Para simbología véase capitulo 1.

Disclaimer: High School DxD, es su respectivos dueños -tristemente-.

Pov narradora omnisconciente.

Y ahí estaba, en la menos esperada situación, un dilema por supuesto, después de todo, no todos los días te conviertes en amo de uno de los dos grandes dragones celestiales que entran en el top 10 de los seres más poderosos y para rematar que este te empieza a coquetear e intentar seducir.

El dragón carmesí no podría estar más contento, con el paso del tiempo su pequeño híbrido dragón lo trataría como su siervo y lo consienta, o lo más posible es que él lo termine consintiendo y mimando, en cualquier de la dos casos el seria extremadamente feliz. Algo en su mente hizo 'click' y recordó que su pequeño solo le encantaban las chicas y sus pechos, cosa que lo puso muy triste y deprimido, pero era su culpa, se enamoro de él a sabiendas de que nunca seria correspondido, y aun así decidió continuar.

El castaño lo miraba a los ojos, y noto como estos de repente perdían su brillo, mostraba uno más triste, a la par que se iba alejando dándole su espacio personal. El castaño no quería eso, quería que siguiera invadiendo su espacio, que siguiera coqueteandole, que siguiera enamorandolo. Sonaría algo egoísta, pero quería sentirse amado, algo que ahora solo el dragón Gales podría hacerle sentir, y no lo iba a perder así, así que, sin darle tiempo de reaccionar, agarro su mentón con firmeza y suavidad para atraerlo a sus labios, dándole un beso corto, algo que puso en las nubes al dragón carmesí.

Se separaron lentamente, el dragón Gales ya no podia más, su pequeño con un sólo beso era una droga que prendía sus instintos más bajos, y sinceramente, quería más, tristemente sabia que su castaño tenia que despertar. Se maldijo, cada vez que tenia la oportunidad de estar con Issei a solas, parecía que el mundo se le iba en contra.

Sin comentar nada Issei se fue despertando, desapareciendo en pequeñas particulas de luz de su mente. El dragón suspiró feliz de poder acercarse más a su anfitrión. Sonrió al recordar como es que termino en ese lío llamado amor.

Flash back
Subconsciente de Issei, minutos antes de conocer a Amano Yuma.

El dragón carmesí solo podía observar lo que hacia su portador en silencio, indignado por su actitud pervertida. Observo en silencio y se sorprendió gratamente al notar que no era una actitud normal, era como si se estuviera forzando a ser pervertido cuando no era así; era extraño y le dio curiosidad saber el porqué.

—[Bueno, siempre esta la disposición de ver sus recuerdos] —pensó extrañado. Él no era mucho de mirar los recuerdos de sus anfitriones, pero por algún motivo éste le daba una curiosidad nunca antes despertada.

El hecho de que se acercaba un angel caido lo puso alerta, no tenia ganas de que su portador muriera asi nada más, no señor. Su inquietud creció a medida que se desarrollo esa conversación; algo lo sorprendió enormemente, pues por algún motivo que desconocía –o no quería admitir– el hecho de que le pasara algo a su actual portador producía en su interior un fuerte sentimiento de preocupación y inquietud. Confundido sobre este nuevo sentimiento escuchó como la conversación siguió su curso, y llegado un momento se aburrió.

—[Nah, ya veré luego que pasa con este ángel caído, primero vere sus recuerdos] —Le restó importancia el dragón, que no perdió tiempo y empezo a indagar en el mar de memorias que surgían ante él.

Al final recapituló todo lo que pudo y a pesar de que era una absurda excusa -a su punto de vista- del porque era pervertido, también era valido y comprendía la razon.

¿El gran secreto? Simple, muy simple. Issei desde pequeño lo tuvieron en una escuela para puros chicos, un día simplemente chicos de cursos superiores intentaron violarlo, no llego a más, pero si un pequeño trauma para aquél infante. Más tarde junto con la demanda a aquéllos niños y el cambio de escuela descubrió que le atraían los hombres con más fuerza que las mujeres, lo que en un principio le asustó, pensando que era anormal intento demostrar -demostrarse a si mismo- que eso no era real, intento tras intento falló ganando así fama de pervertido y con ello el cambio de actitud forzado.

