Usted señor maestro
Que tiene doctorado
Enseñando sapiencia;
Que a golpes has enseñado
Con la voz de la experiencia .

De ti he aprendido:
A tomar las armas de lucha.
A no rendirme aunque esté herida.
A dar hasta lo último en el campo,
Aunque esté por caer abatida.
A mostrar una sonrisa
Por aquellos a quien amas,
Aunque por dentro te sientas rota
Y se esté quebranto tu alma.

Me has enseñado a reír,
A llorar, a pelear en paz,
A amar con verdadero corazón,
A entender y perdonar.

Me has enseñado que el pasado
Ya no existe y todo queda atrás.
Que aunque a veces duela,
Te ilusione, o lo quieras cambiar
Lo que ha pasado
Escrito ha quedado ya.
No puedes hacer nada
mas que aprender de el.
Y si eres aplicado
En el mismo error
No volverás a caer.

Aprendí,
Que la riña y el odio
Solo a uno hacen daño,
Que es mejor dar amor
Y creces más compadeciendo
Y perdonando.

El que carece, el pobre de espíritu,
Es quien lleva las de perder.
Mientras, la maestra vida
Se encargará de hacerle aprender.
Y repito, si es aplicado
Porque si no lo es,
En el mismo error vuelve y vuelve a caer.

En este viaje astral
Al cual llamamos existencia.
La maestra vida y el maestro tiempo
Enseñan con experiencias,
Y si aprendes de ellas
La verdad de cada lección,
Asciende tu alma y consciencia
Y lo demás en el pasado quedó.