Noche de Halloween de 1981
Un día. Un total de 24 horas. Eso había sido el tiempo que duró la emoción de volver al mundo de los vivos nuevamente.
Tenía un nuevo nombre, ahora ostentaba el título de Sir Thomas Lionheart II, Barón de Blindley Heath, alias "junior". Qué, para cualquier latinoamericano, sonaría como; el Don "La Mera Verga En Salsa" pero la verdad no era más que un título administrativo, de hecho el tipo que trabaja en la alcaldía de la ciudad tenía un estatus más alto que el de mi nuevo "Padre". Hablando de él, era más impresionante de lo que había percibido antes. El muy maldito era enorme, 1 con 98, hombros anchos, brazos fuertes, piernas largas y un físico que simplemente parecía el del maldito Thor.
Además de rubio el maldito era "carita" con ojos azules, barbilla recta, pómulos altos y barba estilizada.
Como hombre normalmente sería difícil admitirlo pero hasta yo sabía que éste tipo encajaba perfectamente con la descripción de la hermanastra más fea. "...Es un papucho, su cara parece tallada por los mismos angeles" o por lo menos para alguien que era muy poco atractivo en su vida anterior y además de Moreno, pobre friki y con sobrepeso. Simplemente mi nuevo papá era un macho espalda plateada. Pero mamá no se quedó atrás, a pesar de no parecer una supermodelo tenía una belleza natural increíble, cara fina, ojos azul eléctrico, piel blanca, algunas pecas en su nariz y un cabello rojo, simplemente hermosa.
Como hombre podría aceptar definitivamente mi nueva madre era mi tipo de mujer, pero ni modo, estaba atrapado con padres increíblemente bellos en la ciudad/pueblo/localidad de Blindley Heath situada en la parroquia civil de Godstone, Condado de Surrey, distrito de Surrey heath; Inglaterra; Gran Bretaña del Reino Unido.
Básicamente un pueblito de mierda en Medio de montañas y valles... Como casi todos las localidades en Inglaterra. Pero ¿Porqué decía que la emoción de volver al mundo de los vivos nuevamente solamente duró un día? Porque estaba atrapado en Septiembre de 1979.
Había nacido el 1 de septiembre del 79, literalmente 4 años después de que mi madre en mi vieja vida naciera, incluso nací el mismo día que ella. Ella era de 1975 y para esta fecha ella apenas tendría unos 4 añitos. Volviendo a mí... Nací a las 10 de la mañana, Pesé 3.2 kg, aproximadamente unas 7 libras, aunque después de la circuncisión perdí 5 Libras... Okey no, pero definitivamente fue una mierda enterarte que te cortaron el pellejo de allí abajo sin tu consentimiento y mientras estabas inconsciente. Dolía como el infierno y juré por Tezcatlipocatl y Dendé que encontraría a esa partera hija de perra y mínimo le obligaría a usar dentadura postiza de por vida.
Fuera de mis planes de venganza logré ver el camino a casa y fue hermoso, nunca salí de mi país y la verdad me gustó la diferencia en las vistas.
La casa era enorme, 3 pisos, 12 habitaciones, con sala, comedor, cocina, un estudio, dos baños en cada piso, un sótano, un desván, Garage y patios bastante grandes un jardín y un huerto, básicamente una pequeña villa.
