11. La Boda

La tarde concluyó con un hermoso atardecer, todos recibían la noche serena, luego de la cena y de que todos se retiraron a dormir, un albino daba vueltas en su habitación de un lado para otro, a puerta cerrada se dio un baño y se preparó para dormir, se despidió de su asistente y se acostó en su cama, luego de unos minutos se levantó para quitar el seguro a su ventana, la que daba hacía el balcón, volvió a la cama y se mantuvo así, un rato. Más de media hora había pasado desde eso y ese era el motivo que lo hacía caminar por toda la habitación, no lograba conciliar el sueño así, algo debió haber sucedido para que su amado azabache no se presentara, se dispuso a intentar dormir, se metió de nuevo a la cama y entre pequeños sollozos involuntarios causados por su melancolía se quedó dormido.

En otra parte del palacio, un azabache de larga melena y un peli morado de ojos ambarinos sostenían una conversación en torno al más joven de los príncipes.

-Así que pretendes quedarte con el corazón de mi bien más preciado? Soldado...

-Así es como son las cosas.

-No, yo te diré cómo son las cosas, si lo lastimas, si te atreves a hacerlo llorar, si tan sólo se llega a sentir triste por causa tuya, no me importará hacerte pedazos con mis propias manos, entiendes, soldado?

-Sabes, puedes ser un príncipe y todo lo demás, pero me agrada tu forma de pensar.

-Bien. Parece que nos entendemos, te permitiré unirte a mi hermano.

-No sabía que eras tú a quien hubiera que pedirle su mano. Creí que sería al rey.

-Si yo le hablo bien de ti a mi madre, dalo por hecho que al día siguiente estarás casado con mi hermano.

-Así que tienes influencias eh?

-Ventajas de hijo mayor...

-No serán de hijo consentido?

-Buen punto, touche! Me servirá tener un General de confianza cuando ascienda al trono, además me gustaría ver a mi hermanito feliz y casado con un alto mando, supongo que un general debería bastar.

-Será un placer, pero no creo poder esperar a que ese momento llegue para...

-Casarte con mi hermano? Bien, eso puede ser más pronto, dejamelo a mi.

De vuelta a la habitación del albino, una ventana se abría dando paso a una sombra pintada por la luz de la luna, la sombra crecía conforme más se adentraba a la habitación, hasta alcanzar al joven príncipe dormido en su cama, los rastros de que lágrimas corrieron por sus mejillas eran evidentes, una mano se acercó con sigilo a limpiar dichas lágrimas, despertando en el proceso al albino que sorprendido y asustado se dispuso a gritar, más su voz nunca salió, al ser su boca cubierta por la mano desnuda del invasor.

-Sssshhhh... soy yo moyashi...

-Kanda!

-Tsk... cuántas veces tengo q...

-decirte que me llames por mi nombre...lo siento Yu, fue la impresión. Por qué tardaste tanto en aparecer?

-Tsk. Tenía asuntos pendientes. Vamos hazme espacio.

-Hai.

Se recostó al lado del albino y lo abrazó, quiso arrullarlo para dormir, pero quién le dijo que eso es lo que quería el albino? Un beso cálido fue plantado en los labios del azabache, que luego se hizo exigente, pudo notar inquietud en el más joven y un aroma familiar a rosas y jazmín.

-Moyashi, hace cuánto fue tu último celo?

-Eh? Pues... no lo recuerdo muy bien, creo que unos diez o quince días, por qué?

-Hmm. Nada, duérmete de una vez, estoy muy cansado.

-Aishh... bien como quieras, me dormiré.

Molesto sin más que hacer, se dio la vuelta dándole la espalda con un puchero, quedando hecho bolita bajo las sábanas, esto fue de lo más gracioso para el azabache, quien lo abrazo por la espalda y removiendo su largo cabello blanco beso su nuca, logrando borrar los rastros de todo enojo, lo entendía, sabrá Dios todas las cosas que habría tenido que hacer en la comitiva de su hermano, se dejó abrazar y volteo nuevamente hacia el azabache, sobando sus cabellos negros en aquella noche fresca, las noches de primavera estaban llegando a su fin.

-Quieres que te cante una canción?

-Cantas moyashi?

