Capitulo 15

—¡MC! ¡Ahí estas! —el ruido no resonaba tanto por lo tanto me permitió escuchar a Jinmi.

Salude con la mano mientras ella se acercaba. Parecía feliz, muy feliz.

—¡Que bueno que llegaste! Vamos, pasa adentro —de cerca podía notar un atisbo de olor a alcohol y el resto era menta...

Abrió la puerta de su casa y me hizo entrar. Dentro, el ruido era insoportable, la gente se abarrotaba y era difícil caminar. Mi vista se nublaba, no sé si era por los vapes o las luces de color que estaban por todas partes.

En ese momento pensé "debí hacerle caso a Yoosung".

—En la sala está la diversión —me empujó hasta la sala. Lo único que sentía eran los músculos de mi cara contraerse al oler una combinación de olores desagradables.— ¡Diviértete!—me gritó antes de irse.

De haber sido otra yo, una que no haya vivido encerrada en su casa, probablemente ni siquiera hubiera esperado a Jinmi para entrar. Me imaginaba saludando a todos, aunque no los conociera, tomando vasos de lo que sea que hubiera dentro de ellos y bailar un poco.

Pero no, esa no era yo, no conocía a nadie, tal vez solo de vista y aunque los saludara ellos ni me volteaban a ver. Era como ser invisible.

¿Por qué es tan difícil hacer amigos?

Así que opté por sentarme en el sillón y para quedarme a admirar como y cuan alocadas eran las fiestas de estos tiempos. Era en parte interesante. Cuando estuvimos en la casa de verano vi una serie donde un personaje admitía que era mejor ver de lejos a las personas porque podías ver mejor sus sentimientos.

Era como admirar una novela, chicas que se veían como víboras venenosas en busca de presas, chicos que solo veían lascivamente a las demás... ¿Qué tanto nos degradamos los jóvenes? Entonces continué una serie que había dejado a medias en la tarde.

Y sonó mi teléfono. No pudo haber sonado en un mejor momento

Yoosung 9:31 pm

Como te va?

Mi mama salió a comprar verduras :p

Yo 9:31 pm

Es tan aburrido...

Estaba viendo Metflix.

Yoosung 9:31 pm

¿Qué ves?

Yo 9:31 pm

...

The sunshade academy

Ya la viste?

Yoosung 9:32 pm

No, pero he escuchado que es buena.

Yo 9:32 pm

Lo es :3

Yoosung 9:32 pm

Oh, creo que ya vino mi mama ;-;

Yo 9:32 pm

No importa, seguiré viendo la serie, cuando sean las 10 me iré :D

Yoosung 9:33 pm

Igual ten cuidado, hablamos mañana.

Mientras escribia el mensaje de despedida sentí como el sillón a mi lado se hundió, alguien se había sentado. Pero me convencí de que era una pareja de novios salvajes que necesitaban sentarse luego de estar casi media hora bailando mientras con actos vulgares proferían sus deseos impuros...

Pero no.

—Hola —levanté la vista de mi teléfono por mera curiosidad solo para ver que el increíblemente guapo chico por el que todas se morían en la fiesta me estaba hablando.

Creo que el alcohol en el ambiente me hizo mal. Mi sistema nervioso ya no daba que hacer. El chico se rió, probablemente hubiera notado lo sorprendida que estaba.

—Pareces aburrida.

¡Estoy soñando con ángeles! Aunque él tiene más un estilo bad boy como para ser un ángel.

—Me atrapaste —me reí, muy nerviosamente.

—Entiendo, no te había visto antes. ¿Quién invito a esta jovencita?

—Jinmi, realmente no soy de fiestas pero no pude rechazar su invitación.

—Es una lástima que no te haya invitado antes. Pero puedo asumir que no tienes experiencia en las fiestas, ¿qué tal si vamos al patio por un poco de aire?

Asentí y ambos nos levantamos. Me sorprendió cuando tomó mi muñeca para guiarme entre la multitud, sentí también en el camino miradas de odio. Era así como se sentía la nerd de los libros cuando en chico popular le demostraba cariño frente a toda la escuela...

