I.

Antes que nada la simbologia, ya que aquí cambia un poco la manera de escribirlo.

[Ddraig hablando o también para objetos de poder como los sacred gears].

{Albion hablando}.

[Ddraig pensando].

{Albion pensando}.

-Persona hablando-.

«Persona pensando»

Pov narradora

Issei Hyoudou; un alumno de la Academia Kuoh, ubicada en la ciudad Kuoh, en Japón. Paseaba libremente en él parque, pensando con un semblante triste, mirando el cielo apunto de atardecer para dar paso a la noche.

-Ya paso una semana desde la fiesta de compromiso de Rías-san, me hubiera gustado poder vencer a ese Yakitori Phoenix-hablaba amargamente él castallo mientras se acercaba a una pequeña fuente que se encontraba por ahí-Aunque no pensé que Buchou fuera feliz pues siempre se negaba a casarse con él.

-[Ni yo lo hubiera pensado, socio] -hablo con ligera sorpresa y gran furia contenida el dragón rojizo- [Tú... ¿Tú la amabas, no es cierto?]

-Si... La amaba, era la única... No, era una de las que me aman todo y Perversión -suspiro con melancolía el peli castaño. Miro a su alrededor notando la falta de personas- ¡[Boosted Gear]!

Al pronunciar eso activo su guantelete, lo miro detenidamente, con su otra mano empezo a explorar y acariciar el guantelete con calma.

-[S-socio...] -tartamudeo el dragón, no era normal que el castaño activara su [Boosted Gear] si no era para alguna batalla o respuesta, y aun menos que le acariciara. A pesar de no tener cuerpo, sentía las caricias del castaño - [¿Q-qué haces?]

-Si no te gusta puedo parar.

-[¡No!] -grito el dragón carmesí, interrumpiendo al castaño. Después de unos segundos empezó a sentirse apenado- [E-es decir... No le veo problema en que lo hagas]

El castaño solo sonrió y siguió acariciando un rato más. Se detuvo abruptamente al sentir su [Sacred Gear] más caliente de lo que ya estaba. Miro extrañado el guantelete en el cual esta el dragón celestial Ddraig, quien no había hablado en todo el rato.

-[¿Q-qué pasa, socio?]-pregunto el dragón Gales, internamente maldiciendose por hacer que Issei parara- [¿Porqueeeeeeeeee?]- lloriqueo silenciosamente, pensando lo último.

-Es que sentí la [Boosted Gear] muy caliente, ¿porqué? -pregunto el castaño, ignorando el porque, preguntando con un toque cómico y muy mono a ojos del dragón-.

A Ddraig, a pesar de no tener cuerpo, no pudo evitar un pequeño y casi imperceptible sonrojo. Le parecía la cosa más adorable su pequeño Issei.

¿Su pequeño Issei? ¡Si!

Porque con cada día el dragón rojo sentía más atracción sobre el chico, y aunque este tenia defectos tales como su perversión, era perfecto a la vista del dragón. Su espíritu protector -cosa que cada dragón debe tener sobre su pareja, además de amor-, su sentido del sacrificio y deber, sus expresiones tan de él, su mirada, y aunque no sabia si era valiente o muy suicida, le encantaba como era. Sin duda, el chico podría atraer a muchas chicas si disminuía su perversión, cosa que enfurecía al dragón.

Era su humano, odiaba a las chicas cercanas de Issei, pues tenia el presentimiento que solo lo usaban y engañaban utilizando su perversión como excusa, cosa que confirmo con los recientes eventos de Rías Gremory.

Volviendo a la realidad, ahí estaba él, siendo bombardeado con esa pregunta. No quería decírselo, tenia que inventar alguna excusa o alguna manera de desviar el tema.

-[O-oye socio... Ya es de noche, tus padres se van a preocupar] -y así como había dicho el dragón rojizo, ya era de noche, se podían apreciar las estrellas y la luna en el cielo-.

-¡Mierda! ¡Gracias Ddraig-san! -dicho esto el castaño desapareció el guantelete para salir corriendo a la residencia Hyoudou.