La primera semana fue extraña, ser tratado como un bebé fue exasperante, te hablaban Como si tuvieras retraso mental o algo peor. intentar comunicarme fue inútil simplemente mi cuerpo no quería ayudarme a decir que dejaran de hacer eso, es más, los alentaba a eso. Me sentía como el bebé de la película "Look Who's Talking" o como yo la conocía "¡mira quién habla!'. Tal vez el momento más incómodo fue cuando me alimentaron. Es verdad para fines prácticos era bebé pero soy un maldito cabrón de más de 30 años que a duras penas y tenía experiencia con mujeres por lo que fue muy incómodo prenderme del pezón de una mujer a la que no conocía, y que además me parecía atractiva, lo único que puedo decir a mi favor y mi defensa es que mi cuerpo actuaba solo cuando ella metía su pezón en mi boca. Aunque la verdad sea dicha luego de un tiempo empecé a hacerlo adrede, movía mi lengua de forma circular en ese pezón y al parecer ella lo notó porque se sonrojaba y además se excitaba, lo sabía porque su pezón se ponía duro cuando yo hacía eso. Era divertido verla luchar contra sus deseos mientras alimentaba a su bebé. Incluso llegó a pedirme que no lo hiciera pero la verdad no me interesaba, era genial y divertido para mi. O por lo menos un tiempo, mi madre decidió sacarse la leche y dármela en un biberón. Ja! Suerte lamía.
Justo en mi segunda semana de existencia, aconteció una gran fiesta en casa, todos ellos queriendo conocer al nuevo bebé, ala mayoría pertenecían a la familia por parte materna, tenía tíos y tías aunque en realidad eran algunos primos de mi mamá, tenía una abuela y dos abuelos, mi abuela paterna murió 6 años antes que yo "naciera".
Lo malo de esto fue que básicamente pasé de mano en mano más rápido que moneda de 25 centavos. Todos me besaban y me apretaban, era molesto. Aunque cuando la prima de mi papá que por cierto estaba buenísima, rubia pechugona f A mediados de sus 20, a pesar de que ya tenía hijos seguía viéndose despampanante.
Por el momento en que la vi quería que me cargara una mirada de cerca a sus enormes tetas me iba a llevar antes de que se acabara la reunión. Para mi buena fortuna al tener experiencia con niños fue gentil conmigo además me mantuvo cerca de su generoso y abundante pecho. Yo, como el cabrón que era me aferré a su blusa y me acerqué para morderla enviando un claro mensaje "quería comer"
Vaya éste niño es un goloso dijo la sensual prima de mi padre, Jane.
Ni que lo digas parece que no lo llenas con nada respondió mi madre
Oh quieres lechita? ¿El bebé quiero lechita? Preguntó juguetonamente mientas yo intentaba, desesperadamente arrancarle la blusa.
Puedes? Preguntó mi madre a lo que Jane respondió "claro, no me importa" destapándose para mi.
Me metió debajo de una manta y un minuto después yo estaba en el cielo, chupé y succioné lo más fuerte que mi cuerpo podía mientras me aferré con mis pequeñas y regordetas manos a ese enorme seno mientras hacía mi famoso e ifame truco de lengua y provocando la reacción que yo esperaba..
Jane definitivamente reaccionó a mis intentos y se sonrojó aunque en ella se notaba más por su color de piel, ella apareció gemir un poco por el dolor y dijo Qué barbaridad con este niño parece como si no lo hubieran alimentado en días, me chupa demasiado fuerte. Luego se volteó hacia Thomas "definitivamente es hijo de este degenerado".
El aludido simplemente se rió por la idea se acercó a su hijo y sacudió su pierna como si lo felicitara y de hecho lo hizo buena campeón ese es mi hijo. Dijo sonriendo mientras su prima y su esposa le daban una mirada asesina.
Mientras tanto el bebé siguió en lo suyo y fue tanto que al final terminó vomitando.
Después de aquella fiesta todo se normalizó y al final de ese primer año las cosas cambiaron radicalmente ya que el bebé ya hablaba y caminaba pero tenía que ser vigilado constantemente, o de lo contrario desaparecería de alguna manera, sólo para aparecer misteriosamente fuera de la casa. Intentaba agarrar cualquier cosa que estuviera a su alcance y, en la mayoría de los casos, intentaba comérsela o fingía hacerlo sólo cuando sus padres lo estaban viendo, nomás para divertirse con sus una de las cosas que calmaba al pequeño bastardo cada vez que tenía un ataque de llanto era que Martha lo abrazara contra su pecho. Thomas había bromeado diciendo que las aldabas de su esposa, por supuesto, tendrían un efecto calmante en cualquier hombre, sin importar su edad. Sin embargo, resultó ser más que una broma cuando la Pelirroja amamantó al maldito bebé y simplemente no soltó su pecho. El hecho de que el bebé estuviera positivamente eufórica cada vez que ella comenzaba a desabrocharse la blusa no era una buena señal en absoluto.
