Capítulo 12
¿Ustedes no tienen temporadas de actitud? Porque yo sí.
Es decir, hay lapsos de tiempo donde me siento una persona fría y sin sentimientos, en otras ocasiones me dicen que doy ternura o que estoy muy sumisa, de vez en cuando me deprimo demasiado y hay otras donde todo, pero absolutamente TODO sale mal.
A esa última, específicamente, la llamo la temporada de inutilidad. Y empezó en la mañana, con un plato roto. Le siguió unas cuantas caídas y por último, olvide mis cosas para el exámen.
El punto final de toda esta temporada de desgracia es… ¿Por qué en época de exámenes?
—Hoy no es tu día —dijo Yoosung rascándose la nuca mientras reía.
—Y que lo digas, no debí traer zapatos blancos en temporada de lluvia.
—Si es que aún se les puede considerar blancos…
Mire hacia mis zapatos y eran color cafe. Ante el silencio habitual que se formaba entre nosotros cuando la conversación moría logré escuchar unos cuchicheos. No muy agradables, al menos para mí.
—¿… parecen pareja no? Hace unos meses ambos iban solos por la universidad.
—¿Pero acaso no es ella hija de esos empresarios?
—Si, no lo parece porque pasa muy desapercibida. Mi padre quiere hacer tratos con su mamá, pero aún no lo ha logrado.
—¡Que suerte tienes! Puedes estar al tanto de chismes de la farándula.
—Tampoco es para tanto...
—¿MC? —me distrajo Yoosung, pues me concentre mucho en escucharlas.
—¿Que?
—Si que estás distraída...
—Lo siento —reí—. Es que este día en serio va mal.
—Espero no vaya peor…
Suspiré de puro cansancio mientras entraba a mi casa, era demasiado para mi estar en un lapso de tiempo inútil mientras estaba en exámenes. Pero si iba mal, iba peor, era mejor no salir.
—¡Mañana hay una fiesta y tenemos que ir! —anunció mi mamá refiriéndose a los que ya éramos mayores.
—Mamá, ¿puedo no ir? —mejor que no intentarlo
—No —ya me lo esperaba.
El resto del día en vez de estudiar para mis exámenes estuve acompañando a mi mamá a comprar vestidos, hacer cita en los salones, zapatos...
Cosas que sacan mi ansiedad social al aire.
—¿Que vestido crees mejor para tu hermana? —se paseaba enfrente de todas sus opciones. Evaluando meticulosamente cuál sería el vestido que la llevara al éxito de una boda.
—No lo sé, la ver…
—¡Este! —tomó uno y obligó a mi hermana a ponérselo para que le hicieran ajustes.
Antes de salir le había tomado fotos a mi libro y por lo mismo no estaba tan presente.
—MC, ponte este —es obvio que no le importaba si me gustaba o no, era lo que tenía que usar si o si.
Ni siquiera lo vi, solo me lo puse y espere que murieran buen para hacer los arreglos, me lo quité y nos fuimos a ver otras cosas.
Sonará como problemas de primer mundo pero... que difícil es ser hija de millonarios.
—¿Que haces? ¿Por qué tardas? —mi mamá apuraba a todos a meterse al auto, mientras yo miraba con preocupación la peor desgracia que pudo haber pasado
La menstruación.
—¡Voy en un momento! —dije queriendo llorar, ¿quién no odia la menstruación?
Hice lo que tenía que hacer para finalmente bajar las gradas agarrándome con ambas manos de la baranda. Subí al auto mientras trataba de calmarme. Las fiestas me daban ansiedad, además de que me hacían sentir mal.
Me maquillaba, me peinaba, me esforzaba y aún así nadie me notaba, era lo peor del mundo. Es un sentimiento de impotencia. Pero esta vez una a ser diferente porque tenía a Yoosung, mi fiel salvador tan solitario como yo.
Llegamos y entramos, todo por supuesto era elegante, de vidrio, se notaba que el lugar y el anfitrión había gastado cantidades inimaginables de dinero en una fiesta en la que de seguro no conoce ni a la mitad. Es una clara oportunidad para conocer y establecer negocios…
O matrimonios.
Con la mirada baja, evitando cualquier contacto visual y físico con cualquier tipo apenas si observaba la espalda de mi familia... y a Jumin sentado en la mesa a la que nos dirigíamos.
Sabía que no debía sorprenderme ni tomar los sucesos como si el universo estuviera en contra de mi. Ni siquiera sabía porqué me sentía tan nerviosa a su lado.
Y pasó lo de siempre, saludamos, nos sentamos y luego de unos veinte minutos todos se levantaban de la mesa y yo quedaba sola en ella.
Yo 11:56
Rescatameeeeee
Yoosung 11:56
Yo no sé que hacer, las únicas fiestas elegantes a las que he ido fueron las que organizabamos.
Yo 11:56
;n;
Yoosung 11:56
¿Por qué no vas a caminar por allí. A lo mejor encuentras algo interesante.
Yo 11:57
Lo intentaré.
Tal y como dijo Yoosung, me levanté de la mesa para deambular por ahí. A lo mejor me sucedía como en las películas que me encuentro con un muchacho muy guapo y nos divertimos toda la noche riendo por bromas que hacemos… o no.
Pase al baño, fui a la mesa de postres. Todo era tan sofisticado que no podría hacer ninguna broma. Así que solo salí al patio y me senté en una banca. Debería estar estudiando pero de todas formas no quiero.
Tenía tanta ansiedad que siempre miraba quién salía del establecimiento y pensaba: "¿será el quién me haga pasar una buena noche?"
Pero como era de esperar nadie llegó. Primero comenzaron a caer pequeñas gotas de lluvia antes de que tuviera un romance de una noche.