Al llegar notó que las luces estaban apagadas, haciendo pensar al castaño de que sus padres ya andaban durmiendo. Entro extrañado, sus padres nunca dormían tan temprano. Miro la nota que estaba pegada a la entrada.

Decía:

«Querido Issei, tu padre y yo fuimos a un viaje de negocios imprevisto, llegaremos mañana.

En la repisa de tu cuarto te dejamos dinero, esperamos que sea suficiente.

Con amor, tu papá y mamá.»

-Supongo que estaré solo esta noche-sonrió con amargura, mirando alrededor.

-[No estas solo socio, sabes que estaré contigo hasta la muerte, literalmente].

-Gracias Ddraig-san -sonrió con alegria- ¿Te puedo llamar Ddraig a secas?.

-[Claro socio] -sonrió con alegría, el primer paso para conseguir a su pequeño, que deseos de tenerlo entre él tenia en ese instante.

Gruño levemente, ¿la razón? La misma por la cual su [Boosted Gear] estaba caliente, si, el pobre dragón se había excitado un poco con las caricias del castaño, por muy loco o pervertido que llegara a sonar.

Se imaginaba en su forma humana, que podía tener entre sus brazos a su pequeño Issei, y -secretamente-hacerle el amor eternamente. Se sonrojo al pensar en eso, no era la primera vez, pero cada vez era más frecuente.

-Sabes Ddraig, me hubiera gustado ser más fuerte para que Boucho no se hubiera tenido que casar con Raiser -sonrió amargamente mientras caminaba hacia su habitación, esa sonrisa amarga era una cosa que partía el alma al pobre dragón-

-[P-podemos entrenar, socio]

Se maldijo por su tartamudeo, estaba dando una impresión de sumiso, cosa que no debía dejar ver si el castaño se convertía en algo de él. Reprimió esos pensamientos al ver que se paralizó un poco su portador.

-[¿Qué pasa socio? Te vez tenso] -pregunto el dragón con la esperanza de que no se haya dado cuenta de sus pensamientos-

-Nada, solo sentí que algo estaba mal, pero no es nada de importancia -mintió con una sonrisa que hacia olvidar al dragón carmesí que tenia que respirar-

No dijo nada más, solo miro como se iba cambiando y se acostaba en su cama para dormir. Ya era algo rutinario, ver desnudo a su pequeño mientras busca su ropa para dormir, casualmente haciendo algunas posees muy provocativas a ojos del dragón, que después de ese pequeño show, veía dormir a su pequeño mientras aplacaba su calentura. No fue la excepción esta noche, solo que por alguna razón, sentía que misteriosamente se quitaba la ropa de una manera más lenta que la usual, al mismo tiempo que se la ponía más lento y hacia como una especie de baile muy excitante a ojos del dragón, esas cosas lo volvían loco a cada instante, definitivamente esta noche seria muy lenta para el dragón Gales.

El castaño se relamió los labios mientras imaginaba algo que prendió los humos al pobre dragón carmesí. El castaño imagino a un chico con ojos y cabello carmesí, como el color del dragón, piel clara, desnudo, con un notorio sonrojo en sus mejillas y una mirada lujuriosa y llena de amor. El dragón no pudo evitar pensar en que era ese chico y tocaba cada rincón del cuerpo del Castaño, aunque luego se enojo y se puso celoso preguntándose quien era el chico de la mente de Issei.

-Buenas noches, Ddraig -sonrió para posteriormente acostarse-

El dragón se quedo en silencio, analizando todo lo pasado en ese día. Le sorprendió gratamente el verlo sonreír a pesar de lo que paso. Con eso llegaron los recuerdos, una mala pasada.

Después de perder contra Raiser, con los Gremory.

Estaba un castaño tirado en el suelo, acababa de perder contra el Phoenix, no sabia como, pero al tirarle el agua bendita, por alguna razón sus llamas se tornaron de un color rojizas,al igual que tomaban más fuerza, quemando y dejando muy herido al pelicastaño.