-Hmm, mi madre me enseñó, dice que tengo un don, aunque nunca lo hago para los demás. Quiero hacerlo para ti.

-Bien.

Su hermosa voz y las caricias en su cabello lograron dormir primero al azabache, quien en su instinto sobreprotector jalo hacia sus brazos al albino, quien también se entregó a los brazos de morfeo, su morfeo. A la mañana siguiente, los rayos del brillante sol anunciaban la llegada de un nuevo día, al alcanzar la cama donde el par dormía, o por lo menos el albino lo hacía, ya que para suerte del azabache, podía percibir el apenas detectable aroma que anunciaba que en los próximos días se avecinaba el celo de su albino. Y por poco que se percibiera, el olor no le daba paz, era incitante. Se levantó para marcharse, el día sería largo, debía dar un recorrido de seguridad junto a otros guardias para efectos de seguridad durante la boda que se llevaría a cabo en el jardín mayor del palacio, que fue testigo de las bodas pasadas de la mayor parte de los reyes y príncipes de ese reino y se seguiría la tradición con las venideras.

Todo estaba listo para la boda, el jardín estaba decorado con adornos de flores por cada sección del mismo, el novio finamente ataviado con un saco gris y pantalones a juego con una camisa blanca por dentro, se encontraba recibiendo a los invitados en compañía de sus padres y su futuro suegro. En una habitación de huéspedes, se hallaba la novia y sus damas arreglándose para la boda y a la vez cuestionandose la misma cosa: donde está Allen? Siendo la dama de honor principal y no había aparecido. En la habitación, el albino apretaba sus ojos intentando soportar los rayos del sol que entraban por su ventana mientras alguien entraba a su habitación.

-Allen-denka! Todavía sigue en la cama? valla que usted no cambia, debe levantarse y arreglarse de inmediato, hoy es la boda!

-Boda? BODA!?

-La boda de su hermano el príncipe Neah.

-Oh... arigato, Miranda.

-Venga que es tarde y la novia lo espera, lo ayudaré a arreglarse.

Luego de media hora estaba por fin listo, salió con rumbo a la habitación de huéspedes donde se encontraba Road y al entrar fue recibido entre caras de asombro con desdén de preocupación.

-Allen! al fin apareces! Woah... que bien te queda...- dijo sorprendida Road.

-Etto...Road-denka...

-Ane-san Allen, en unos minutos seremos familia.

-Etto ane-san, de verdad tengo que salir así?

-SIIII!!!- Gritaron todas a la vez.

Suspiro rendido, sabía que tendría que quedarse así, por si fuera poco también emprendieron con él en cuanto al maquillaje, cambiaron su peinado y lo sacaron a rastras para asistir a la boda.
En la entrada del jardín habían hecho una hilera arcos de rosas rojas que llegaban hasta un espacio con sillas plegadas con la misma decoración, la ceremonia estaba por dar inicio, en el atrio a la espera de la novia de encontraban el que auspiciaria la boda y el novio seguido de sus caballeros de honor, el tercero y amigo del novio además de complejo de hermano, Komui, el segundo, tío de la novia, Tyki, y el primordial, revelado en el último minuto y para sorpresa de muchos, Kanda. Sobre una alfrombra roja caminaba una pequeña esparciendo flores, seguida de un pequeño con la caja de los anillos, luego las damas de honor, la tercera, la nueva amiga de la princesa Road, Lenalee, la segunda, su tía Lulubell, y la primera...

-Eh?- dijo o más bien, se le escapó al azabache al ver alguien con un parecido increíble de una chica a su albino.

-Wao...- dijo Neah refiriéndose a la novia luciendo un bello vestido color beige con semi guantes, zapatos y velo a juego.


Pero lo que tenía a Kanda y más de uno realmente con la quijada al suelo era la primera dama de honor. Su vestido era beige con el de la novia y las demás damas, con una porción de encajes negros sobre este, semi guantes de comor beige en encaje y zapatos a juego.

Su cabello blanco iba ligeramente ongulado con una media trenza en la parte superior y un maquillaje delicado que le daba un aspecto inocente.

