Tiempos Pacificos

https://youtu.be/m8-ItRoHJM0

El amanecer del viernes, Lincoln Loud se hallaba acostado en su cama, el chico bosteza ya que recién se había levantado, las heridas de aquella pelea se estaban curando mas rápido de lo usual gracias al suero de regeneración celular, fabricado y patentado por Lisa Loud, aun así, la herida de la navaja le dolía, se aseguraba de cambiarse el vendaje diariamente para evitar infecciones, su madre había decidió que el resto de esa semana no iría a la escuela y en ese tiempo, Clyde, Kazu, Reyna, Nikki y Ronnie Anne le visitaban para dejarle las tareas y pasar tiempo con el.

Ronnie no podía evitar sentirse culpable al ver el vendaje en la mano de su amigo peliblanco, la culpa la mortificaba, le hacia perder el apetito... Por fortuna esos dos bastardos estarían fuera de escena por lo menos un año.

Lincoln notaba que Ronnie estaba desanimada, por lo cual la intentaba animar de todas las formas posibles, incluso haciéndole cosquillas en la barriga, este tipo de detalles enamoraba mas a la chica latina, la hacia sentir mas apegada a el... ¿Cómo era posible que con todo lo que paso siguiera siendo el mismo y ella no pudiera disculparse aun como es debido?

El peliblanco se queda viendo su mano vendada y piensa que debe tener mucha suerte, si no hubiera puesto su mano, la navaja se hubiera incrustado en su pecho, y las cosas hubieran resultado muy diferente.

El se levanta y toma su toalla y un cambio de ropa para irse al baño, por fortuna las hermanas que vivían aun en la casa se habían ido y el camino al baño estaba libre.

Después de ducharse y cambiarse se va hacia su cuarto, tenia que ponerse al día con un trabajo de la escuela, por suerte Lincoln es ambidiestro y su herida no era un obstáculo para escribir...

Ya llevaba rato haciendo su tarea cuando la voz de su madre le saca de su concentración.

-Lincoln, tienes visitas.- Dijo Rita desde las escaleras.

-Ehm... ¿Quién es?- Pregunto Lincoln mientras reanudaba su escritura.

-Es... Ronnie anne.- Dijo Rita.- Ella ya va hacia tu cuarto.

-"Que extraño"- Pensó Lincoln.- "A esta hora debería estar en la escuela".

No paso mucho tiempo antes que tocaran a la puerta del peliblanco, Lincoln le dice que pase y La chica latina entra a la habitación, cerrando la puerta atrás de si.

-¿Qué cuentas, Lame-O?- Saludo Ronnie.

-Yo estoy bien, Rarita.- Respondió Lincoln.- Pero ¿Tu no deberías estar en la escuela?

-Digamos que pedí permiso.- Dijo Ronnie.

-... Te escapaste, ¿Verdad?- Pregunto Lincoln.

-¿Qué? ¡No!.- Respondió la chica latina.- Le comente a mama que quería verte temprano y accedió.

-Ronnie...

-Bueno... Esta bien.- Dijo la chica latina.- Pero solo lo pienso hacer hoy... Veras, necesito decirte algo...

-¿Ah si?- Pregunto el peliblanco.- ¿Qué piensas decirme?

-Veras... Quería pedirte... Perdón...- Dijo Ronnie.

-¿Perdón? ¿Por qué te tendrías que disculpar?- Pregunto Lincoln.

-Es que... Si no fuera por mi, no habrías recibido tal daño en tu mano.- Dijo Ronnie.- Discúlpame por no... No haber hecho nada...

Aquella chica ruda no pudo contener algunas lagrimas, de verdad le dolía ver que por su culpa, su amigo había recibido un daño muy fuerte en su mano... Si tan solo hubiera tenido la valentía de pelear junto a el nada de eso hubiera pasado, Lincoln solo presenciaba como su amiguita exponía su lado sensible mientras lagrimas de dolor corrían por sus mejillas.

