-Mami, ¿dónde está papi?

-Kazuki, escucha, papi esta... él... tuvo inconvenientes y no creo que pueda venir a tiempo. Pero oye, podemos tener nuestra propia fiesta con Bakanda cuando llegue- trataba de no preocupar a su pequeño y la vez hacerle entender a su corta edad de la manera más sencilla que su padre no podría estar en su primer cumpleaños.

-Mami, ¿papi no me quele?

-¡No! ¡Digo sí! ¿pero por qué piensas eso?

-Es que Lyzi-tan y Nadir-pon dicen que sus papis estaban con ellos en su fieta porque los aman mucho.

-Kazu-chan, debes entender que papi tenía que hacer cosas por órdenes del abuelo, no es que no te quiera, él nos ama mucho, nunca lo dudes amor mío.

-¡¡¡No!!! ¡Mentira! ¡Él no vino a mi fieta! ¡Lo odio!

-Kazuki...- a Allen le dolía ver sufrir a su pequeño, pero le sorprendía pensar en qué momento su angelito aprendió el significado de una palabra como esa, estaba seguro que le haría pagar a Cross por esto, pero algo le sacó de sus pensamientos, algo que le provocó temor...

-¡¡¡Demonios!!!- Kanda sentía su pecho arder, algo lo hacía sentir alerta y eufórico -¡déjenme salir de inmediato!

-Rumiko-san, le pido cordialmente acepte mi trato y deje ir a mis hijos, Cross es todo suyo, ¿verdad testarudo?

-Por supuesto Mana-san, a usted le debo mucho, arigato. ¡Liberenlos!

-¡Padre!- gritó Neah alertando al resto -Kanda esta extraño.

-No es gran cosa, se está transformando.- dijo tranquilamente Cross hablando del licántropo que se estaba formando frente a los impotentes ojos del resto.

-¿cómo puedes decir eso tan calmado? ¿sabes que quiere arrancarte la cabeza no?- dijo Mana entrando en la preocupación del resto.

-No está así por mí, está reaccionando a algo más, algo que le advierte su instinto, será mejor que lo dejen salir primero que ustedes o destrozará a todo el que se meta en su camino.

-¡Dios mío! ¿que es él o eso?

-Es un alfa sangre pura, querida, no es agresivo... si no te metes con él claro está.

-Dejenlo salir rápido.

Tan pronto lo dejaron salir, Kanda emprendió su carrera de vuelta a Ambrosía, su corazón le molestaba y su cuerpo quemaba, se había transformado completamente de nuevo fuera de su voluntad, ciertamente los últimos años había estado practicando a escondidas de Allen para que no se preocupase innecesariamente y había dominado su transformación, bajo la tutela de Cross, a quién le pidió su cautela y ayuda a regañadientes. Pero esta ocasión pudo sentir no solo el temor del omega que lo esperaba en su hogar con su pequeño, sino también un sentimiento de temor en el pequeño, era difícil de explicar, pero sabía que se trataba de su hijo.

Lo bueno de haberse transformado y que además era una ventaja, es que su transformación le daba un rango de velocidad increíble, era tan veloz como viajar en el hipocampo más rápido del mundo, y sumado a eso su preocupación, solo dejaba ver una estela azul surcar los pastizales bañados por el sol de la tarde, faltaban pocas horas para que anocheciera. Apresuró el paso aún si eso sobre esforzaba su cuerpo pero la sensación era a cada vez más angustiante.

-¡¿qué tiene!? ¿alguien que me diga que le está pasando?- Allen soltaba llantos y alaridos desesperado, estaba fuera de la habitación forcejeando por entrar al cuarto de su pequeño, en que el doctor que atendía al pequeño desde su nacimiento lo revisaba, un especialista en esa área y conocido del doctor Watanabe y además de Johnny, el doctor Reever Wenhamm.

