Mis lágrimas empezaron a brotar, mirando el cielo, mi mano se elevó como queriendo tocar el cielo y eso es lo que quería, más bien quería estar con ella, con mi madre, esa mujer que me crió con muchísimo amor, tan linda, tan paciente y tan amorosa.

-mamá~-dije con la voz quebrantada-

Dejé bajar mi mano y suspire con temblores, quería estar con ella, quería irme con ella, no quería estar más en este mundo, no quería ver más mis "hermanos" ni a mi "padre".

Si todos me odian para que seguir si nadie llorará por la muerte de un omega sin utilidad con excepción de progenitar y nada más, muchas familias prefieren que su primer cachorro sea alfa y no un inútil omega.

Bajé mi ca eza y mirada hacia el suelo, dejé de llorar y limpié mis lágrimas, odiaba que alguien me viera llorar, aunque en realidad hay nadie, así que no tenía que preocuparme mucho que digamos.

Suspire otra vez para regalarme y dejar de lado mi sufrimiento interno y tratar de ofrontar mi inicio de pesadilla, mis compañeros.

Bajé de la azotea para ir hacia la planta baja donde estaban los pasillos de casilleros, me dirijo hacia la mía para abrirla y empezar a guardar mis cosas a excepción de las que necesitaría.

Saqué mi celular que estaba en mi bolsillo derecho para ver la hora, marcaban las 7:10 a.m.

Pronto hiban a venir los demás al instituto, tenía un poco de tiempo para ir al salón que tocaba sin que nadie me empujara o molestara.

Empecé a caminar con algo de tranquilidad hacia ese salón, al llegar me senté donde siempre, atrás, siempre atrás, alejado de los demás.

Para distraerme y "esperar" a los demás agarré mi celular para ver videos y así hacer pasar más rápido el tiempo.

Después de minutos empezaron a llegar los demás y yo simplemente los ignore, era normal, ellos saben hacer lo mismo.

Poco a poco el salón se fue llenando de todos hasta que entró el profesor de la materia y transcurrió la clase, en el transcurso habían personas que me molestaban, me lanzaban cosas o papeles con palabras sin sorpresa como: "inútil" "perdedor" "estúpido" "imbecil" "asqueroso".

Ya era normal, es como el pan de cada día pues así era, incluso hasta pienso que deberían utilizar otras palabras ya que se estaban volviendo aburridos esos insultos.

Terminó la primera materia y siguió la siguiente, igualmente ellos seguían.

Mientras todo eso pasaba solo sentía unas ganas inmersa de volver aun sólo lugar que siempre me gustaba estar, el bosque, ya que es como mi escapatoria de tranquilidad.

Llegó el receso, traté de demorar para que todos se fuesen e ignorasen que estaba allí detrás y empiecen a mandsrme indirectas e insultos.

Después de eso salí recién, caminé hacia los comedores e ir donde la señora y pedir una bandeja con comida.

La señora con aspecto de edad más avanzada obviamente, me sirvió la comida que le pedí y agradecí su atención, me sé llevar algo bien esa omega de edad mayor, con la bandeja en mano busco una mesa alejada de todos.

Al encontrar una me dirijo a ella y sentarme en la misma, miro la comida servida por esa señora y mi apetito al menos salió pues la comida se veía apetecible, comienzo a comer tranquilamente hasta que alguien se hace presente frente mío mientras comía.

-ay no, tu no... -dije con desagrado y fastidio-

Esa persona al parecer me escuchó pues lo escuché reírse, mientras él solo reía note que se acercaban otras personas más.

-que acaso no te sientes feliz por esta atención, omega de cuarta-habló el tipo con fastidio y sarcasmo.