15. Días de espera y preocupación.
Este capítulo va dedicado a YuukiKotoko
Cinco días... cinco largos días era los que habían pasado desde que partieron en su misión y se suponía que serían solo tres días, el pobre príncipe no paraba de dar vueltas en su habitación, no salía de ahí en todo el día, Lenalee y Lavi trataron de convencerlo desde el día anterior y nada, Miranda le llevaba sus platillos favoritos y nada, ni el mismo Jerry logró que probara bocado alguno, estaba sumamente preocupado y deprimido por no saber de su guardián, temía que le hubiera ocurrido algo.
Por otro lado, en Minora estaba la comitiva de Cross, entre ellos Kanda, reunidos en el palacio real cercano al pueblo con puerto pesquero de Yasao, sentada en el trono, los observaba la omega que reinaba soberana en aquel reino, la reina Rumiko.
-Bien extranjeros, diganme sus motivos para para estar en mi reino, porque no permitiré que vayan y vengan desconocidos con intenciones aún más desconocidas.
-Heika Rumiko-sama, mi nombre es Cross Marian, soy General al mando del Rey Mana y la Reina Cibeles de Arcadia, le aseguro que no tenemos intenciones ocultas, además sería completamente incapaz de atacar a tan bella dama y todo lo relacionado a ella, si me disculpa por mi insolencia, pero no pude evitar denotar su belleza innata.- dijo con completo son de coquetería, digno de Cross
-General Cross...- dijo sonrojada la bella reina, mientras el resto del pelotón solo miraba con una gotita anime bajando por su cabeza y pensando *ya cayó* -por favor quédese el tiempo que desee...
-Se lo agradezco Rumiko-heika... lamentablemente debo volver a mi reino a reportarme y a llevar uno de mis soldados que tiene un compromiso urgente, al igual que no puedo faltar a este.
-Oh que pena que tengan que marcharse ya, y qué es tan urgente para que tengan que irse tan pronto?
-Habrá una boda del segundo príncipe del reino, a la cual no debemos faltar.
-No cree que pueda ausentarse? Tal vez yo pueda ayudarle a excusarse...
-Sucede que el amargado que me mira con mirada de muerte aquí detrás- dijo señalando a Kanda de entre el resto obviamente cabreado de estar allí -es el prometido del príncipe.
-Oh ya veo... entiendo, y cuándo será esta boda? Me encantan las bodas...
-Tsk... en menos de 10 días... Heika-sama- respondió con desinterés notorio el azabache de uniforme blanco.
-Ahhh... que bello es el amor juvenil... wait!!! dijiste menos de diez días? Pero qué hacen aquí? regresen ahora mismo! A la novia no se le puede hacer esperar!!!
-Arigato, Rumiko-heika- dijo Cross guiñando un ojo.
-Oh no me las de General Cross, hi hi hi... espero su retorno cuando se libre de sus deberes... me gustaría saber más de su reino y... de usted...
-Será un placer Rumiko-heika...
-Solo Rumiko, please, General Cross.
-Entonces que sea solo Cross, Rumiko-san, Ittekimasu...
-Hai... Itterasshai Cross-san...
Luego de la laaarga despedida de Cross y la Reina Rumiko de Minora, al fin retornarán a casa, Kanda ya estaba desesperado, cuando fueron a por los pegasos, solo encontraron a Goliath, los demás, incluido Cross, por más que llamaron a sus pegasos no aparecieron.
-Tsk... yo no esperaré más, me largo antes.
-Eh mocoso cara bonita, tú te esperas a mis órdenes...
-Ni de puto chiste! Por estar coqueteando con la omega esa nos quedamos casi seis días aquí, el príncipe debe estar angustiado, busquen ustedes a sus pegasos, el mío esta aquí y yo me largo. No necesito tu estúpida aprobación, ya cumplí mi deber de acompañarlos.