En el patio aun había gente, casi todos estaban como la pareja que vi antes de entrar. Pero más allá de las parejas succionándose, estaba una silla de exterior, se veía cómoda. Fue allí donde nos sentamos.

—Me gusta tu blusa —dijo viéndola. La verdad la corte más allá de lo que debía y dejaba al descubierto mucha más piel de la se era aceptada, así que lo arregle con un blazer.

—Gracias... —jugaba nerviosa con mis dedos.

—Se ve que eres tímida, ¿por eso no te gustan las fiestas?

—En realidad esta es casi mi primera fiesta.

Despegó su espalda del asiento donde estábamos y se acercó, me dedicó una sonrisa picara. ¡Ah! Soy inexperta en esto, no alteres mis sentidos por favor.

—Entonces supondré que no le encuentras diversión a lo que hacemos, ¿cierto? —negué con la cabeza y se alejo de mí, volviéndose a recostar.

Quedo en silencio unos segundos en los que probablemente analizaba lo que estaba por decir, desconozco si forma parte de sus técnicas seductoras, pero mis nervios no dejan de pensar en salir corriendo.

—La gente fuma para sentirse tranquila, toman alcohol para olvidar sus penas. Lo que todos buscan es simple...

—¿Qué cosa?

—Un beso —respondió a secas.

—¿Solo? —respondí ingenua.

—No solo, es un beso lo que abre el paso a otras cosas. Por eso la gente se quita la vergüenza con los vicios para acceder a lo que sigue del beso.

—¿Qué hay después del beso? —ya sabía la respuesta, pero no sabía a lo que quería llegar con esto.

—Placer.

—Pero pueden encontrar placer en otras cosas —no me avergonzaba demostrar que mi familia se había tomado el tiempo de educarme correctamente.

Justo cuando termine de hablar se levanto, tan rápido que no me dio tiempo de levantarme. Y tampoco podía, porque se había puesto frente a mí.

—Es un placer que no entenderías a menos que te lo enseñe —se acerco tanto, pero tanto que sentía que podía escuchar sus pensamientos. Quería hacerme lo que esas canciones promiscuas decían. ¡No voy a terminar en un cuarto a solas con él!

—Creo que estoy mejor sin saberlo, gracias —alejé mi cara de la suya.

Y cuando su cara apenas se había movido la mitad de un milímetro sentí que mi primer beso iba a ser una decepción. Por lo menos era guapo.

Pero no pasó, y sorpresivamente me alegre. En cambio el chico estaba de rodillas reprimiendo quejidos de dolor mientras se sostenía esa parte.

—¿Quién te dio permiso degenerado? —Jinmi se encontraba cruzada de brazos detrás de él, podía ver que estaba un poco ebria. Pero dudo que ella quiera quitarse la vergüenza para entrar más allá del beso.

—¡Gracias! Creí que me iba a manosear.

—No te preocupes, yo te estaba cuidando con mi sexto sentido —puse cara de confusión para exigir una explicación, en cambio me sonrió maliciosa—. Me tiembla la oreja cuando un amigo esta en aprietos, me pica el ojo cuando alguien miente entre muchas otras más señales.

—Sin comentarios.

—Bueno, te dejo, iré a bailar más tranquila —se fue mientras me alejaba simultáneamente hacia la salida. Ya había tenido suficiente de fiestas, no volvería a ir a una nunca más.

—Por cosas como estas es que nunca tuviste amigos —escuché, muy fuerte y claro. El chico sonreía, pero de forma malvada. Una sonrisa que de algún modo reconocía.

Aquello no me sentó bien, recordar quién era yo me hacía sentir... yo.

Sabía lo mucho que las palabras dañaban, pero aquellas me llevaron a mi cuarto en total soledad, solo yo y mis muebles sin vida, haciendo trabajos y tareas. Estaba en una crisis, una sola persona me había hecho sentir tan mal.