-¡Soy la peor amiga del mundo!- Estallo Ronnie.- Si tan solo hubiera hecho algo... No estarías así, con tu mano vendada y con banditas en la cara y brazos, ¡Perdóname por mi incompetencia, Lincoln! ¡No merezco ser tu amiga!

Eso ultimo hizo que Lincoln reaccionara, el se abalanza hacia ella y le abraza, dejando a Ronnie Anne muy sonrojada e impactada.

-Ronnie, ¡No vuelvas a decir eso!- Exclamo Lincoln mientras la seguía abrazando.- Yo no se que haría si mi mejor amiga se alejara de mi... No se si te servirá, pero, te perdono... Ya no tienes que mortificarte Ronnie.

Ronnie se separa del mientras le sonríe, Lincoln de verdad era muy gentil con ella. Aun así ella dudaba, quizás lo decía para ocultar su rencor.

-Lincoln... ¿Estas seguro de que estoy perdonada?- Pregunto Ronnie con la mirada baja.- Es decir, no es fácil perdonar a alguien que pudo haber hecho algo para evitar que salieras herido...

Lincoln sonríe, supuso que Ronnie dudaría y el sabia que hacer, asi que con ambas manos tomo a Ronnie de las mejillas, haciendo que mire a sus ojos.

-Ronnie.- Dijo Lincoln con un tono de voz bajo.- ¿Crees que le guardaría resentimiento a la chica mas maravillosa que eh conocido? ¿Crees que te odiaría después de lo que hemos vivido? Se que nos conocemos de poco, pero de algo estoy seguro... Y es que te has convertido en alguien muy importante para mi, te has convertido en una pieza fundamental de mi vida, yo no quiero que te hagan daño y si tuviera que enfrentarme a esos degenerados una vez mas... lo haría solo para asegurarme de que vas a estar a salvo... ¿Entiendes, Rarita?

Ronnie sonríe al escuchar eso, las palabras de Lincoln llegaron directo a su corazón y ahora que lo veía mejor, su mirada tenia ese brillo encantador que prescencio la ultima vez que estuvo allí, esta vez ella se acercaría y le daría un beso en la mejilla, dejando al peliblanco muy sonrojado.

-Cielos... ¡Que hice yo para merecer a alguien como tu?- Dijo la chica morena antes de hundir su cara en el pecho del peliblanco.

-Es curioso...- Respondió el peliblanco mientras le acariciaba su cabello.- Yo debería estar haciéndome esa pregunta, Rarita.

Ella abraza más fuerte al chico de cabello blanco, no quería soltarse de su abrazo, se sentía segura entre sus brazos, le agradaba el calor que irradiaba, el curioso aroma que despedía su ropa, una fragancia con un olor suave pero varonil.

Lincoln se separa un momento y la toma de las mejillas, a través de su palma sana y los dedos de su mano herida sintió que las mejillas de su amiga estaban calientes y enrojecidas, tenía una mirada muy tierna y una leve sonrisa se dibujaba en su rostro.

El peliblanco bloquea su mirada en los labios de Ronnie Anne, se veían tan suaves, tan tiernos... Tan Besables, y de manera inconsciente empezó a acercarse lentamente, esto mismo lo percibió Ronnie Anne, pero no lo quería detener, desde la ultima vez que casi se besan añoro una oportunidad así nuevamente.

Esta vez su acercamiento fue mas, por un instante pudieron sentir la cálida respiración del otro, casi podían sentir la calidez de sus bocas...

Los llamados de la madre de Lincoln afuera de su habitación le sacaron del momento, Lincoln solo evito el contacto con sus labios y la abrazo.

-Lincoln, te llaman al teléfono de abajo.- Dijo la madre de Lincoln afuera de su habitación.- Creo que es tu amigo Kazu.

-Voy enseguida.- Respondió el peliblanco.- Es que Ronnie me estaba ayudando a limpiar la herida de mi mano.

