24-Llora si quieres
Pd: la canción arriba la pueden escuchar antes, después o mientras leen. No cambiará el hecho de que sufrirán un poquito.
A quien creen que representa esta canción?
Sam:
—¿Están todos listos para presentar vuestros trabajos?—preguntó la profesora, sonriendo con emoción.
—¿Trabajo?—preguntó una persona frente a mí en susurros.
—¡Idiota, el trabajo de "hablar sobre alguien que admiras!—contestó su amigo.
Suspiré y rodé los ojos, antes de sentarme mejor en mi lugar y frotarme las manos. El día había amanecido frío y se me había olvidado traer algo calentito, por lo que me estaba muriendo de frío.
—¡Quiero pasar!—pidió una chica, levantando la mano, al mismo tiempo que yo estornudaba.
Saqué un pañuelo, al mismo tiempo que escuchaba como alguien se reía a mi lado. Rodé los ojos para no girarme y mirar en esa dirección. Eran de nuevo las dos chicas con las que había tenido una discusión mientras Ryan seguía en el hospital. Pensaba que al día siguiente iban a cambiar de lugar, pero seguían sentándose a mi lado, y parecían disfrutarlo.
—Estornudas como un gatito—me informó la más cercana, susurrando—Eso es raro viniendo de la chica fría de la clase.
—Parece que tambien tiene sentimientos—siguió su amiga—No por nada la ultima vez se enojó cuando hablamos mal de nuestro Max y el idiota herido.
—¿Tienen algún problema, extras?—les pregunté, mirándolos con frialdad—Cierre la boca, estoy intentando concentrarme.
—¿Extras?—se rió la segunda chica.
—Son extras en mi vida, no tengo necesidad de saber vuestros nombres.
—Somos Clara y Chloe—se ofendió la chica más cercana.
—Y como es obvio, yo tengo el nombre más cool aquí—siguió su amiga—Soy Chloe.
—¡Claro, lo que tu digas!—susurré, rodando los ojos—Callense ahora.
—Muy bien, chicos—aplaudió la profesora, llamando mi atención—Hicieron un muy trabajo, y estoy segura que vuestros padres y tu entrenador de fútbol son personas muy admirables.
—¿Podemos seguir?—preguntó Max, levantando la mano.
La profesora asintió, por lo que Max, Tess y Ryan se pusieron de pie. Después de haberle preguntado a Ryan cuando iba a volver a clases ayer, había llegado mágicamente hoy. No parecía sufrir mucho caminando, pero de vez en cuando ponía caras de sufrimiento que duraban pocos segundos.
Un chico rubio que estaba sentado en el suelo al lado de la silla de Ryan se puso de pie, antes de levantar ambos brazos al aire, empezando a aplaudir. Solo Ryan y yo nos fijamos en él, ya que de por si éramos las únicas personas que podíamos ver a James.
—La persona que admiro es Jason Black y Amy Ross—empezó Max con los ojos brillantes de emoción—Ellos son los padres de mi amigo y policías, y me encantaría yo también de grande serlo.
La profesora asintió, por lo que Max siguió.
—Conozco a Ryan desde hace muchos años, y a veces cuando iba a su casa estaban sus padres—explicó—Ambos siempre fueron amables conmigo y me contaban historias sobre cómo arrestaban a personas, o tácticas para luchar contra alguien.
Sentí alguien pararse a mi lado, por lo que me giré y vi a James sonriendo. Le devolví la sonrisa y me relajé, antes de escuchar de nuevo como ambas chicas empezaban a reírse.
—Calmate, angelito—me pidió James—Ignoralas.
—¿Qué le pasó a esta loca para que sonriera sola?—preguntó Clara.
—Estaba pensando en que sería buena idea romperles la cara para que dejen de meterse en los asuntos de los demás—les contesté, apretando el puño.
—Una chica como tú no podría contra nosotras—sonrió Chloe.
—Ajà, claro—rodé los ojos, intentando volver a concentrarme.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo, por lo que lo saqué con lentitud, antes de ver que alguien me había mandado un mensaje.
Idiota: Hola princesita, te hice tu pastel de chocolate favorito así que cuando termines tus clases ven a verme enseguida.
Sonreí inconscientemente, antes de contestarle.
Yo: Claro, gracias idiota.
Idiota: Aww, yo tambien te amo Samy.
Estaba a punto de contestar cuando escuché a alguien jadear a mi lado. Lo primero que se me vino a la mente fue "ojalá se haya atragantado con su saliva y se vaya al baño por unos minutos para estar en paz". Pero en vez de eso, Chloe levantó la mano, poniéndose de pie, mientras que fingía sorpresa al poner su otra mano sobre su boca.