-Matte mocoso!!!- montó en su pegaso y salió lo más rápido que pudo -si será testarudo igual que mi tonto alumno, le iba a decir que iríamos en los hipocampos- esto último dejo con una gotita anime a el resto del escuadrón de Cross.
-Habérselo dicho antes General.
-Ya vámonos, lo veremos al llegar.- dicho eso partieron al puerto y se marcahron en sus hipocampos.
~{En el palacio de Yasao, Minora}~
-Yusuf!!! Yusuf!!
-Hai, Heika-sama.
-Liberaste a los pegasos del General Cross?
-No Heika-sama.
-Qué!? Liberalos en este instante! no ves que van tarde a una boda!
-Como ordene. Podemos confiar en ellos, heika-sama.
-Al parecer nos convendría unir lazos con el reino de Arcadia, por ahora, ve a liberar los pegasos, que vuelvan a sus dueños.
-Hai, Heika-sama.
~{Palacio de Galicia, Arcadia}~
-Allen-denka! Allen-denka!
-Hmm- contesto desanimado tirado boca abajo desde su cama -qué sucede Miranda?
-Los vigilantes han divisado a cierta distancia un grupo de hipocampos llegando al puerto de palacio, es la escuadra del General Cross!
-...- Se levantó de la cama por mero impulso, corrió al espejo de su tocador y vió unas enormes ojeras y su cabello enredado -cuánto falta para que arriben a puerto?
-Pues según los vigilantes deben arribar en unos cinco minutos y llegar hasta aquí en unos tres más en unos carruajes que salieron a su encuentro hace un par de minutos, son como ocho a diez minutos en total.
-Bien, ayudame Miranda, onegai.
-Hai! Allen-chan.
En cuestión de siete minutos estaba arreglado, bañado, peinado, con un bello vestido rojo, con dibujos dorados y cadenas acompañadas del símbolo de la guardia real, de mangas largas y cuello alto,
su rostro con una ligera capa de maquillaje para ocultar las ojeras signo de la falta de descanso y buena alimentación, además del llanto liberado los últimos tres días contando esa mañana. Se estacionó en el balcón a observar desde ahí la llegada de los carruajes, al llegar a la entrada bajo corriendo las escaleras sin cuidado alguno, la desesperación de saltar a los brazos de su amado Kanda lo carcomía por dentro, sentía una angustia única desde que excedieron los tres días y no llegaban. Al llegar a la entrada se abren las puertas de los carruajes bajando así sus tripulantes, entre ellos el General Cross con cara de tristeza, pero lo que llamó la atención en sí del albino, fue no ver entre el escuadrón a su amado, entonces prestó atención al rostro cabizbajo de Cross y temió lo peor...
-Cross-sensei... dónde está Kanda?
-Bueno Allen la verdad es que él...- no pudo terminar la frase porque para su asombro tuvo que correr hasta el príncipe y atraparlo en el aire mientras caía inconsciente de forma abrupta.
-Allen!!! Traigan al médico de inmediato *el niño cara bonita me va a matar cuando se enteré de esto*
Por otra parte, a media hora de camino, se acercaba a toda la velocidad que las alas de su pegaso le permitían, un azabache malhumorado y testarudo, apresurado de llegar al encuentro de su príncipe albino, tenía un mal presentimiento desde hace unos minutos que lo estaban enloqueciendo, luego de varios minutos logró divisar el palacio, le llamó la atención ver un par de carruajes de palacio en la entrada prácticamente abandonados a su suerte y solo dos guardias en la entrada cuando normalmente habrían más.
-Oe ustedes! Qué está pasando?
-Kanda-dono...verá, hace una media hora cuando llegó el General Cross...
-Cómo que llegó? Ese maldito viejo! Se habrán venido por delante en los hipocampos y no me lo dijo el muy desgraciado, dime que más paso?
-Bueno, como le decía, el joven príncipe llegó a su encuentro, y al no verle entre los soldados de la escuadra pues, parece ser que se desmayó.
-Cómo has dicho!? Dónde lo tienen ahora?