-Oh, ya veo.- Dijo La madre de Lincoln.- Cuando termines de hablar con tu amigo, ven a la cocina con tu amiga, les prepare galletitas de chocolate.

-Claro, gracias mama.- Dijo Lincoln.

Rita baja al primer piso, mientras eso Lincoln se separa del abrazo que le había dado a Ronnie, ambos estaban sonrojados al máximo.

-Bien, espérame aquí Rarita, iré a ver que quiere Kazu, y luego vamos y comemos las galletas que preparo mama, ¿Si?- Dijo Lincoln.

-Claro... Ve, yo te espero aquí.- Respondió Ronnie.

Lincoln le da un beso en la mejilla y sale de la habitación, estando sola se acuesta en la cama y hunde su rostro en la almohada de Lincoln.

-"Demonios, ¿Por qué tienes que ser tan tonto y lindo"- Pensó Ronnie mientras abrazaba la almohada y capturaba el suave aroma a colonia varonil de esta.

Después de ese día los sentimientos de ambos se iban fortaleciendo, ambos adoraban pasar el tiempo después de la escuela, casi siempre se pasaban por el árcade del centro comercial, o se reunían todos en casa de Nikki para pasar el rato entre amigos, beber gaseosas y degustar de buena comida, así como también escuchar buena música, allí es donde Ronnie comenzaba a aprender a bailar, pues Lincoln siempre la sacaba a bailar.

Otras veces ella pasaba la tarde en casa de Lincoln, ya sea jugando en su Commodore 64 o en su NES, haciendo las tareas de la escuela o simplemente charlando mientras ven televisión.

A comienzos de la segunda semana previa al baile había conocido a la familia de Ronnie... o mejor dicho, a su madre, pues ese día Bobby estaría ocupado en la discoteca en la que trabajaba como DJ,

La madre de Ronnie era una mujer muy solidaria y dulce, siempre interponía el bienestar de sus hijos ante el de ella, por su complexión, Lincoln le supuso una edad aproximada de 36 años de edad, trabajaba como enfermera en el Hospital General de Royal Woods.

A ella le agrado Lincoln, era el tipo de chico con el que quería que estuviera su hija, con buen porte y buen gusto, y por lo que Ronnie le conto y lo que escucho de sus compañeras de trabajo, el estaba dispuesto a exponer su integridad con tal de mantener a salvo a Ronnie Anne.

A Lincoln le parecía una señora agradable, le cayó de maravilla. El le conto las cosas que ah vivido con Ronnie en el poco tiempo de conocerse, Desde el comienzo de su amistad, las cosas que solían hacer en los tiempo libres y como no, el altercado que tuvo con Chandlers y Gonzales.

Al día siguiente por fin conoció a Bobby, era alguien muy amigable, siempre con una sonrisa en su rostro... bajo el estándar femenino era muy atractivo, el peliblanco comprendió el por que su hermana se había enamorado de el.

Ese mismo día presencio como mezclaba la música con sus platos, le parecía que tenia mucho talento, el como calcular el tiempo correcto para lanzar la siguiente canción sin que suene extraño o desprolijo, el como cambiaba de disco de vinyl de manera rápida sin quebrar el disco o romper la aguja, era mucha habilidad la que se necesitaba...

El día miércoles estaba en el patio de la escuela hablando con Clyde y Kazu, después de los eventos de la pelea, ambos fueron citados a dirección, pero al determinar que sus acciones las hicieron para defender a su amigo de esos maniacos no se les impuso castigo, pero si una advertencia, Lincoln al ser la victima no recibió ningún tipo de reproche.

Mientras los tres amigos charlaban como siempre lo hacían, aparece Nikki, alegre de que su mejor amigo este bien.

-Hey Fido.- Dijo la rubia antes de chocar los puños con el peliblanco.- Me alegro que estés bien.

-Si, ¿Que te trae por acá, Nikki?- Pregunto Lincoln.

