Capítulo 17
Jumin 10:13 pm
¿Aun estas despierta?
Recuerda descansar correctamente.
Yo 10:13 pm
Acomodé mis horarios para tener un poco más de tiempo libre.
¿Qué te tiene despierto a ti esta hora?
Jumin 10:15 pm
Mi gerente del departamento de estrategia se fue de vacaciones y tenemos que apañarnos sin él.
Yo 10:15 pm
¿Puedo ayudar? Estudio marketing y puedo planear una estrategia en lo que regresa.
Jumin 10:18 pm
¿Estás segura?
Yo 10:18 pm
Sí, me ayudaría mucho para hacer mis practicas de la universidad incluso.
Jumin 10:23 pm
¿Puedes venir mañana?
Yo 10:23 pm
Claro, estaré allí después de la universidad
Jumin 10:23 pm
Te lo agradezco.
Si fuera una de esas que ponen todo en sus redes sociales estaría colocando "Nerviosa, uffff", pero ni siquiera tengo amigos en mis redes sociales y me parece tonto hacerlo. No me di cuenta de lo que había hecho hasta que la conversación terminó.
Nunca pensé en ofrecerme a trabajar así pero como dice la psicología, es más fácil relacionarse por medio de la tecnología que en persona.
No le dije a Yoosung porque la verdad no me pareció tan importante, pero parece que él se había enterado ya. Incluso Zen comenzó a enviar frenéticamente mensajes como: SI TE HACE ALGO LLAMAME o NO TEMAS EN PEGARLE.
Yoosung en cambio solo estaba consternado, era como si no creyera que yo me haya dado tan fácilmente, yo tampoco entendía cómo es que me había ofrecido así sin más.
No sé qué es peor, la ansiedad que me da Jumin o el miedo que me da mi mamá.
Y fue entonces como me encontraba saliendo de la universidad que encontré el carro de Jumin afuera, dentro no estaba Jumin pero si el chofer, que me llevó al edificio.
Y yo pensaba caminar...
Al bajarme del carro sentí una ola de ansiedad, donde sientes que todos te juzgan aún si no es así. Caminé sola hasta el elevador, que se sentía mucho más lejos que aquella vez que había venido empapada de lluvia con el pastel envuelto en un suéter.
Subí no sin antes percatarme que todos estaban bastante atareados, corriendo de oficina en oficina, papeles volando en algún que otro lugar, y todo se perdió cuando las puertas del elevador se cerraron.
Y volvieron a abrir en la oficina de Jaehee, que me invitó a pasar a la oficina de Jumin.
Quiero irme a casa...
Fue entonces que lo vi, componiendo la manga de su traje formal. Cuando escucho la puerta volteó a verme y si mi nerviosismo estaba dominando un 20% de mi cuerpo, cuando me vio paso al 80%.
Jumin, le haces mal a mi corazón... y a mi sistema nervioso en general.
—Perdón por no haberte ido a traer en persona, surgió algo de último momento.
Que considerado, yo seguía con la idea de ir caminando.
—No hay problema —¿lo digo o no lo digo?— pensaba venir caminando.
Me volteó a ver como si le hubiera dicho que había rapado a su gato y lo aventé por el balcón de su penthouse, sorprendido.
—¿No tienes problemas con los periodistas?
—En realidad no sé, no le presto mucha atención a eso de la farándula.
Siguió interrogándome con sus ojos grisáceos, aumentando la presión que ya sentía en el lugar hasta que se detuvo y me invitó a ver los registros.
Los leí, con nerviosismo aún porque sentía la fuerte presencia de Jumin a mi lado. Cuando le expliqué mi propuesta me sentía extraña, es más, avergonzada porque de alguna forma sentía que evaluaba mi cara.
¿Acaso tenía algo en el rostro?
—Me parece interesante, es una técnica que no se ha utilizado antes en la empresa.
—En pruebas camufladas como ventas en la universidad descubrimos que tiene noventa y cinco por ciento de éxito en jóvenes de dieciocho a treinta años.
