Alianza Irrompible

Eran alrededor de las diez de la mañana, Lincoln, Kazu y Clyde se hallaban conversando con uno de los profesores de teatro.

-...Entonces como dentro de poco llegara la semana aniversaria de la escuela me propuse a crear un show musical, ¿Me captan, chicos?- Pregunto el profesor.

-Claro que si, profe.- Respondió Lincoln.- En lo personal yo tengo buena voz y se tocar la guitarra... Supongo que después de todo, esas tardes tocando canciones de Judas Priest con Luna valieron la pena...

-Yo creo que puedo ayudar con el piano.- Dijo Clyde.- Aunque si encuentran a otro pianista entonces puedo ayudar con la guitarra.

-Y yo puedo ayudarles con la batería.- Dijo Kazu.- ¡Yo eh logrado sacar el cover de batería de la canción "Too Yough to Fall in Love"!

-Presumido...- Dijo Lincoln.

-¿Presumido yo?- Exclamo Kazu.- Lo dice el chico que me presumió toda una semana cuando se compro la Commodore 64.

-Pero estoy en mi derecho de presumirla.- Dijo Lincoln con una sonrisa, era obvio que le causaba gracia esa discusión.- ¿Tu crees que me la regalaron?

-No pero... ¿De donde sacaste el dinero para comprarla?- Pregunto Kazu.

-Bueno... Trabajando con mis hermanas.- Respondió Lincoln.- La que me paga mas es Luna cuando le ayudo en los conciertos que hace en la plaza, y Lisa me paga 200 dólares para servir como conejillo de india.

-¡200 Dólares!- Exclamo Kazu.- Siendo así hasta yo dejo que experimenten con migo.

-Hehe, Kazu el materialista.- Dijo Clyde.- Si sigues así entonces Reyna tendrá un futuro lleno de lujos y joyas.

-Ejem... Chicos, sigo aquí.- Dijo el profesor.- Bien, cuento con ustedes tres, pero hacen falta mas integrantes para la banda... ¿Creen que pueden conseguir mas gente para la causa?

-¡De sobras, profesor!- Dijo Lincoln.- Creo que ya sabemos a quienes consultar, ¿Verdad Kazu?

-Si que si.- Dijo el chico asiático.- Ehm... ¿Cuánto tiempo tenemos para reunir una banda?

-Aproximadamente...- El profesor revisa un calendario que llevaba en su tabla de hojas.- Una semana, el evento es el segundo día de la semana de arriba.

-Bien, teniendo eso en cuenta deberíamos empezar a buscar.- Dijo Clyde.- ¿Vamos?

-Si, vamos ya... Hablamos luego, Profesor.- Dijo Lincoln.

-Adiós chicos, cuento con ustedes.- Se despidió el profesor.

Los chicos salen del Teatro, en el lobby del edificio el chico moreno se encuentra con la chica gótica que le había arrebatado su corazón.

-¡My Lady!- Exclamo Clyde antes de abrazar a Haiku.- ¿Cómo estas, Princesa?

-Muy bien, mi príncipe...- Dijo Haiku al corresponderle al abrazo.

Después de abrazarse, Haiku le da un beso en los labios, Lincoln y Kazu ven aquella escena con una sonrisa, ambos sabían que de los tres, Clyde era el que había recibido el golpe mas fuerte en lo que respecta a los desamorios, de verdad se merecía a la chica gótica, se le veía, feliz y muy enamorado, al igual que Haiku.

-Supongo que ya no tenemos que preocuparnos por Teal.- Susurro Kazu.

-Yo creo que ya ni debe de saber quien es Teal.- Respondió Lincoln.

-Si, pero sabes... Se ven muy lindos.- Dijo Kazu.

-Si... Nuestro amigo sabe elegir a las correctas.- Dijo Lincoln.

Lincoln ve como las personas veían a Haiku con una expresión de incredulidad, casi se les podía escuchar decir "¿De verdad la chica rara consiguió pareja?" aunque estaba seguro que ambos ya habían notado esas miradas mas le restaban importancia, es decir, ¿A la gente que le importaba si estaban juntos o no? ¿Qué acaso ellos le pagan el estudio o le compran la ropa para que decidan por ellos?