-Bueno, solo quería decirte que este sábado hay una fiesta en mi casa, y ustedes tres están más que invitados.- Dijo Nikki.

-Oh vaya.- Dijo Kazu.- ¡Por fin Nikki me invito a una de sus fiestas! ¡Gracias!

-Lo aprecio mucho Nikki, gracias.- Dijo Clyde.

-Excelente, ¿Puedo llevar a alguien mas?- Pregunto Lincoln.

-Ya conoces las reglas, Fido.- Respondió Nikki.- Puedes invitar solo a una persona.

-Claro, casi lo olvido...- Dijo Lincoln.- Gracias por la invitación.

-Hey, no seria una fiesta de verdad si no están mis tres mejores amigos, ¿no?- Dijo Nikki.- Bueno, mejor me voy a clases, no quiero llegar tarde otra vez, hablamos al rato, muchachos.

-Adiós Nikki.- Dijo Lincoln.

-Nos vemos, Nikki.- Dijo Kazu.

-Hablamos al rato, Nikki.- Dijo Clyde.

-Déjame adivinar... Llevaras a Ronnie Anne al baile, ¿verdad?- Pregunto Kazu.

-Que comes que adivinas, Kazu...- Dijo Lincoln.- Además, Estoy seguro que llevaras a Reyna, ¿Verdad?

-Me leíste la mente, Loud.- Dijo Kazu mientras se reía.- ¿Y tu Clyde? ¿Iras?

-Lo siento chicos, esta vez no podre ir, quede de verme con Haiku para el sábado.- Dijo Clyde.

-No te preocupes amigo, te guardamos algo de lo que den de comer.- Dijo Lincoln.

-Gracias chicos.- Dijo el chico moreno al mirar su reloj.- ¡Rayos, que se nos hace tarde para reunirnos con los demás chicos!

-Vamos entonces.- Dijo Kazu.

Lincoln y sus amigos van hacia la cafetería, en donde están Rusty, Liam, Zach y Ronnie anne, parecían estar viendo como Zach armaba un cubo Rubik.

-¡Si!- Exclamo Zach.- ¡Batí mi propio record armando el cubo Rubik!

-¡Un minuto con veintiséis! ¡No manches, Zach!- Dijo Ronnie.- Acabas de hacerme perder 50 dólares con Rusty.

-Hehe, eso te pasa por supersticiosa.- Dijo Rusty al recibir el billete de Ronnie.- ¡Hey, aquí viene Navajitas y sus amigos!

-Haha, muy gracioso, Rusty.- Dijo Lincoln de manera sarcástica.- ¡Hola Rarita!, ¿Cómo estas?

-Muy bien, Lame-O.- Dijo Ronnie al abrazar a Lincoln.

-Oye, este sábado Nikki hará una de sus fiestas, ¿Quieres venir conmigo?- Pregunto Lincoln algo ruborizado.

Ronnie le sonríe y le da un golpe en el hombro.

-Claro que voy, Lame-O.- Respondió Ronnie.- De todos modos yo te iba a invitar a ti, pues Nikki también me invito.

-Vaya coincidencia.- Dijo Lincoln.- ¿Y que hacían?

Lincoln, Kazu y Clyde se unen al grupo que presenciaba como Zach armaba el cubo Rubik, cada vez intentando romper su propia marca.

Después de un rato todos se reúnen en el patio de la escuela y allí deciden esperar por Haiku y Nikki, no deberían de tardar en salir de clases, Mientras los demás charlaban y bromeaban, Lincoln aprovecha que Clyde esta apartado del grupo revisando cuanto dinero lleva en la cartera.

-A ver... 56... 76... 96... ¿Huh? ¿Qué pasa Lincoln?- Pregunto Clyde apartando su vista de los billetes.

-Amigo, quería preguntarte algo.- Dijo el peliblanco al acercarse a su amigo, el mira de un lado hacia otro para cerciorarse que no había nadie cerca.