"Esto es malo... ¡ni siquiera tienes un año, y sin embargo Thomas ya te está contagiando, se nota que eres su hijo!" Dijo Martha después de la última vez que sucedió.
O bien, podría ser otra cosa, ya que el estómago del junior era un pozo sin fondo. Comería mucho y nunca estaría satisfecho. Siempre quiso más y cada vez que le negaban la comida, le daba un ataque de llanto. Todos se preguntaban dónde diablos guardaba su cuerpecito toda esa comida. Lo bueno era que al menos fácil de alimentar, ya que no le hacía el feo a ninguna comida, aunque sí fue un poco costoso.
Al final de ese año pasaron muchas cosas, además de Navidad y las respectivas fiestas hasta septiembre, su cumpleaños fue una pérdida de tiempo a su parecer, le regalaron pura porquería, ni siquiera usaba o le gustaban los juguetes para bebé, fue un martirio. A pesar de que su madre seguía viéndolo como un bebé no todo el interés del niño en cosas que no debería, o por lo menos demasiada avanzadas para un niño de apenas un año. Le gustaba construir con bloques y lo encontró muchas veces dibujando o por lo menos intentando hacerlo. Ella estaba feliz cuando un día lo encontró en el estudio intentando tocar el viejo piano de la familia Lionheart, un fino instrumento musical de un siglo de antigüedad, sumamente bien cuidado y conservado, era blanco con sus patas y detalles en chapa dorada, junto a los martillos en el interior que le daban un aire sublime, de hecho Martha era maestra de piano, daba clases particulares en casa ya que fue una pianista famosa Duarte algún tiempo e incluso era llamada a formar parte de sinfónica internacionales aunque dejó eso para seguir sus estudios. En el camino se topó con Thomas Lionheart y francamente después de ese primer "hola" nunca más quisieron separarse. Aunque corría el rumor que en realidad ella se había casado con Thomas únicamente para poder ser dueña de ese hermoso piano que tocaba angelicalmente.
Ver al bebé interesado en el piano casi la hace llorar de la felicidad. Incluso lo sentó en su regazo e intentó dirigirlo para que aprendiera algunas notas. La sorpresa fue cuando el bebé pudo recordar el patrón de tres notas que intentó enseñarle y después de eso ella enloqueció. De ahí en adelante no había día que Martha no quisiera enseñarle música a su hijo.
Con su padre las cosas fueron mucho más relajadas, no causaba tantos problemas cuando estaba con él ya que se la pasaba horas encerrado en su estudio trabajando en planos y proyectos que se veían muy importantes al parecer era una especie de arquitecto o ingeniero, sabía lo que se sentía tener a alguien fastidiando todo el rato Así que mientras trabajaba era el niño más bueno del mundo pero no fuera que terminara de trabajar cuando se volvía una total pesadilla, estaba aburrido qué más podía hacer?.
Obligatoriamente tuvo que aprender inglés, no era como si hubiera olvidado el español pero convivía con gente de habla inglesa todos los días así que era obligatorio. Sus padres se preocuparon un poco al ver que no quería interactuar con otros niños. Normal viniendo de una persona adulta atrapada en el cuerpo de un niño de tan solo un año, hicieron de todo para que se llevara bien con niños de su misma edad pero simplemente no parecía interesado y pasaba del tema.
Para sorpresa de sus padres el niño comenzó a "intentar" escribir letras, que según explicó recordaba de los libros que veía. No tardó ni dos meses cuando ya tenía un tutor privado para enseñarle a leer y escribir. El muy idiota ni siquiera se dio cuenta de que en vez de enseñarle a leer y escribir a un niño pequeño, le estaba dando clases de inglés a un adulto de 30 años, que ya tenía conocimiento previo del idioma gracias a los videojuegos.