Volteó a verme con una sonrisa pequeña en la cara, tal vez por el hecho de que utilizáramos a los estudiantes de la universidad como sujetos de prueba sin que lo supieran.
Seguía viéndome de esa forma extraña, no podía descifrar lo que probablemente estuviera pensando porque no soy capaz de leer mentes, pero en serio sentía que tenía algo entre los dientes o una mancha en la cara. Mi ansiedad se hacía cada vez más fuerte.
—Eh... —entonces, supongo que se dio cuenta de lo que hacía y dejó de verme.
Fue entonces donde aproveche y con disimulo comencé a verme con el reflejo de la pantalla. Sonreí y no tenía nada en los dientes, en mi cara tampoco había algo. Pero por si las dudas tenía mi plan de respaldo.
—¿Dónde hay un baño? —pregunté hasta el cuello de ansiedad, quería comerme las uñas...
—Al salir, por la izquierda —me dijo amablemente, pero inspeccionándome otra vez.
Me levanté lentamente, caminé rápidamente, de una forma poco notoria si era posible. Sentía su mirada clavada en la espalda. Salí cuanto antes, entré al baño ignorando el exterior y cuando por fin me sentí a salvo dentro de aquel baño enorme pude respirar.
Fue entonces cuando recordé una de esas madrugadas donde lloraba porque me sentía fea. Después de pensar en lo estúpido que era llorar por eso en vez de mis crisis existenciales de la universidad, procuré buscar ejercicios para aumentar la autoestima. Obvio los practiqué unos cuantos días pero tenía más cosas que hacer y dejé de hacerlo.
Pero sentí que este momento era un muy buen momento para verme al espejo y sentirme una mujer empoderada, como si aquel edificio fuera mío.
Me vi directamente a los ojos y pensé en lo que he logrado y en lo que podía lograr. Reuní tanta confianza posible y salí como nueva del baño. Le sonreí a Jaehee y ella me devolvió la sonrisa, abrí la puerta de la oficina de Jumin y mi confianza cayó en picada al subterráneo.
Estaba mi mamá.
A ella se le cayó la sonrisa al verme.
—MC, no sabía que estabas acá —me dijo con su sonrisa que avisaba un regaño.
—Yo estaba...
—Se ofreció a ayudarme ya que el gerente del departamento de estrategia está de vacaciones, es así como despejé la agenda para poder ir a cenar con ustedes la siguiente semana.
¿Había cena con él la otra semana?
—Oh, ya entiendo —la sonrisa de mi mamá cambio y pasó a ser una de felicidad verdadera. Y cuando Jumin apartó la vista por un microsegundo capté su guiño.
Al parecer había hecho algo muy bueno. El resto de la tarde noche se fue en mi mamá y Jumin conversando, en terminar el plan para el mes de ventas.
Hubo un momento en el que mi mamá fue a llamar al chofer y me quedé sola con Jumin, me daban muchos nervios cuando quedaba en estas situaciones.
—Me hubiera gustado mucho irte a dejar a tu casa personalmente —sonó como si estuviera confesando algo muy penoso.— Quiero decir... solo los dos.
—No quisiera molestarte —al decir eso me vio a los ojos, entre serio y sincero.
—Para nada, me gusta charlar contigo.
Se sintió como si me hubieran dado un Nobel, las 5 estrellas en mi restaurante, un Oscar, un Grammy y un MTV Award la misma noche. Sin saber el porqué se sentía tan agradable el escuchar eso le sonreí.
Me volví a sentir como una adolescente cuando le responde un mensaje aquella persona que le gusta. Este sentimiento del cual no conozco el nombre.
Debería estar haciendo mi tarea de lectura ahR pero preferí escribir jaja. Igual no es para mañana :D
Adivinen quien va cenar a las 10:30 de la noche? yo ahr
Espero les guste pues, la idea a mi me gustó :3, nos leemos en un futuro <3
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