Capítulo 10: La Porrista
Los extrañé ♥
Capítulo 10: La Porrista
—Ahora... ¿quién de ustedes invitó a Rebel a mi boda?
—Nuestra, mi amor...—corrigió AJ, nervioso por lo que iba a pasarle a sus amigos.
—A nuestra boda.
No entendía porque debía estar en la sala de Monique siendo interrogado. El único posible culpable sería Luca. Él fue el que tanto insistió a A.J. en invitar a Rebel, no yo.
—¡¿Acaso fuiste tú?!—apuntó la futura señora Jones al culpable.
—¿Yo? ¿Por qué lo dices?—reía Luca intentado lucir tranquilo.
—¿Por qué lo digo? Un pajarito me dijo que estás viéndote con Rebel últimamente.
Luca y yo volteamos a ver A.J.
—¡No fui yo! ¡Se los juro!
—No fue él. Rebel misma me lo dijo.
—¡¿Qué?!
No lo podíamos creer. ¿Acaso Luca no le dijo a Rebel que tendría que mantener su identidad oculta si iba asistir a la boda? A.J y yo giramos a ver a Luca.
—¡Les juro que le dije que no dijera nada!
Entonces eso quiere decir que... ¿Rebel estaría aun tomando venganza por el pasado? Creí que ella había cambiado. Qué tonto fui.
—Entonces, fuiste tú. ¿Por qué la invitaste a mi boda, Luca?
—Nuestra boda, bebe...
—¡Y tú, Abraham! ¿Cómo pudiste permitir a tu amigo invitarla?
—Bueno, es que yo-
—¡¿Acaso se les olvido lo que me hizo?!
Entendía muy bien por qué la exasperación de Monique al saber que Rebel fue invitada a su boda sin que nadie le consultara. Monique y Rebel nunca se llevaron bien en la escuela. Monique era porrista y eso la convertía en una de las chicas más populares de la escuela. En cambio Rebel, era también popular, pero por ser brabucona. No obstante, si me pongo a recordar el pasado, creo si no fuera por Rebel, Monique y A.J. no hubieran empezado a salir.
Increíblemente, esa era la verdad.
***
Año 2002.
—¡Vamos, Tigres!
Las porristas terminaron su presentación en la cancha, y los deportistas se preparaban para entrar. Era temporada de basketball en la secundaria. A.J. quería que sus amigos lo apoyaran en cada partido, y eso hicimos. Yo apoyaba con la barra en el público, y bueno Luca, apoya solo con su presencia, ya que no dejaba de besuquearse con diferente chica en cada partido que había.
Mientras me encontraba en las gradas con Luca y su cita, podía ver como A.J. no dejaba de contemplar a una de las porristas. Era Monique Brown, la porrista principal de la escuela. Ella era famosa por sus acrobacias y por su gran destreza en la gimnasia, que había compañeros del equipo de A.J. también interesados en ella. Hasta hubo un tiempo que a mí también me gustó, porque era la única chica de las populares que me trataba bien. Algo que nunca se lo dije a mi amigo hasta que empezó a salir con ella. A.J. siempre ha sido un chico muy sociable y agradable, pero cuando interactuaba con Monique, él era un desastre.
—¡Monique, tu falda está levantada!—Ella avergonzada se tapa la parte trasera con sus pompones—Era broma—rio él.
En ese momento pensé que si A.J. seguía siendo así, nunca llegaría a conquistar a Monique.
—¡Eres un idiota!
O ni siquiera llegar a agradarle.
Llegó el medio tiempo, y los jugadores regresaron a las bancas para descansar. Las porristas volvieron a la cancha a animar al público, y A.J seguía contemplando a Monique desde lejos. Luca había desaparecido por un momento con su cita, cuando este regresó, volvió solo.
—¿Qué pasó?—le pregunté notándolo nervioso—¿Dónde está Marie?
—¿Quién?
—Marie, tu cita.
—Ah, ella. Fuimos al pasadizo para estar solos, y de repente las "Hit girlz" aparecieron. Tuve que escapar lo más rápido de allí.
—Así que la plantaste.
—Exacto. Ahora amigo, tienes que esconderme.
—¡Allí estás!—exclamó Patricia una de las gorilas de Rebel—¡¿Por qué sigues siéndonos infiel?!
—¡Diablos! ¡Tengo que salir de aquí!
—¡No dejen que se escape!—indicó la chica a sus amigas.
Luca salió disparado de las gradas y bajó hacía la cancha, donde se encontraban las porristas bailando. Él intentaba pasar desapercibida mientras bailaba con ellas, pero eso no duró por mucho. Volteé a ver las gorilas. No estaban con su líder, pero vi que tenían pelotas de básquetbol en sus manos. ¿Qué pensaban hacer con eso?
De pronto las chicas empezaron a tirarlas, esperando atinar al chico. La gente empezó a gritar y salir del coliseo. El entrenador y el árbitro no podían controlar el desorden, ni tampoco podían ver de dónde salían las pelotas, así que nadie en la cancha se percató que las pelotas iban en dirección a las porristas.
Luca se encontraba ahí. Las porristas no sabían que hacer, estaban asustadas y su líder estaba en la cima de la pirámide. En eso Ornella, una de las Hit Girlz, tiró su última pelota hacía donde estaba Luca. Sin embargo, la pelota calló en una de las porritas, haciendo que la base de la pirámide se derrumbara.
—¡Monique!—A.J fue auxiliar a su amada, ignorando a las otras chicas adoloridas en el suelo—¿Estás herida?