-Ella te gusta, ¿No es así?- Pregunto el joven Loud con una mirada picarona.

Ante la pregunta, el chico moreno se sonroja un poco, desde el día de la excursión había descubierto que sentía algo por ella, mas que una amistad... Pero no lo quería aceptar aun, después de todo aun le dolía la puñalada trapera que le había dado Teal ¿Cómo podía seguir confiando en el amor con tal golpe? Aun así, muy en el fondo, Clyde sabia que Haiku nunca le daría un golpe tan bajo, pero era mejor prevenir, ¿No?

El chico de tez morena endureció su mirar.

-No se de que hablas, amigo.- Respondió Clyde.

-Oh, vamos Clyde... ¿Crees que naci ayer?- Dijo Lincoln mientras le sonreía a su amigo.- ¿De verdad crees que no me eh fijado que Haiku te tiene por las nubes?

-Te equivocas, Lincoln.- Respondió Clyde.- Ella y yo solo somos amigos.

-He, si claro, y yo soy Superman.- Dijo Lincoln.- Vamos amigo, no reprimas tus sentimientos, si te gusta ve y díselo.

Clyde solo suspira y le dirige la mirada hacia su amigo.

-No... No me gusta... Solo es mi amiga.- Respondio Clyde.

-Pero... ¿Por qué sigues reprimiéndote?- Pregunto Clyde.- ¿Por qué no solo intentas de nuevo?

El chico moreno aprieta los dientes y mira a Lincoln.

-¿Para que?- Pregunto Clyde.- ¿Para ser usado y descartado otra vez?

-Clyde...

-¡No!- Interrumpió el moreno.- Se que quieres que lo siga intentando, Lincoln... Pero yo ya estoy cansado de siempre ser el títere de las chicas que trato...

-Haiku no te trata como un títere... No se si lo notaste.- Dijo Lincoln.- Yo solo digo que tienes una oportunidad con ella.

Clyde baja la mirada, con lo que dijo Lincoln sintió un poco de tristeza.

-Sabes, Lincoln... Es muy curioso eso que me acabas de decir...- Dijo Clyde aun con la mirada baja.- Eso mismo fue lo que me dijiste con Teal...

El peliblanco casi sintió que quería darse una palmada en la frente ¡Rayos! El quería animar a su amigo y termino recordándole lo que fue de su fracaso amoroso con esa chica rubia.

-Clyde yo...

-No, tranquilo Lincoln.- Interrumpió Clyde.- Yo... Necesito un tiempo a solas, vuelvo al rato.

Dicho esto, Clyde se va de allí, dejándole a Lincoln una sensación de culpa...

-"Yo... Solo quería animarte"- Pensó Lincoln.

En eso llegan Nikki y Haiku, ambas venían charlando sobre un rumor que corrió en su salón de clases, aunque ya se habían conocido de hace tiempo atrás, la chica rubia y la chica gótica comenzaron a charlar mas seguido después del día de la excursión, ambas ven a Lincoln y le saludan.

-Hey Lincoln.- Saludo Nikki.

-Hola Loud.- Saludo Haiku.- Mmm... Luces muy perturbado, ¿Paso algo?

-No... Es decir, si- Dijo Lincoln.- Es Clyde, le trate de animar pero... Creo que la embarre.

-Ya veo...- Dijo Haiku.- ¿Sabes a donde fue?

-No exactamente, pero vi que entro al edificio A3- Dijo Lincoln.

-Bien, espérame aquí con los demás, yo iré a buscarle.- Dijo Haiku.

-Vale, buena suerte Haiku.- Dijo Lincoln.

-Hehe gracias, pero no la necesito, los espíritus me ayudaran en esta.- Respondió Haiku antes de retirarse.

-Sabes, esa chica es extraña.- Dijo Nikki.- Pero me agrada, es muy adorable a su modo.

