Capítulo 5

—Dime que no lo hiciste.

—No lo hice...

—Yoosung —tapé mi rostro exasperada. Me sentía ridícula.

—Lo siento, no pude contenerme.

—¿Entonces si lo hiciste?

Yoosung se sobó la nuca, obviamente en señal de que si lo había hecho. Era como si un día te hubieses topado con una celebridad y hubieras hecho algo vergonzoso ante él, luego conocer un nuevo amigo y que ese nuevo amigo sea amigo de la celebridad y es una forma de que esa persona recuerde siempre tu vergüenza...

Pero probablemente no me lo toparía nunca más. Así que suspiré pidiéndole al universo que mi realidad deseada se cumpliera.

—No importa, déjalo así.

—Lo siento.

—No te preocupes —¿como podría enojarme con mi único amigo?

Parecía que Dios se había enojado con la humanidad otra vez y envió un diluvio para acabarnos. ¿Adivinen quien esta en la estrada de la universidad con su capucha puesta rezando para que deje de llover?

Yo.

Y lo peor es que no era capucha impermeable, era un suéter de tela normal, nuevamente el chófer estaba ocupado y yo estaba parada con mis ganas de mudarme al medio del bosque y vivir sola.

Y para empeorarlo todo recibí un lindo mensaje.

Mamá    5:23pm

¿Donde estas? Te quiero en la casa en 10 minutos.

Levante las manos al cielo y las agité conteniendo mis ganas de gritar. Por lo menos estaba sola, así nadie me vería hacer el ridículo. Pero detuve mis movimientos de exorcismo cuando escuché el carrito del conserje. Me detuve en seco, me puse la capucha otra vez y salí corriendo para mi casa.

Cuando llegara a casa buscaría en Internet conjuros o magia negra para hacer mi vida menos estresante. Incluso puedo hacer un trabajo de eso.

Todo el camino fue una odisea. Habían negocios que tenían tubos que tiraban el agua, y yo muy despistada pasaba por ellos. Por una bajada metí en pie en un charco. Me resbale quince veces y de las quince me caí tres. Y para varias, desde que sentí el flash de una cámara empecé a taparme el rostro, lo cual dificultaba mi vista.

En serio tenia que buscar algún hechizo para esto.

Comencé a tocar la puerta con notable desesperación. Jena al abrir la puerta soltó un grito ahogado y para no hacer mas ruido se tapo la boca y... ¡Oh sorpresa, sorpresa!

Jumin estaba sentado en la mesa comiendo y conversando con mi familia.

Y según yo, ya no lo iba a ver en mi vida.

Tal vez debí haberme quedado en la universidad a hablar con el conserje. Si, debería, me dí la vuelta decidida a regresar a la universidad a hablar de trivialidades con cualquiera que estuviera en la universidad. Plan que se vio afectado cuando Jena me tomó del hombro y me obligó a entrar a la casa.

—Dejé algo en la universidad...

—Pues lo traes mañana, ya no sales y menos con esta lluvia.

—Es que hay asuntos importantes en el comedor y...

Jena alzó una ceja, bien, tal vez si estaba actuando algo tonta. ¡Pero de ninguna manera lo quería ver! Y menos con la ropa mojada.

Entonces tuve una idea, por mas irresponsable que parezca Ji-Hu tiene celular. Min Ho no porque es demasiado bobo, pero tal vez Ji-Hu pudiera ayudarme.

Revisé el área y para mi suerte estaba sentado a su lado. 

Yo     6:40pm

Hermanito querido, ¿me puedes hacer un favor?

Ji-Hu   6:43pm

¿Que?

Yo    6:43pm

Distrae a Jumin.

Ji-Hu dejó el celular en la mesa y me buscó con la vista. Cuando por fin me encontró detrás de la pared le sonreí y levante mi pulgar en forma de suplica. Frotó su pulgar con su dedo indice.

Dinero.

No por nada era el genio de la familia.

Con los dedos le señale que le iba a dar doscientos wons. Negó con la cabeza y espero a mi siguiente propuesta. ¿Trescientos? Tampoco. Al final terminó en setecientos. Cuando me sonrió aceptando, probablemente diciendo "me alegra negociar contigo" dejó caer tu tenedor, y Jumin volteó a ver hacia abajo.

