Capítulo 4
Eran las cinco de la tarde, pequeñas gotas de lluvia chocaban abruptamente con la ventana del salón donde estaba. Estaba enmarcando cuadros para el siguiente día, en el cual había un festival cultural.
Era bastante tarde, tenía trabajos atrasados y Yoosung me pidió ayuda con algunos ejercicios. Sentía que mi vida iba a caducar en algún momento por mucho que hacer.
Pero volver a casa era imposible, el chófer no estaba disponible y llovía afuera. Además de que debía dejar esto terminado gracias a las reuniones imprevistas de mamá.
Todo bien, todo correcto, y yo que me muero...
Terminé finalmente el último y vi a través de la ventana, la lluvia se había detenido casi por completo y me parecía que ya iba a cesar. La época de lluvias no había esperado y ya había empezado a humedecer la tierra y hacer que mi mamá no dejará al chófer ni tiempo para que yo pudiera llegar a casa sin mojarme.
Salí de la universidad finalmente y planeé irme a casa caminando. En realidad no sabía si iba a toparme con paparazzis, o cosas así. Jamás salía de casa, a no ser que fuera por una fiesta de gala en la que mi mamá me obligaba a ir.
Llegué a la salida y encontré un carro super caro. Es decir, era uno de esos deportivos como los Ferrari de color rojo. Su brillo dañaba los ojos y gritaba "dinero" a cualquiera que sostuviera la mirada por tres segundos. Por más interesante que fuera el hecho de que un carro así estuviera en la universidad lo pasé ignorando. En realidad... casi.
Yoosung salió apresurado del asiento del copiloto y al verme paró en seco.
—¿MC?
—Yoosung —saludé.
—¿Qué esperas? —gritó alguien dentro del auto.
—Ya voy —gritó volteandose—. Olvide el libro con el que me ibas a ayudar...
Sonrió apenado y yo solo le seguí la corriente.
—¿Vas a casa? —volvió a hablar viéndome curioso.
—Si.
—¿Esperas al chófer?
—Ah... bueno, mi mamá lo ocupa seguido en estas temporadas, entonces voy caminando.
—¿Los periodistas no te acechan? —sonaba un poco preocupado.
—No lo sé... No salgo mucho.
—Te puedo pasar dejando, y si no quieres que tu familia lo vea, te puedo dejar cerca... bueno, no cerca, sino... —yo reí porque siempre parecía revolverse cuando hablaba—. Entra —señaló el auto.
—¿No deberías pedir permiso antes?
—Oh, es cierto... —tomo mi antebrazo y me acercó al auto—. Seven, ella es MC.
Dentro del auto había un chico pelirojo con lentes. Levantó su mano sonriente.
—La famosa MC, Yoosung no deja hablar de ti.
—Callate —Yoosung hablo tan rápido que casi no llegaba a entenderle aquella única palabra—. ¿Podemos pasarla a dejar?
—Será un gusto —Seven se acomodó los lentes y le dio palmadas al asiento del copiloto—. Siéntate aquí, Yoosung es muy pequeño entonces irá atrás.
—¡Seven! —reprendió el mencionado.
Yo reí mientras me sentaba.
—Traeré mi libro, no le hagas preguntas extrañas —dicho eso salió corriendo como alma que lleva el diablo.
Cerré la puerta por mandato de Seven y nos hundimos en un silencio. Tal vez incómodo...
—¿Hace cuánto conociste a Yoosung?
—Hace dos semanas, creo...
—Me alegro que hables con él, solía decir que se sentía muy solo —sonreí porque yo también me sentía sola antes de conocerlo—. ¿Conoces también a Jumin?
¿Qué ese hombre no podía salir de mi vida? No quiero morir en manos de mi propia madre...
—Si, pero nada más porque es un socio de mi mamá.
—Hmm...
—¿Por qué la pregunta?
—Curiosidad nada más... —Seven miraba hacia enfrente pensativo. Y debido al silencio pensé en que quisiera pagar para saber en qué pensaba el pelirojo.
