03


—Papá, quiero cereal de colores y de chocolate.— El pequeño cachorro de YoonGi hacía un puchero al ver que el mayor solo había tomado el de chocolate, el pálido parpadeo un par de veces soltando una risita para después negar a la palabras de su pequeño. Ambos se encontraban por el supermercado haciendo las compras de la semana, YoonGi manejaba el carrito teniendo a su hijo sentando en la silla que era para niños.

—Recuerda, amor. Una semana uno, otra semana el otro. Hoy debemos comprar mas cosas.— El pequeño se cruzo de brazos haciendo un berrinche silencioso, aun así asintió sin volver a repetir que quería ambos cereales. YoonGi pensaba que era realmente fácil lidiar con su hijo, este resultaba más inteligente para su corta edad y evitaba hacerle escenas escandalosas siempre, en resumidas palabras era un buen niño. Ese día en particular era un domingo, su único día de descanso en donde se podía tomar el tiempo para hacer las compras y pasar todo el día cuidando de su pequeño. Siguió por el pasillo haciendo una nota mental que necesitaba comprar yogurt para que su hijo pudiera disfrutar de el.

—¡Papá, mira!— Se detuvo ante el grito emocionado de su hijo que prácticamente llamó la atención de algunos que pasaban por ahí, YoonGi siguió el camino del pequeño dedito apuntador de su bebé dando con un hombre. —Superhéroe.— Eso fue casi un susurro confidencial entre ambos, pero YoonGi solo se perdió en el hermoso Alfa que miraba concentrado algo en particular volviendo su mirada hasta ellos cuando se sintió observado. Jinkyu alzó la mano casi enseguida saludándolo, JiMin por el contrario no tardó en devolverle el saludo titubeando en si debería de acercarse o no, esa era la tercera vez que miraba a ese cachorro que al parecer estaba encantado con sus ojos. —Papá, vamos con él.— Pidió el infante observando emocionado a su progenitor para después volver su mirada hasta Park, no perdiéndolo de vista. YoonGi titubeó un poco ya que pensaba que sería extraño acercarse cómo si fueran amigos o siquiera conocidos, pero cuando se dio cuenta el atractivo Alfa se había acercado saludando a Jinkyu.

—Señor.— El corazón del pálido se aceleró al ver a su cachorro tan emocionado por ese Alfa, algo que nunca había visto, ni siquiera con Yuqi se emocionaba tanto. YoonGi hizo una pequeña reverencia siendo correspondida por JiMin, conectaron sus ojos por breves segundos hasta que Park decidió dirigirse al pequeño.

—Puedes llamarme JiMin, dime cuál es tu nombre.— El de ojos platinados sintió un escalofrío en su espalda, recordando vagamente la vez que ese Alfa sin vida le había hablado además de haber intentado tocarlo cómo en esa ocasión en su cafetería, no dudaba que aquel hombre posesivo quería aventarlo lejos de lo que aún consideraba suyo.

—Jinkyu.— Pronunció trabándose una poco en el proceso pero sonriendo victorioso cuando logró hacerlo. —Papá.— Presentó al mayor ganándose una sonrisa tierna por parte del aún un poco desconocido.

—Jinkyu y papá, es un gusto. Si recuerdas mi nombre cuando visites la cafetería te regalare la torta más grande que tenga.— JiMin no tuvo que pronunciar eso una vez más, al cachorro le brillaron los ojos y siguió pronunciando el nombre del Alfa un par de veces más tratando de no olvidarlo. YoonGi se mantuvo al margen de la situación, sintiéndose algo tonto por no saber incluirse en la conversación. Jugueteó un poco con el anillo de compromiso que poseía en su dedo y sin saber qué hacer exactamente peinó un poco los cabellos de su tesoro. Fue entonces que JiMin se paró correctamente y le sonrió, una de las sonrisas más bonitas que YoonGi había visto. —Disculpa por interrumpir en sus compras.—

—No, está bien. Jinkyu estaba muy feliz por verlo.—

—No es necesario ser formal.— JiMin iba a hablar de nuevo pero sintió su celular sonar interrumpiéndolo. —Disculpa, debo marcharme. Están esperándome. Espero verte por el café de nuevo. Nos vemos, Jinkyu.— Despidiéndose se alejo contestando el celular a un mal humorado SeokJin. YoonGi por el contrario dejó salir un suspiro, su hijo lo observó un poco.

—Papá, me pregunto si el señor JiMin puede salvar a papá Nam.— Aquellas palabras le hicieron sentir un nudo en su garganta, llevo por unos segundos su frente hasta con la de su pequeño uniéndolas en un suave toque.

—Hoy veremos las estrellas y le preguntaremos a papá Nam si quiere ser ayudado por el señor JiMin. ¿Te parece bien?— Hablo lo más tranquilo que pudo, separándose para regalándole un pequeño beso en la frente ante la respuesta positiva de su infante. Y nuevamente se dijo a sí mismo que su esposo le hacía mucha falta. Se recordó a sí mismo en los días en los que se enteraron que serían padres, lo ilusionado que estaba NamJoon por sentir a su bebé en sus brazos, había leído decenas de libros sobre bebés y en secreto lo había visto practicar para saber cómo cargarlo correctamente. Apretó sus labios entre sí tratando de despejar aquellos recuerdos, no lloraría frente a su hijo y tampoco era el momento ni lugar indicado.

Ambos siguieron con sus compras volviendo a pasar un rato agradable entre ellos dos.

JiMin por otro lado iba manejando rumbo a su hogar con SeokJin de copiloto echando humos. —Estabas ligándote a un Omega mientras que yo estaba sufriendo esperando por ti cómo perro encerrado en el auto.— Se quejo. —Para colmó no compraste lo que te dije.— JiMin rodó sus ojos.

—Lo compraremos después, deja de quejarte.— Detuvo el auto en cuanto miro la luz roja y suspiro.— Y no me estaba ligando a nadie. Es un chico que ha visitado la cafetería, al parecer le agrado mucho a su pequeño hijo.— Ambos se observaron y SeokJin bufo.

—Claro, gánate al hijo primero y luego por el Omega.— Tomó una bocada de aire y suspiro exageradamente tratando de dejar el tema. —No olvides pasar a la imprenta para conseguir los volantes. Nos urge nuevo personal.— JiMin asintió volviendo a poner el auto en marcha. En el transcurso del camino SeokJin optó por poner la radio y eso solo le dio tiempo a JiMin para pensar en lo que había sentido y visto. Era mejor seguir ignorando a ese posesivo fantasma de Alfa o no. Estaba acostumbrado a ignorar a los espectros pero en esta ocasión sentía algo en su interior, quería hacerle frente a ese Alfa y responderle.

Totalmente extraño.

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