-En su habitación, llamaron al médico real, lo está revisando en estos momentos.- sin mediar más palabra entró corriendo como alma que lleva el diablo al encuentro de su moyashi. Al llegar a la habitación, se encontró con el Rey y la Reina afuera de esta esperando un diagnóstico, acompañados de Lenalee, Lavi... y Cross Marian.
-Kanda!- dijo Lenalee llamando la atención de los demás en el mencionado.
-Qué ocurrió?
-Pues cuando llegó la escuadra y no te vio, le preguntó al general Cross por ti, pero antes que le dieran una respuesta se desplomó.- explicó Lavi.
-Aunque claro, con la semejante cara de tristeza de Cross, cualquiera pensaría lo peor, como si alguien hubiera muerto.- dijo molesta Lenalee, recibiendo un movimiento de cabeza afirmativo por el resto a excepción de Kanda y el mismo Cross.
-Tú...maldito viejo...esta vez no te salvará nadie. No lo olvidaré, pero ahora quiero ver a Allen.
-El médico está con él, no hemos podido entrar...- Lenalee fue dejada con la palabra en la boca ya que el mismo fue directo a la puerta.
-Que me diga a mi que no puedo entrar que le parto la cara...
Una vez dentro cerró la puerta tras de sí, el doctor se giró sobre el tronco de su cuerpo para ver quién osaba interrumpir su diagnóstico.
-Pero cómo se atreve! No he terminado aún.
-Escúcheme bien viejo sonso, a mi el único que me dice que hacer esta postrado en esa cama ahora mismo, dígame que tiene, y me lo dice AHORA!!!- dijo lanzando una de sus miradas de muerte acompañada de un aura asesina que asustaría al mismo demonio.
-H-ha-hai! bueno, verá usted, el príncipe no se encuentra del todo bien, me informaron que hace casi tres días que no come, solo toma agua, y además tiene unas ojeras debajo del maquillaje que me hacen pensar que no ha dormido bien últimamente, me atrevo a decir que hasta ha estado llorando, con depresión los últimos días, tal parece ser que aguanto muy bien los días que ha estado así, hasta ahora, le dieron una impresión muy fuerte que terminó de sacar las energías que le quedaban a su cuerpo, también tiene fiebre, por la mala alimentación y la falta de descanso... Pero hay algo más que me preocupa y no sé cómo lo tomarán sus padres... esto que ocurre afecta su condición...
-Vaya al grano viejo, qué le sucede? Qué puede ser más grave que esto? Y a qué condición se refiere?
-Verá, creo que eso debo decírselo a sus padres por la gravedad del asunto, es algo privado... entiendame...
-Soy Yu Kanda, su prometido, tengo todo el derecho de saber qué le ocurre!!! ahora dígame!
-En ese caso, sucede Kanda-dono, que el príncipe... parece estar en cinta... aún no lo compruebo, pero si es así, corre el riesgo de perderlo si no hacemos que se recupere pronto.
-Pues que espera? compruébelo ahora mismo, y más le vale que lo cure o yo mismo lo pico en trozos!
-Hai!
El médico tomó un estetoscopio y comenzó a levantar el traje que llevaba el príncipe, cubriendo claro la parte de abajo con las sábanas de la cama, luego lo ubicó en su estómago en varias secciones del vientre plano del albino bajo la mirada expectante de un celoso pero preocupado Kanda. Luego de unos cinco largos minutos, habló.
-Kanda-dono, me temo que mis conclusiones son ciertas, debemos tomar acción cuanto antes. El príncipe está embarazado.
-Bien, daré las noticias a los reyes, no se separe de él hasta que regrese.- y dicho eso salió de la habitación y cerró la puerta.
-Kanda-kun! Qué sucede con mi bebé?- dijo la reina al borde de las lágrimas.
-Habla ya muchacho, por favor- suplicó el rey.
