Mi alma eterna

Desde el profundo eco de tu vientre
Surge como canto el estruendo de tus placas.

Ese canto que resuena en aquellos
Que contigo han cumplido
Como guardianes de lo sagrado
De lo eterno y desconocido.

Del misterio que late en tu seno
han querido arrancar,
Lo sagrado, lo prohibido.
Seres sin consciencia
De quién eres en verdad.

En tus venas, corre la sangre
Ardiente de mil batallas.
Por el destino que el hombre te fijó.
Batallas que aún luchas con ansias y tesón.

Quieres hacer que entiendan
Que por su sangre corre tu lava,
Y en su carne llevan tu tierra.
Alma de un universo infinito
Encarnado en tu esencia.

Y en un éxtasis me remonto
Al amanecer de tus días,
Y en una visión observo
La obra maestra de tu vida.

Canción de millones de especies,
de millones de vidas,
de millones de historias,
pues en cada parte de tu cuerpo
la vida es poesía y es prosa.

Tu sangre que llega hasta tu vientre
Donde surgió la llama de la vida,
Aún en sus profundidades
Encierra chispa divina.

Desde el más pequeño
Hasta el grande en tamaño
Fluye en tus aguas
Viviendo, existiendo
En una danza armoniosa
Digna de todo un reino.

Y en tus riveras la diversidad
Llega a tus orillas con gracia.
Miles de hijos han nacido
Y caminan en tu piel lozana.

Tus vestidos, que en tu aliento
Se mueven de lado a lado,
Son una danza hermosa
Al Padre que te ha creado.

A la distancia el amante observa
Dándote fulgente candor,
En bellos amaneceres
Y atardeceres de pasión.
Sus besos que a distancia lanza
Corona tu cabeza y calzan tus pies
En matices de colores
Antes del amanecer.

Y en la seda de tus montañas
Donde tu pecho susurra dormido,
Se viste la virgen de blanco
De hermoso lino fino.

Con los milenios tus surcos
Guardan relatos antiguos.
Majestad de colores vívidos
Que cuenta con emoción el nativo.

Entre lágrimas y sedosos cabellos
Que corren valles y montañas ,
La creación de tu tierra
Se equilibra y se ensalza.

Aún en tus desiertos
Donde tu amante con candor observa
Llevas un encanto.
Secretos de aire y tierra
Que en antaño fueron fuentes
Y arena son en el presente.

En tu sabana,
Llena de bellos colores
El más apto de ti toma
Lo que necesita para subsistir.
Es el ciclo que en ti mora
Tomando vida para crear un nuevo vivir.

Es que tu existencia es poesía pura.
Desde el canto hasta el susurro,
Pero este que hace poco ha nacido
Se ha cegado por el lado oscuro.

Descubrieron las cicatrices de tu corteza.
Las que cubriste con nuevos vestidos, ocultando los duros momentos
Que por las estrellas habías sufrido.

En tu piel y más profundo
Saquearon tus tesoros escondidos.
Te golpearon adentro
Y corrompieron lo bendito.

Con esfuerzo decoraste tu velo
Lleno de energía y aliento.
Proveía a tu ser sombra
Y cuidaba tu piel delicada,
Pero con el tiempo este hijo
Lo halaba y deterioraba.

El más pequeño,
La nueva camada,
Ha salido un poco rebelde
Cuando la madre le llama.
Ha querido crecer a prisa
Sin cuidado y a desmedida,
Y te ha costado llanto
Tristeza y agonía.

¡Ay madre mía!
El tiempo por ti ha pasado
Y con tristeza veo
Cómo han envejecido tus campos.

El ancestro que habla
A este nuevo que no ha querido oír;
Que se desconectó de tu vientre
Que se ha alejado de ti.

Tus pulmones se desgastan
Por su humo negro de codicia.
tus alveolos los derrumban
Por el creciente de su avaricia.

Envenenan tus corrientes
Con oro negro de la bilis de tu tiempo,
Y no comprenden pues perdieron
El llanto de su niño interno.
Ese cordón de tu alma
Que se unía con nuestro yo interno;
Que nos conectaba
Con sentimientos más allá del conocimiento.

Entonces tu canto, tu grito
En el relámpago de la tormenta,
en el tornado, el deslave o inundación;
Tus lágrimas ¡Oh madre mía!
Van calando mi corazón.

¡Que vayan despertando!
¡Que vayan conociendo
Que eres alma de milenios!
Que del polvo fuimos creados
Y al polvo tendremos que volver.
Tú,Madre tierra seguirás por milenios
Mas nosotros dejaremos de ser.

Que El Creador del cosmos
Te ha amado sin recelos
Y en ti ha depositado
La semilla de la vida,
Para que compartas tu conocimiento
Y sabiduría divina.

El que ha conectado con tu alma
Va elevando su conciencia,
A cuidar tus entrañas
Tus venas, arterias y pulmones,
Tus afluentes, tus montañas,
Tu presente y tu mañana.
Que si no te cuidamos ahora
No podremos volverte a ver;
Pues tú cambias y evolucionas
Pero nuestra especie frágil es.

Una nueva generación
A comenzado a levantarse.
Seres conscientes con una misión:
Resonar a una contigo
Para sanar tu corazón.

Ese amanecer de este mañana
Lleva un grabado en su esencia:
"Somos uno contigo,
Somos alma de la Tierra."

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