-Si... Es una buena amiga.- Dijo Lincoln.

-Oye Lame-O, ven a ver esto.- Dijo Ronnie desde el fondo.

-¡Voy!- Respondió Lincoln.- Vamos Nikki, no hay tiempo que perder.

-Como digas, Fido...

(Tema para la siguiente escena)

https://youtu.be/v2osVAqoKX8

Haiku se hallaba caminando por los pasillos del edificio A3, allí se hallaban los laboratorios de Fisica y Quimica, aparte del Club de Informática y Literatura este ultimo también era frecuentado por Haiku, era un miembro regular a diferencia de su cargo en el Club Mortician.

Al buscar un poco mas encuentra a Clyde en la azotea, se hallaba viendo el horizonte, las bellas montañas de Michigan y el aire frio que le acariciaba el rostro a Clyde le ayudaba a aclarar su mente.

-Así que aquí estabas Clyde.- Dijo Haiku.- ¿Qué haces aquí?

Clyde no responde enseguida, se toma unos segundos antes de responder.

-Alguna vez... ¿Te has llegado a sentir tan querida solo para que un día simplemente todo eso cambie en un abrir y cerrar de ojos?- Pregunto Clyde.- Alguna vez... ¿Te has llegado a apegar tanto a alguien y de un día para otro terminan tratándose como si fueran desconocidos?

Haiku se coloca al lado de Clyde, el chico seguía mirando al horizonte.

-No se si sea correcto mencionarla, pero... ¿Te refieres a Teal, verdad?- Dijo Haiku.

Clyde suspiro, no sabia como supo de ella...

-Si te lo preguntas, Nikki me conto lo que te paso con ella en la mañana.- Dijo nuevamente Haiku.

-He... Supongo que Nikki debe de confiar en ti como para que ella te hubiera dicho eso, ¿No?- Pregunto Clyde en un tono depresivo.

Haiku mira hacia un lado... En realidad ella le contó eso a Haiku por que de algún modo que no se explica logro adivinar sus sentimientos por Clyde, la chica gótica vuelve su mirada hacia el chico moreno, no había despegado su vista del horizonte.

-Sabes, My Lady...- Dijo Clyde en el mismo tono depresivo.- Ella y yo eramos los mejores amigos, tanto así que todo el que nos veía pensaba que eramos pareja... Eramos... Nosotros dos contra el mundo, teníamos una gran amistad... Pero tal parece que no le importo para nada ese vinculo que forjamos...

Haiku se acerca al moreno para colocarse a su lado, mira el horizonte un momento y voltea su mirar a Clyde.

-... Fue una semana larga al intentar averiguar por que se fue así sin mas.- Continuo el moreno.- Quería saber que hice mal... Quería respuestas... Y ahora que las tengo, preferiría haberme mantenido en la ignorancia... He, Solo eres una piedra en el zapato... Fueron las palabras que me dijo Lincoln cuando hablo con Cookie, una de las amigas mas intimas de Teal...

Haiku continuo oyendo la historia de Clyde, de verdad sabia usar muy bien las palabras, si el dibujo no le daba, podría haberse dedicado a la poesía...

-Entonces... ¿Para todos soy eso? ¿Una piedra en el zapato? ¿Un ladrillo mas en la pared?- Prosiguió Clyde.- Pero al final nada de eso importa... es decir ¿A quien le importaría tener de amigo a un miserable como yo?

El chico moreno nunca supo cuando fue que Haiku se le abalanzo encima para darle un abrazo, estaba algo sorprendido, pero no hizo intento alguno de desatarse de aquel abrazo.

-Clyde... No te sigas degradando asi.- Dijo Haiku mientras miraba a Clyde y le acariciaba una mejilla.- Esa chica no sabe de lo que se pierde, es decir, siempre eres tan atento, cariñoso, gentil... No pienses que no vales nada solo por que una cualquiera diga que eres una piedra en el zapato.