Otra sorpresa fue que antes de cumplir los 2 años comenzó a demostrar comprensión sobre operaciones matemáticas simples, sumas y restas. También el gusto por juegos de intelecto como el ajedrez y las damas chinas. Memorizó todas las capitales de Europa y América. Todo eso ya lo sabía desde su vida anterior pero simplemente ser un niño demasiado pequeño como para hacer cosas más interesantes.
El siguiente año fue más de lo mismo, su juguetes de bebé quedaron en el olvido y por fin obtuvo cosas un poco más interesantes Como por ejemplo su primera bicicleta, que en realidad era un triciclo, uno que terminó debajo del automóvil cuándo Thomas salía a una de sus citas de trabajo. Cuando pensaron en reemplazarlo casualmente el niño vio una bicicleta en uno de los periódicos y lloró hasta que le prometieron que la comprarían para él, no era la gran cosa pero definitivamente era demasiado para un niño de 2 años. El muy maldito se las ingenió para quitarle las rueditas de entrenamiento y después de un tiempo terminó accidentándose por ir demasiado rápido y bloquear el freno trasero intentando derrapar de alguna manera. El problema era que su "vehículo" era demasiado pequeño como para realizar dicha maniobra heteró volcando de forma épica digna de un video de YouTube. Terminó relativamente ileso a pesar de haber rodado unos dos metros colina abajo en la calle, algunos moretones, uno que otro raspón, pero de ahí estaba bien, claro, si obviamos el hecho de que se abrió la ceja con una roca suelta en el camino. La perfecta cara del niño tuvo una gasa pegada cerca del ojo por dos semanas. Para sorpresa o más bien alivio de todos la herida ni dejó cicatriz a pesar de que la roca reventó la piel. Curioso pero no inaudito, existen personas que tienen una mejor regeneración de sus heridas.
Su nuevo cumpleaños fue mejor que el anterior, según los rumores de sus padres hacia sus familiares y amigos, el niño no gustaba de cosas infantiles, de hecho recibió autos de juguete antes pero solo mostró interés a aquellos que eran más "realistas", puertas articuladas, neumáticos de goma, dirección en las llantas delanteras, entre más real fuera el auto mejor. De hecho unos meses atrás el niño había visto un auto de juguete en un supermercado, fue el mayor tiempo que se mantuvo quieto además de cuando estaba dormido o con su papá, se quedó inmóvil viendo el auto por casi 2 minutos, lo que inmediatamente provocó que sus padres lo compraran, ni siquiera se los había pedido, o llorado por él, para ser exacto, pero definitivamente era su cosa favorita en éste mundo después de llevarlo a casa. Se enojó bastante cuando lo sacaron del empaque y volvió a meterlo ahí para poder sacarlo él, jugó un rato con el y luego lo guardó. Era un hot wheels, u Bugatti '37 de 1933, era negro con laterales rojos, que para la época incluso en ese país ya se consideraba un auto clásico.
Básicamente era un juguete pero el adulto dentro del cuerpo de un niño estaba eufórico por la perspectiva de acumular una gran cantidad de hot wheels para poder venderlos en el futuro, sabiendo que el mercado de los mismos era muy cotizado. Aún tendría que esperar 10 años para comenzar a comprar cartas de Pokémon, ese Charizard versión 1 debía ser suyo, si tendría que matar por esa carta lo haría.
En su cumpleaños tuvo una gran cantidad de regalos para niños un poco más grandes, gracias a los genes de su padre había crecido bastante, parecía tener de 3 a 4 años debido a su alimentación no había sido una sorpresa aunque la ropa si fue un problema.