—¡Profesora, Sam está en el celular en plena clase!—le informó, mirándome como si hubiera hecho algo horrible.
—Por favor, Sam, guarda tu celular y concéntrate en lo que dicen tus amigos—me pidió la profesora, sonriendo con amabilidad.
—Podría concentrarme si estas dos no me estuvieran hablando cada dos segundos—le informé, guardando mi celular y permaneciendo calmada.
—¡Muy bien, angelito!—sonrió James—Por favor, no te enojes por culpa de ellas. Solo resiste un poco más y podremos volver a casa.
—¿Podrías seguir tú, Tess?—le pidió la profe a su hija.
Tess asintió, antes de aclararse la garganta.
—La persona que más admiro son mis padres—explicó—Mi mamá, Jules, profesora, y mi papá, Tess, policía.
Con sorpresa noté como James y Ryan se tensaban al instante al escuchar el nombre de Tyler. Fruncí el entrecejo, al mismo tiempo que sentía como alguien me tocaba el brazo.
Me pegué en la frente con la palma de la mano, antes de rodar los ojos.
—Por favor, necesito paciencia para quedarme una sola hora más en esta clase—susurré.
—¿Quien es ese "idiota" que te escribió hace poco?—susurró Clara—¿Es tu pareja?
—¿Y si lo es? ¿Tienen algún problema?
—Si es lindo quizás podría interesarnos—me explicó Chloe, mirándose las uñas de la mano.
—Te prohibo acercarte a él—gruñé, agarrando su brazo con fuerza—Él ya sufrió mucho como para que dos personas como ustedes entren a su vida.
—Duele—susurró la chica, sacando su brazo con dolor—¿Qué te pasa por tocarme así?
—Me sorprende que ames y que alguien te ame—sonrió Clara—Pensé que eras un perro solitario que tendría que vivir su vida entera solo.
—No me sorprende, después de todo no tiene familia—se burló Chloe, sacándome la lengua.
—¡Eh!—se ofendió James, mirándolas con enojo—¡A angelito no le hablan así!
Apreté los puños mientras sentía una enorme ira empoderarse de mi. Me giré y las miré con frialdad, apretando los dientes para no lanzarme encima de ambas.
—¿Qué acabas de decir?—gruñe, poniéndome de pie—Discúlpate o te arrepentirás.
—¿Qué harás?—sonrió Clara—¿Llorar?
—¿Chicas, que está pasando?—preguntó la profesora, por lo que me di cuenta que había creado todo un escándalo.
—Discúlpate y las dejaré en paz esta vez—repetí—¡Vamos!
—Sam, por favor—me pidió James.
—Ni siquiera mentimos—sonrió Chloe—Estamos en la misma clase desde hace muchos años, y aun así nunca te vimos salir de la escuela con amigos o familia.
—Dejame adivinar—se burló Clara—¿Acaso toda tu familia se murió y eres la única sobreviviente?
No me pude controlar más. Agarré a Clara por la camiseta, antes de estamparle mi puño en la cara. La chica abrió los ojos, en shock, antes de empezar a gritar. Me acerqué a Chloe y la pegué a la pared, antes de darle un puñetazo a la pared, a pocos centímetros de su rostro.
—No jueguen con hielo si tienen miedo a congelarse—susurré—Porque eso es peor que el fuego. El fuego quema en segundos, pero el hielo dura por mucho más tiempo.
—¡Sam, para!—me pidió Ryan, envolviendo sus brazos alrededor de mi estómago y tirando de mí hacia atrás.
—Están advertidas—les informé, mientras Clara empezaba a llorar—Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada.
Me solté de golpe de Ryan, antes de agarrar mi mochila y salir de la clase caminando con rapidez, empujandolo en mi camino. Apreté los puños todo el camino, y no fue hasta subirme a mi auto que dejé caer mi cabeza encima del volante, las lágrimas cayendo por mi mejilla.
Me quedé muchos segundos sentada, intentando calmarme. No fue hasta minutos después que me limpie las lágrimas, antes de notar en el retrovisor que mis ojos se habían hinchado y que mi cara estaba más roja que antes.
Al instante alguien abrió la puerta de mi coche, por lo que me quedé con la boca abierta al ver como Ryan subía al auto con los ojos tapados con su mano izquierda, mientras que en la derecha tenía su mochila.
—¿Estás bien?—preguntó, poniéndose el cinturón con una mano, aun sin destaparse la cara.
—¿Qué haces en mi auto?—susurré, molesta—Lárgate, no te necesito.
—Lo sé, no me necesitas a mi, necesitas a "alguien"—explicó el chico—Yo te acompañaré, no te dejaré sola.