Después de que se separaran de ese beso, Haiku le menciona a su nuevo novio que ese día iba a la casa de Nikki para ayudarla a ella y a Reyna con un proyecto de Física, así que no podrían irse juntos, El chico moreno comprendió su situación y Haiku le respondió que a modo de compensación le iba a dar un regalito el día siguiente, ella le da un corto beso en los labios y se va de allí ya que Nikki y Reyna le esperan en la entrada de la escuela.

-Oye Lincoln, me sorprendes que no estés con Ronnie Anne.- Dijo Clyde al acercarse nuevamente al peliblanco y al asiático.

-Es que esta mañana la llame al teléfono de su casa y me dijo que no podría venir hoy, se le presento un inconveniente.- Respondió Lincoln.

-¿Qué tipo de inconveniente?- Pregunto Kazu.

-Pues, que su hermano hoy tenía que ir a prepararse para trabajar de Dj en una fiesta y quería que Ronnie le ayudara a preparar todo.- Dijo Lincoln.

-Oh ya veo...- Dijo Clyde.- Entonces... ¿Qué haremos en lo que quede del día?

-Oigan, ¿y por que no pasamos un día nosotros tres?- Pregunto Kazu.- Es decir, desde hace un año que no pasamos un rato entre nosotros.

-Oye, es cierto no lo había notado.- Respondió Clyde.- ¿Por qué habremos dejado de reunirnos?

Aquello que dijo Clyde dejo pensativo al peliblanco, ellos tres eran muy unidos desde que se conocieron en primaria, Lincoln y Clyde se conocieron el primer día de escuela cuando entraron a cuarto grado, para ese entonces Clyde acababa de mudarse a Royal Woods con sus padrastros, aunque en ese momento se estaba dando los primeros pasos para lo que es el orgullo gay, ambos hombres preferían mantener discreta su relación amorosa para proteger a Clyde de los homofóbicos, de allí también la razón por la cual Howard y Harold decidieron mudarse del pequeño pueblo de Brahms hacia Royal Woods.

Ante sus amigos, vecinos y compañeros de trabajo, Howard y Harold eran solo dos Hermanos cuidando al hijo de su hermana que desapareció misteriosamente en la zona turística de Toluca City.

Clyde recuerda que ese día había llegado un poco tarde, ya estaban todos dentro del salón esperando al profesor, todos los pupitres parecían estar ocupados hasta que cierto peliblanco le dijo que había un asiento junto a el, y aunque en el momento no interactuaron mucha mas allá de presentarse formalmente, en el recreo ambos descubrieron su afición por los Comics y la Ciencia Ficción.

No paso mucho tiempo para que su amistad creciera y pasaran de conocidos a mejores amigos.

Con Kazu fue una historia diferente, lo conocieron cuando estaban en quinto de primaria, Kazu en ese entonces era un bravucón, a cada rato les quitaba a la fuerza el dinero del almuerzo a Lincoln y a Clyde, pero un día ambos ya harto de esto le propusieron algo al chico asiático, participar en una carrera de bicicletas, si Lincoln ganaba el les dejaba en paz, pero si Kazu ganaba ellos debían darles el dinero del almuerzo por lo que queda del año sin quejarse.

La carrera se dio en las cercanías de la Calle Maphlet, cerca del Centro Comercial Royal Mall, la ruta que debían seguir era derecho por la calle, cruzar a la izquierda hacia el Parque Central, cruzar por el puente del estanque y al salir del parque debían cruzar a la derecha y luego doblar hacia abajo por Western Boulevard para finalmente terminar en el Royal Mall, la meta era la puerta de entrada del estacionamiento.

Ambos chicos estaban en el punto de partida, Clyde estaba en la meta y se comunicaba con Lincoln a través de su Walkie Talkie, Cuando Lincoln contó hasta el tres ambos comenzaron a pedalear con todas sus fuerzas, entrando al parque parecía que Kazu iba a ganar, tenia mucha ventaja, eso hasta que un resbalón lo obligo a bajar la velocidad para evitar caerse de lleno al piso, Lincoln aprovecho esto y logro rebasarlo, el peliblanco también casi sufre un accidente al entrar al Western Boulevard, unos centímetros mas a la izquierda y hubiera sido un golpe muy fuerte con aquel poste de luz, cuando estaban cerca de la meta ambos estaban empatados, no se sabia quien podría ganar, pero un ultimo esfuerzo de Lincoln le hizo ganar la carrera.