-Estúpido demonio de clase baja, ¡cómo te atreves a interrumpir mi compromiso! Koneko, Asia, Akeno, enseñenle su lugar -grito una furiosa Rías, señalando al castaño tirado en el piso mientras tenia aprisionado a un pelirubio del cuello con una mueca de tristeza - en cambio tu Kiba, serás castigado apenas lleguemos al club.

-Hai, buchou.

Y así, fueron lastimando al pobre Issei hasta que le extrajeron las [Evil Piece], aventándolo al mundo humano sumamente herido, y un dragón llorando al verlo herido, preguntándose porque no pudo darle más poder.

-Dentro de la Boosted Gear-

-[Issei... Perdoname, tu cuerpo no hubiera soportado mucha cantidad de poder] -comento tratando de no llorar, fallando inútilmente.

No pudo evitarlo, hizo aparecer al castaño dentro de el objeto sagrado, apareciendo enfrente suyo. Con un resplandor tomo su forma humana, un chico de pelo color carmesí y un estilo alborotado, ojos verde intenso, piel clara y pura, una cara levemente madura, y aparentaba unos 18 años, algo alto. Se acerco hasta quedar a unos centímetros, agarrando su cintura y acercando sus labios.

Un beso es lo que tuvo, al contacto de sus labios se derretía, una sensación eléctrica lo recorría, fundiéndose en él. Guardo ese momento para si mismo, al mismo tiempo que aprovechaba en contacto físico para sanarlo y pasarle energía. Al sentir que ya no tenia aire se separó levemente, observando sus facciones, sonriendo levemente mientras volvía a mirar los -a la vista de Ddraig- deliciosos y tentativos labios. Tomo su barbilla delicadamente al mismo tiempo que volvía a besarlo de una manera más apasionada, pasando su mano a través de su cabello y juntaba más el cuerpo del castaño al suyo, hundiéndose en el mar de sensaciones que su pequeño le provocaba.

-[Estoy loco por ti, mi pequeño dragón, estoy loco de amor] -le susurro al oído, oliendo su fragancia acercándose a su cuello- [no creo que se de cuenta] -murmuró.

Oliendo su cuello le da unas lamidas, y podía jurar que nunca en su larga vida había encontrado un sabor más exquisito, tan concentrado, tan... De Issei. La tentación y sus celos lo obligaron a marcar esa suave piel, dejando pequeñas marcas que gritaban que era de su propiedad. Sonrió satisfecho al ver los resultados de su autoimpuesta tarea, su piel clara tenia pequeñas marcas que tenían un ligero tono rojizo, y la propia saliva del dragón carmesí.

-[Eres delicioso mi pequeño dragón, no, delicioso no queda] -comento mientras olía su fragancia que lo volvía loco y activaba sus instintos de dragón, que le dictaban desnudarlo y hacerlo suyo- [mmm, exquisito y afrodisíaco, si, eso queda más].

Noto que ya se había curado lo suficiente mientras lo besaba. Haciendo un puchero tuvo que separarse de el dándole un ultimo beso más corto al igual que enviar su conciencia al mundo real. Lo que el poderoso dragón no noto, es que desde el primer beso el castaño se había despertado, finjiendo estar inconsciente sintió todo lo que el dragón le había hecho, y si Ddraig se hubiera fijado, habría notado el fuerte sonrojo del castaño al igual que sus leves gemidos controlados.

Sonrió mientras recordaba eso, sintiendo las sensaciones fantasma, aunque luego se enojo al recordar que SU pequeño había imaginado a alguien más, jurándose que haría sufrir de una manera lenta y dolorosa aquel que le pusiera un dedo encima, o peor aun, enamorarlo. Si hubiera puesto más atención habría notado que en realidad Issei había imaginado a Ddraig en su forma humana, al igual que ese juramento antes mencionado lo dijo en voz alta, sacando un sonrojo notable a su pequeño, quien soltó una risita al oír lo celoso que era su dragón.