—Aahhhh... —se escuchó un quejido de lejos. Volteé a ver y vi a un Yoosung a punto de morir de puro cansancio—. Detesto el trabajo físico.
—Atras bebé Yoosung —ordenó Seven.
—¡No me digas así!
—Aqui es, ¿no? —Seven detuvo el auto frente a las rejas que cortaban el paso hacia mi no tan pequeña casa, ahora que lo noto.
—Si, muchas gracias.
Me sentía un poco alterada por el hecho de entrar a mi enorme hogar, no quería ser pretenciosa ante ellos.
—Te envío un mensaje cuando ya esté en casa —avisó Yoosung.
—Muy bien —dije viéndolo desde la ventana.
—Un gusto querida MC, espero verte pronto —me pareció ver una sonrisa gatuna en su rostro. Me pareció bastante amigable.
—Yo también —sonreí dulcemente para luego irme a casa.
—¿En serio hizo eso? Lo siento, creo que no debí pedírtelo... —habló a través de la pantalla
—No, en realidad solo me sorprendí —a quien engaño, sentí mucha vergüenza.
—¿No quieres que le hable? Siempre toma decisiones a su manera, es muy terco —colocó un dedo en su barbilla pensativo.
—No, no quiero ponerte en problemas, ademas, ya te dije, fue solo sorpresa.
Luego de 2 días del incidente con Jumin le había contado lo ocurrido con este respecto a la foto. Requerí de mucho valor pues no sabía como reaccionaria.
—¿Segura? —¿quien es el terco ahora?
—Muy segura.
—¿Algo para compensarlo?
—Un 80 en matemática me es suficiente.
—Oh... —me vio haciendo un puchero, que tierno— eso es muy dificil...
Alce una ceja ante su negativismo, digo, se esforzaba mucho y quería levantarle el animo.
—Te prometo una nota mas alta que 70 —dijo inflando sus mofletes.
—Me conformo con eso —alcé mis hombros en una señal de probable rendición. Pero peor es nada.
Yoosung suspiró con pesadez, probablemente porque era muy noche.
—Siento mucho que mis amigos sean muy extraños...
Bueno, era eso o no tener nada.
Le sonreí mientras pensaba en lo afortunado que era de tener personas que tan siquiera tomaran su tiempo para dedicarle algunas palabras. Si, eso que yo nunca tuve.
Estaba muy nerviosa, había logrado terminar todos mis trabajos mientras hablaba con Yoosung, pero aún tenia el evento pisando mis talones.
Coloqué todos los cuadros que había preparado el día anterior, todos los que participaban estaban muy ocupados, unos corrían de un lado a otro, algunos iban mas tranquilos. Incluso logré ver unas cuantas personas con algún traje especial.
Yo no participaba físicamente en cosas así, solo dejaba mi trabajo hecho y después me iba a hacer una que otra tarea. Y si no tenia, como en este caso, iba a leer un libro.
—MC, ¿lo pintaste tu? —apareció Yoosung detrás.
—Si —coloque un cuadro en otro caballete.
Yoosung soltó una expresión de asombro. Parecía que cualquier habilidad que el no tuviera le asombrara.
—¿Quieres aprender a pintar? —ofrecí colocando mas pinturas en otros caballetes.
—No, para nada. Suficiente con matemáticas.
Reí y todo quedó en silencio hasta que terminé y vi a Yoosung muy nervioso.
—Yoosung, ¿estas bien?
—MC... —se limitó a contestar. Espere algo más hasta que soltó finalmente—. Hablé con Jumin de la foto.
¿Alguna vez han sentido como si una pared de concreto, muy pesada por cierto, les cae encima? Bueno, así me sentí.
Así nomás. Vi que mucha gente estaba apoyando esto y me emocioné :v porque mis historias (las de niña B porque por lo visto niña A me pasó arrollando con su 62k xd) no son tan famosillas.
En fin, espero lo disfruten, perdón por no ser capaz de escribir algo mejor pero ya que... bloqueos de un escritor :)
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