Como Kazu es un hombre de palabra decidió ser un buen perdedor y acepto su derrota ante Lincoln, el peliblanco al ver a Kazu agotado y sudando la gota gorda decide darle un poco del agua que tenia en una botella, el gesto de amabilidad sorprendió al asiático, después de todo el les robaba prácticamente el dinero de su comida... Al parecer aquel chico era tan bondadoso que hasta perdonaba a sus peores enemigos.

Con el tiempo Kazu fue conociendo y apegándose mas a ambos chicos, comenzando su amistad, conforme pasaban los años los tres se reunían para pasar el rato en el parque, correr carreras de bicis pero esta vez amistosas, pasar el rato leyendo, viendo TV y charlando, eso hasta que llegaron a la preparatoria en donde fueron puestos en aulas diferentes.

A pesar de ese detalle aun seguían hablando de vez en cuando, pero no todo es malo, ya que luego conocerian a Liam, Rusty y Zach, CLyde por su parte conocería a Teal para tiempo después conocer a Haiku.

-Pues, ahora que lo pienso, no es mala idea, Kazu.- Dijo Lincoln.

-Genial.- Dijo Clyde.- Pero, ¿Qué vamos a hacer?

Kazu se lleva una mano al mentón mientras piensa que podrían hacer, hasta que finalmente chasquea los dedos.

-¿Se le animan al Vodka?- Pregunto Kazu.

-¿Qué? ¿De donde sacaste ese tipo de licor?- Pregunto Clyde.

-Cuando tu papa es el dueño de una Licorería, es fácil obtener ese tipo de cosas.- Respondió el chico asiático.

-¿Y tu papa no se molesta contigo por que le sacas la mercancía?- Pregunto Lincoln.

-No, siempre y cuando sea licor del barato.- Respondió Kazu.

-Ahh, genial ¿Nos vas a hacer beber gasolina de avión?- Exclamo Clyde.

-No, conozco un truco para que el licor barato sepa muchísimo mejor.- Dijo Kazu.

-¿Y funciona?- Pregunto Lincoln.

-No es la primera vez que hago uso de ese truquillo...- Dijo Kazu.- Entonces, ¿Se animan?

-Por mi esta bien.- Dijo Lincoln.

-Si, por que no...- Dijo Clyde.

-Genial.- Dijo Kazu.- Entonces vayamos a mi casa... Quizás mas tarde llamemos a Rusty y a Zach, si es que estoy de ánimo.

Los tres chicos salen de allí para ir a la casa del chico asiático, el vivía en las cercanías de Palleville, una zona de clase media no muy lejos de la escuela, su casa estaba ubicada en el segundo piso de un apartamento, el cual el primer piso funcionaba como una tienda de licores.

Los tres chicos entran a local y allí ven al padre de Kazu, un hombre de rasgos asiáticos, corpulento y con cara de pocos amigos en el recibidor.

-Hola papa.- Dijo Kazu al entrar a la tienda.

-¡Hijo! ¿Cómo te fue hoy?- Exclamo aquel hombre.- Parece que trajiste a tus amigos, ¿Eh?

-Si, el es Lincoln.- Dijo Kazu.- Lincoln, el es mi papa, se llama Tatsuki Ichita.

-Un gusto señor Ichita.- Dijo Lincoln al hacerle una reverencia, el señor Ichita le corresponde a la reverencia.

-El gusto es mio, Lincoln... y por favor dime Tatsuki.- Dijo el señor Tatsuki.

-Un gusto en conocerle, Tatsuki.- Dijo Clyde también haciéndole una reverencia.

Al igual que con Lincoln, el señor Tatsuki corresponde a la reverencia.

-El gusto es mío, Clyde.- Comento el señor Tatsuki.- ¿Y que los trae por acá?

-Bueno... Salimos temprano de la escuela, así que Kazu nos invito aquí para pasar el rato.- Dijo Lincoln.

-Ah, ya veo.- Dijo el señor Tatsuki.- Espero que se diviertan, Kazu, ahorita dentro de un rato voy a salir a resolver unos problemas con un distribuidor, así que voy a cerrar la tienda temporalmente hasta que llegue.