-Tomen asiento Heika's, esto no será sencillo de explicar- los mismos obedecieron temiendo algo grave -bien, seré directo, embaraze a Allen y está en riesgo de perder el embarazo gracias a cierto viejo estúpido que lo hizo preocuparse sin motivo.
-QUEEEEE!?- dijeron todos a unísono mientras el culpable principal se escabulle siendo pillado en el acto por un furioso azabache.
-Pero en qué momento ustedes...? Lenalee! Lavi! Ustedes sabían de esto?
-Ellos no tienen nada que ver, el que permitió nuestro encuentro fue el mismo Cross Marian, lo importante ahora es que Allen despierte, porque sigue inconsciente.
-Ay no, mi pequeño!
-Pero porqué no esperaron sus hormonas hasta después de la boda- dijo furibundo el rey Mana, más bien sobreprotector.
-Mana! Eso no importa ya, lo que importa en Allen y mis nieto o nieta, además tú eres el más emocionado de tener nietos, sino le preguntamos a Road y Neah.
-...hehe- dijo un avergonzado rey calmandose.
-Permiso...-dijo el médico asomando la cabezam por la puerta -parece que esta reaccionando, a estado llamando a Kanda-dono.
Luego de decir aquello Kanda lo quitó del camino dejándolo afuera y cerrando la puerta de un azote, al acercarse a la cama, pudo apreciar a su moyashi removiendose en la cama murmurando palabras inentendibles y su nombre entre quejidos.
-Allen. Allen! Oe... Despierta.
-Yu?...estoy...soñando?
-Ya quisieras soñar conmigo- se aproximó a él y le beso tiernamente mirándole en el proceso, no podía cerrar los ojos por no perderse la belleza de su niveo rostro con rastros de lágrimas en su honor -Ahora me crees que estoy aquí?
-Yu!- se alzó más rápido de lo Kanda pudo procesar y le abrazó entre lágrimas de felicidad -creí que...creí que tú...
-Creiste que me había pasado algo? Soy más difícil de matar que una plaga, no te librarás de mi tan fácil.
-Pero Cross....
-Es viejo me las va a pagar, los pegasos desaparecieron excepto Goliath, decidí volver primero pero el muy bastardo no me dijo de sus planes de volver por mar y llegó antes que yo. Yo estaba tan apresurado de volver a ti que no pensé en lo hipocampos, sino esto no habría ocurrido.
-Que alivió...
-Por qué no has comido ni dormido en mi ausencia moyashi?- le replicó acostandolo de nuevo.
-Eh? Bueno... No quise...
-Pues ahora tendrás que comer aunque no quieras... Prometeme que lo harás.
-Ok pero... No hace falta que te preocupes por eso...
-Claro que si acaso es que quieres pe...
-Que quiero qué Yu?
-Lo siento, aún no tienes idea, Allen te voy a decir algo muy serioh quiero que lo tones con calma y no te angusties...
-Yu me estas asustando.
-Allen... Un doctor vino a verte por el desmayó y te examinó, estás esperando un hijo mío.
-Un...hijo? Nuestro?- su rostro de sorpresa cambio bruscamente por uno de total felicidad -De verdad!? Yu!- se levantó y se lanzó a sus brazos de nuevo -soy muy feliz!
-Yo también moyashi, pero debido a tus berrinches el bebé está en riesgo, por eso te cuidaré hasta que te recuperes.
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2390 palabras.
Inesperado no? No di indicios de que esto pasaría "aún", así que... surprise!
Preparense, estamos a unos días de la esperada boda pero ahora se presenta el tema de que Allen esta esperando un/una Kandita pero corre riesgo de perderlo por ser imprudente en la ignorancia no saber de su estado.
Podrán sobrellevar esa crisis? Sobrevivirán ustedes de los nervios por lo que pasará? Habrá tragedia en nuestra historia? Descubranlo en el próximo capítulo...
Dejen sus votos ⭐ y comentarios en la bandeja, adiós exorcistas!
Bye~
Marlene-shan
マレーネ・シャン
Lucha por la salvación de las almas de los akumas!
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