—¡Mi tobillo! Me duele mucho, creo que me lo he roto.
—Déjame llevarte a enfermería.
Felizmente Luca llegó a librarse de las gorilas, ya que los profesores capturaron a las culpables. Me había escondido debajo de las gradas durante la guerra de pelotas, y cuando salí de ahí encontré a Rebel mirando todo el espectáculo desde la puerta del coliseo. Estaba en completo shock, pareciera que sus gorilas habrían actuado sin su consentimiento. De repente, escuché al profesor de educación física gritando el nombre de Rebel. Ella se acercó.
—¡¿Acaso esto fue plan suyo, Moon?!
—Sí.
Sabía quiénes eran las culpables, pero no podía hacer nada por miedo a las represalias. Solo me quedaba mirar a Rebel siendo llevada a detención. Fue allí cuando entendí por fin lo que mi padre siempre me decía. De que un líder, nunca abandona a su equipo.
Al día siguiente Rebel no asistió a clases. Había sido sancionada por una semana, y sus compañeras se sentían culpables por eso. Mientras las observaba cabizbajas en el recreo, también era testigo de cómo A.J. y Monique coqueteaban. Monique empezó a juntarse con nosotros desde ese día, porque A.J. le prometió que la cuidaría siempre. Ella se fracturó el tobillo, así que no podía volver al equipo de porristas. La gente le había dicho que la culpable de eso había sido Rebel y ella se lo creyó. Intenté decirle la verdad, que Rebel fue injustamente culpada, pero nunca me hizo caso, ya que siempre se peleaba con ella.
Luego de tres meses, le sacaron el yeso del pie a Monique. Lamentablemente ella ya no podía volver a hacer sus piruetas y tuvo que abandonar para siempre su puesto como porrista. Lo único bueno de esa experiencia (si se puede decir), fue que conoció mejor a A.J. que empezaron a salir, convirtiéndose ambos en la pareja más estable de la promoción. Ahora solo faltaban menos de una semana para el gran día. Su boda.
***
—¿Y cómo fue que te encontraste con Rebel?—pregunté a Monique, ya más calmada.
—Me la encontré cuando salía del banco. De la nada una chica me saludó y me felicitó por mi boda. Yo estaba algo confundida, no recordaba su rostro, así que le pregunté "¿Te conozco?", y allí fue donde me dijo quién era y cómo así se enteró de mi boda.
—Nuestra boda, bebe —musitó el novio.
—Eso mismo.
—¡Vamos, Monique! ¡Déjame llevar a Rebel a tu boda!—suplicaba Luca por centésima vez—Te juro que será lo último que te pida este mes.
—Pero saben una cosa, chicos—agregó ella ignorando al chico arrodillado—nunca pensé que una persona podría cambiar tanto.
—¿A qué te refieres?—pregunté por todos.
—Sé que la contextura de Rebel ha cambiado drásticamente, pero su cambio de personalidad, me llamó más la atención. Después de que me contó que estaba saliendo con Luca y se había encontrado también con sus amigos, decidí invitarla a una taza de café para saber que más me estaban ocultado ustedes. Y fue allí donde conocí su otro yo. No puedo creer que diga esto, pero me agradó. ¡Hasta hicimos las paces!
—¡¿Qué?!—Nunca pensamos que eso sería posible algún día.
—Entonces, ¿eso quiere decir que puede ser mi cita en tu boda?
—¡Sí, sí puede acompañarte a la boda!—asintió la novia resignada—¡Sin embargo! No será gratis.
Lo tuvimos que imaginar.
—Tengo una condición. Será mi castigo para los tres por ocultarme la verdad.
—Sí, señora...—aceptamos sabiendo que si nos negáramos, Monique no dejaría de regañarnos toda la noche.
—Mi prima Roxana está organizando mi despedida de soltera. A.J. no quiere que tenga strippers en la fiesta ya que no confía en los extraños, pero nunca dijo que no, si los strippers fueran conocidos.
Monique empezó a reírse mientras observaba nuestras caras en shock.
—¿Y mi despedida de soltero dónde quedaría?—preguntó A.J. confundido.
—Mira el lado positivo, mi amor. Pasaremos nuestro último día de solteros juntos. ¡Te prometo que nos divertiremos mucho! Bueno, tal vez más mis amigas y yo.
—¿Amigas? ¡Estoy dentro!—exclamó Luca extendiéndole su mano para finalizar el "contrato".
—Sabía que estarías de acuerdo con esto, Luca—sonreía la futura Sra. Jones—¡Por eso, también invité a Rebel!
—¡¿Qué hiciste qué?!
A veces me preguntó si las mujeres son más vengativas que los hombres. O solo a mí me tocó conocer a las peores.
—...Te odio, Monique...—Ella solo se reía maléficamente mientras se iba a su dormitorio.
Podía entender por qué el pánico de Luca. Él sabía que si Rebel iba a la fiesta y lo veía haciendo striptease a mujeres, terminaría con él definitivamente.
—Jones, déjame asfixiarla con el cojín, por favor.
—Adelante.
—¡Nos vemos el sábado, chicos!
Quiero mucho a Monique, pero no volveré hacer el ridículo enfrente de mi enemigo otra vez. Cueste lo cueste, tengo que evitar ir a esa fiesta, porque Rebel no puede ver a su jefe como stripper.
****
Se acerca la boda :D
Gracias por la gran espera, espero que les haya gustado el capítulo :)
¡Nos vemos! Y gracias como siempre por comentar ♥
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