-¿Y mama no esta?- Pregunto Kazu.

-Si estuviera no tendría que cerrar la tienda.- Dijo el señor Tatsuki.- En fin, me voy yendo dentro de cinco minutos, tu madre debería llegar a eso de las seis de la tarde, fue a visitar a tu tía en el centro de la ciudad.

-De acuerdo.- Dijo Kazu.- Bien, yo voy subiendo a mi habitación con mis amigos, cualquier cosa me pegas un grito, ¿De acuerdo?

-De acuerdo, diviértete.- Dijo el señor Tatsuki.

Kazu y sus amigos suben a su habitación, el recinto de Kazu era amplio, coloreado de Rojo y negro, habían dos tipos de baterías en su pieza, una común y otra electrónica, poseía un tocadiscos con dos altavoces grandes al lado de su escritorio y cerca de esta tenia un saco de boxeo con algunas pesas.

-Bien chicos, pónganse cómodos, si quieren vean algo de Tv, voy a traerles algo de beber.- Dijo Kazu antes de retirarse de la habitación.

El chico asiático se va de la habitación, es cuando Clyde y Lincoln se sientan en el suelo y encienden el TV que tenia Kazu en su habitación, no parecía haber nada de interés en la tele ese día...

Al rato llega Kazu con unas cocacolas bien frias y las reparte con sus amigos.

-Yo creí que irías a traer el Vodka.- Dijo Clyde.

-No, ahorita que papa se vaya.- Dijo Kazu.- No es que no me deje, es cuestión de comodidad.

-Ehm, vale...- Dijo Lincoln.- ¿Y como te va con Reyna?

-Uff amigo, todo va como la ceda.- Dijo Kazu con una sonrisa.- No sabes lo feliz que me hace estar con ella.

-¿Y como fue que te le declaraste a ella?- Pregunto Clyde.- Por que yo que recuerde solo apareciste de novio con ella de un día para otro.

-Ehehe, saben... La verdad es que ni yo se como fue que me le declare.- Dijo Kazu mientras se rascaba la nuca.- Solo... Sucedió.

-¿Ah si?

-Si, todo sucedió el día antes de que nos reuniéramos todos en casa de Lincoln, hace dos semanas atrás.- Dijo Kazu.- Ya saben, ese sábado en el que Lincoln ya estaba con Ronnie Anne.

-Si, recuerdo ese día.- Dijo Clyde.

-Bueno, la noche anterior ella y yo estuvimos en la laguna del parque, íbamos de camino a una reunión con unas amigas de Reyna, pero ella quiso quedarse en la laguna un rato...

El joven asiático recordaba esa noche como si hubiera sido ayer, estaban en la orilla de la laguna sentados viendo el cielo nocturno, el chico nunca se pregunto el por que su amiguita le pidió que se quedaran allí un momento, quizás estaba cansada, quizás quería tomarse un momento antes de alocarse en la reunión...

La chica de cabello alborotado color castaño claro se arre cuesta en su hombro mientras sigue mirando las estrellas, esto ruboriza al asiático a mas no poder, aun no creía que su amiga del Kinder Garden estuviera allí junto a el, tuvieron que pasar una despedida dolorosa cuando ella tuvo que mudarse con su madre a la ciudad de Bakersfield, esto después de que el matrimonio de sus padres finalmente se dio por terminado.

Durante la primaria y parte de la secundaria el sentía la falta de esa chica de ojos verdes, a veces solía llamarle a la casa o enviarle una que otra carta, pero el quería verla en persona, sentirla, abrazarla... Por lo menos su amistad con Lincoln y Clyde le ayudaron a mantener parte de su compostura, y con el tiempo intento olvidarla intentando forjar una relación con otras chicas, pero todas terminaron en un callejón sin salida.

Pero algo curioso sucedió cuando el chico asiático pasó a secundaria. Pues resulta que la madre de Reyna decidió regresar a Royal Woods debido a una oferta de trabajo que le resulto tan tentadora que se le hizo imposible rechazarla, el reencuentro entre ambos fue hermoso, y Kazu quedaría maravillado con la apariencia de su compañera de infancia.

Conforme paso el tiempo desde el reencuentro ambos fueron haciéndose mas cercanos de lo que ya eran en su tierna infancia, Para Kazu era muy común recibir la visita de Reyna todos los días con excepción del domingo a las seis de la tarde, para luego irse a las ocho y treinta, ella vivía a una cuadra de su casa.