A Ddraig le parecía una tontería eso de ocultarlo, pero no podía culpar al chico que había crecido en un ambiente donde estaba hasta prohibido eso, cuando en realidad en lo sobrenatural era muy bien aceptado, como si fuese pan de cada día, él mismo había visto salir a su buen amigo Tanin con Yu–Long, los dos del mismo poder se juntaban bien, al igual que muchas parejas así eran bien recibidas entre los dragones y no por eso eras menos, de hecho te respetaban aún más por estar con otro macho.

Bostezó, tenia que dormir para recuperar fuerzas. Lo último que vio fue al castaño alejarse del ángel caído.

Con el paso del tiempo lo fue queriendo más, hasta que llego en un punto de no retorno. Con el tiempo se fue dando cuenta de que no era el único interesado en su pequeño dragón, estaba el caballero de la perra carmesí, el líder de los ángeles, el de los ángeles caídos y el de los demonios, y muy a su pesar, él portador de Albion y Vvitra, desconoce si el propio Albion también se interesa.

No le extrañaba que varios se interesaran en su pequeño, pues los dragones practican la poligamia y poliandria, pero si tendría cuidado de quienes entren y sus intenciones.

¿Cómo fue que su dragón se encontró con los lideres como para llamar su atención aún antes de la alianza? Je, fue de una forma muy chistosa.

Un mes después de convertirse en demonio, en él centro comercial.

El castaño caminaba en la acera con varias bolsas, entre sus manos traía una nota de su madre que le había hecho unos encargos, tan concentrado se encontraba que no noto cuando un chico se dirigía a él corriendo sin mirar, él choque fue inminente. Él chico, que tenía ojos color verde y un cabello rubio pálido, casi como la nieve, a primera vista Issei pensó que era mujer por su afeminado rostro, solo fueros unos segundos para notar qu era un hombre.

Ambos se levantaron pidiendo disculpas al otro, nuestro castaño con una mueca nerviosa y de arrepentimiento, el rubio al notar las cosas de Issei tiradas le ayudo a recogerlas con una sonrisa.

—Lo siento mucho, no vi por donde iba —se disculpo el rubio cuando el castaño se agachó a su altura para ayudar a recoger las cosas.

—No te preocupes, fue mi culpa por no ver por donde iba —respondió el castaño con una sonrisa, se paro al terminar de recoger junto al otro chico— me llamo Issei Hyōdō, ¿cómo te llamas?—.

—Me llamo Michael, Michael Dai Tenshi.

—Un gusto, Michael.

—Uhm... —Michael se rió incomodo a lo que iba a preguntar, pero suspiro, no le quedaba de otra— Se que te acabo de conocer, pero si no tienes prisa ¿podrías acompañarme? Realmente soy nuevo en la ciudad y necesito llegar a un lugar que es un punto de encuentro con unos compañeros y no sé como llegar.

—Ah... Supongo que no hay problema —balbuceó con incomodidad el castaño— dime el lugar y te llevo.

—Es una casa ubicada en la zona sur de la ciudad, en la calle mokī entre las avenidas Sakura y Menma —murmuró apenado.

—Mmhh... Esta algo lejos —comentó con desdén el castaño— ¿te parece si primero dejo esto con mis padres y luego te llevo en moto, te parece?—.

—Claro.

Se dispusieron a caminar hacia la casa de Issei, iban platicando de trivialidades, alguna que otra cosa personal como gustos y disgustos, hasta que llegaron a la dichosa casa.

«Mis padres si que se esfuerzan por humillarme» pensó con pena el castaño, «al menos no sacaron el álbum de fotos».

Al llegar a la dirección indicada el castaño estaba subir a la moto e irse hasta que lo interrumpió el rubio con una tímida sonrisa.

—Gracias por traerme Issei–san, volvamos a salir algún dia —se inclinó levemente en agradecimiento para luego alzar la mirada mostrando una sonrisa— me gustaría intercambiar el número telefónico para otra ocasión.

—Con gusto —sonrió con alegría nuestro castaño favorito.