Y quien sabe, tal vez lo recogió. No me importa, solo sé que salí corriendo hasta llegar a las gradas que era lugar seguro. De la prisa subí tan rápido que me sentí aliviada de poder haberme ahorrado disgustos.

Y después me caí en el ultimo escalón.

—Ni te lo imaginas, creo que esos zapatos tienen más lodo que el charco que pisé.

—¿Nunca antes te había pasado esto? Digo, por el chófer.

—En años anteriores mi hermana aún iba a traerme.

Yoosung rió, por un buen tiempo. Incluso llegó a taparse el rostro y limpiarse unas cuantas lágrimas de la risa. Seguro me imaginó a mi cayéndome de las gradas.

—De alguna manera siento que esta no va ser la única vez que tengas que pasar Narnia para llegar algún lugar —dijo sonriendo, sonrojado y con unas lágrimas en los ojos. Casi como un bebé.

—Y que lo digas... —suspiré poniendo una cara cansina.

—Mira el lado bueno, son aventuras de las que te podrás reír en el futuro.

—Hacerme autoburla a los sesenta... No suena mal.

—Esta historia va para mis nietos.

—Espero y tus nietos también mueran de risa.

Yoosung sacó su teléfono y comienzo a curiosear, no sin antes decirme un "espera". Por sus expresiones tenía unas ganas de ver que era lo que estaba viendo. Y de la nada soltó una carcajada. Una muy fuerte que me asustó.

—MC, espero esto mejore tu animo. Jumin cree que tienes un perro negro, y que el mismo perro botó algo en tu casa.

—No entiendo —los perros tenían sus cosas afuera. No tenían necesidad de entrar.

—El perro eres tú.

Entonces no lo evité y comencé a reírme también.

Claro, me gustaría ser un perro negro para poder pasar mojado por la casa sin que empresarios famosos prometidos de mi hermana me vean en situaciones vergonzosas.

—Desde que llegaste empecé a escuchar mi propia risa —admití sonriendole a Yoosung a través de la pantalla.

—Yo tambien MC.

—MC... —llamó Yoosung.

—¿Si?

—Mis amigos quieren conocerte —soltó haciendo un puchero, probablemente para hacerse el tierno.

—Ya me conocen.

—No todos. Bueno, solo falta uno, y se siente celoso y no para de reclamarme —¿Que tipo de persona será esta vez?

—¿Otro favor?

—Si, otro favor.

—Depende —Yoosung ya sabía los términos y condiciones.

—Jumin no estará.

—Acepto —no era ningún tipo de enemistad, pero entre menos contacto con él, significaba menos peligro con mi mamá

Que fácil era convencerme. Y mas con esa mirada de cordero que ponía Yoosung.

—¿Puedes este fin de semana? —quitó su ternura y ahora sonreía. Parecía que a Yoosung le gustaba presumir de mi.

Este fin de semana iba a ser lo mismo, trabajos y más trabajos. Pero claro que haría un espacio solo para mi único amigo.

—Claro. A las tres de la tarde más seguro.

—Déjame muevo mis contactos ahora —una mirada casi gatuna apareció en él, sentí que imitaba a Seven.

Tecleó en su teléfono, hablando tal vez con su amigo.

—Sábado a las tres de la tarde en el café Youmen. Creo que Seven irá también.

—Está bien, no hay problema.

—Espero mis amigos sean tus amigos —puso su mano encima del libro que estaba viendo.

Lo vi y en su rostro podía ver alguna sensación de felicidad nostálgica. Cosa que me hizo sonreír, y de la vergüenza dejé caer mi cabeza en la palma de Yoosung, mi frente en sus dedos. No dejaba caer tanto el peso, era tal vez una muestra de confianza. Una que Yoosung correspondió acariciando mi cabeza con la otra mano.



PTM me siento mal por dejarlas en hype mucho tiempo. Nada mas espero les vaya gustando, estoy haciendo fics de Seven y Yoosung, y tambien planeo uno de Zen, pero ya veré como me organizo.

No tengan pena de comentar pendejadas, a mi me gustan las pendejadas xd 

Bais ❤💎

ps: no, no va haber nada de MC x Yoosung :v sxrry 

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