-Kazu...- Dijo la chica mientras miraba las estrellas.- ¿Aun recuerdas como nos conocimos?

El chico sonríe, cielos, para el seria un crimen tirar ese hermoso recuerdo.

-Hehe, como olvidarlo, Reyna.- Respondió el chico al rodearla con un brazo.- De hecho, mama aun tiene la foto en la que ambos estamos jugando con las temperas... Es mas, hace poco me encontré con esa camisa... Nunca le pude sacar las manchas, y para ser sincero... Prefiero dejarla así como esta.

Reyna sonríe, le parecía muy tierno que su amigo recordara aun como se conocieron y que aun conservara recuerdos de aquel evento de carnaval en Kinder Garden, al sentir el tenue calor que le brindaba el chico, a parte de sentir el aroma sutil de lavanda que provenía de su ropa se ruboriza.

El era sin dudas el mejor chico que había conocido, ni se le acercaba a esos torpes que conoció en Bakersfield, ella nunca lo negó, siempre extraño a Kazu.

Ella vuelve a mirar al cielo estrellado.

-Kazu...- Dijo la chica.- ¿Tu crees que estemos solos en el universo?

-¿Huh? ¿A que viene esa pregunta?- Dijo el chico asiático con una sonrisa.

-Pues... Solo tengo curiosidad.- Respondió Reyna.

Kazu sonríe y le procede a responder.

-Mira, en lo personal yo no creo que estemos solos en este universo.- Dijo el muchacho antes de tomarle una de las suaves manos de la chica.- Y menos lo creo cuando estamos junto a las personas que queremos.

La chica de cabello castaño claro se sonroja, se había dado una idea de lo que quiso decir Kazu, pero no quería darse una mala idea, así que simplemente pregunto.

-¿A que te refieres?

El chico asiático le aprieta más la mano.

-Me refiero a que...- Prosiguió Kazu.- Tu eres la persona que le da sentido a mi vida... Es decir, aun recuerdo cuando te fuiste, fue como si me quitaran una pieza del corazón, y aunque en ese entonces solo sentía que había perdido a una amiga, conforme crecía entendí lo que significabas para mi...

Reyna seguía escuchando al chico, ella se ruborizaba ante aquellas palabras llenas de sentimiento y sinceridad, supo que hablaba en serio cuando la voz del asiático se entrecorto y una lágrima traicionera hizo su camino a través de sus mejillas.

-Hice tantas estupideces, Reyna.- Siguió el chico asiático.- A los que son mis mejores amigos les fastidie a mas no poder y en dos ocasiones casi termino en prisión... Pero ya no soy ese imbécil, ya decidí que voy a ser el mejor en lo que me proponga... Por mi propia convicción, por mi familia, por mis padres... Pero más que todo por ti.

La chica lleva una de sus manos a la mejilla de Kazu y le seca la lágrima que corría por su mejilla, ante esto Kazu se lanza hacia ella y la captura en un abrazo, Reyna simplemente le correspondió, sentía que no merecía un corazón tan dulce como el de Kazu...

-Reyna...- Musito Kazu.- Tu eres una de las razones por la cual quiero ser una persona mejor... Por favor... Nunca te alejes de mí... No quiero quedar confinado en la oscuridad otra vez... No... No quiero perderte una vez mas... ¡Yo quiero ser aquel que te haga sonreír!

La chica rockera sonríe, sus mejillas parecían brasas ardientes por lo rojas que estaban, ella no dudaría en darle una respuesta al chico asiático, se separa un poco de el y le toma de las mejillas, ahora que lo veía mejor, se veía muy lindo... Lentamente se empieza a acercar a los labios del chico, podía sentir su respiración cálida, su mirada estaba perdida en sus labios y cuando sus bocas llegan a estar a milímetros ella le responde en un tono de voz bajo.

-"No tienes que pedirme eso... Por que siempre voy a estar contigo, Aun cuando todos te den la espalda, aun cuando todo parezca perdido, ¡Yo estaré allí para ti, Mi Amor!"