Frotaba sus ojos para asegurarse de que no era una broma de mal gusto que le hacía su mente, pero no, ahí estaba, completamente distinto su Allen, llamativo, delicado e irresistible, parecía otro. La boda prosiguió con buen curso y llego el momento del "sí acepto" dando el cierre a la ceremonia con el clásico "puede besar a la novia". Luego de que todos desviaran a la atención hacia la fiesta dentro del gran salón real de palacio, camino hacía allí se dirigia nuestro albino cuando una mano detuvo su andar.

-Eh? Yu?

-Moyashi...tú...intentas matarme?

-Eeeh!? A que te refieres?- dijo con ungesto de lo más tierno e inocente.

-Por Dios dame un respiro. T...te ves...de maravilla...

-...- sus mejillas ardían signo del claro sonrojo en su cara -a-arigato...Yu...- en eso lo toma del brazo y lo acerca a el para plantarle de lleno un beso delicado, que de no estar en público hubiera durado micho más.

-Te acompaño?- dijo brindandole su brazo al aún avergonzado albino que acepto gustoso, nunca había visto una reacción de esa calidad de Yu.

-*tal vez debería vestirme a así más a menudo*- pensó.

Ya todos dentro empezaron con los brindis, luego de una hora aproximadamente llamaron para lanzar el ramo, todas las betas y omegas solteros debían ir al centro del salón para esperar la bendición del ramo. Allen se negó rotundamente a participar, más un leve empujón por el trasero hecho por Kanda lo hizo quedar dentro del grupo que se peleaba por el ramo que rebotaba sobre sus manos, y que por obras del destino o una mala pasada según él, quedó en sus manos después de que alguien del montón, entre ellos Lavi, lo lanzará en aquella dirección deteniendo la competencia bajo suspiros decepcionados por no conseguirlo.

(⬆Reproducir Audio⬆)

-Vaya suerte tienes moyashi, mira que entrar de último y quedar con el ramo...

-Y gracias a ti, que ansias de casarte tienes...- dijo en tono de completo sarcasmo.

-Contigo en las buenas, en las malas, en tu sillón o en la cama.- dijo en son de burla mezclado con lujuria, verlo vestido así despertaba todos sus instintos, y su humor que al parecer si tenía. Perdía todo el estoicismo que lo caracterizaba.

-No estarás enfermo o de broma o sí?

-Te parece que estoy de puta broma?

-O...ok...

El valls ya había comenzado a sonar, dando así inicio al baile de los novios que luego dio paso a los demás invitados mientras algunos bailaban con la novia uno por uno sus más allegados.

Primero su padre, luego el rey, Kanda tuvo que seguir siendo el primer caballero de honor, luego el segundo y tercero hasta que hubo bailado cada caballero por un breve momento con la novia que luego paso de nueva cuenta al novio, quien la miró embelesado para besarla durante su baile.

Allen se reunía con Kanda, que después de salir de escena tuvo que colarse entre los invitados para llegar hasta él. Luego del baile de bodas la pista se abrió a los demás invitados, cosa que Kanda aprovecho para invitar a bailar a su moyashi, lo había esperado todo el día. Al igual que la vez anterior Kanda se lucía en la pista, sea por llamar la atención o por impresionar a su moyashi, y el albino que no se quedaba atrás, los comentarios no se hicieron de esperar entre los invitados.

-Nee nee... Ese es el príncipe Allen? Es un omega muy bello.

-Quién es su acompañane? Es muy apuesto y baila muy bien. Será hijo de algún duque?

-No... Yo oi que es hijo de uno de los tres grandes generales!

Mientras susurraban, los aludidos hablaban entre ellos durante su baile.

-Parece que somos de nuevo el centro de atención Yu...

-Mi único centro de atención es un moyashi seductor.

Una risa pícara surcaba el dulce rostro del omega mientras la pieza llegaba a su final. La reina se aproximaba para tomar a su hijo más joven mientras el rey con dos generales se llevaba sin que nadie lo notase al joven azabache, Froi Tiedoll y Alveo Kanda.

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2109 palabras

A donde se llevan al sexy prota azabache? Quién sabe? (ni yo, en serio) Descubranlo mañana en el cierre de semana. Tengo muuuucho sueño así que no escribiré más.

Dejen sus opiniones y voten⭐ se les agradece infinitamente


Bye~
Marlene-shan
マレーネ・シャン
Lucha por la salvación de las almas de los akumas!

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