Ya cansado, prefirió dormir, y así fue. Se durmió aun sabiendo que Ddraig lo observaba por las noches, lo que sinceramente, le llenaba de paz y tranquilidad hasta que tenia que despertar.

-Residencia Hyoudou, 8:55 am-

Gruño al sentir los rayos del sol golpear su rostro, haciendo que por instinto se tapara la cara con la almohada evitando los molestos rayos del sol.

-[Vamos compañero, tienes que levantarte, tienes que ir a tu... ¿Cómo se llamaba? ¿Instituto?] -trato de no titubear el dragón, podría ser un dragón celestial con muchos años de vida siendo superado solo por los Dioses Dragón, pero nunca se intereso por los humanos, o al menos hasta ahora-.

-Mmhh -gimoteo al levantarse y sentir esa comodidad de la cama abandonándolo. Suspira y mira la hora mientras que su cara se pone azul y abre sus ojos cómicamente, desesperado- ¡Tarde, tarde, tarde!

Salio disparado de una forma casi cómica, se baño de manera rápida -algo que no le gusto al dragón, pues quería ver más el cuerpo de su pequeño-, no desayuno y con el uniforme a duras penas salio disparado hacia la academia. En el camino no había nadie lo que lo hizo pensar que realmente era muy tarde, acelerando más su paso. Y el karma le jugó una mala pasada. Ya habían cerrado las puertas. Hizo tiempo en él centro comercial fingiendo estar en clases, a lo que aprovecho para pasear un rato. Cuando paso por una tienda de música se detuvo y tras la indecisión inicial entro, al poco rato salio con cuatro instrumentos: una armónica, una flauta de bambú, un violín, una guitarra electroacústica y una bocina pequeña.

Al notar que ya era hora de la salida estudiantil se dirigió a casa no sin antes fuera de la vista del público guardará los instrumentos en una dimensión de bolsillo.

Al llegar a su casa, un olor de carne asada inundó sus fosas nasales, pensó que sus padres estaban haciendo carne asada, por lo que fue al patio para ayudarles. No se esperó nada de lo que vio, sus padres, quemados hasta el punto de ser casi irreconocibles, provocando una furia salida desde lo más profundo de su interior, expulsando una enorme -decente a comparación de otros- aura carmesí.

-[¡Calmate Issei! ¡Si sigues así vas a entrar en modo Juggernaut Drive!] -advirtió el dragón sellado, temiendo por la vida del joven. No por nada varios antiguos portadores habían muerto al entrar en ese terrible modo que consumía de golpe todas sus reservas mágicas, y cuando se acababan tomaba la vitalidad y años futuros de vida del portador de manera exagerada-

-¡¡No!! -gritando y llorando, le dolía peor que mil dagas perforando su cuerpo, ¡eran sus padres, Dios mío! Los seres que quería con gran estimulo- ellos... ¡Ellos no merecían morir de esta forma!-.

Al pobre dragón sellado le daba un mal sabor de boca, tal vez no eran sus seres queridos, pero su pequeño los estimaba mucho, y eso era lo que le importaba, además de que, secretamente los admiraba un poco por tener a alguien como lo es Issei.

Después de un rato, por fin logro calmarse, pero eso no evito que más lágrimas fluyeran. No quería dejarlos así, con toda la fuerza y valor que tenia se fue cerca de las montañas a darles un digno entierro. Los enterró en un lugar hermoso, con un lago y una fauna que se notaba que no había sido tocada por el hombre.

Un poco satisfecho de darles un digno entierro, aunque no duro mucho ese sentimiento antes de que fuera remplazado por la tristeza y soledad. Con muy a su pesar tuvo que volver a casa, y descansar.

Cuando se durmió, se encontraba dentro de la [Boosted Gear], el porque ni él mismo lo sabia, antes de que pudiera hablar fuego surgió de manera abundante, y por más extraño que parezca, no sentía el fuego, ni siquiera calor. Surgió una figura majestuosa ya conocida por el castaño, se trataba de Ddraig en su forma dragón, que ni bien había surgido y empezó a brillar disminuyendo de tamaño hasta quedar con la apariencia antes mencionada.