Finalmente sus labios se encuentran, Kazu sintió como si un rayo le pasara por el cuerpo, era una sensación nueva para el... Ese era no solo su primer beso, también era el primer beso que daba Reyna... Era una sensación Extrañamente placentera.

Sus labios se movían torpemente, pero poco a poco encontraron la manera de sentir mas placer en cada roce. Kazu sentía un sabor fuerte a chocolate en los labios y boca de Reyna, un sabor muy agradable que solo conocería de la boquita de aquella chica.

Finalmente se separan, sus rostros mostraban una sonrisa de oreja a oreja, aquel beso daba comienzo a su noviazgo.

-Valió la pena esperar tanto tiempo por ti, Corazón.- Musito Kazu.

-Lo mismo digo, Cariño.- Dijo Reyna.

Ambos simplemente vuelven a besarse, quizás llegarían tarde a su reunión, pero que más daba...

Kazu le conto a sus amigos el como se le declaro a Reyna, omitiendo ciertos detalles.

-Bueno, ahora los tres tenemos una novia, ¿No?- Dijo Clyde.- No nos podemos quejar.

-Si... Tenemos a las mejores chicas a nuestro lado.- Dijo Lincoln.

-¡Kazu!- Se escucha el grito desde la tienda.

-¿Qué pasa, Papa?- Pregunto Kazu.

-¡Voy saliendo a lo que te dije, pórtate bien!

-¡De acuerdo, Mucha suerte papa!

Los chicos siguieron conversando por unos momentos hasta que Kazu baja a buscar una botella de vodka, pero se percato de que no había, así que volteo su búsqueda en vino barato, y al conseguirlo fue a la cocina por la licuadora y vertió el licor barato en el vaso para proceder a licuarlo por unos minutos, esto debía eliminar la mayor parte de las impurezas del licor, finalmente le echa una probada y al rectificar que quedo bueno lo vierte en una jarra, lava bien el vaso para que no quede evidencias y vuelve a la habitación con la jarra llena del licor y unos vasos.

-Bien chicos, tomen un vaso, esto esta mas bueno que la nueva temporada de "Casado y con hijos"- Dijo Kazu al entregarle los vasos a su amigo.

Los tres chicos comienzan a beber, al no estar muy acostumbrados al alcohol rápidamente caen bajo los efectos de este, sus conversaciones se iban haciendo más extrañas pero divertidas.

-... Y Lynn Jr. Nunca supo que yo fui quien le aventó la pelota de Baseball a la cara.- Dijo Lincoln.- Ahahaha, me dio cosa con mi hermana así que esa semana le brinde un helado de chocolate todos los días.

-Hehe... Si...- Dijo Clyde al arrastrar la voz.- Oye Kazu, ¿Y Nunca supiste que paso con aquella chica?

-¿Quién? ¿La semáforo de media noche?

-¿Semáforo de media noche?- Pregunto Lincoln.

-Si, es que le decían así por que nadie la respetaba.- Dijo Kazu.

-Ah, ya lo capto...

-Y respondiendo a tu pregunta, Clyde, realmente no se que paso con ella... y ni siquiera se de donde le pusieron ese apodo...

-Pues a mi prima le dicen "Federal Express"- Dijo Clyde.

-¿Federal Express? ¿Y por que?

-"Federal Express; Se entrega el mismo dia"

Lincoln simplemente soltó la carcajada ante ese comentario.

-Oye Clyde, ¿No crees que este mal hablar asi de la familia?- Pregunto Kazu.

-Ufff amigo.- Dijo Clyde al tomar otro trago de vino de su vaso.- Estoy seguro que en este preciso momento ella debe de estar hablando de mi cosas el doble de peor de la que acabo de decir... Así que lo que es igual no es trampa.

En ese momento, Lincoln alza su vaso con licor.

-Chicos, hagamos un brindis por nuestra amistad, que perdure cientos, miles, millones de años, y como no, brindemos por las chicas que son las cosas mas caóticamente hermosas que pudo habernos dado la vida, Brindo por mi Ronnie Anne, Brindo por tu Haiku, Brindo por tu Reyna... Brindo por los pasos de baile de Michael Jackson y los músculos de Silvester Stallone, y claro, brindo por la hermosa cara de Bonnie Tyler y Laura Brannigan, mis dos amores platónicos.

-Lincoln, estas ebrio...- Dijo Clyde.