En la entrada había unas gradas, tan pequeñas, tan simples… tan fácil tropezar allí. Mis tacones no eran tan altos pero era por supuesto mi época de inutilidad, y que más que tropezar y toparme con alguien. Y que ese alguien sea Jumin.
Todo muy casual.
Instantáneamente puse distanció y me disculpé. Pero como tenía la oportunidad de verlo, ¿por qué no analizarlo?
Traía puesto su traje de gala azul. En mi opinión personal los hombres se ven magníficos en ese traje. Un día se lo vi puesto a un maniquí y me enamoré del maniquí aunque no tuviera cara.
—¿Estás perdida? —seguía serio pero aprendí a ver que en sus ojos estaban sus emociones. Aunque no siempre las podía descifrar.
—En realidad no —sonreí apenada—. No hay mucho que hacer y me aburría.
Sin preguntar comenzamos a caminar juntos hacia dentro e instantáneamente sentí la ansiedad invadir mi cuerpo. Sentía que los murmullos eran cosas de mi, sobre lo que me había pasado en la casa de verano, o del hecho de que estuviera con Jumin.
Llegamos con la multitud y el bullicio de chismes y negocios, perdida en mi ansiedad recibí una copa de champán de Jumin y seguí sumida en mis pensamientos, hasta que sentí que acomodaba un mechón de cabello detrás de mi oreja, haciéndome sobresaltar.
—Lo siento, no pude evitarlo —susurró viendo hacia otro lado.
—No te preocupes, solo me sacaste de mi viaje astral… —instantáneamente me arrepentí de haber dicho lo del viaje astral. Entonces me calle y me dispuse a admirarlo. Mientras sostenía el mismo mechón de cabello que momentos antes el había acomodado.
Seguía teniendo aquella mirada neutra, sus ojos iban en otra dirección, parecía estar... ¿preocupado? O tal vez aún no podía distinguir bien sus sentimientos.
Acercó la copa de champán a su boca y el borde topó con sus labios, también me tomé el tiempo de analizarlo por ese breve momento en el que tomaba. Me di cuenta que se lo tomó todo de un sorbo.
Caí en cuenta ademas del hecho de que me sacaba poco más de una cabeza, solo hasta entonces había notado lo alto que era. Y claro, ser inútil incluye una boca floja…
—¿No te cansa ver hacia abajo?
Mi pregunta lo tomo desprevenido, volteó algo sorprendido mientras yo caía en cuenta de que en realidad había dicho lo que se supone debía haber pensado nada más.
Me tape la boca en cuanto repare en lo que hice, y probablemente me vaya sonrojado porque al verme me sonrió.
¡Ahhh muero!
—No realmente, te acostumbras cuando te das cuenta que empiezas a ver la gente desde arriba —dijo aún sonriendo.
Suspiré mentalmente mientras relajaba mi cuerpo al ver que no lo había ofendido.
—No te gustan mucho las fiestas, ¿verdad?
—No estoy acostumbrada a ellas, aunque haya ido ya a muchas.
—No sales con tus amigos
—No tengo —respondí como impulso, pero no me avergonce sino me corregí—. Bueno, si tengo pero tampoco disfruto el alboroto.
—Yoosung es un alboroto —soltó y me reí porque es cierto y sin pensar respondí
—Un alboroto muy lindo —no lo veía a él, miraba hacia delante cualquier cosa. Pero pude escuchar como dejaba su copa en la tabla de otro mesero y arreglaba los botones de su camisa.
Todo se sumió en un silencio al que no le preste atención. Ignoro si fue incómodo para Jumin pero para mí no era nada.
—MC… —escuche de la nada.
Volteé a ver y Jumin me miraba, volví a verlo a los ojos para identificar sus sentimientos, porque usualmente los ocultaba. Noté un poco de nerviosismo o vergüenza aún. Probablemente aún no sepa diferenciar bien sus sentimientos, todo lo adivinaba a base de brillos y centelleo…
—¿Puedes darme tu contacto de Line?
Entonces fue él quien me agarró desprevenida. Era la segunda persona fuera de mi núcleo familiar que agregaba a Line. Sonrei y se lo dí.
Regresábamos a la mesa, la fiesta ya casi terminaba y yo casi saltaba de la emoción, casi porque olvide los tacones...
En uno de mis intentos de saltos tropecé y fui a dar a una mesa, eso no es lo peor, esa mesa tenía una torre de copas... De vidrio.
No había caído al suelo porque me sostuve de la mesa, haciendo que cayera y pudiera ver parada, el desastre que ocasionaba mi felicidad.
Todo, pero absolutamente todo el salón quedó en un silencio mientras yo sostenía mi boca para no gritar, y luego escuché una linda carcajada. Era Jumin que se acercaba y me tomaba de la mano.
—Yo lo pagaré —dijo sonriendo mientras con su mano me jalaba hacia la mesa.
De camino a casa mi mamá no me habló, ni por las siguientes semanas. Fue suerte que no me encerrara en el sótano
JURO PERO JURO que intente sacarlo antes pero las 8 temporadas de Voltron me atraparon bien qlero ;n;
Pero en fin, espero les haya gustado y que capten algunos sentimientos de Jumin, una de las desventajas de escribir en primera persona es que se supone no puedes poner los sentimientos ajenos exactos...
Pero bueno, a mí este capítulo me gustó, lo saque hoy porque según yo el cumple de Jumin era el 15 y no...
ES PASADO MAÑANA PTM Y NO TENGO NADA LISTO PARA EL :((((
Pero ahorita veo a quien le vendo mi alma ;), mientras tanto disfruten esto ;)
Gurs bai wapas
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