—No necesito tu compañía—susurré, notando que había empezado a temblar.
—Deja de escapar de todo, Sam—me pidió Rya, y aun con los ojos tapados, vi como fruncía el entrecejo—Siempre has estado sola, y has cargado con todo el dolor y la culpa sola. Pero esta vez yo estoy contigo. James y yo te apoyaremos.
Ryan vació su mochila sobre sus rodillas, antes de agarrar su mochila vacía y ponerla sobre su cabeza para taparse la cara. Después de eso sacó su mano izquierda y la tendió en mi dirección.
—Dame tus manos—me pidió, y lo único que podía pensar era porque tenía una mochila sobre la cabeza.
Le di mis manos con confusión, limpiándome las pocas lagrimas que habían aparecido en mis ojos con mi hombro. Ryan dejó mi mano derecha sobre su pierna, antes de agarrar la izquierda y empezar a tocarla.
—¿Te duele?—me preguntó—¿Sientes algo?
—No—susurré, mientras intentaba hacer que esta dejara de temblar.
Ryan soltó mi mano izquierda y tomó la derecha. Al instante que la tocó, solté un gemido de dolor.
—Así que es esta—susurró—¿Puedo destaparme un poco la cara?
—Sí—susurré—¿Porque la tienes tapada?
Ryan levantó un poquito la mochila de su cara, pero solo podía ver su boca y barbilla. Ryan buscó en las cosas que había dejado sobre sus rodillas, antes de sonreír con alivio.
—Aquí está—sonrió—Tu mano está un poco hinchada y roja, pero se curará pronto.
—¿Ryan, porque tienes la cara tapada?—le pregunté, apretando los labios.
—Realmente no es nada—me tranquilizó el chico—No te preocupes por mi, tu eres la prioridad aquí.
Fruncí el entrecejo, antes de acercarme a mi con rapidez y sacarle la mochila. Ryan al instante retrocedió de golpe, antes de volver a taparse la cara con ambas manos.
—¡Está bien, te diré!—contestó, girando la cabeza—En realidad son dos razones, pero realmente no son nada.
—¡Ryan!—me quejé.
Ryan suspiró, antes de sacarse las manos de la cara, pero aun con los ojos cerrados. Al instante abrí los ojos con sorpresa al ver cómo al lado de su ojo derecho tenía una herida. No parecía profunda ni peligrosa, pero estaba sangrando un poco.
—¿Como...?—susurré, en shock—¿Fui yo...?
—¡No!—negó Ryan al instante—Fue la profe pero no lo hizo a propósito.
Ryan suspiró, bajando la cabeza.
—Cuando te fuiste intente seguirte pero la profe intentó pararme, y me arañó sin hacerlo a propósito—explicó el chico—Me dijo que seguramente necesitabas tiempo a solas pero preferí venir aquí.
—¿Y porque no abres los ojos?—susurré, confusa.
Ryan se acercó a mí y alargó la mano, antes de agarrar mi cara y pasar su dedo pulgar con mi ojo izquierdo. Después de eso mostró su dedo, donde una gotita brillaba.
—Estas llorando—explicó, encogiéndose de hombros—Nunca lloras frente a mi, y siempre te mostraste fría. Por eso, sé que lo que menos quisieras es que alguien te vea así de "débil".
—Pero...
Ryan me cortó, levantando su mano. Buscó en su bolsillo su celular, antes de ponerse los audífonos y posar su cabeza sobre la ventana.
—Ve donde quieras ir, haz lo que quieras hacer. Llora, grita, no me importa, no escucharé ni veré nada—me informó, por lo que sentí mi corazón apretarme—Permaneceré con los ojos cerrados y con los audífonos puestos hasta que tu me lo pidas.
Ryan giró la cabeza y sonrió.
—Mamá siempre me decía que llorar no significa que eres débil, sino que has sido fuerte por mucho tiempo.
Ryan volvió a posar su cabeza sobre la ventana.
—Llorar no es de débiles. Nacimos llorando porque llorar es coger aire, sacar lo que nos duele y seguir adelante. Llora, Sam, estaré aquí para limpiarte las lágrimas cuando te sientas mejor.
Holaaaa
Que tal?
Que les pareció el nuevo capítulo?
Primer capítulo completamente narrado por alguien que no sea Ryan.
Que piensan de Clara y Chloe?
Y de cómo reaccionó Sam?
Quien creen que es "idiota"?
Y de la reacción de Ryan?
Que creen que pasó con la familia de Sam?
Y que piensan que hará ella ahora?
Quien es vuestro personaje favorito?
Y vuestra pareja favorita?
Hasta luego👋😁💖
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