Al terminar de intercambiar sus respectivos números telefónicos se escucho un grito: "¡Cuidado abajo!", no tuvo tiempo de reaccionar sino hasta que sintió un peso encima y por inercia cayo con aquella persona encima.

—ups... Lo lamento mucho —se disculpo un joven de aparentemente 22 años de pelo rojo carmesí y unos ojos grises— ¿Estas bien?

—Si... Eso creo —el castaño notó la cercanía, pues el joven extraño estaba encima de él teniendo muy cerca su rostro poniéndolo nervioso— estas muy cerca.

—¡Ah, lo lamento, no lo había notado! —exclamó nervioso parándose rápidamente y ayudando a Issei— soy Sirzechs Gremory, encerio lamento caer sobre ti, estábamos platicando un amigo mio y yo sobre el balcón y derrepente me lanzó hacia un tobogán que conecta la mansión, término aquí y caí por error.

—Entiendo, no hay problema, soy Issei Hyōdō por cierto —sonrió el castaño.

—Issei–san, este es uno de mis compañeros que te contaba —comentó con cierta timidez el rubio— de nuevo gracias por traerme Issei–san.

—No es nada, me tengo que ir, nos veremos luego —se despidió subiendo a la moto y marchándose.

—¡Moooo! Porque no me esperaron para presentarme al chico guapo —escuchó que grito una voz masculina que reconoció como el que había gritado la advertencia.

—¡Callate Azazel! —reconoció las voces de Michael y Sirzechs.

Issei solo se digno a sonrojarse de la vergüenza mientras recorría las calles rumbo a su casa.

Ddraig sonrió al recordar que después de esa tarde se la paso fastidiando a su pequeño dragón, no podía evitar reírse al ver que este se dedicaba a hacer pucheros e ignorarlo con un enojo infantil.

Mientras que el dragón Gales se dedicaba a recordar el encuentro el castaño recibía una llamada de Saji que estaba con Kiba, ambos arrepentidos por lo que la peliroja había causado y tristes porque Issei les había contado lo de sus padres, no le dejaron responder cuando afirmaron que irían volando hacia allá. No tardo más de 5 minutos para que escuchará que tocaban la puerta, imaginándose quien era abrió encontrándose con Saji y Kiba agitados en el marco de la puerta por el maratón que se dieron -estaban del otro lado de la ciudad- sorprendiendo al castaño.

—Chicos, no tenían que venir —comentó con vergüenza.

—No íbamos a dejarte solo Hyōdō —afirmó Saji con preocupación, para luego añadir con un toque cómico— además, no venimos para un rato nada más, nos quedaremos contigo.

—¿Eh?¿Quedarse?

—Claro Isse–kun —responde Kiba sonriendo encantadoramente, dejando a la vista un par de maletas— permitenos quedarnos en tu casa.

—Claro, Saji, niño bonito, son libres de quedarse el tiempo que quieran —sonrió el castaño cerrando los ojos sin notar como Kiba se ruboriza y Saji se molestaba.

Al mismo tiempo en la mansión Gremory, Infierno.

—padre —llamó un pelirrojo de ojos grises, Sirzechs Gremory.

—¿Qué pasa, hijo? —preguntó un pelirrojo de mayor edad, que estaba leyendo unos papeles entrecejo arrugado mostrando su enojo pero suavizando su expresión al ver a su hijo.

—Necesitamos hablar urgentemente, padre —avisó con urgencia el pelirrojo menor— se trata de Rias y él.

—Rías ha deshonrado a la familia Gremory, y nuestro heredero será Millicas, no hay nada más que hablar —contestó de manera fría— ahora, ¿Qué tiene él?

—Necesito que tomes mi papel como Maou Lucifer por un tiempo, padre, ya te he dicho mi pensamiento sobre él y no pienso dar marcha atrás.

—Veo que es serio entonces. Bien, pero sabes que no podré por más de 4 meses, es todo lo que el consejo de ancianos permite —sentenció con pesar el pelirrojo mayor.

—Gracias, es suficiente, padre.

Después de mil años aquí estoy, trataré de hacer el otro lo más rápido que pueda, encerio 😅

Espero que disfruten este capitulo. ¡Nos vemos!