-Hime-sama, por favor, no se altere, no es bueno para Kazuki-denka oírle así.- dijo Miranda, quien ahora era la nana del pequeño y entendía la preocupación y el miedo de Allen.

-Allen, Miranda tiene razón, cálmate ¿sí?- dijo Road igual de preocupada.

-Allen-chan verás que todo va a salir bien.- dijo Lavi en un intento por calmar a su amigo.

-Pero... si algo le llega a pasar...yo no... no lo soportaría... ¿de dónde surgió esa fiebre tan repentina? 

-*Allen...Allen...*

-¿quién dijo eso?- preguntó asustado por la voz gruesa y dominante que oyó de fondo.

-¿De qué hablas Allen? Nadie ha dicho nada.

-*Llegaré pronto... esperenme*- la voz se escuchaba distante pero familiar, no entendía por qué, pero su pecho ardía con fuerza y en algún momento perdió el conocimiento.

-*Llegaré pronto... esperenme*

-*¿Kanda?*

-*Estoy muy cerca*

Corrió lo último que le faltaba de camino hasta llegar a la entrada donde un grupo de guardias lo interceptó, pensó lo molesto que era eso pero agradeció que estuvieran alerta en su ausencia y que fueran confiables, sin pensarlo mucho los paso de un salto por encima de sus cabezas y corrió dentro de palacio empujando puertas como sus patas se lo permitían, hasta llegar a donde el olor de su omega lo guiaba, encontrando a Allen en su cama retorciéndose de dolor aparentemente, con su lado animal siendo visible para los impactados Lavi y road que lo acompañaban y que casi les da un infarto al verlo transformado, habiendo olvidado las habilidades del azabache. Se transformó frente al sorprendido par para arrodillarse al lado de la cama y hablarle a Allen.

-Moyashi ¿qué te pasó?

-Yu, quema, ¿no sé por qué?

-¿No es el celo?- pregunto Road buscando una explicación posible al estado del albino.

-No, es su transformación, nunca se ha transformado por completo, pero conozco los síntomas, Allen, escucha, no te resistas, deja el calor fluir, será más rápido si aceleramos la transformación, luego te ayudaré a regresar a la normalidad.

-Yu, no puedo, Kazuki, ¡Kazuki!

-Maldición ¡Allen! ¿confías en mí o no?

-sí.

-Entonces hazme caso, todo esto pasara, yo me encargaré, ya estoy aquí.

Como por arte de magia, un brillo inundó la piel del albino, este sentía su cuerpo arder, pero hizo lo que el azabache le decía, relajó el cuerpo y respiró hondo, poco a poco fue cambiando hasta convertirse en un gran lobo blanco con los ojos de un profundo color oro, pero no más grande que Kanda y menos imponente.

-Allen, ¿puedes oírme?

-grrr...*puedo*

-¿Qué fue lo que pasó en mi ausencia?

-Grrr...Grrr...*¡Kazuki, Yu ve por Kazuki!*

-¿Lo puedes oír?- dijo sorprendido Lavi mirando a Road mientras ella asentía afirmativamente.

-Es por qué él los considera parte de su familia, de su manada, por eso lo pueden oír. Intenta levantarte y vamos con él.

Caminaron fuera de la habitación hacía el otro extremo del pasillo, no era lejos, y llegando a la puerta de esta salió el doctor, que se dirigio a ellos sin el más mínimo temor del ser que tenía frente a sus ojos, más bien estaba maravillado.

-Esto es increíble...

-Reever-san, ¿no tiene ni un poco de miedo por ver un animal así?

-Para nada, y sobre el príncipe, ya está mejor, verán, al igual que ustedes, que son sangre pura, el pequeño Kazuki-denka heredó su sangre por ser hijo de dos sangres puras, es decir, que toda su descendencia debe ser sangre pura de nacimiento, lo que ocurrió con él es su primera transformación de hombre lobo, en otras palabras, mostró su lado animal, pero como sabrán la primera vez es un poco agobiante y doloroso, así que le provocó la fiebre que me describieron al llegar, pero ahora está bien, pueden pasar, etto... ¿Allen hime-sama?

