Tres

Nuevo ciclo, nueva actitud, nueva yo,

Mentira, solo nueva actitud, prometí a todos ser yo misma sin importar nada, así que hice mi rutina frente al espejo, me acomodé la falda del uniforme y mi chaqueta, que la había dejado mi madre ajustada a mi ¿Figura?

Llegue al colegio buscando las listas de los salones, mire mi nombre en el salón 306, mire quien mas estaría conmigo, me sentí aliviada de tener a Jungkook de nuevo en mi salón, junto a Sana, pero había otro nombre mas en la lista.

—Veo que estaremos juntos —Jimin se paro a mi lado mirando la lista —me siento feliz.

—Yo... —tomo un mecho de mi cabello y lo hizo para atrás.

—Aléjate de mí bomboncito, que te dejare el otro ojo morado si la vuelves a tocar.

Sana me jalo de la mano y fuimos a la asignación de casilleros.

—Na Eun, ten fuerza de voluntad.

—Si la tengo, es solo que...

—¿Qué te hablo de nuevo? —me dio una vuelta —claro, si luces como una diosa.

—No es mucho el cambio.

—No es tu peso bomboncito, eres tu, sentirte bien contigo hace notar lo hermosa que eres a los demás —me toma de la mano y caminamos al salón —en poco tiempo, todos van a querer hablarte.

—No quiero eso, estoy bien con los amigos que tengo ahora.

—Eso es parte del cambio, ahora vayamos a clases.

Cuando llegamos al salón, Jungkook estaba sentado con auriculares puestos y moviendo los hombros al ritmo de la música, yo llegue y le quite un audífono para sentarme a su lado y escuchar con lo que bailaba.

—Es la canción de la clase.

Me sonrió y vi la herida en su labio, quiero evitar el tema lo mas que pueda, pero me es imposible no sentirme algo mal por lo que paso.

—No puedo sacarla de mi cabeza, sin mencionar que tengo los pasos ya muy marcados, creo que te culpare si me la paso bailando por los pasillos, tu me llevaste a eso.

—Me declaro culpable.

Sana nos jalo de la chaqueta a ambos.

—Yo también quiero escuchar, no es justo que tu compartas algo con mi bomboncito de lo que yo no se.

—Es porque a mi me quiere más que a ti.

Sana le jalo el cabello y pidiendo que se retractara de eso, yo solo me reía de la escena, pero nuestro pequeño momento feliz termino cuando Jimin entro con su novia de la mano al salón, ella me recorto desde la punta de mi zapato hasta mi cabeza, Jungkook giro mi cabeza para que no la viera.

—¿Quieres ir por un helado más tarde?

—De chocolate con menta.

—Eso es asqueroso, no se como te gusta ese sabor bomboncito, además el raro de Jungkook te sigue la corriente.

En verdad agradezco tanto que estén en mi vida.

En el receso, los chicos se adelantaron a la cafetería tuve que ir a rectoría por unos papeles, así que me entretuve un poco antes de alcanzarlos, ahora también traía los auriculares puestos escuchando la canción de la clase, cantaba de manera bajita la canción mientras acomodaba los papeles en mi casillero, cuando cerré este vi a Jimin observándome de cercas, me gire para irme, pero el me tomo de la muñeca y me jalo hasta meterme al laboratorio vacío de química.

—Déjame, me estas lastimando.

Me soltó la muñeca y yo la sobe un poco, el coloco sus manos en la cintura mirándome algo molesto.

—¿Por qué me estas ignorando?

—¿Disculpa? Creo que no escuche bien.

—Tu teléfono me manda a buzón desde hace semanas, ya no estas en tu casa, ahora ni siquiera me saludaste cuando me viste en la mañana.

—Me pediste que me alejara de ti, eso hice.

—No te pedí que me borraras totalmente, no puedes hacerme esto, ¿Tienes idea de lo que me estas lastimando peque?

Se me acerco y tomo mi rostro entre sus manos, sentir su tacto me duele, aun me duele demasiado.

—¿Tienes idea de lo mucho que tu me lastimaste a mí? —sentí como mis ojos se empezaron a aguar —me he recuperado lentamente, pero he podido hacerlo, así que déjame Jimin, no me hagas más daño.

—Jamás fue mi intención hacerlo —miro mis labios —extraño tanto besarte.

Se acerco hasta mi boca, pero aun temblando lo aparte, por mas que deseara sentirlo no debía hacerlo.

—Tu novia debe estar buscándote y mis amigos están esperándome.

—Jungkook querrás decir —mi cara de confusión fue notoria —¿Crees que no me he dado cuenta de como te mira? Te has alejado de mí, porque él esta tras de ti endulzándote el oído, te recuerdo que yo estuve primero en tu vida.

—Eres un imbécil.

Sali del laboratorio sintiendo muchas ganas de llorar, me sostuve de la pared para tomar aire y tratar de calmarme.

—Na Eun —Jungkook llego a mi lado —¿Qué tienes?

—Kookie, ya no quiero que duela, estaba bien sin verlo, pero me siento vulnerable con él aquí.

Jungkook solo me abrazo y froto mi espalda, de pronto las ganas de llorar pararon, me sentía tranquila y protegida, estuvimos un momento así hasta que Sana nos empezó a marcar por teléfono, fuimos a la cafetería antes de que viniera por nuestras cabezas.

—Antes de sentarnos con los chicos quiero pedirte algo.

—Dime.

—Tal vez no estes lista, también creo que no te has dado cuenta, aunque yo sea muy obvio, pero en verdad me gustas Na Eun, quiero que me des la oportunidad de ir un poco más allá de la amistad que tenemos, ser algo más que amigos.