-Hehe, no importa colega, ¡Salud!- Dijo Kazu.

-¡Salud!- Dijo Clyde.

-¡Salute!- Dijo Lincoln.

Los tres beben nuevamente de sus vasos, a lo cual Kazu procede a servir mas licor.

-¿Enserio Bonnie Tyler es tu amor platónico?- Pregunto Clyde.

-Que puedo decir, es muy linda, y me encanta como canta... Es como escuchar a un ángel.- Dijo Lincoln.

-Pues, a mi me enamoraba la linda voz de Cindy Lauper.- Dijo Kazu.- Realmente es una hermosura.

-Pues, creo que es muy común que todos tengamos amores platónicos... - Dijo Clyde.- lo malo es que quedaran así, simples amores platónicos...

-Que triste... - Dijo Kazu.- Pero aquí falta algo... ¡Ah ya se!

Kazu se levanta y en su tocadiscos coloca un disco de Autograph, a lo cual empieza a sonar la canción "Turn Up The Radio" Los chicos empiezan a tararearla, para luego empezarla a cantar a todo pulmón, desafinados por el alcohol claro esta, pero realmente estaban divirtiéndose.

Asi prosiguió la tarde, de trago en trago y de canción en canción, escucharon varios temas de sus bandas favoritas de Heavy Metal como Montley Crue, Judas Priest, Autograph, Amtrax, Slayer y Quiet Riot, cuando se terminaron la jarra de alcohol estaban mareados, los tres chicos charlaron por unos minutos mas antes de caer rendidos en la alfombra de la habitación.

A eso de las cinco de la tarde los chicos despiertan, aun estaban un poco mareados, pero al menos podían mantenerse de pie, Kazu se acerca a la puerta y echa un vistazo, al parecer sus padres no habían llegado asi que el chico invita a sus dos amigos a la cocina, en donde les da algo de comer para que se calme rápido los síntomas de la embriaguez, les da pan integral y un vaso de coca cola.

Aquella comida simple les había ayudado mucho, aun se sentían un poco mareados, pero al menos ya podrían llegar caminando a sus respectivas casas, sin embargo Kazu sentía que ninguna precaucion estaba de mas asi que llamo un taxi para que los llevara a casa.

Cuando el taxi llego a su casa tuvo la suerte de que nadie estaba allí, asi que rápidamente subió a su habitación y busco un cambio de ropa y entro a la ducha, al salir se sentía como nuevo

La ropa que llevaba la lavo enseguida para quitar cualquier rastro de olor a alcohol, no es que de verdad oliera como si se hubiera tomado tres botellas, pero era mejor prevenir que lamentar, ¿No?

A eso de las siete de la noche llega su madre junto con Lucy y Lynn Jr. El peliblanco saluda a sus hermanas y madre y les dice que ya preparo la cena y que esta servida en el comedor, antes de subir el le llama a Ronnie Anne, la cual se hallaba en su casa preparándose para ayudar a su hermano en la fiesta a la que fue contratado.

-Entonces, ¿Qué hiciste en todo el día, Corazón?- Pregunto Lincoln.

-Estuve ayudando a Bobby a alistar todo, Linky.- Respondió Ronnie.- Ya sabes, una miniteca lleva demasiados cables y si te falta uno puedes echar a perder la fiesta, y eso es lo ultimo que quieres hacer como DJ.

-Hehe, si tienes razón.- Dijo Lincoln.- Me hiciste mucha falta hoy, Querida.

-Lo se Linky, te extrañe mucho también, lo siento.- Dijo Ronnie.- Pero te lo compensare, enserio mi amor.

-No hay nada que perdonar, Ronnie.- Dijo Lincoln.- Como podría enojarme con la chica mas linda que conozco.

-Basta, Lame-O, Vas a hacer que me sonroje.- Dijo Ronnie entre risas.- Bueno Linky, ya me tengo que ir, te huelo luego.

-Hasta la vista, corazón.- Se despidió Lincoln.

El chico cuelga el teléfono y sube a su habitación en donde decide terminar ese día echándose unas partiditas en uno de sus juegos que tenia para su Commodore...

(Continuara...)

Nota: El truco que realiza Kazu con el vino si funciona, aunque no recuerdo si el truco funcionaba con ese licor o era con otro...

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