciente, o tu tú de los sueños, vive ya que tú no puedes hacerlo realidad.

Mark: he escuchado algo así, pero eso no creo que sea verdad.

Fran: aún así, mi sueño nos involucra a ambos, los dos estábamos juntos, abrazados en el banco del parque, observando el amanecer o el atardecer, no lo recuerdo. De repente te me acercas y agarras mis mejillas y yo solo me acerco a besarte.

Un incómodo silencio se hizo en la habitación hasta que Mark decidió hablar.

Mark: Fran... tienes preferencia por los hombres?

La pregunta que el gran lobo no quería escuchar y menos responder, pero era demasiado tarde, hubiera sido mejor haber mentido con tal de evitar la maldita pregunta, mas no había vuelta atrás, solo seguir hacia adelante y esperar que Mark no lo echara. Había visto cómo un vecino fue linchado por tener preferencia hacia los hombres, siendo esto causa de la corrupción de su alma. Sin embargo, el lobo confiaba en Mark, después de todo él le salvó de aquel circo.

Fran: sí, tengo preferencia por los hombres, es algo que comprendí hace mucho y que he guardado en el fondo para evitar los problemas que causaría si los demás llegasen a enterarse.

Mark: bien, si estamos en un momento de sinceridad, debo hacerlo yo también.

Fran: entiendo que ahora que sabes mi secreto quieras echarme de casa, haré mis maletas y me iré mañana tempran-

Mark: -pone un dedo en los labios a Fran- shhh, no hagas algo que no te he dicho. En lo que a mi concierne, sí somos más parecidos de lo que crees.

Sin moverse mucho en la cama, Mark acercó su boca a la de Fran.

Mark: decías que los sueños suelen ser deseos internos de las fursonas que el subconsciente, vive por ti ya que tú no puedes hacerlo realidad? pues ahora vamos a hacer realidad parte de ese sueño tuyo.

En un simple abrir y cerrar de ojos, Mark redujo la distancia hasta apoyar sus labios suavemente contra los de Fran, depositando un ligero y pequeño beso, para posteriormente ser Fran quien le devolviera el "favor" dándole un apasionado beso mientras le agarraba del muslo y presionaba su cuerpo contra el suyo. Cuando el beso terminó ambos lobos se quedaron mirando el uno al otro pero fueron sacados de su burbuja por la voz de Helen.

Helen: el desayuno está listo! si no venís pronto se enfriará! 

Mark decidió salir de la cama el primero para que no sospechara nada, o así lo veían ahora ambos, todo muy sospechoso, esto no tiene vuelta atrás, a partir de ahora deben ser cuidadosos de no ser vistos por nadie mostrando afecto el uno al otro, de lo contrario toda la ciudad se encargaría de echarles de su propia casa y de la propia ciudad.

Fran: no quiero causarte problemas.

Mark: -bebe su taza- No Fran, no me vas a causar problemas, tú no serías el problema de no estar conmigo, esto es algo nuestro y de nadie más, allá donde estuviéramos habríamos hecho lo mismo.

Fran: gr-gracias Mark, no sé cómo agradecerte todo esto, simplemente lo que has hecho es demasiado y me gustaría compensarte de algún modo, pero cada día que pasa se me hace más difícil.

Mark: basta Fran, no te rompas la cabeza con eso, solo guárdalo para ti como yo lo hago, debemos ser cuidadosos con ello y ya, por lo demás seguir haciendo lo mismo, no necesitamos cambiar nuestras rutinas más. 

Fran: está bien, cuando estemos en casa sin nadie podremos tener tiempo para nosotros.

Mark: eso es. Y ahora termina el desayuno o si no Helen se enfadará porque no puede fregar cuando se supone que debe y el próximo desayuno nos lo tenemos que hacer nosotros.

Fran: jeje, casi he terminado -se termina su taza- listo, Helen ya puedes fregar a tu hora.

Helen: ya se han decidido los señores a terminar el desayuno? o debo seguir esperando y acumulando tareas para hacerlas, todas, tarde?

Mark: hoy no será, harás todo a tu hora, y si algo se retrasa será tú culpa entonces.

Helen: eso espero, ahora me voy al mercado que las frutas buenas son las primeras en venderse.

Habiendo recogido la mesa la sirvienta se marchó rápidamente para llegar pronto al mercado y hacer sus compras lo antes posible.