—Kookie es que...

—No quiero que me respondas ahora, quiero que sigamos haciendo lo que nos gusta como siempre, ahí yo hare mis intentos de meterme un poco mas en tus pensamientos, solo quiero que sepas que lo hago, porque eres muy despistadas y no te das cuenta de lo mucho que me gustas.

Solo asentí con la cabeza, Jungkook dio un par de brincos de felicidad y después fuimos a nuestra mesa con Yoongi de dramático porque esta solo en sus clases y Sana riéndose de la situación, yo no dejaba de sentir la mirada de Jimin sobre de mí, pero sé que estaré bien, siento que lo estaré.

Las primeras semanas de clases pasaron rápido, Jimin seguía tratando de buscar mi atención en la escuela sin importarle que su novia lo viera, o que los demás le cuestionaran el porque lo hacía, pero es algo tarde para todo esto. Mas cuando me estaba sintiendo tan bien al lado de Jungkook, seguía acompañándome a mis clases de baile, y tal como me dijo Sana, las personas en la escuela cada vez me hablaban más, y los rumores de mi cuerpo cesaron, eso me hizo darme cuenta de lo idiotas que son las personas, entre mas notan que alguien es lastimado por alguna acción o comentario, insisten mas en hacerlo, en estar destruyendo más su autoestima.

Pero si ven que esto no funciona, buscan un nuevo objetivo.

Esta semana el equipo de futbol tenia un partido amistoso contra una de las escuelas del sector, Yoongi, Sana y yo fuimos apoyar a Jungkook con grandes cartelones, estábamos en las gradas gritando su nombre, incluso Yoongi se unió a nuestra locura.

Estábamos en tensión todo el partido, ambos equipos estaban empatados, hasta que Jimin metió el primer gol, toda la escuela enloqueció, el lanzo un beso hacia las gradas a mi dirección, su novia que estaba hasta el frente de las gradas giro para mirarme, la verdad no deseaba molestarla con esto.

El otro equipo logro anotar también, pero ya casi al final Jungkook metió el gol de la victoria.

—¡Ese es mi chico! —brinco Yoongi haciendo toda la bulla posible.

Dieron el silbatazo de final del partido y todos los jugadores corrieron a abrazar a Jungkook, todos menos Jimin. Nosotros bajamos de las gradas para ir a saludarlo, vimos como el se salía de entre la bola de jugadores hasta que llego a nosotros, me cargo en un abrazo y cuando me bajo me beso, esta vez respondí al acto. Todo el mundo desapareció a nuestro alrededor solo estábamos nosotros dos, hasta que Sana nos separó.

—Ya babeaste a mi bomboncito, es una celebración conjunta, pueden besuquearse cuando yo no los vea.

Ambos reímos, todos escuchamos gritar a Jimin que lo dejaran tranquilo, su novia solo se disculpo con nosotros en una reverencia mientras lo perseguía hasta los vestidores, estaba sintiendo un poco de empatía por la chica.

Esta semana me quedaría sola en casa pues mis padres saldrían a una conferencia los dos, Jimin siempre se quedaba en casa cuando ellos no estaban, pero ahora me la pasaría sola, ya que Sana debía de cuidar a su hermanito por las tardes, además de que no me atrevía pedirle a Jungkook que me acompañara me ponía nerviosa si estaba a solas con él.

Mande a pedir comida rápida para ver una película, así que cuando tocaron el timbre creía que era el repartidor.

—Peque.

Un tambaleante Jimin entro sin permiso a mi casa.

—¿Estas ebrio?

—Solo un poco—se fue directo a la sala a sentarse recargando su cabeza en el respaldo.

—Debes de irte Jimin.

—Mis padres me mataran si me ven así, solo déjame reponerme.

Suspire.

—Te traeré un café, espera.

No me dejo avanzar, tomo mi mano y me jalo para sentarme en su regazo, su nariz se instalo en mi cuello, y me rodeo por la cintura con sus brazos.

—Hueles divino, peque te extraño tanto —no me moví —termine con mi novia hoy, no puedo besarla, no puedo tocarla, sin imaginarte a ti, me siento terrible, cada noche me detestaba por dejarte, jamás debí hacerlo.

—Lo hecho, hecho esta, preferiste tu apariencia frente a los demás, sobre nuestra amistad de años o lo que fuera nuestra relación —quite sus manos de mi cintura —fue tu decisión.

—Dame otra oportunidad, lo hare bien esta vez.

Me separe de él y me hinque a su altura.

—Jimin no puedo hacerlo, tu siempre fuiste tú, solo que yo no lo vi, quiero que sepas que no te tengo rencor, te agradezco mucho todo, y algún día estaré lista para ser tu amiga de nuevo, pero no quiero que vuelvas a ocupar un lugar en mi corazón, no de esta manera.

Le fui a preparar el café, pero escuche la puerta abrirse y cerrarse, se había ido, tome mi teléfono y comencé a marcar esperando que estuviera disponible.

—Línea caliente —Jungkook me contesto.

—¿Qué tienes puesto?

Se rio por seguirle el juego, su risa infantil es una de las cosas que me agradan de él.

—En estos momentos, solo un par de pants, acabo de salir de la ducha ¿Y tú?

—Solo mi shorts de la pijama junto con el camisón, pensaba en ver una película, pero como no están mis padres en casa y no quiero verla sola.

—En quince minutos estoy ahí.



Una historia cortita, pero que escribi con mucho gusto, besitos sucios peques.

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