La fiesta vino y se fue, ahora ya dormía en su propia habitación, estado plagada de autos de juguete con libros y otras cosas regadas por doquier, a pesar de eso era ordenado, o más bien no movía mucho de los objetos en la habitación, los juguetes nuevos seguían intactos, raro para cualquier niño, en especial los hot wheels, todos estaban en sus paquetes originales, la explicación a esto fue que el niño dijo que los ahorraría para comprar un auto de verdad cuando tuviera 5 años y que iría sólo a todo el mundo. Los padres entendieron que era una idea infantil aunque elogiaron su determinación pues ningún niño resistiría más de una hora sin romper su promesa o más bien olvidarla por completo antes de que el juguete fuera demasiado atractivo para evitar sacarlo de su envoltorio.
Éste día era 31 de octubre, Halloween, no era como en las películas que había visto, pero creía que era más por la época, eran los 80's, no era muy popular, o por lo menos no en Inglaterra, o mejor dicho en éste lugar ya que era un territorio católico, aunque sus padres no lo fueran. Hoy en la noche sí hubieron niños en la calle pidiendo dulces, pero no eran hordas interminables de demonios chupazúcar que parecían haber en Estados Unidos. Vistió un traje de domador de Leones para la ocasión, caminó por el poblado arrastrando un caballito de madera con ruedas al que le pusieron un disfraz para gatos con una peluca.
Como era de esperarse las mujeres lo acosaron por lo lindo que era. Pidió dulces y a las 8:30 estaba nuevamente en casa. Fue puesto en su cama temprano y sus padres fueron a hacerle un hermanito, él lo sabía, siempre que iba a suceder Thomas se la pasaba tocando el trasero de su madre, y ella nunca se quejó, le tenía envidia al muy maldito.
Cualquiera pensaría que se trataba de una noche cualquiera, pero esa noche algo importante iba a pasar.
Leonel comenzó a escuchar esa canción, aquella canción que sonó los últimos segundos de su vida, esa canción que hablaba de lo feliz que era ser japones.
Mientras manejaba su motocicleta Honda 2014 se detuvo en el semáforo y comenzó a bailar porque en verdad no le importaba que la gente lo viera hacerlo, no comía de eso. El semáforo se puso en verde y avanzó. Al traer audífonos no escuchó un auto que venía pasándose el alto de la Luz roja a toda velocidad. Tuvo que frenar de golpe al notarlo y a pesar de no alcanzar a chocar contra el auto sí terminó derrapando un poco y desgraciadamente cayendo al suelo. La moto le cayó en la pierna y quedó de espalda al suelo. Tuvo que mover la moto para poder levantarse y tratar de ver cómo había quedado. Su mirada se levantó justo en el momento en que el camión estaba a menos de un metro de su posición. Levantó sus manos para defenderse y cerró sus ojos, pero el impacto nunca ocurrió. Bajó sus manos y vió el camión detenido ahí donde había estado antes de cerrar los ojos. Vió algo extraño y eran las personas en el camión, eran personas que conocía, o por lo menos conocería, los identificó como sus amigos Yon y Sebastián vizcarra, sus mejores seguidores en Wattpad. Se suponía que los vería mañana para conocerse pero daba la casualidad de que casi lo matan con un camión.
Suspiró temblorosamente de alivio, miró a su alrededor y sintió algo.. era conocido... Era una sensación, no un sentimiento conocido... El vacío. Volvió a sentir aquel frío, la soledad y la nada, como si le anunciara que venía por él. Se volteó buscando la fuente de ese sentir y se encontró viendo a alguien parado a media decena de metros de su posición. Se paralizó al verlo era horrible, tenía los ojos rojos parecidos a finas rendijas como los ojos de un gato o un reptil, su rostro estaba lleno de cicatrices y parecía como si se hubiera quemado con un color de piel gris como la de un cadáver, estaba tan deforme que parecía que había perdido la nariz, aunque no había un agujero, solo piel plana. Traía una especie de sábanas negras encima a forma de ropa y por alguna razón parecía que el sentimiento de vacío provenía de él.
De alguna manera parecía ser familiar, como si tuviera que recordar exactamente quién era esta persona pero simplemente no pudiera hacerlo, como cuando querías decir algo y usabas la frase "lo tengo en la punta de la lengua".