Un silencio surgió, para ser roto por el llanto lastimero del castaño. No sabia porque, pero sentía que con el dragón era como tener a su madre que lo consolara, abrazándolo se quedo. El dragón carmesí no se quejo, sabia que lo necesitaba más que nunca, acariciando su cabello mientras lo consolaba.

-Shh, tranquilo, todo estará bien, estoy aquí para ti -lo consoló, acunando sus mejillas mientras que más lágrimas salían- yo estaré aquí, no te preocupes.

¿Y cómo no creerle cuando se lo decía de esa manera tan maternal y amorosa? Cada vez le salían menos lágrimas a la vez que se tranquilizaba. Y cuando creo que el dragón no podía sorprenderlo más, oh, como se equivoco.

Ddraig empezó con un canto pequeño.

"Yo, el dragón celestial, aquel que robo los principios de la dominación de Dios.

El dragón rojo de la dominación.

Me apiado y arrodillo ante ti.

Tú, aquel seleccionado, que sera mi amo.

Tu controlarás a este dragón hasta el fin de los tiempos."

Mientras recitaba ese pequeño canto, apareció una cadena carmesí que apricionaba el cuello del dragón celestial y terminaba atada a la muñeca del joven castaño, con una fuerza demostrando que era imposible romperla. El castaño tenia los ojos abiertos a más no poder, estaba en shock, no tenía ni la más remota idea de lo que Ddraig había dicho o hecho, pero tenia el presentimiento de que era algo importante.

-¿Qué...? -no termino ni de formular su pregunta cuando Ddraig se arrodilla ante él- ¿Qué haces?-.

-[Muestro el debido respeto a mi amo] -dijo como si nada, aunque se notaba que estaba emocionado. Por Dios, ¡era al fin su amo! Aunque le utilizara para cosas absurdas de seguro, ¡pero era su amo! ¡Estaba a su disposición y eso era lo que realmente contaba! Aunque tendría que explicar porque lo hizo y que significa que sea su amo- [¿Acaso no puedo, amo?].

-¿Qué? -se sonrojó, no entendía que era esa cadena y porque lo llamaba "amo" a él- ¿Me puedes explicar todo esto?-.

-[Claro, amo] -sonrió, le encantaba poder decirle así, pero sin más remedio le empezó a explicar- [Tu eres mi amo ahora, ya que he unido mi alma a la tuya, y yo tengo que obedecer todo lo que me ordenes sin chistar, con respecto a la cadena, es la muestra de que eres mi amo, la cadena se puede estirar y hacer invisible, pero jamás romperse, amo] -no pudo resistirse, le guiñó el ojo viendo su cada vez más notable sonrojo-.

-Osea... ¿Qué soy tu amo de ahora en adelante? -pregunto nervioso-

-[Así es, de ahora en adelante haré todo lo que me digas].

-¿Todo?

-[Todo] -Afirmó-.

-¿Sin quejarte ni nada?

-[Sin quejarme ni nada por el estilo].

-Super...

-[Así que... ¿Qué puedo hacer por ti, amo?] -sonrió coqueto, juntando sus cuerpos y susurrándole en el oído de manera coqueta para luego lamerle el pómulo de su oreja y morderlo suavemente- [Gustoso haré lo que me pidas] -ronroneo-.

-¿E-encerio? -tartamudeó sonrojado por el repentino contacto con su piel, haciendo enorgullecerse a cierto dragón que miraba sus reacciones con una sonrisa en su rostro, le parecía tierno su castaño-

-[Si, y cuando digo todo es porque es todo] -Sonrió coqueto, extendiendo más aquel sonrojo en la cara del joven Issei-.

3171 palabras, nuevo récord chicos y chicas. Y si, es demasiado tarde, gomen, pero era hoy o nunca(?)

Espero que les guste, admito que habrá momentos en que sea muy detallista como en este capitulo, y en otros donde seré irremediablemente directa, dependerá de mi humor y mi inspiración el rumbo de la historia. Sin más que decir, bye chicos y chicas 😄.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top