Clyde oía atentamente a su amiga, las caricias de ella y su sonrisa le tenían sonrojado a mas no poder ¡Dios, ella de por si era hermosa, pero sin dudas se veía extraordinaria cuando sonreía!

-Quizás en la vida de ella si hayas sido un estorbo.- Continuo Haiku.- Pero, en la mía, eres aquella luz en la oscuridad, quizás a ella nunca le hayas importado, pero a tus amigos y a Lincoln si que les importas, pero por sobre todo...

Ella le toma ambas manos y se acerca a su oído.

-Tu eres lo mas importante en mi vida, Clyde Mc'Bride.- Susurro dulcemente la chica gótica.

Esas palabras le llegan al resquebrajado corazón del moreno, ambos se quedan viendo y Clyde no puede evitar soltar una lagrima, la chica gótica sonríe y le seca la lagrima que corría por su mejilla.

-No llores, Clyde.- Dijo Haiku mientras seguía tomándole la mejilla.- Ni yo merezco tus lágrimas.

Clyde se abalanza a ella y ambos se funden en un abrazo tan hermoso como la luna llena, apoyado en el hombro de su chica gótica da rienda suelta a su llanto, luego de unos minutos el chico se separa y le besa la mejilla, muy cerca de la comisura de los labios.

-Gracias, My Lady.- Dijo Clyde mientras le sonreía a su amiga.- Eres la mejor de todas ¡Sin dudas!

Haiku se sonroja ante eso y mira hacia un lado.

-Hehe, gracias Clyde.- Respondio Haiku.- Ven, vamos no queremos hacer esperar a Lincoln.

-Ehm... Haiku.- Llamo Clyde.

-¿Si?

-Crees que... Yo... Podría tomarte de la... Mano-Pregunto tímidamente el chico moreno.

Haiku sonríe y sin decir nada le toma la mano.

-Vamos, mi príncipe.- Dijo Haiku.- Es malo hacer esperar a tus amigos.

Ambos bajan al patio en donde sus amigos le esperaban, de allí todos pasan por la tienda para comprar refrescos y comida chatarra, luego se ponen en camino hacia la casa de Nikki, vivía a unas cuadras antes de la casa de Ronnie, allí el grupo pasa una tarde de locos, primero jugaron en la NES de Nikki, para luego hablar entre ellos, Nikki decide encender el equipo de sonido y saca su cajón de discos de Vinyl para poner un tema de Steve Wonder (Part-Time Lover) de ultimo Nikki les recuerda a los chicos que la fiesta es el sábado, a eso de las 6:30 de la tarde todos se fueron a sus casas.

Eran las 7:30 de la noche, Clyde estaba en su habitación dibujando un rato, tenia una botella de Cocacola y los auriculares puestos en su tocadiscos, estaba escuchando un tema de Laura Branigan (Self Control), lo que dibujaba eran nuevos personajes para el proyecto que tiene con Lincoln y sus amigos, el chico moreno piensa un poco en el futuro, sus amigos formarían un buen equipo de desarrollo de videojuegos, ¿No sera gracioso que su juego obtenga tanta fama que puedan formar su propia compañía?

Quizas eran solo fantasias que salian de la mente del chico moreno, se veia trabajando con sus amigos entregando juegos de calidad superior, llevando entretenimiento y felicidad a los hogares del mundo... con una gran mansion y Haiku a su lado...

Al pensar en ella el chico se ruboriza, !Era tan hermosa! y aun le debia un agradecimiento por lo que hizo hoy en la azotea...

Despues de dibujar, se acuesta en su cama y antes de apagar la luz saca de la gabeta de su mesita de noche la foto que Lincoln les había sacado a el y a Haiku el día de la excursión ¡Dios! ¡Se veía tan hermosa!

-"Espero que todo salga bien el sábado"- Penso Clyde antes de sonreír y poner la foto en su mesita de noche y apagar la luz para dormir.

(Continuara...)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top