No tenia como regresar, no era tonta como para pedirle al chofer que me trajera a estas horas de la noche. Eso me haría enfrentar un juicio con mi mamá y era lo que quería evitar.

Yoosung no tenía carro, Seven no contestaba, era tan misterioso que mejor no lo molestaba, Zen dijo que estaba en un proyecto. Así que en mi corta lista de contactos solo estaba Jumin. Por suerte si contesto, es más, hasta accedió llegar a traerme.

Estaba parada en la calle esperando que llegara el carro de Jumin, pero lo que no me esperaba era a Jumin dentro de él.

La verdad no estaba feliz, en lo absoluto, suspiraba mucho mientras pensaba en lo que el mundo desperdiciaba dejándome vivir. Y era tanto lo que sentía que tenía ganas de que los minutos pasaran rápido y llegáramos rápido a casa, trataba de no mostrar nada en mi rostro pero no lo logré. Temía mucho que Jumin me viera llorar.

Pero cuanto más velas por algo, más lento pasa el tiempo.

Y luego de una infinita espera por fin el carro se detuvo frente a las rejas que cortaban el paso a mi casa. Agradecí rápidamente y saliendo del carro limpie una lágrima insurgente. Caminaba con paso decidí y rápido para llegar a mi cuarto y llorar en la comodidad de mi cama.

—Espera —la voz de Jumin no era demandante, pero logró detenerme. Sus pasos se acercaron y yo me di la vuelta.

—Perdón la molestia, ya es algo tarde y...

—Se ve que estás mal, puedes decírmelo, quiero ayudar —interrumpió mis disculpas. Dude por un momento en si contarle mis problemas minúsculos. El seguro debía tener cosas más importantes que hacer.

Pero al fin y al cabo, el me lo estaba pidiendo. Tal vez después de contarle se alejaría de mi como tuvo que ser al principio.

—Yo... no lo sé, me siento inútil, tonta, todas las cosas malas que puedas encontrar en una persona. Es frustrante, tanto que... que...—sentí ardor en mi garganta, ese que te avisa que las lagrimas salen.

—Yo no creo eso —Jumin me pasó un pañuelo de tela— es más decir que aun no descubres tus virtudes. Esas que todos ven, menos tú.

Se acercó un paso más y siguió.

—No te desanimes, todos nos sentimos así por algún tiempo, es normal cuestionarte a ti mismo, pero lo importante es dejar fluir lo que en verdad quieres hacer...

—¿Qué ves en mi? —mis lloriqueos ya se habían detenido.

—Eso es trampa —dio un toque con su dedo en mi nariz.

Aquel simple movimiento me hizo levantar mi rostro avergonzado, las luces de su auto iluminaban su contorno. No sé de qué manera, verlo me subió el ánimo, otra vez me sentía como en un romance de una noche, o tal vez en un romance de verano. Donde el momento se siente increíble, pero sabes que terminará en un futuro. Aunque se sentía como si no.

Sonreí, como tonta y tuve ganas de abrazarlo. Tantas ganas que no me contuve y me lancé sobre él y lo abracé.

—Lo siento —dije separándome inesperadamente— me llene de felicidad repentinamente y me surgieron ganas.

—Está bien, me alegra haberte hecho sentir mejor —la oscuridad me impedía ver bien su rostro pero imaginé que sonreía, sutilmente pero lo hacía.

Esa noche volví a sentir lo mismo que había sentido en el cumpleaños de Jumin, pero no sabría explicarlo, solo sé que es lindo.








Perdón la demora, es que Netflix me engatuso con una serie ahr, hace poco me enteré que esa madre tenía 63 capítulos, casi todos de 1 hora. Es como jugar al Final Fantasy XIII ksksks

Creo que ya me estoy quedando sin ideas otra vez jsjs, asi que creo que para la proxima haré una adaptación de Alicia en el pais de las maravillas con los personajes de Cheritz :D

Por cierto, espero les guste la nueva portada :p

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top