-Si es él. ¿Cuánto tardará en desvanecerse su lado animal?- preguntó Kanda serio pero más tranquilo.

-Eso me temo que no lo puedo decir, he estudiado sobre esto pero es la primera vez en mi carrera que veo algo parecido. Pero no le afectara en nada, eso se los aseguro, ahora pasen, preguntó por su padre.

-Allen, entraré primero, hablaré con él.

-*Esta bien*- luego entró y encontró al pequeño medio albino en su cama sentado mirando hacía la puerta y su reacción fue adorable.

-¡¡¡Papi!!! ¡Viniste a tempo!

-Hola campeón, oye, me agradan tus orejas y tu cola.

-¡Ti! a mi también me gustan, ¿y mami?

-Mami te tiene una sorpresa, bueno, ambos, sabes... mami y yo podemos tener orejas y cola como tú, y también nos podemos convertir en lobos

-¿dobo?

-lobo. Es... como un perro pero enorme, ¿quieres ver?

-¡Ti, ti, ti!

-Allen, ya puedes entrar.- la puerta se abrió y Lavi junto a Road entraron, seguidos de cerca por un bello lobo blanco, esbelto y alto con el cuello frondosamente cubierto de pelo.

-¿Mami? ¿es mami?

-sí lo es.

-¡Ti! ¡mami!- el pequeño corrió al encuentro con su madre en su forma de lobo y el en su forma animal siendo un momento tan tierno para todos.

-Fantástico, parecen un perro y su dueño.

-Grrrrr*¡Urusai Bakanda!*

-Oí a mami, papi Bakanda.

-Oe, ¿que no respetas a tu padre?

-Hehehe papi baka, mami dinda.

-Esto es motín, Kazuki, ¿no te gustaría tener dos perros en lugar de uno solo?

-Ti ti ti papi.- Kanda se transformó frente a la atenta mirada de los presentes.

La imagen daba gusto para plasmarla en la memoria, Kanda subió a Kazuki a su lomo para llevarlo al jardín mientras Allen intentaba dominar su andar con dificultad para luego lograr caminar y alcanzar al par que se adelantó antes, jugaron con su pequeño hasta que el sol se metió, los guardias conocieron el secreto mejor guardado de los príncipes a su cuidado, y se disculparon con Kanda por no dejarlo entrar antes, a lo que sorpresivamente el alfa solo los felicitó por resguardar el lugar con tanto recelo. Vaya que fue un día agitado, el pequeño Kazuki cayó rendido de inmediato y Miranda se lo llevó a su cuarto a descansar, dejando al par de lobos solos en el jardín.

-*Nee, Yu, ¿como es que puedes convertirte en lobo y volver a ser tu mismo cuando quieres?

-Práctica moyashi.

-Bakanda, mi nombre es Al...

-¿Pasa algo?- no continuó su pregunta ya que el dulce olor de su omega lo llamaba y solo alcanzó a formular una conclusión -Allen, ¿estás en celo?

-¡Lo había olvidado por completo! Yu... Yu...

-Estoy contigo baka.

-Pero estoy, en esta forma, yo no, no sé cómo...

-Déjame eso a mi...*- se transformó en su forma original y guió a su tambaleante omega a su habitación. -esto es lo que vamos a hacer...

Bueno eso es todo, por favor comenten, estoy teniendo un bloqueo mental con esta historia y me gustaría saber su opinión de como seguir esta historia por lo menos hasta llevarla a su fin, siento que a esta le falta el dramatismo al que estoy acostumbrada a leer y no se por donde dar marcha ahora; si les gusto voten ⭐ y añadan a su biblioteca Yullen.

Bye~
Marlene-shan
マレーネ・シャン