El hombre levantó su mano y apuntó algo hacia él, no parecía ser un arma de fuego, más bien un cuchillo o un picahielo por la forma que lo sostenía, dijo algo que no entendió pero que al igual que el hombre, le pareció familiar, y luego, como si de un corto circuito se tratara, hubo un destello de luz verde que chisporroteó en el aire y que aparentemente lo había golpeado. La sensación de ser arrancado de la vida volvió a pasar por el cuerpo de Leonel pero la diferencia, esta vez, fue que no fue lentamente sinó como cuando el camión lo golpeó, un desgarrador impacto total pero de alguna manera fue momentáneo. La sensación se quedó arraigada en el alma como una quemadura pero no murió.
Se había encorvado por la sensación pero al levantar la cabeza para ver a su atacante vió en el piso a otra persona. Era un hombre alrededor de los 20 y tantos, cabello negro y rizado, bastante desordenado, estando totalmente inmóvil.
Mirando hacia arriba, el hombre de las telas negras parecía estar discutiendo con alguien mientras mantenía su mano armada en alto. No podía escuchar lo que decía pero sonaba amenazante. De repente vió una cabellera roja igual a la de Martha, su madre. Sintió que su estómago se hundía. Se paró rápidamente frente a ella intentando protegerla pero nuevamente la Luz verde destelló e igualmente el cuerpo de Leonel fue golpeado por el rayo de energía que se dirigió a él.
Nuevamente el vacío de la muerte pasó por su cuerpo derribándolo ésta vez. Ahora podía ver a su madre tirada en el piso, a pesar de no poder ver su rostro distinguía su cabello rojo. Miró con rabia al maldito que le estaba haciendo ésto, se levantó pero no subió mucho su estatura, al parecer volvió a tener su tamaño de niño pero en éste momento no importaba, solo quería vengarse del maldito de las sábanas.
Nuevamente el arma fue levantada en contra de Leonel y el rayo verde volvió a volar por el aire, pero ésta vez pasó algo diferente. Haciendo uso de tu conocimiento en ciencia ficción usó una técnica que había visto en una de sus caricaturas favoritas. Apuntó sus dedos hacia el origen del rayo, recibió la energía, la dirigió por su cuerpo a través de su estómago y la lanzó de regreso con toda la potencia de su rabia.
El estallido de color verde que siguió a continuación fue como ver directamente el flash de una cámara a centímetros de tus ojos. Cuando las cosas volvieron a hacer visibles del hombre de las sábanas ya no existía nada, había dejado esas sábanas negras en el piso y estaban humeando. Un humo negro y nauseabundo llenó el aire y rápidamente se formó una especie de bola en el aire hecha de dicho humo, la presencia del tipo seguía ahí y de repente su rostro se formó en esa nube de humo, abalanzándose hacia Leonel mientras soltaba un alarido espectral, mientras que un niño solitario en su habitación rugía de miedo por La pesadilla que acababa de experimentar.
Los padres del pequeño llegaron rápidamente a la habitación, se asustaron mucho cuando lo escucharon gritar, fuera de llantos ocasionales nunca había gritado de esa manera, sus cuerpos todavía venían temblando un poco tanto por el susto como porque los habían interrumpidos en medio de la intimidad. El niño fue levantado inmediatamente de la cama siendo abrazado por su padre, mientras su madre lo consolaba y le daba besos reconfortantes. El niño decía palabras sin sentido, pero debido al susto no notaron que la razón por la que no entendía lo que decía es porque no lo estaba diciendo en inglés sinó en español. Tardaron casi una hora para que dejara de llorar, Thomas no toque el niño estaba sudando frío, temblaba y lloraba incontrolablemente, y al ser padre primerizo fue una experiencia que definitivamente no estaba preparado para enfrentar.
Esa noche El pequeño junior durmió con sus padres sufriendo de sobresaltos y pareciendo demasiado nervioso como para dormir. Definitivamente no habría un hermanito en el futuro próximo.
Continuará...
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